La frescura de los clásicos
Por José María Guelbenzu
Nuevas ediciones de Humphry Clinker, Bel Ami, Humillados y ofendidos, Caballería Roja, Banderas Negras... muestran la hondura extraordinaria de los relatos de Smollett, Maupassant, Dostoievski, Bábel, Strindberg y otros autores.
En el XVIII inglés, junto a Fielding,
Defoe y el excéntrico y genial Sterne, brilló con luz propia -y lo
sigue haciendo todavía- el escocés Tobias Smollett. Fue autor de varias
novelas en las que mostró la cara sórdida de una picaresca donde su
carácter pesimista se luce a fondo realzando la fealdad y brutalidad del
mundo; con una sola excepción: la que representa su muy divertida
novela La expedición de Humphry Clinker, una novela epistolar
donde relata el viaje por la Inglaterra del rey Jorge III, el rey loco,
de un caballero misántropo y atacado de gota como corresponde a su
dignidad de tal, el señor Matthew Bramble; un viaje en el que lo
acompañan sus sobrinos, su hermana solterona y un tal Humphry Clinker,
un mozo de cuadra abandonado al nacer que se les incorpora como criado.
La trama es simple, pero lo que convierte a esta obra en una delicia es
tanto el cuadro de costumbres y peripecias que retrata como las voces de
los diversos miembros del grupo que van contando y complementando desde
sus diversos puntos de vista el fascinante transcurso del viaje, todo
ello expuesto con un humor excelente para regocijo del lector.