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sábado, 20 de septiembre de 2025

Hans Magnus Enzensberger/Jorge Herralde: Correspondencia 1971-2005

Idioma original: español
Año de publicación: 2025.
Valoración: muy interesante

Puede que libros como este  Correspondencia tengan, a priori y ya es decir, un público limitado. Para empezar, conocer a las dos figuras literarias que son sus responsables ya implica cierto grado de interés no solo en las obras, en los libros,  sino también en los entresijos que involucran la génesis de éstas, el contexto en el que se incrustan, la sociedad (local y global) que las alumbra y cómo evoluciona, acompaña e interacciona, en un proceso que se autoalimenta. 

Quizás me he olvidado una escueta presentación, que algunos puede que consideren redundante e innecesaria. Hans Magnus Enzensberger, fallecido en 2022, fue un ensayista alemán cuya figura y obra, bastante variada y extensa, fueron claves en la época de post-guerra, al alternar espíritu crítico y una postura más reflexiva que creativa sobre el panorama europeo de la segunda mitad del siglo XX. Esos intelectuales incómodos que solían encarnar los prominentes sectores del escepticismo ante la forzada disyuntiva entre  bandos que los europeos debían afrontar.

Jorge Herralde, al que tuve el enorme placer de entrevistar en este blog, es el fundador de Anagrama, editorial que inició su andadura en los inciertos tiempos del tardofranquismo, y que tuvo el atrevimiento de empezar a publicar traducciones de autores de ideología abiertamente izquierdista, con el dictador aún vivo (y con su grotesca censura activa aunque desorientada).

Correspondencia recurre a los archivos de Herralde, tanto físicos como electrónicos, y recoge tres décadas de escritos que van desde lo funcional - meros intercambios relacionados a veces con rutinas logísticas como reservas de vuelos y hoteles, anécdotas de cuestiones técnicas relativas a planes de publicación, traducciones, trabajos en curso - hasta lo personal, dada su afinidad, pues hablamos - no creo que este sea el único caso- de un editor con una enorme implicación social y política, de un defensor a capa y espada de la diversidad ideológica y, una de las bazas del libro, de ese trasfondo temporal que va del 1971 al 2005, momentos de gran importancia en el estado español. Ya no era solo cuestión de sortear la censura, que tuvo a la editorial en su punto de mira y que se encargó de ponerle trabas que en más de un momento pusieron en peligro su viabilidad y su continuidad. Los mensajes. casi en clave, sobre la tímida apertura política, sobre la evolución de la salud de Franco, sobre los movimientos contestatarios que cada vez eran más difíciles de acallar, de contener, de reprimir, representan una trama de fondo que añade a la pura y placentera experiencia lectora un factor extra de excitación, de emoción casi juvenil que se revela entre líneas de manera traviesa y vehemente. Apenas una hora de lectura que podría definirse como mucho más profunda y reveladora de lo que parece a primera vista.

Más obras de Enzensberger reseñadas en ULAD: aquí

Y de Herralde:  aquí

 

viernes, 18 de julio de 2025

Reseña + entrevista: La ballena azul de Raúl Quinto

Idioma original: Español

Año de publicación: 2025

Valoración: Está muy bien

Lo fácil, tras el éxito de crítica y público de Martinete del rey sombra, Premio Nacional de Narrativa incluido, hubiera sido saltar a una editorial grande, escribir un libro "parecido" y aprovechar el tirón. No sería el primero ni el último (y no me hagáis dar nombres...), aunque tampoco es que sea criticable per se.

Pero quienes ya hemos leído con anterioridad a Raúl Quinto sabemos que es un escritor al que le va la marcha. Por eso no nos sorprende del todo que continúe con Jekyll y Jill y que su nueva entrega sea un artefacto como La ballena azul, libro que ahonda, aunque desde otra perspectiva, en temas ya tratados en los magníficos La canción de NOF4 y Martinete del rey sombra, aunque creo que tiene más que ver con el primero que con el segundo).

Artefacto. Creo que esa es la palabra que mejor define a un texto que no es puramente novela de terror, ni "historiografía" del mal, ni ensayo, ni poema en prosa, pero que admite, aunque sea solo parcialmente, todas esas lecturas. Especialmente la de novela ya que hay unos personajes, una trama o una acción que se va desarrollando; eso sí, olvidaos del tradicional "planteamiento-nudo-desenlace".

