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viernes, 28 de febrero de 2025

Michel Nieva: La infancia del mundo

Idioma: español

Año de publicación: 2023

Valoración: más que recomendable (sobro todo si eres como Oriol)

Para el año 2272 el calentamiento global habrá provocado una temperatura media en la Tierra de 90º C, los hielos polares se habrán, lógicamente, derretido, provocando la consiguiente elevación del nivel de los mares y en el caso de la República Argentina (saludos desde aquí a nuestros lectores de aquel país), al menos la mitad de su territorio, incluido el conurbano bonaerense,  estará sumergido bajo las aguas. En los terrenos aún emergidos, otrora Pampa, el clima será tropical, con una media de 40º C todo el año y, de hecho, se encontrarán a orillas del llamado Caribe Pampeano, por donde, como si se tratará de un nuevo Panamá, transcurrirá el Canal Interoceánico. Sin embargo, a orillas de este mar no estarán las comunidades más prósperas de la nación -más bien al contrario-, que se encontrarán a orillas del llamado Caribe Antártico, ocupado antes por la banquisa del continente helado y ahora por resorts turísticos y explotaciones mineras, explotados ambos recursos por compañías transplanetarias como la AIS-Influenza Financial Services-YPF, que saca beneficios incluso -o sobre todo- de la especulación a costa de los innumerables virus mutantes que proliferan en la Tierra...

En fin, podría seguir aún un rato enumerando las predicciones científico-técnicas y político-sociales de esta novela de Ci-Fi/distopía, muy logradas aunque, por desgracia, poco imaginativas, dado que todo indica que vamos de cabeza hacia un futuro parecido... Ahora bien, lo que le otorga originalidad, frescura y, por qué no decirlo, mala baba a esta ficción (de momento) es la elección del protagonista, que no es un tipo cualquiera, sino un niño. Y no un niño cualquiera sino el niño dengue, un mutante nacido de una mujer, pero con todo el aspecto de un mosquito gigante (ahora ya se empieza a comprender el por qué de esa cubierta un poco y aún bastante repulsiva que le han puesto a este libro, ¿no?). Como cabe suponer, el pobre niño dengue sufre durante su infancia no ya el asco y el desprecio, sino el acoso de sus compañeritos de cole y de la sociedad en general, pese a que vive en la tampoco demasiado refinada población de Victorica. Sin embargo, según el niño va creciendo, se ve que las hormonas o simplemente la rabia acumulada le hace rebelarse contra su dickensiano sino y comienza a tomarse la venganza por su propia mano pata, primero contra sus congéneres otros infantes y luego contra la Humanidad, en general. Y ahí (y perdón si es un spoiler) comienza la escabechina un t tano gore que hará las delicias de los lectores y lectoras más raritos (y no miro a nadie...).

Hasta ahí, podríamos estar hablando de un simple despiporre más o menos splatterpunk -tampoco llega a tanto-, pero además la novela adquiere otra dimensión debido a la segunda línea narrativa, la que conduce otro personaje importante, otro niño apodado el Dulce -uno, que por cierto, le toca los coj... dípteros al pobre niño dengue-, enganchado a un juego de realidad virtual llamado Cristianos vs. Indios y que, para enredarlo todo, le roba cierta mercancía muy rara y peligrosa a su hermano, contrabandista en el Canal Interoceánico, con imprevisibles consecuencias. Las aventuras del Dulce permitirán a la novela meterse en un tráfago metaliterario muy sugerente y sobre todo, inesperado en una novela relativamente breve.

No quiero entrar en más detalles, porque buena parte del interés de esta novela está en las sorpresas continuas que nos va deparando su lectura. Sólo decir que buena parte de la comicidad que posee se debe al empleo por parte de su autor de un lenguaje muy elaborado, decimonónico, podríamos decir, que contrasta con las barbaridades y despropósitos que nos van desgranando. No sé si la novela se puede considerar dentro del género bizarro o no (tampoco sé si lo bizarro tiene unas características rígidas e inamovibles para su definición, pero resultaría paradójico); doctores tiene la Iglesia bizarra que lo sabrán mejor que yo... Pero me siento obligado a advertir al lector o lectora más o menos normalito/a (también si existe algo así) de dónde se mete si se decide a leer este libro... Que se lo va a pasar pirata, eso también os lo digo...

jueves, 16 de enero de 2025

Myke Babylon: Yongüein’s Massacre

Idioma original: Español
Año de publicación: 2025
Valoración: Recomendable (para raritos)

¡Qué divertida me ha parecido Yongüein’s Massacre, de Myke Babylon! A fin de cuentas, esta novela corta recuerda a una de esas películas de terror de serie B que tanto me gustan. En primer lugar, porque tiene un asesino gigantesco, una pandilla de jóvenes que devendrán sus víctimas, muertes hilarantes (pienso, por ejemplo, en la del cazador del tercer capítulo), sangre a raudales, sexo gratuito y un final abierto que anticipa una secuela. Pero, sobre todo, porque está claro que, al igual que sucede con muchas cintas de género baratas, los implicados en ella (desde el escritor hasta el ilustrador) se lo han pasado de puta madre creándola.

Trata sobre unos chavales que van de gangstas y deben enfrentarse a un monstruo enorme que acecha la Sierra de Gredos, sorbe los sesos de sus presas y está dispuesto a usar su falo descomunal a la mínima.

Además de a una película de terror barato, Yongüein’s Massacre también recuerda (y mucho) a Bighead de Edward Lee, clásico de la literatura "splatterpunk" donde los haya. No sólo en su planteamiento argumental y estilístico, en su humor negro, en su ambientación rural o en su villano, sino que incluso en la estética de ciertas escenas o en ideas muy concretas. Y aunque normalmente no hay que comparar dos obras de arte, por más que una haya podido influenciar a la otra, creo que en este caso está justificado, porque el homenaje de Babylon es tan evidente como desacomplejado. 

Así pues, diría que Yongüein’s Massacre es un calco de Bighead que no llega al nivel de salvajismo, "gore", escatología, truculencia y desmadre del original (si bien quiero aclarar que no escatima en ninguno de estos apartados). Pero, en cambio, es, aún dentro de lo excesivo y trasnochado, una ficción mucho más centrada y focalizada que la novela de Lee, cosa a mi juicio muy positiva. Sea como fuere, recomiendo a los amantes de la literatura gamberra, el terror depravado y el mal gusto experimentar ambas versiones, pues resultan perfectamente complementarias y cada una tiene méritos particulares.

Poco más puedo añadir. Sólo insistir en que Yongüein’s Massacre es (si te gustan estas cosas, por supuesto) una gozada. Una que, si bien no tiene un argumento complejo o un elenco memorable (tampoco es que lo pretenda), sabe hacernos pasar un rato endiabladamente entretenido y sacarnos unas cuantas sonrisas retorcidas. Además, nos obsequia con muertes exquisitamente grotescas y un interesante diseño y origen para su villano (quien conserva un sugerente halo de misterio hasta el final). ¿Qué más puede pedir uno cuando ya se ha tragado casi todo el terror de serie B que tiene que ofrecer el cine, y busca más de lo mismo pero en un libro? ¿Qué más puede pedir alguien que disfrutó de Bighead pero la hubiera preferido menos improvisada?

Ah, no quiero terminar esta reseña sin alabar la edición de Yongüein’s Massacre. Como viene siendo habitual, Colectivo Juan de Madre Presenta nos regala una cubierta extraordinaria y un prólogo estupendo. A dicho prólogo, por cierto, no le quitaría ni una coma. Y es que en él, Valero #01 destaca los paralelismos que hay entre Bighead y Yongüein’s Massacre, a la par que reivindica, con una retórica simpatiquísima, el acto creativo de homenajear a terceros (incluso cuando se hace rozando el plagio).


También de Myke Babylon en ULAD: Aquí

sábado, 4 de enero de 2025

Reseña + Entrevista: El palacio infinito, de Shintaro Kago

Idioma original: Japonés
Traducción: Rodrigo Díaz
Año de publicación: 2021
Valoración: Delirante

La exquisita edición en español de El palacio infinito, del irrepetible Shintaro Kago, se la debemos a Moztros. Incluye, en un tomo único en formato rústica de tapa blanda con sobrecubierta, dos historias autoconclusivas, aunque estrechamente relacionadas con el concepto de base: "The Princess of the Never Ending Castle" y "The Twelve Sisters of the Never Ending Castle". Por cierto, que el sentido de lectura de este manga sea occidental se debe a que fue publicado originalmente en Italia por la editorial Hollow Press.