Ahondando en la búsqueda de una definición, días después de la lectura (¡lo que son las cosas!) se me ocurre que La ballena azul podría definirse como unos Cantos de Maldoror de la era de la tecnología.

Estructurado en 50 (o 51) capítulos basados en las 50 pruebas que habían de superar los jugadores del macabro "La ballena azul", el texto es una indagación en lo más oscuro y perturbador del alma humana, un desasosegante desfile de fantasmagorías proyectadas sobre nuestros cerebros, de atrocidades y violencias "patrocinado" por una mente manipuladora que juega con los miedos de gente sola y rota en espacios aparentemente destinados a normalizar las heridas y "abandonar" la soledad, aunque esas huidas se conviertan en paranoias. 

Y así, una sociedad hiperconectada acaba convertida en un conjunto de islas habitadas por seres para los cuales es mejor el dolor que el vacío, el horror que el aburrimiento o la sangre que la nada, en un lugar en el que tipos como Fritzl, Koresh o Breivik se convierten en íconos de lo oscuro y en  el que hijos de puta redomados son capaces de tomar el control.

Creo que lo más destacado del libro está en:

  • Las imágenes. Recuerdo haber dicho en otras reseña que Raúl Quinto viene de la poesía y eso se nota en la construcción y manejo de las mismas, contribuyendo de forma decisiva a la atmósfera del texto.
  • El progresivo crecimiento del desasosiego que genera en el lector según avanzan los capítulos.
  • La representación de la soledad contemporánea como epidemia e Internet como síntoma. La soledad, el miedo o el dolor no son nuevos; lo que cambian son las formas en las que los profetas y salvapatrias del más variado se aprovechan de ello.
  • Las preguntas que suscita: ¿por qué no somos capaces de ver el horror?, ¿o acaso no lo queremos ver? o, ¿lo vemos y nos da exactamente igual?

Como podéis imaginar, La ballena azul no es un libro para todo tipo de lectores. Digamos que se sale de lo habitual en fondo y forma y que uno se queda con "mal cuerpo",  pero ¿es que no existe aquello de lo que no se habla, aquello que no se nombra, aquello que solo se deja ver el los márgenes?

Aquí os dejo, además, el enlace a la interesantísima charla que mantuvimos con Raúl Quinto para nuestro canal de Youtube (SUSCRIBÍOS AL CANAL, QUE SI NO OS PONEMOS DOS VELAS NEGRAS, TETES!!!!)


También de Raúl Quinto en ULAD: La canción de NOF4 y Martinete del rey sombra

sábado, 26 de abril de 2025

Edson Lechuga: Infarto

Idioma original: Español  
Año de publicación: 2025
Valoración: Recomendable

Qué lograda está Infarto. A nivel superficial, entrega una historia bien narrada y unos  personajes que, sin ser excesivamente complejos o memorables, están adecuadamente perfilados y resultan simpáticos pese a sus muchos defectos. Sin embargo, la novela de Edson Lechuga también entrega una experiencia literaria diferente, a la que la plasticidad de su estructura, ritmo y prosa dotan de un encanto genuino.

Su planteamiento es sencillo: de madrugada, un grupo de personas van en un microbús de camino a sus respectivos trabajos cuando dos hombres armados los asaltan. El atraco hará que dos pasajeros, de vidas hasta entonces apocadas, decidan plantar cara, lo cual terminará en una espiral de violencia.

Varios son los aspectos que destacaría por encima de todo en la novela:

  • La prosa: intensa, expresiva, proclive al uso de recursos estilísticos muy bien implementados (el registro oral repleto de mexicanismos, la falta de mayúsculas, la narración en segunda persona, la constante repetición de palabras, pasajes o ideas...).
  • La estructura: aunque en un inicio no permite que el argumento principal fluya, pues la salpican muchos "flashbacks" y reescrituras de escenas previamente vistas, ayuda no sólo a construir los protagonistas, sino que da una textura harto interesante a los capítulos.
  • El escenario: retrata con sumo acierto Ecatepec, un barrio marginal, pobre violento y peligroso (que «no es el culo del mundo, sino el grano supurante del culo del mundo»), y México («todos saben que en este país gelatinero denunciar un delito es lo mismo que tirarte un pedo: / todos lo huelen pero nadie investiga quién fue el gracioso»), así como la manera en que ambos contextos moldean a sus habitantes.
  • Su humor: negro y ácido, cuando acierta lo hace a lo grande, hasta el punto de que me he reído varias veces de las ocurrencias de Lechuga.