El palacio infinito es una auténtica joya. Una que, como viene siendo habitual en las obras de Kago, exprime al máximo (e incluso lo retuerce a conveniencia de vez en cuando) el lenguaje gráfico y narrativo del cómic, mezcla multitud de géneros (ucronía, ero-guro, humor...) y tiene un argumento y dibujo sorprendentes por su calidad, frescura y excentricidad.

En "The Princess of the Never Ending Castle" (196 páginas), Oda Nobunaga domina el mundo y se establece en un inmenso palacio vertical. Su vasallo Akechi Mitsuhide lo reta a un duelo por el control del planeta. En una realidad, Nobunaga gana; en la otra, pierde. Por consiguiente, el palacio se divide en dos torres, que representan las líneas temporales resultantes, y ambas posibilidades conviven como vecinas. A medida que se sucedan los hechos, las torres se bifurcarán y ramificarán hasta el infinito.

Así pues, "The Princess of the Never Ending Castle" es una historia ambiciosa de premisa original y brillante ejecución. Sorprende especialmente la claridad con que, a nivel gráfico y estructural, plasma algo tan complejo como distintos universos que se desarrollan en paralelo e incluso coexisten; para ello, Kago recurre a varios recursos, entre los que destacaría las viñetas simultáneas y la repetición de imágenes o textos (a veces con pequeñas variaciones, otras literalmente). 

En "The Twelve Sisters of the Never Ending Castle" (92 páginas), Ukita Hideie, pusilánime señor del palacio de Okayama, entrega a sus hermosas hijas a los fetichistas señores de palacios vecinos a cambio de que cejen sus ataques. Una de las jóvenes, la aguerrida Nadeshiko, decide plantar cara tanto a su progenitor como a los invasores.

"The Twelve Sisters of the Never Ending Castle" es un spin off muy digno, que para nada se siente creativamente perezoso o redundante. Argumentalmente es todavía más alocado y gamberro que su predecesor, y contiene ideas deliciosamente perversas y grotescas que harán las delicias de los amantes del ero-guro; además, tiene una protagonista con mucha personalidad.

Resumiendo: El palacio infinito es una genialidad a la altura de los mejores trabajos de Kago. En ella encontraréis una fresca aproximación a la idea, tan en boga gracias a la popularidad del género de los superhéroes, de los multiversos; juegos con el lenguaje del cómic (que, si bien no llegan al nivel de, por ejemplo, Fraction o Reproducción por mitosis y otras historias, siguen siendo extremadamente fascinantes); y, por supuesto, caos, violencia, deformaciones físicas, sexo depravado, escatología y humor absurdo.




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Y aquí una entrevista a Shintaro Kago, gentes:



También de Shintaro Kago en ULAD: Aquí

viernes, 20 de diciembre de 2024

Edward Lee: Bighead

Idioma original: Inglés
Título original: The Bighead 
Traducción: Rosemary Thorne
Año de publicación: 1997
Valoración: Decepcionante (aunque disfrutona a su manera)

Bighead de Edward Lee debería haberme encantado. A fin de cuentas, es ideal como placer culpable sin grandes pretensiones para los amantes de la literatura gamberra, el terror barato, el "splatterpunk" más salvaje y el humor escatológico.

Y aunque me ha parecido una novela disfrutona, que pese a su nada desdeñable extensión se lee en un suspiro, tiene un rollo desacomplejado (en lo estílistico, estructural y argumental) muy atractivo, rebosa una saludable mala leche y es extremadamente sangrienta, me deja un regusto amargo porque le sobran muchísimas páginas.

Además, en mi opinión podría haberse editado de manera que el conjunto mejorara sin perder su halo de espontaneidad y desparpajo. Y es que se nota que Edward Lee no planificó casi nada al ir escribiendo, ni se mató a corregir demasiado el resultado final. Varios de los misterios que establece inicialmente los resuelve de manera abrupta y anticlimática, como si al llegar al clímax se acordara súbitamente de ellos y le entrara prisa por cerrarlos de cualquier manera. A esto debemos sumarle que sus protagonistas carecen de profundidad, pese al excesivo foco que se les da, y que el desarrollo de sus interacciones no es siempre convincente. Asimismo, reprocharía a Bighead que las escenas violentas o sexuales no van "in crescendo", por lo que, pese a ser siempre duras y explícitas, llegan a epatar rápidamente al lector, que no tarda en aclimatarse a ellas; para colmo, a menudo se desperdician en personajes irrelevantes, cuando lo lógico sería reservar las más impactantes para el elenco protagónico. Y tampoco puedo dejar de mencionar las reiteraciones de ideas que salpican la novela, las cuales pretenden introducir semillas en el lector pero que, dada su asiduidad, acaban molestándolo e incluso insultando su inteligencia.

¿De qué trata Bighead? Pues de una abominación que lleva ese nombre, a la que le encanta perforar a sus víctimas con su gigantesco miembro y zamparse sus cerebros. Este monstruo (¿leyenda urbana, humano fruto de la endogamia, mutante deforme o entidad sobrenatural?) siembra el caos por los bosques de Virginia y se acerca lenta pero inexorablemente a nuestros héroes (una joven que no siente nada durante la penetración, una reportera ninfómana y un cura madurito, mazado y malhablado). También hay otra amenaza suelta: una pareja de "redneck hillbilies" que van por ahí violando, torturando y asesinando a la peña, capitaneada por el brutal Balls.

Poco más que añadir. Bihead es un festival del mal gusto con palabrotas, "gore", sexo, violaciones, paletos americanos y villanos sádicos, depravados y muy pero que muy cabrones. Si bien se disfruta (bueno, sólo si te va esto), deja una abrumadora sensación de potencial desaprovechado. Ojalá existiera una versión igual de transgresora, marrana, cáustica y desacomplejada pero un pelín más refinada, a la que no le sobren páginas, que maneje mejor a sus personajes y que sepa escalar adecuadamente su abundante violencia; ah, y que se le vaya la pinza pero en plan bien, no con ese desmadre artificioso e insípido con que nos obsequia el clímax de la original.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Shintaro Kago: Fraction

Idioma original: Japonés
Título original: フラクション
Traducción: ¿?
Año de publicación: Entre 1998 y 2009
Valoración: Delirante
 
"Fraction" es una ida de olla que sólo un autor tan extravagante como el mangaka Shintaro Kago podría concebir. 

"Fraction" es, también, una joya del noveno arte. Al fin y al cabo es un cómic sumamente original, tiene algunos de los giros de guión más locos que he leído nunca y su componente metaliterario es muy audaz. Asimismo, su apartado gráfico es tan creativo y refinado como el de todas las obras de Kago.

En "Fraction" seguimos los pasos de Rebanador, un asesino en serie que se dedica a partir a mujeres por la mitad y que puede tener a un imitador; también seguimos a Mangaka (el propio Kago), que quiere dejar de ser reconocido como autor ero-guro y entregar un cómic de misterio que juegue con el espectador recurriendo a distintos trucos narrativos que desafíen los «prejuicios», «ideas preestablecidas» y «predisposiciones» de la gente (mostrando, por ejemplo, qué hay más allá del «marco» de las viñetas, cómo nos pueden engañar los «bocadillos», etc...).

"Fraction" subvierte toda clase de expectativas: aquellas derivadas  del género en el que se inscribe la historia (el misterio detectivesco) y aquellas que propicia el medio empleado para narrar dicho género (el cómic). Y, de paso, Kago subvierte también lo que la gente espera de él en tanto que autor ero-guro (es decir, «cadáveres, vísceras, mierdas, torturas, sadomaso»).

"Fraction" se publicó en 2009 junto a cuatro relatos que ya habían sido editados previamente. Dichos relatos combinan, al igual que su predecesor, el desmadre argumental y la estética repulsiva propias del ero-guro, aunque sin poner ambos apartados al servicio de exploraciones metaliterarias. En comparación con "Fraction" son algo sencillos, pero todos me han gustado. 

Quizá los más locos son "El retornado" (homenaje todavía más perverso que "La oruga" de Edogawa Rampo, su obvia inspiración) y "Colapso" (desquiciado estudio de personaje de una mujer). 

Por otro lado, "El súmmum de lo irritante" se mantiene bastante fiel al concepto de base (cosa que viene a ser poco habitual en Kago, tan proclive a dispersar sus historias en direcciones variopintas) y "Colapso" tiene una imaginería muy poderosa, pero lleva su prometedora premisa hacia el registro más cliché posible, el de lo psicológico.

En resumen: si sois amantes de la literatura gamberra en la que la violencia, el gore, la pornografía, el absurdo, el humor negro, la sátira, las ideas locas y los giros de guión se dan cita, el volumen Fraction os encantará; también os lo recomiendo a quienes busquéis en el arte (y en su lenguaje) un componente transgresor y autoreferencial. Bueno, seas quien seas, lee a Kago en general; créeme, no te va a decepcionar lo más mínimo.




También de Shintaro Kago en ULAD: Aquí

viernes, 22 de diciembre de 2023

Percival Everett: Los árboles

Idioma original: inglés

Título original: The Trees

Traducción: Javier Calvo

Año de publicación: 2021

Valoración: tronchante y, por supuesto, recomendable

Durante la inolvidable (y esperemos que irrepetible) presidencia de Trump se producen en el pueblo de Money (sic), estado de Mississippi, unos crímenes particularmente truculentos, con mutilaciones incluidas y que parecen estar relacionados entre sí. Y que, sobre todo, llevan aparejados unas inexplicables apariciones y desapariciones que tienen superadas a las fuerzas del orden locales, comandadas por el sheriff Jetty, por lo que la policía estatal -el MBI, aunque parezca una broma- envía a dos de sus detectives, Ed Morgan y Jim Davis a investigar el caso. Los dos negros, lo cual no tendría mayor importancia si no fuera porque el caso parece tener connotaciones racistas -o las víctimas, más bien- y aquello no deja de ser el muy profundo Sur.

Con estos mimbres muy bien podríamos encontrarnos ante un thriller con conciencia social, al estilo (y ya sé que se trata de una película) de la muy conocida En el calor de la noche, duplicado, en este caso, el detective Tibbs que encarnaba Sidney Poitier (y sobre todo porque el sheriff Red Jetty también recuerda un poco al interpretado por Rod Steiger). La pareja de detectives negros también trae a la memoria, aunque en suave, a los impagables Ataúd Johnson y Sepulturero Jones del gran Chester Himes. Pero el caso es que, según se van sumando los elementos extraños a la trama, ésta va recordando más, y perdón por continuar con las referencias audiovisuales, a un Twin Peaks (1) sureño o incluso un episodio de Expediente X (2). Y aviso que la cosa no ha hecho más que empezar...

¿Ante qué nos encontramos, pues? ¿Un thriller policiaco? ¿Un whodunit con ínfulas políticas? ¿Una novela de terror bien enraizada en la realidad americana, a lo Stephen King? ¿Una distopía con tintes sobrenaturales? Pues todo y nada de esto, en realidad. Porque si algo caracteriza a esta novela, si Los árboles se puede calificar claramente de alguna forma, desde su primera página, es como una novela de humor. Humor satírico, incluso sarcástico, humor irónico, humor más sutil o más obvio -sin ir más lejos, Everett hace humor con los peculiares nombres de muchos personajes: Junior Junior, Braden Brady, Mamichula de Amarillo, Pick L. Dill, Helvetia Quip, Chester Hobsinger...-, humor cómplice y, sobre todo, humor negro (en todos los sentidos)... negrísimo, de hecho, porque Everett lo utiliza para tratar unos temas de los más espinosos, dramáticos e incluso traumáticos. Las heridas abiertas por el racismo en los Estados Unidos de América, que quienes  elegieron al tipo naranja que ocupaba la Casa Blanca cuando su autor escribía esta novela no parecen muy proclives a cerrar, sino todo lo contrario (la novela también se puede leer como una metáfora del movimiento Black Lives Matter, sobre todo en su tramo final). Sin duda, Everett ha hecho suya la frase del maestro Billy Wilder. "Si quieres decirle la verdad a la gente, sé divertido o te matarán" y a fe mía que consigue ser MUY divertido, incluso tronchante en más de una ocasión, para poder soltar toda la amargura y la tristeza de cómo se construyó su país (y el mundo en el que vivimos, podíamos añadir), de una forma basada en la crueldad, el desprecio y la ignorancia que muchos parecen dispuestos a perpetuar allí, aquí y casi se diría que en todas partes. nos queda, es verdad, el humor como arma defensiva, pero me temo que no sea suficiente. Aunque el buen rato, en este caso, no nos lo quita nadie...

(1) Nota para centennials e incluso algún que otro millenial: Twin Peaks era una serie de principios de los 90 dirigida por David Lynch en la que pasaban cosas muy rarunas en un pueblo en el que se había producido un asesinato, investigado por un agente del FBI.

(2) Nota para centennials e incluso algún que otro millenial: Expediente X era una serie de mediados de los 90 en la que pasaban cosas muy rarunas en muchos sitios, que eran investigadas por una pareja de agentes del FBI. Se ve que la agencia había aumentado de presupuesto.


También de Percival Everett y reseñado en Un Libro Al Día: X


sábado, 2 de septiembre de 2023

Ryū Murakami: Sopa de miso

ūūƒ

Idioma original: japonés

Título original: イン ザ・ミソスープ (In za Misosūpu)

Año de publicación: 1997

Traducción: (del inglés) Javier Martínez de Pisón 

Valoración: recomendable (aunque no para todos los paladares)

¡ATENCIÓN! ATENZIONE! WARNING! Éste no es un libro de recetas de cocina. Repito: NO ES UN LIBRO DE COCINA. Aviso, no sea que alguien se ponga a leerlo para aprender a hacer una deliciosa sopa de algas, un ramen, temperatura... o, yo qué sé, albóndigas de pulpo o cualquier otro plato tradicional de la gastronomía nipona y le dé un parraque del susto...

Resumen resumido: Kenji es un joven de veinte años que se mudó a Tokio para preparar su ingreso en la universidad, pero ha acabado ganándose la vida como guía para extranjeros que quieren conocer la variada oferta sexual de la vida nocturna del barrio de Kabuki-cho, en el famoso distrito de Shinjuku. Unas noches antes de Nochevieja se reúne con un cliente de un norteamericano llamado Frank que resulta ser un tipo bastante peculiar y  le da cada vez más mala espina a Kenji, sobre todo porque unos días antes ha aparecido el cadáver despedazado de una adolescente que "lo vendía" -según cierta expresión  utilizada en ese ambiente y que explica, me parece, las supuestas aventurillas sexuales de cierto escritor español de extrema derecha que ya ha pasado a mejor vida, si cabe-; el joven guía, al darse cuenta de las rarezas y mentiras del tal Frank, sospecha que puede tener algo que ver con el crimen y, de esta forma, la novela, al menos en su primera mitad, se convierte en un thriller psicológico, para luego... (bueno, no quiero estropearle su lectura a nadie, así que considerad esta reseña, a partir de a, como un spoiler) digamos que hay algún que otro momento bastante gore splatter (no sé explicaros la diferencia, habrá que preguntarle a Oriol)... Aviso también aquí para los lectores/as de espíritu y estómago sensibles.

De todos modos, tampoco penséis que este libro es un festival sangriento churrigueresco... es más, la comparación con El silencio de los corderos que se hace en la cubierta de la edición española me parece un tanto exagerada. De hecho, la mayor parte del libro se podría adscribir, como ya digo, tanto a la novela psicológica como a la filosófica o sociológica, dadas sus interesantes reflexiones sobre la cultura y la sociedad japonesa, lo que parece ser, a la postre, el principal interés de su autor. Amén, claro está, de sumergirnos, siquiera a través de una narración literaria, en el submundo de la industria sexual de Tokio, con sus clubes de omiai -donde los hombres pueden ligar tanto con profesionales como con aficionadas a ejercer un rato el puterío-, los soaplands (nada que ver con la sopa, tampoco esto, peep-shows, etc. Vaya, que entretenido es un rato, el libro.