Del lado menos positivo de esta novela señalaría lo siguiente:

  • La reiteración: aunque es deliberada, estilísticamente está muy lograda y argumentalmente queda bien integrada en el conjunto, llega a hacerse pesado releer por enésima vez el mismo pasaje.
  • El clímax: pese a que se nos anticipa desde el principio, no llegamos definitivamente a él hasta dar muchos rodeos, por lo que cuando por fin lo hacemos se siente un tanto abrupto y frustrante.

En resumen: Infarto es una novela moderadamente original y sumamente expresiva, cuya estructura, ritmo, lenguaje coloquial, humor y violencia recuerdan vagamente a los de una película de Quentin Tarantino. 

miércoles, 23 de abril de 2025

Álvaro Colomer: Aprende a escribir

Idioma original: español 

Año de publicación: 2025

Valoración: muy recomendable 

En otro contexto, uno podría especular si alguno, de entre la centena aproximada de autores que se incluye en Aprende a escribir, no fuera el mismo autor, oculto bajo alguna guisa, y describiendo su propio modus operandi. Quizás hubiese sido una cuestión a plantear cuando acudí a la tumultuosa presentación del libro, hace algunas semanas, en una conferencia que contó con la inestimable presencia de un Enrique Vila-Matas ataviado con una gorra que le daba un aire de timidez esquiva. No lo hice, porque tampoco soy mucho de llamar la atención, aunque el acto me permitió constatar la preocupantemente alta media de edad de los asistentes, cuestión que algún día habrá que abordar.

Hago el comentario porque Colomer parece responder a una especie de perfil promedio de los descritos en este libro. Periodista, cronista, autor de novela juvenil y de novela para todos los públicos (...), también reseña con cierta regularidad en medios de gran divulgación, y ejerce de eso tan socorrido que se viene a denominar agitación cultural que, desde luego, sería un concepto idóneo como carrera profesional, si existiese la mínima posibilidad de hacerse rico con ello. 

De su desempeño en Zenda surge la mayoría de los textos que incluye esta colección de artículos. Algunos se mantenían inéditos y, aunque con paciencia y orden, podríamos hacernos con muchos de ellos, entonces no contaríamos con la estructura que Colomer les otorga al dividirlos en bloques. No hablamos de entrevistas transcritas, sino de textos trabajados, apenas dos o tres páginas, que describen los hábitos de trabajo de un buen montón de escritores de la escena española (con alguna excepción), de sus manías, sus procedimientos, sus ritmos, sus emplazamientos, sus horarios, sus entornos...

Y aunque podamos detectar similitudes, es enormemente estimulante profundizar en ello, y Colomer nos ahorra mucha verborrea aportando su sentido crítico y su agudeza, analizando sus comportamientos, aunque puede que en cierto sentido este libro sea mejor que la suma de sus partes. Tenemos aquí desde escritores a los que no conocía hasta manufacturadores de best-sellers (glups, Pérez Reverte) o maestros absolutos (Vila-Matas, Caparrós, Enriquez) y todos los artículos resultan tan interesantes que seguramente algunos de los autores nos decepcionarán, si nos atenemos al lógico entusiasmo de Colomer al describir sus secretos. Personalmente he echado de menos algunos autores que me hubiera gustado ver por aquí (¿quizás una segunda parte, Álvaro?) como Carrión, Monzó, Ramis o Pàmies, pero el libro, más que el convencional muy recomendable,  (etiquetas homologadas mandan), lo valoraría como perversamente tentador para cualquiera que conciba la literatura más allá de afición o entretenimiento. Es sumergirse en sus artículos y lanzarse a devorar estantes. Y ya se sabe lo que se dice de las tentaciones.