Otro aspecto del mismo a tener en cuenta, por supuesto, es el apasionante pero falso debate sobre quién es mejor escritor, si este Murakami o el usurpador otro (bueno, apasionante sólo para Marc Peig y para mí, en realidad... y puede que sólo para mí); falso porque no hay duda alguna de que el Murakami bueno es Ryū, claro. Aunque, en este sentido, Sopa de miso no deja de encerrar cierta ironía, no sé si premeditada: tanto Kenji como su casi púber novia Jun, jóvenes sensibles y desencantados, e incluso un poco moñas, bien podrían ser los protagonistas de alguno de los pestiños libros que perpetra el otro Murakami, sólo que enfrentados, en este caso, sórdida e incluso espantosa realidad de la noche tokiota. Pero, ya se sabe que la cabra siempre tira al monte, que se dice...;)

Otros títulos del Murakami bueno reseñados en este augusto blog: Los chicos de las taquillas, Azul casi transparentePiercing

viernes, 5 de mayo de 2023

Fight Combo: La condesa sangrienta.

Más que célebre es la historia de la condesa húngara Erzébet o Elizabeth Báthory, que a comienzos del siglo XVII se supone dio muerte, personalmente o como comandataria, a cientos de muchachas con el objeto de  satisfacer sus impulsos sádicos. aunque también de llevar a cabo prácticas en teoría rejuvenecedoras, como darse baños en la sangre de sus víctimas o rituales brujeriles. No sé si cientos, pero sin duda sí que decenas de libros se han escrito sobre ella (y también se ha realizado más de una película); los más conocidos en el ámbito hispanófono son, con seguridad, el que escribió la poeta argentina Alejandra Pizarnik y, antes que éste, el que le dio lugar, de otra poeta, la francesa Valentine Penrose, ambos con el mismo título, La condesa sangrienta y publicados, con algunos años de diferencia, en la década de los 60 del siglo XX. Veamos cuáles son las concomitancias y diferencias entre ellos:

Idioma original: francés

Título original: Erzsébeth Bàthory. La Comtesse sanglante

Año de publicación: 1962

Traducción: M. Teresa Gallego Urrutia e Isabel Reverte

Valoración: más que recomendable

No sé hasta qué punto este libro se considerará canónico sobre el tema, en el ámbito historiográfico, pero, como digo, al menos sí que se considera una obra literaria importante, quizá la principal que ha dado lugar la historia/leyenda de Erzébet Báthory. Y eso se debe a que, si bien parece que Valentine perose buscó y utilizó toda la bibliografía y documentación que pudo encontrar sobre la figura de la condesa Báthory, al final no compuso una biografía al uso. o; mejor dicho, sí que lo hizo, pero no se limitó a eso: este libro es también la crónica de una época y un lugar en pleno cambio, la Hungría de alrededor de 1600, que estaba evolucionando desde la ferocidad -por no decir la barbarie- de una sociedad aún feudal y guerrera (ante la amenaza turca, principalmente), hacia la implantación de un estado fuerte, centrado en la figura del emperador y más orientado a los vientos provenientes de Europa occidental. Pero, sobre todo, es una orgía para los sentidos, un derroche de suntuosidad literaria, tanto en lo que respecta a los aspectos más "ambientales", digamos -las descripciones de fiestas y banquetes, de bosques y castillos, de elementos climáticos, de paisajes urbanos, las genealogías familiares-, como de aquellos otros inevitablemente horrendos, sanguinarios, morbosos... las torturas y los asesinatos, las masacres, incluso, que dejan tras de sí cadáveres, charcos de sangre y hedor.

Como ya he mencionado, Penrose estructuró este libro como una biografía de la condesa, pero también a modo de crónica familiar, tanto de los perturbados Báthory como de los respetados Nàdasdy, la familia de su esposo. Y de la situación política del Imperio Germánico (del que Hungría no formaba parte, pero Austria, sí) en la época de los Habsburgo. pero sobre todo, el libro es un estudio sobre la locura sádica y narcisista, así como de la abyección humana, pues la condesa no perpetraba sola sus crímenes, sino que necesitaba la ayuda de sus siniestras sirvientas -Dorkó, Jó Ilona, Kata Beniezsky, Fitzkó-, la complicidad de muchas personas que cooperaban en la tarea de conseguirle víctimas y el silencio, ya fuera cómplice o cobarde, de muchas otras que sabían o sospechaban los que ocurría en su castillo de Cjelthe, o en otras de sus residencias, incluso en la propia Viena.  Porque, además, La condesa sangrienta, no sé si de forma intencionada por su autora, aunque cabe pensar que sí, tiene una lectura política: la condesa y sus secuaces no se cebaban con las hijas de la nobleza húngara, aunque hubieran podido hacerlo, sino con una infinidad de chicas campesinas que sus propios padres ponían a su servicio; así lo hacían, en primer lugar, para evitarse  problemas evidentes, pero también porque la condesa Báthory consideraba que tal era su privilegio, al pertenecer ella a una de las principales familias del país... y, ciertamente, como tal estaba protegida por los poderosos, incluso cuando se destapó todo el pastel y hubo que imponerle algún castigo. este privilegio de clase también era evidente en el caso de Gilles de Rais, el asesino en serie (o incluso de masas) con quien más se puede comparar a la Báthory -de hecho, Valentine Penrose le dedica un capítulo entero de su libro-, perteneciente, a su vez, a la más alta nobleza francesa del siglo XV.

Aunque lo más destacable de este La condesa sangrienta, aparte del obvio impacto gore que guardan sus páginas, es la recreación  de todo un mundo cerrado, malsano, aunque fascinante, que denota la desconexión con la realidad de alguien que se siente libre de llevar hasta el límite sus fantasías e impulsos más sádicos y homicidas... (por entendernos y para quien la haya leído, la novela malrrollera por excelencia, La chica de al lado, sería una versión doméstica de esta gran producción hollywoodiense en tecnicolor). Una recreación de un mundo tan endógeno que llega a poseer cierto carácter onírico, lo que no es de extrañar habiendo sido Valentine Penrose, antes que nada, una poeta del movimiento, aunque el tono literario del libro recuerde más al simbolismo decimonónico. En cualquier caso, os aseguro que es una lectura que no puede dejar indiferente a nadie.


Idioma original:
español
Año de publicación: 1966
Valoración: también recomendable

Pocos años más tarde que el libro de Penrose y, son duda, entusiasmada por éste, la poeta Argentina Alejandra Pizarnik publicó su propia versión -comenzada, al parecer a modo de reseña-, que puede considerarse casi como un resumen del libro anterior o incluso, más aún, una condensación (o, en este caso, "condesación"... vale, perdón, ya lo dejo) al estilo Reader's Digest. Claro que en absoluto su intención era hacer más "digerible" la historia; bien al contrario, Pizarnik se centra casi en exclusiva -también su libro es considerablemente más corto- en ciertos aspectos que más le interesan: su deriva sádica y truculenta más que en el color local o de la época. Como ella misma explica: "La perversión sexual y la demencia de la condesa Báthory son tan evidentes que Valentine  Penrose se desentiende de ellas, para concentrarse exclusivamente en la belleza morbosa del personaje." Y adjunta una cita de Jean-Paul Sartre, que podrían firmar muchos psycho-killers: "El criminal no hace la belleza: él mismo es la auténtica belleza."

También cita, para que no se diga, a René Daumal, Gombrowicz, Rimbaud, Baudelaire, Milose, Octavio Paz, Antonin Artaud, Pierre-Jean Jouvé y diversas elegías del cancionero. Y, por supuesto, al marqués de Sade, que no puede faltar en toda esta salsa:
"Como Sade en sus escritos, como Gilles de Rais en sus crímenes, la condesa Báthory alcanzó, más allá de todo límite, el último fondo del desenfreno. Ella es una prueba más de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible."