Otras obras de Álvaro Colomer reseñadas en ULAD: aquí

domingo, 2 de marzo de 2025

Svetislav Basara: La leyenda de los ciclistas

Idioma original: Serbocroata 
Título original: Fama o biciklistima
Año de publicación: 1988
Traducción: Juan Cristóbal Díaz
Valoración: Fuera de concurso


Sí, emosido engañado. O si no, ¿cómo explicar que un libro titulado La leyenda de los ciclistas no hable de la vida y milagros de Coppi, Bartali, Merckx, Hinault, Indurain y compañía? 

¡Y eso que Eddy Merckx fue miembro de la Agrupación Sudoriental de Ciclistas Evangélicos! ¡Y eso que en el libro hay unas cuantas bicicletas! Pero esto no es lo que parece porque hoy hablamos de un libro "raro" de un yugoslavo "raro", valga la redundancia.

Si hacemos caso del prólogo del propio autor, escrito 20 años después de la publicación original del libro (¿quién soñaría este prólogo?), la leyenda es una novela sobre errores humanos y frustraciones en la tarea de dedicar esfuerzos inútiles al olvido de Dios y a burlar a la muerte. Por sí solo, esto no parece demasiado extraño. En cambio, la cosa se tuerce si digo que se trata de una recopilación de textos de la sociedad secreta de los ciclistas rosacruces que engendra una suerte de doctrina ciclista esotérica. ¿O no?

Así que tenemos, por un lado, una sociedad secreta cuyos seguidores se reúnen en sueños y que pretende, o eso parece, la penetración en el mundo de tal magnitud de fuerzas irracionales del espíritu que aquel acabe purificado por un fuego salvífico. Y tenemos, por otro lado, una serie de textos (manuscritos, testimonios, diarios, proclamas, proyectos) e imágenes que vendrían a constituir el cuerpo histórico y doctrinal de la sociedad de los hermanitos.

Y es inevitable acordarse de Borges, de Pynchon o de Cartarescu (también Kadaré) al leer un texto en el que las fronteras espaciotemporales saltan por los aires, al avanzar en una novela plagada de mistificaciones, aporías, referencias cruzadas, teorías a cual más loca o más cuerda, personajes que se desdoblan, espejos, etc. Posmodernismo puro y duro, vaya.

Lo que creo que diferencia a Basara de los autores citados es el humor. Hay mucho de burla, de ironía, de desmitificación o de absurdo en La leyenda de ciclistas. Ya los textos que abren la novela (el de Carlos el Feo y su esbirro Grosman) dan buena idea de lo que vendrá después. Otro ejemplo: 
La perspectiva de un hombre de cincuenta años ataviado con un polvoriento atuendo deportivo debía de llamar la atención. Tal vez fuera mi aspecto atractivo lo que inclinó la balanza a la hora de salir elegido como profeta: resultaba verdaderamente llamativo. Los profetas están llamados a profetizar y el pueblo a perseguir a los profetas. Así funciona el mundo.
Más. El carácter fragmentario de libro hace que el interés de los diferentes textos que lo componen sea, casi de forma obligatoria, algo desigual. Historias como la del ultimo caso de Sherlock Holmes o como la del arquitecto encargado de reparar la Catedral del Espíritu Santo, destrozada por la policía nazi (valga la redundancia) del sueño resultan tan sesudamente divertidas como áridas son las partes centradas en los postulados filosófico/ esotéricos de Kowalski y compañía.

Para terminar, solo queda decir  que es innegable que La leyenda de los ciclistas no es un libro apto para todos los públicos. Quien quiera una historia lineal con planteamiento, nudo y desenlace, quien busque entretenimiento y no pensar demasiado o quien pretenda echar un ratejo leyendo que se vaya buscando otro libro. Pero quien guste del riesgo y los artefactos literarios, quien piense que la realidad es un simulacro, la existencia una ilusión y la literatura la ilusión de una ilusión, seguro que disfruta de este delirio yugoslavo.

P.S.: Ya lo comentábamos en la reseña de El ángel del atentado, pero no está de más insistir: no tiene que ser nada fácil traducir y corregir un texto como este. Creo que traducción y corrección están muy logrados. Y la edición del libro es muy pero que muy chula.

También de Basara en ULAD: El ángel del atentado

lunes, 17 de febrero de 2025

VV.AA.: Bronwyn y el monstruo de cuatro cabezas

Idioma original: Español
Año de publicación: 2019
Valoración: Curioso

Mayo del 2018. Dani, Bea, Albert y Tamara inician un encierro de tres días en una casa de una aldea de Lleida. Su objetivo es invocar una historia que gire alrededor de la cacería de brujas que asoló la región en el pasado. Para escribirla deben turnarse en dos ordenadores portátiles.

Esta es tanto la premisa de Bronwyn y el monstruo de cuatro cabezas como la metodología que se empleó a la hora de parir este breve artefacto repleto de creatividad, camadarería y bizarro que mezcla ficción, autoficción y metaliteratura. 

Personalmente, lo he disfrutado mucho. En primer lugar, porque salió de cuatro escritores cuyo estilo me gusta: Manuela Buriel (uno de los pseudónimos de Dani), Beatriz GarcíaAlbert Kadmon y Tamara Romero.

También porque tiene un planteamiento y estructura moderadamente originales, alberga varias ideas refrescantes en su excentricidad, presenta una atmósfera muy lograda, sus personajes experimentan cierto crecimiento y contiene imágenes potentísimas que oscilan entre el fantástico de Tamara (más cercano al realismo mágico) y el de Albert (más "splatter").

El hecho de haber leído anteriormente a los cuatro escritores de Bronwyn y el monstruo de cuatro cabezas (e incluso conocer en persona a algunos de ellos) puede haber contribuido a que esta novela corta me sedujera. Y es que reconocía la voz de Dani y Albert en sus respectivos capítulos, o la personalidad autoral de Beatriz y Tamara en los suyos. 

Pero no os penséis que esta obra aportará poco a un lector menos familiarizado con sus autores, pues, como he comentado antes, presenta múltiples virtudes. Además, aunque se adscribe al bizarro, un género bastante minoritario, resulta fácil seguir su argumento, y a la postre deja el regusto satisfactorio de toda literatura colectiva y lúdica.

Ah, por si la gestación de Bronwyn y el monstruo de cuatro cabezas no fuera lo suficientemente interesante, dejad que os diga que su presentación sucedió en un antro (ojo, no uso esta palabra con connotaciones negativas) BDSM, en el que los cuatro escritores realizaron distintas performances por separado.​

jueves, 26 de septiembre de 2024

Florencia del Campo: Que tenga una casa

Idioma original: Español 

Año de publicación: 2024

Valoración: Recomendable 

Si vamos por el lado obvio, lo primero que nos vendrá a la cabeza será alguno de los centenares de libros en los que la casa, y qué se puede incluir en el concepto y de qué forma es otro tema, ocupa un lugar fundamental: Casa tomada, La casa verdeLa casa de Bernarda AlbaCasa de hojasSegunda casaIrse de casaCasas vacíasFormas de volver a casaetc.

Si rascamos un poco en la superficie y tiramos de memoria lectora, dos serán los libros que nos vengan a la cabeza: Siberia de Daniela Alcívar, también editado por Candaya, y Borderlands, editado por Capitán Swing). ¿Los motivos? Su carácter (semi)autobiográfico, su forma híbrida en lo genérico, su relación con el cuerpo, la autoría femenina (mujer migrante, además), etc.

El caso de que Que tenga un campo es un libro que juega con los géneros, ya que en el hay tanto de novela autobiográfica (¿o es autoficción?) como de relato o de ensayo, y que tiene, al menos en apariencia, cuatro patas que funcionan como planos paralelos: casa, cuerpo, familia y escritura. Digo en apariencia porque, parafraseando a Baroja, "pinta tu casa pero estarás pintando otra cosa". En este caso, esa otra cosa será la búsqueda de un sentido de pertenencia, de una identidad, de un asidero, de un lugar al que volver o del que huir, de un refugio que puede ser también lugar de aislamiento y soledad. 

Yendo a lo argumental, Que tenga un cuerpo es el libro que la autora escribe mientras trata de escribir un libro de cuentos relacionados con la historia de España y con la historia de su familia paterna a través de sus casas. Pero como esas humedades que van apareciendo poco a poco en las paredes, hay elementos que se filtran y van impregnando el libro: la historia personal, la reflexión sobre la infancia, la construcción de la propia identidad, del relato, etc.