No conozco lo suficiente la obra de Pizarnik como para explicar cómo encaja  en ella su "condesa sangrienta" (si a alguien le interesa mucho saberlo, parece que César Aira tiene publicado un ensayo sobre esta escritora. Según él, por lo visto, Pizarnik no quiso seguir por este camino, que para ella quedaba agotado con este libro). Sin duda, su impronta poética ve reflejada en la belleza que consigue sacar de esa pesadilla splatterpunk que suponen los crímenes de la condesa y compañía, algo que se ve reforzado por las magníficas ilustraciones, entre góticas y simbolista, de Santiago Caruso para esta edición de Libros del Zorro Rojo (no es la única ocasión, por cierto, que este ilustrador argentino ha puesto imágenes a la obra de su compatriota). El libro, cierto es, no tiene la riqueza descriptiva ni la ambientación de que hace gala el de Valentine Penrose, pero gana en síntesis y en un esteticismo más depurado, así como en una mirada más "filosófica" (si se quiere decir así) sobre la atracción del abismo que conlleva asomarse a la figura de la condesa Báthory y a sus perturbados crímenes. Ambos libros, en cualquier caso, resultan recomendables, aunque quizá no muy digeribles para según que estómagos, yo aviso...



jueves, 20 de abril de 2023

Paul Tremblay: La cabaña del fin del mundo

Idioma original: inglés 

Título original: The Cabin at the End of the World 

Año de publicación: 2018

Traducción: Manuel de los Reyes 

Valoración: recomendable 

A una cabaña perdida en los bosques de Nuevo Hampshire donde pasan unos días la pequeña Wen y sus padres llegan cuatro extraños portando unas no menos extrañas armas, comandados por el enorme y aparentemente benévolo Leonard, con el objeto de hacerles una insólita y aterradora propuesta. O con el objetivo de que la acepten de una manera u otra, en realidad, pues no dudarán en recurrir a la violencia para conseguirlo... Así comienza esta singular novela de home invasion en la que los asaltantes pondrán sus vidas en juego en la misma medida que los asaltados y... bueno, no debo contar más para no desvelar las sorpresas que guarda esta historia, aunque sí puedo decir que en ella destacan un ritmo y una organización narrativa que mantienen al lector pegado a sus páginas desde el comienzo al final.

Lo que sí puedo decir es que no sé hasta que punto podemos considerar ésta como una novela "de terror", por más que su autor sea uno de los más eximios representantes del género, a día de hoy. Desde luego que La cabaña... sabe crear inquietud y, sobre todo, tensión, incluso cómo causar cierta impresión con el recurso a una violencia casi -bueno, sin casi- gore, pero no estoy seguro de que los aficionados más acérrimos o puristas al terror queden totalmente satisfechos tras su lectura. Por otro lado, y aunque ya sea un tópico mencionar la influencia de Stephen King al hablar de esta clase de novelas (yo mismo, al menos, ya lo he hecho en varias ocasiones), pero en esta ocasión resulta inevitable, pues ésta es la que más me ha recordado a las novelas del Rey en mucho tiempo. Quizás no a uno de sus grandes libros de terror, los que le han servido para convertirse en el principal referente del género y, en gran medida, quien ha establecido un nuevo canon en el mismo (o, cuando menos, un nuevo patrón a la hora de contar este tipo de historias), pero sí una de sus obras "menores", de ésas que incluso han acabado siendo más populares, a raíz de su adaptación cinematográfica (ya veremos que ocurre, en este caso). Más allá de la ambientación en Nueva Inglaterra, la atención a los detalles cotidianos o domésticos y la introspección psicológica de los protagonistas son herencia suya, sin duda.

Releyendo los párrafos anteriores, temo dejar una impresión desdeñosa sobre esta novela, cuando en realidad ocurre todo lo contrario: no sólo me parece un thriller muy bien llevado, sino además una novela una novela que puede mover a la reflexión (si se quiere, claro) sobre ciertos temas que han devenido desinterés en este siglo XXI que muchos esperábamos de otra manera, como la prevalencia creciente de una visión religiosa e incluso agónica del mundo, frente a la racionalidad agnóstico, la importancia que debemos concederle a los conspiranoicos e illuminati varios sin que nos arrastren tras ellos a su marasmo de estulticia o el papel de la libertad e incluso el interés individual frente al colectivo, corresponda éste a una realidad o no...

No quiero acabar la reseña sin comentar un par de aspectos de la novela que, en cierto modo, quizás puedan ser considerados como spoilers, así que quien no quiera conocerlos tal vez debería detener su lectura aquí: por una parte, la forma de narrar de Tremblay, que no sólo va cambiando el punto de vista, según los personajes, sino que, en la última parte de la historia, alterna la tercera persona del narrador omnisciente con la primera del plural, incluso en el mismo párrafo. Esto puede parecer una elección arriesgada, más o menos vanguardista y que también obtiene un resultado más o menos logrado, hasta que al final de la novela se entiende la razón.

Algo parecido ocurre con la elección de los protagonistas, una pareja homosexual, Andrew y Eric, que puede que alguien interprete como una mera concesión al convencionalismo woke. Sin embargo, a mi modo de ver es una elección muy acertada por parte de Tremblay y según transcurre la narración y, sobre todo, al final de la novela, se entiende el por qué. Y ya está, no os doy más la brasa ; )

viernes, 16 de diciembre de 2022

Miguel Gallardo y Juan Mediavilla: Todo Makoki

Idioma: español (o algo parecido)

Año de publicación: entre 1978 y 1994, como historias sueltas; 2012, como libro

Valoración: Fuera de concurso

Puede que quede un poco buitre (Buitaker, en este caso) aprovechar el fallecimiento de alguien para reseñar sus libros, pero, aparte de que no solemos hacerlo (y este año ha habido unas cuentas ocasiones, por desgracia, sobre todo en el mundo del cómic; ayer mismo, Calpurnio, que tenía no poca relación con los autores y el personaje de este libro), en el caso que nos ocupa hoy me parece más que justificado, puesto que en este ya agonizante 2022 nos han dejado no uno, sino los dos artífices de este libro: el dibujante Miguel Gallardo y, más recientemente, el guionista Juan Mediavilla. De todas formas, la reseña del Todo Makoki era una de las cuentas pendientes de este blog, porque estamos hablando, amigues míes, si no del cómic español -y personaje- más importante de los últimos 50 años (no me atrevería a afirmar tanto y menos aún a decir cuál puede ser), sin duda sí que el más gamberro y descacharrante, con el protagonista más majarón del tebeo hispánico... sin olvidar a su pandilla de secuaces y antagonistas, a cual más delirante. La antítesis de la corrección política actual, que no resistiría ni la más ligera mirada woke ni, mucho menos, la de la sociedad bien pensante... (milenials, centenials, agarraos bien las pelotas a donde podáis antes de atreveros a leer este cómic).

¿Quién es Makoki? Pues un personaje nacido, al parecer, de un relato de Felipe Borrallo, allá por 1977, un majareta escapado del frenopático, aún en bata y con el casco y los cables del electroshock colgando, refugiado junto a sus colegas delincuentes en la Barcelona más preolímpica y cutre que cabe imaginar, donde sobreviven a base de trapicheos, palos y de colocarse con todo lo que encuentran a su paso, Las desopilantes aventuras de Makoki y la basca, publicadas primero en Disco Express y luego en otras revistas (como la mítica El Víbora), tuvieron tal éxito que merecieron su propia publicación, epítome de la llamada "línea chunga", titulada, cómo no, Makoki, hasta el año 1994. Para entonces, símbolo de una época que ya había pasado o se había transformado en otra cosa, el personaje acabó por desaparecer para convertirse en leyenda.


Este compacto volumen está dividido en cinco libros -los dos primeros, a su vez, compuestos por varias historias más o menos independientes-: Las aventuras de Makoki, La juventú de Makoki, Fuga en La Modelo, Makoki en Niu Yors y La muerte de Makoki. Todos ellos -salvo el último, mucho más cuidado- dibujados por Gallardo con un trazo entre anfetamínico y naif, muy poco primoroso, deudor tanto del "estilo Bruguera" o de las tiras de Popeye el Marino, como del underground de la época, ya fuera americano o autóctono, y con una composición algo caótica, representativas del zeitgeist (aprovecho para meter el palabro) de aquellos años del punk. Pero que nadie piense en postureos de modernillos; las historias de Makoki, incluso cuando recogen los avatares de los pasotas o drogatas de aquellos años y se desvíen, en la mayoría de las ocasiones, hacia el puro delirio, están firmemente ancladas en el costumbrismo de la España de por entonces, pero también de aquel intemporal, el que viene, en línea directa, de La Celestina o el Lazarillo de Tormes. Prueba de ello es el particular lenguaje urdido por Mediavilla, mezcla de la jerga delincuencial barcelonesa, del habla charnega y de las expresiones de moda entre la juventud de la época (hoy bastante vintage... siendo generosos). Escrito, eso sí con un escrupuloso cuidad de incluir todas la incorrecciones ortográficas habidas y por haber. como tocaba... Es el argot que emplean los entrañables peculiares coleguis de Makoki: el fornido y fiel Morgan, el sociópata Emo -de Emosiones-, el desconfiado Cuco, el Niñato, el laborioso Chenchín, el buitre Buitaker, el dr. Otto y su ayudante Josechu Julagaray... Sin olvidarnos, claro, de sus enemigos mortales, que también los tiene, como buen superhéro... bueno, héroe... en fin, lo que sea: el siniestro comisario Loperena, el inspector Pectol o el cyborg bonaerense -Capital Federal- Robesto...

A lo largo de sus aventuras vamos conociendo las cuitas, los fracasos y los triunfos -de éstos, más bien pocos- de esta alegre pandilla de inadaptados -por no decir descerebrados-, a través de una serie de historias un tanto (o bastante, hay que admitirlo) disparatadas y dispersas. La parte más ambiciosa y extensa es la de Makoki en Niu Yors -genial Morgan creyendo que está en Bilbao-, que , además, esconde multitud de homenajes a otros personajes y autores de cómics, desde los Freaks Brothers de Sheldon a Carlos Sampayo, pasando por la MARVEL, pero los más logrados y coherentes narrativamente son la espectacular Fuga en la Modelo -y minuciosa, puesto que los autores consiguieron los planos de la cárcel para reproducirla con total fidelidad... incluso circuló la leyenda urbana de que había quien se fugó de verdad de esa cárcel gracias al cómic- y La Muerte de Makoki, de estructura casi "tarantiniana" (o quizás "guyritchiana"... o más bien viceversa, en este caso).

En fin, si Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o El capitán Trueno (o, en un sentido más amplio, las canciones de Manolo Escobar, el Un, Dos, Tres o las películas de Esteso y Pajares) forman parte, para bien o para mal, de nuestro background cultural (en el sentido, literal de "patio trasero"), no lo hacen menos las historietas de Makoki, de Peter Pank o la Anarcoma de Nazario (o el cine "quinqui", las primeras pelis de Almodóvar, la música de Siniestro Total o de Kortatu, las rumbas de los Chunguitos...). Así que nunca está de más echarles un vistazo, aunque sólo sea para alucinar un poquito con lo que se hacía en el cómic de hace ya cuarenta años. Y espere,os que se pueda seguir haciendo.

Nota final: el prólogo de Antonio Escohotado os lo podéis saltar, a no ser que os interese mucho el personaje, porque básicamente habla de sí mismo y de sus movidas particulares...

La criaturita, con sus papás...

Otros cómics de Miguel Gallardo reseñados en Un Libro Al Día: María y yo, María cumple 20 años

viernes, 7 de octubre de 2022

Reseña + Entrevista: Enano cautivo, de Sean Hawker

Idioma original: Inglés
Título original: The Captive Dwarf / Mudging
Año de publicación: 2021 / 2022
Traducción: Albert Kadmon
Valoración: Gamberrada idónea para raritos

Enano cautivo compila dos relatos cortos de Sean Hawker. Aunque me han encantado, sólo los recomendaría a raritos que, como yo, pueden disfrutar del splatterpunk más políticamente incorrecto, explícito, abyecto y depravado imaginable. 

El primer cuento da nombre al volumen. En él, una pareja de lunáticos secuestra a un enano para que se haga pasar por su hijo. 

Si tuviera que ponerle alguna pega a esta historia, destacaría que no he acabado de sentir la impotencia y vulnerabilidad del protagonista. También que el final resulta un tanto anticlimático.

Por otro lado, de sus muchas virtudes señalaría que su premisa es una canallada hilarante, los antagonistas dan un mal rollo increíble, el argumento va añadiendo una locura tras otra y las escenas malrolleras o gore son geniales.

A continuación tenemos "Mudging", un brevísimo ejercicio de escatología y humor negro. Lo ha coescrito Hawker junto al igualmente degenerado Simon McHardy. Trata sobre dos trabajadores de la morgue que se graban violando cadáveres. Siendo más lineal que su predecesor, da asimismo lo que promete. 

Ambas ficciones vienen acompañadas de varios apéndices que pueden antojarse prescindibles, pero cuya inclusión en estas páginas no estorba en absoluto. 

De manera que insisto: recomiendo Enano cautivo, al menos a los raritos que estáis allá fuera. Venid, hermanos míos, y revolcaos como puercos en su violencia, sexo malrollero, escatología y gracejo. 


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En uno de los apéndices de Enano cautivo se entrevista a Hawker. Intentando no repetir las preguntas ahí vertidas, querría aprovechar la ocasión para formular yo mismo unas cuantas al autor:

ULAD: ¿Te consideras un escritor versátil? En caso afirmativo, ¿te preocupa que se te acabe encasillando en el splatterpunk?

S.H.: Estoy seguro de que la mayoría de los escritores, si no todos, se consideran versátiles en un grado u otro. He escrito un par de relatos cortos para antologías, cuyo tono es posiblemente diferente al de la mayoría de mis obras publicadas. También tengo una idea para una novela de terror al uso. Si albergara un gran deseo de que me tomaran en serio como un dios literario artístico pedante cuya obra puede trascender todos los géneros, entonces el encasillamiento podría ser más problemático para mí. Pero no es así. Sólo quiero escribir lo que me apetece y entretener a quienquiera que lea mis historias. Con eso me basta. El mundo literario está lleno de pretenciosos que tienen delirios de grandeza.

ULAD: ¿Hay un público concreto para el género en el que por ahora te estás consagrando? Ya sabes, un perfil particular en su nacionalidad, franja de edad, estado mental, fetiches, etc...

S.H.: No lo creo. Podría estar equivocado. No percibo a mis lectores de esa manera, en términos de raza, edad, nacionalidad, etc... Mi lector soy yo por definición, que soy un inglés aburrido de clase media. Si te gusta leer y tienes un sentido del humor retorcido es posible que quieras leer mis tonterías. Por eso estoy muy agradecido.

ULAD: ¿Has llegado a publicar algo tan polémico como para que una turba furiosa te linche?

S.H.: Intento sobrepasar los límites y espero una reacción hostil cada vez, pero hasta ahora me he salido con la mía. Esperaba una reacción violenta a Beast of burden sólo porque ésta aborda de forma irreverente el nacimiento de Jesús, y sé que algunas personas siguen considerando la religión como algo sagrado. Estoy trabajando en una historia splatterpunk sobre un terrorista suicida... Quizá eso lo haga. Deséame suerte.

ULAD: ¿Qué libro me recomendarías para seguir explorando tu obra, teniendo en cuenta que Enano cautivo es lo primero que he leído de ti y me ha gustado mucho?

S.H.: Echa un vistazo en Godless. No publico tan a menudo como muchos otros escritores de terror independientes, así que tengo una lista de obras más pequeña en comparación con la mayoría de los que ponen su trabajo allí. Si quieres leer historias más largas, mis novelas (coescritas con Simon McHardy) son Neil, My dildo is a serial killer y The swine. Están disponibles en Amazon. Espero que los leas todos. Pero no me pidas que te devuelva el dinero.

ULAD: ¿Crees que hay alguna diferencia entre la literatura que pretende escandalizar o epatar como medio y otra que hace lo propio como fin?

S.H.: Creo que la literatura que conmociona "como fin" sólo puede darse si el lector responde a ella de ese modo. Por el contrario, una historia puede intentar ser impactante con la inclusión de temas polémicos o descripciones gráficas, pero puede caer en saco roto dependiendo de lo que piense el lector. Puede que se escandalice o que piense que es una mierda. El escritor no tiene ningún control sobre la forma en que el lector percibe la obra. Sólo espera la reacción una vez publicado el libro.

ULAD: ¿Te gustaría que alguien adaptara tu obra al formato audiovisual?

S.H.: Claro. No tengo ni idea de si existe una persona lo suficientemente valiente como para hacerlo o incluso de cómo traducirlo para la pantalla, pero estoy feliz si alguien quiere intentarlo. Pero no me culpes si la gente persigue al cineasta con horcas clamando sangre.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Rayne Havok: Venganza extrema

Idioma original: Inglés
Título original: Killstreme Casey's Vengeance
Año de publicación: 2021 / 2022
Traducción: Albert Kadmon
Valoración: A mí es que este tipo de cosas me gustan    

Rayne Havok es una escritora reconocida en los circuitos minoritarios de la literatura de terror. Venganza extrema compila dos relatos suyos, a cada cual más gore. Ambos han sido censurados en múltiples plataformas. 

Primero nos encontramos con "Killstreme". Cuenta cómo un grupo de amigas graba una película snuff. Su víctima: un tío al que le molaba visionar a mujeres siendo violadas, vejadas, torturadas y asesinadas.  
 
Alguna de las voces de esta historia no acaba de cuajar; asimismo, su argumento presenta ciertas incongruencias. Sea como fuere, da lo que promete; la escena del calcetín, por ejemplo, es deliciosamente repugnante.

A continuación tenemos "Casey's Vengeance", la precuela de "Killstreme". Relata cómo el novio de la protagonista abusa de ella, junto a sus amigotes, durante dos días. Poco pueden imaginar estos salvajes que serán cazados en plena fiesta de Halloween.

La verdad es que "Casey's Vengeance" me parece mejor que "Killstreme". Además de querer epatar al lector, transmite un mensaje entre líneas, hace un cambio tonal bastante eficaz, convoca imágenes potentes e introduce personajes que alcanzan un mínimo de complejidad. 

En el lado menos positivo, diría que a Havok se le puede reprochar que:

  • Su prosa está salpicada por pasajes cuya redacción es algo confusa.
  • Sus argumentos no logran dar foco a determinados elementos.
  • Sus subtextos acusan maniqueísmo al retratar las relaciones entre sexos o ingenuidad al abordar la sororidad.

Creo que he dejado claro que Venganza extrema disgustará al lector estándar. Y es que estamos frente a un libro que toca temas incómodos; un libro desprejuiciadamente violento, depravado y escatológico; un libro que agita consciencias y revuelve estómagos.   

Así pues, sólo recomiendo Venganza extrema a quien pueda interesarle: a enfermos sedientos de sangre como un servidor o a misándricas que se han cansado del Manifiesto SCUM. ¡Aprovechad ahora que se traduce por primera vez al español a Havok! ¡Aprovechad ahora que podéis echar una ojeada a un par de obras que no creo que tarden en ser censuradas de nuevo!

sábado, 11 de diciembre de 2021

Irvine Welsh: El artista de la cuchilla

Idioma original: Inglés     
Título original: The Blade Artist
Traductor: Francisco González, Arturo Peral y Laura Salas Rodríguez
Año de publicación: 2016
Valoración: Está bien como novela negra al uso. Recomendable en tanto que ejercicio de género capaz de suscitar preguntas incómodas 

El artista de la cuchilla recupera a Frank Begbie, el psicópata de la pandilla de inadaptados de Trainspotting, y lo sumerge en una trama propia de la novela negra más violenta y ácida. Abundan  en estas páginas el alcohol, el sexo, la acción, la crueldad e incluso el humor negro, pero también reflexiones en torno a la moralidad o la incapacidad de cambiar sustancialmente (y menos todavía para bien). 

Entre las muchas virtudes que le he visto a este texto de Irvine Welsh, destacaría las siguientes: 

  • Funciona de manera autónoma. En otras palabras: se puede comprender perfectamente aunque no hayas experimentado Trainspotting (o, como es mi caso, apenas recuerdes nada).
  • Se lee en un santiamén. No sólo porque su argumento es sumamente adictivo, sus capítulos breves y su prosa dinámica, sino porque uno quiere saber cómo culminará todo. 
  • Nos interesa Begbie. Es un cabronazo de mucho cuidado que comete actos aberrantes y cuyo egoísmo puede llegar a atragantársenos, pero Welsh logra que comprendamos por qué es así.
  • Sus contrastes entre EEUU y Escocia, California y Edimburgo, el pasado y presente de Bedge, la personalidad real de éste y su nueva apariencia (encarnada bajo el nombre de Jim Francis). 
  • Sus desalentadoras reflexiones. Por ejemplo, aquellas que evidencian la relación que existe entre la pobreza, la marginalidad y el crimen, o las que señalan la vertiente superficial y cínica del arte moderno. 

Quizás le veo un par de defectos a la obra:


  • En determinadas momentos, uno tiene que suspender la incredulidad en demasía: cuando se nos obliga a aceptar que la estela de destrucción que va dejando Begbie a su paso no lo llega a incriminar, cuando se nos pretende hacer creer que dos gángsters importantes se reunirían con él sin escolta, o cuando se nos ofrecen ciertas motivaciones. 
  • Algún personaje no encaja del todo en la historia, pues su relevancia nunca acaba de cuajar. Sería el caso, por ejemplo, de Martin Crosby, el agente de Begbie, de Harry Pallister, un policía obsesionado con la mujer de éste último, o de John Dick, el que fuera mentor del protagonista.   

En cualquier caso, recomiendo El artista de la cuchilla. Aunque debo advertiros de que el hecho de que un auténtico hijo de puta como Bedge se salga con la suya inquietará a los moralistas, y de que la descarnada violencia de la novela puede llegar a conmocionar a los que tengan un estómago delicado. Pero bueno, conociendo a Welsh, estoy seguro de que esa era su intención.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

David Pascual: Gordo de Porcelana

Idioma: español

Año de publicación: 2021

Valoración: entre recomendable y ¿está bien?

Trasladémonos por un momento a los extraordinarios, glamurosos y nunca suficientemente recordados años 90 del siglo pasado, cuando España vivía la resaca del 92, la literatura nos descubría nuevas luminarias como Juan Manuel de Prada y Lucía Etxebarria (bueno, vale, también a Juan Bonilla y a Orejudo) y en televisión triunfaban las Mama Chicho, el ínclito Jesús Gil y los programas sobre desaparecidos y crímenes truculentos (alguno presentado por un hoy académico de la Lengua, tras su paso por los hoteles cercanos a zonas en conflicto). De hecho, dentro del imaginario popular español de aquellos años destaca también, por desgracia, el llamado "Crimen de las niñas de Alcàsser", y es en la familia del presunto asesino, el fugado y probablemente ya muerto Antonio Anglès, en la que se ha basado el valenciano David Pascual -también conocido, al parecer, en otras actividades artístico-musicales como Mr. Perfumme- para escribir esta novela, protagonizada por Dolo, una de las hermanas del tipo.

Dolo, Dolores, tras una infancia y juventud marcada por todo tipo de violencia en el seno de la familia más disfuncional que cabe imaginar -"Así es como el Niño Jesús mantiene el orden en el mundo: la pobreza y la violencia son transgeneracionales"- ha acabado formando la suya propia y siendo la creadora del único anime español que se ha vendido en Japón y de éxito mundial: Gordo de Porcelana, un gato cósmico parecido a Doraemon, pero con orejas, a medio camino entre Superman, Jesucristo y el Che Guevara. El éxito, por supuesto, no ha hecho que Dolo supere su traumático pasado, que va desgranando como narradora a un grupo de mujeres que esperan junto a ella en la sala de visitas de la cárcel. Junto a este hilo narrativo  que, sin ser del todo lineal, guarda bastante coherencia, nos encontramos toda una serie de "idas de olla" colaterales (aunque más controladas de lo que parece) con las que el autor sazona y permite respirar a la narración anterior, al tiempo que crea nuevos desvíos, otras posibilidades que pueden acabar -o no- confluyendo con la senda principal. Para dar una idea, tenemos aquí desde las desventuras de una especie de Vengador Tóxico bebé o un estudio fanzinero de "el fenómeno de las fotocopias de Dragon Ball en los noventa analizado bajo el prisma de los preceptos de la Teoría de la Imagen de Susan Sontag", a una narración de cómo Lola Flores se convirtió en una Capitana Fuerza para proteger a la Humanidad de los demonios yinn del espacio y creó una secta de millonarios farloperos. Porque, eso sí, en esta novela hay droga a mansalva, más que en una convención de imitadores de Miguel Bosé...

Sin olvidar que la novela representa, en cierto modo, el reverso escéptico, desencantado (incluso dark) de esa nostalgia por la España de hace 20 ó 30 años (cuando no 60, 70, 80...) que parece tener no poco predicamento últimamente... No me resisto a transcribir este párrafo (con perdón):

                  "Esta es la España de mi infancia condensada en unas pocas líneas:

          De los ladrones del PSOE pasamos a los ladrones del PP. Mentirosos, usureros, hijos de puta. Unos montaron el GAL, los otros nos metieron en una guerra. Un montón de muertos por la Santa Gracia de la Democracia Española. Felipe González fue la mayor lacra que tuvo este país. Eso es todo lo que hay que saber de los noventa. Felipe González nos mintió, nos manipuló y montó los GAL. Es aún peor que Aznar. Nos enseñó con una mano a Cobi, nos enseñó con la otra a Curro, y mientras los mirábamos nos metió la polla por el culo. Eso es todo. Mientras tanto y en paralelo: ETA, las Olimpiadas. La telebasura. Estamos trabajando en ello. Nunca hablaremos con los terroristas. Aquí hay tomate. Barrionuevo. Naranjito. Nieves Herrero. La ruta del bakalao. Publio Cordón. Discotecas. Benidorm. Marina d'Or. Manos blancas. Dame tu fuerza, Pegaso. Libertad para Miguel Ángel Blanco. Esta noche cruzamos el Mississipi. Mecano. La corrida de toros solo para mujeres de Jesulín de Ubrique, la Superpop, Jesús Gil. Todos esos hijos de puta. Todos y cada uno de ellos generando la España que conocemos y nos merecemos. 

         Y ese sería más o menos el resumen."

¿Certero como un tiro (de los de verdad, no seáis malpensados/as), no? Pues esperad, que aquí hay para todos: el 15-M, por ejemplo, aparece convertido en un movimiento revolucio-distópico de gente disfrazada de animales de dibujos animados llamado La Lechería Democrática...  Y no sigo, porque hay aún más desvíos hacia aparentes bizarradas de este tipo (que el tal Mr. Parfum... Pascual sea también profesor en un taller de experimentación narrativa supongo que tiene bastante que ver con esto... y con que, además, salga más o menos airoso del empeño).

¿A santo de qué viene, pues, mi valoración un tanto dubitativa? Pues porque en esta novela, en mi opinión, funciona muy bien, igual que otro tiro, y a pesar de la sórdida truculencia, de la violencia descarnada (o, justamente, debido a ello, no voy a ser hipócrita) la parte en que Dolo rememora su desgraciada vida y la de su familia, con especial dolor -el nombre de la protagonista, como es evidente, no es casual- y ternura al hablar de su loco hermano Matías y de su hermana Violeta, víctimas del resto de la familia. Todo impregnado en un baño de fatalismo: "(...) la vida a veces no se sustenta en nada y no es más que la rifa más extraña del mundo." Sin embargo, los delirio o las "idas de olla", por muy divertidas que sean, a veces dispersan un tanto el hilo principal de la novela, y sólo parecen tener sentido como añadidos que el autor ha puesto para solaz propio o de sus amiguetes. Otras, también es justo reconocerlo, son pertinentes y enriquecen -o al menos animan- la narración.

Por tanto, una novela bastante diferente a cualquier otra cosa que podamos leer dentro de la oferta literaria mainstream (incluso de la que trata de huir de lo mainstream) y que sólo por eso, ya merece la pena tener en cuenta. Dejando aparte que también encontramos en ella páginas magníficas y una historia principal que duele de sólo pensar que refleja, en parte o en todo, la realidad.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Koushun Takami: Battle Royale

Idioma original: japonés
Título original:  バトル・ロワイアル (Battle Royale)
Año de publicación: 1999
Traducción: José C. Vales (del inglés)
Valoración: recomendable y, para quien tenga que tratar de forma habitual con adolescentes (incluidos los propios hijos), imprescindible

Como sin duda saben nuestros más acérrimos seguidores (y, si no, yo os lo cuento), la última reseña firmada por este vuestro seguro servidor, la de ¡Abajo el colejio!, estaba dedicado a los desventurados alumnos que comienzan en estas fechas el curso escolar. Ahora bien, he de reconocer que, nada más escribirla, sentí un puntito de remordimiento y la sensación de  haber sido injusto con esos otros héroes y heroínas del sistema educativo: los y las sufridas docentes, que cada año deben aguantar a niños y/o adolescentes en cantidades ingentes (a quienes, me atrevo a aventurar, ni siquiera soportan, de uno en uno, en sus propias casas). Con la misión casi imposible, además de evitar que se demanden en exceso, de desasnar un poco a esas pequeñas y no tan pequeñas bestias. Casi nada...

Así pues, pensé yo, como desagravio, ¿qué es lo que más desearía cualquier miembro o miembra del cuerpo docente, e incluso, me atrevo a decir, del personal subalterno de los centros educativos, sobre todo si son de Secundaria? ¿Más días de vacaciones (aún)? ¿Un aumento de sueldo? ¿Que la máquina de café de la sala de profesores sirva carajillos sin fin, y gratis? No, amigos y amigas de ULAD: el sueño húmedo y oscuro de todo profesor o profesora, podéis creerme, sería encerrar a sus alumnos en algún lugar sin posibilidad de escapatoria... una isla, por ejemplo, y obligarles a exterminarse entre sí, a matarse unos a otros hasta que no quedase ninguno en pie. Bueno, o uno solo, por mantener cierta motivación... Pues eso mismo es lo que hizo en 1999 el japonés Koushun Takami... en la ficción, claro está: secuestrar a los 42 chicos y chicas de la clase de 3º del instituto Shiroiwa -15 añitos-, proporcionarles un armamento variopinto y meterlos en una "Battle Royale", es decir, una competición de todos contra todos. El libro, huelga decirlo, fue un exitazo inmediato en Japón y dio lugar, al año siguiente, a una no menos célebre película y después, a una serie de manga, por no hablar de los remedos (cuando no plagios) que les han salido, como los no menos exitosos libros y pelis de Los juegos del hambre.

De todos modos, hay que señalar que entre la novela y la peli de Battle Royale hay algunas diferencias; en ésta última (de no poca influencia en Kill Bill de Tarantino, por cierto), el instructor que explica el juego a los chavales es un profesor suyo, interpretado por el gran Takeshi Kitano, harto de su deplorable comportamiento, que les ha llevado a ser elegidos para la "batalla". En la novela, en cambio, la clase de 3º de Shiroiwa es elegida por sorteo como parte de un programa de instrucción militar de la República del Gran Oriente Asiático, donde se desarrolla la acción, gobernada por un  distópico régimen totalitario (*).Esto le da a la trama de la novela una dimensión política más acentuada que en la peli, que se centra más en la representación de la violencia. Ahora bien, la dimensión política de esta historia no de limita a la denuncia de un hipotético, aunque plausible régimen totalitario (*), también se puede leer como una parábola bastante evidente de las opciones que tienen los jóvenes (y, en realidad, todos nosotros) para enfrentarse a los problemas que les esperan en el futuro, ya sean laborales, de convivencia, defensa de sus derechos, etc.: o tratar de resolverlos cada cual por su cuenta y manera, de forma individualista, o unirse para afrontarlos en común, apoyándose unos en otros, aunque para ellos haya que renunciar a parte el libre albedrío propio...

Otra cosa que diferencia al libro es que en éste se hace más hincapié en la personalidad, circunstancias y pasado de cda estudiante. Sobre todo, del trío compuesto por Shogo, Shuya y Noriko, protagonistas , en gran medida, de la novela, aunque el autor  le dedica cierta atención a todas y todo los estudiantes, incluso a aquéllos que van a morir unas páginas más adelante, conformando todo un catálogo de tipos -y tópicos- del universo teen: los admirados deportistas, los malotes -incluso algún que otro psicópata-, las chicas enamoradizas, el payaso de la clase, etc. Unos y otras van cayendo como moscas a lo largo de la novela. Y éste supone es el aspecto más perturbador del libro, pues despierta nuestro vouyerismo más sádico: por más que empaticemos con estos pobres chicos y chicas obligados a asesinarse entre sí, resulta fascinante y hasta adictivo asistir a la matanza; cuando aparece un nuevo personaje, el lector no puede dejar de pensar en cómo morirá y a manos de quién... con gran disfrute, siento decirlo.

De ahí, sin duda, el escándalo que acompañó a la publicación de esta novela, aunque también su éxito y que en poco tiempo se convirtiera en casi (o sin casi) un libro de culto. En todo caso, me juego lo que sea a que entre el profesorado de todo el mundo sí que lo es...

(*) He puesto "totalitario" porque sé que hay lectores del blog muy sensibles con otros términos, pero en el libro se dice claramente  "fascista".