Decía anteriormente que el libro posee un carácter híbrido, tanto en lo genérico como en lo temático. También en lo estilístico. Predomina en el comienzo la frase breve, cortante y el uso de la primera persona. A medida que el libro se abre a diferentes ámbitos, comienzan a intercalarse la primera y tercera persona (mención especial al capítulo 10), las frases se vuelve más "convencionales", se introducen citas, etc.

Para terminar, quizá la parte autobiográfica (¿o es autoficción?) no resulte ya sorprendente, y entiendo que pueda haber gente a la que llegue a cansar, pero creo que el libro coge vuelo cuando esa experiencia personal es utilizada para llevar el texto a lo colectivo y a una vertiente más cercana al ensayo. Me interesa mucho más y me parece más universal el plantearse, por ejemplo, qué es una casa, qué es lo propio y lo ajeno, qué sostiene una casa (y un cuerpo), etc.

P.S. 1: las reseñas de Siberia y de Borderlands llevan meses preparadas pero sin publicar. Mal hecho por mi parte, son dos muy buenos libros.

P.S. 2: justo hoy, mis padres finalmente firman la venta de la "casa de verano" de mis abuelos. Y aunque hace casi 10 años que no he pisado esa casa, vuelven de golpe imágenes de objetos (los geranios del balcón, la lámpara del salón...), personas que fallecieron hace más de 30 años, amigos de la infancia que sabe Dios dónde estarán ahora, etc.

martes, 16 de abril de 2024

Michael Winkler: Grimmish

Idioma original: Inglés
Título original: Grimmish
Año de publicación: 2021
Traducción: Eduardo Iriarte
Valoración: Está muy bien

"El hombre es la única criatura que inflige dolor por diversión, consciente de que es dolor" (Mark Twain)

Quiero abrir la reseña con esta cita de Mark Twain porque, aunque en otros sitios (si es que hay sitios que hayan leído y reseñado este libro) puedan decir que es, al menos en parte, novela(falsa)biografíaensayocrónicadocumental, creo que la mejor definición de Grimmish es la de artefacto posmoderno acerca del DOLOR. 

Parte nº 1: artefacto posmoderno. La reseña del propio libro es el capítulo 1 del libro (bucle infinito, vaya) y ya nos da una pista de que lo que vamos a leer va a ser, como poco, peculiar. En páginas posteriores, notas al pie que incluyen digresiones, aclaraciones, citas y reflexiones, informes médicos o policiales, crónicas periodísticas, diálogos surrealistas, ruptura de la cuarta pared, y de la "lógica narrativa" seaesoloquesea, etc confirman ese carácter peculiar del texto y hacen que este oscile entre lo divertido y lo profundo, entre lo realista y lo surrealista, pero mantenga al lector enganchado a sus páginas.

Parte nº 2: acerca del DOLOR. Sí, todo ello para hablar del dolor físico y no físico, del dolor propio y ajeno, de la violencia, de nuestra actitud hacia ella, y de formas de entender o no la masculinidad. No solo, eso; otros temas aparecen de forma tangencial en el libro, como la "australianidad", el papel de las palabras, etc, pero el epicentro del texto lo ocupa, sin duda, EL DOLOR.

Para ello, Winkler se sirve de Joe Grim, púgil italoamericano de cuarta fila pero con una resistencia sobrehumana al dolor y que anda de gira por Australia allá por 1908-1909, del tío Michael (si es que ese es su verdadero nombre), testigo / acompañante de la tourneé pugilística, y del propio narrador/autor.

Es Grim un personaje fascinante, un tipo que habla como un sabio, que actúa como un bruto y que es un profeta del dolor. Su trabajo hace que las primeras páginas se deslicen a lo que parece una novela biográfica con el boxeo como centro, pero Winkler pone en marcha la batidora, pasa de guardia diestra a guardia zurda, juega con los límites de la ficción, cambia las alturas del golpeo, pasa de lo novelesco a lo ensayístico, de la sangre y la acción a lo reflexivo, se refugia en las cuerdas y nos acaba desarbolando con un texto torrencial y sorprendente que constituye toda una sorpresa y un reto para los lectores que busquen emociones fuertes y textos que se sitúen en los márgenes de la literatura.

P.S.: Grimmish fue un libro autoeditado. Autoeditados del mundo: no perdáis la esperanza

sábado, 23 de diciembre de 2023

Julio Jurado: No espero que me conozcas

Idioma original: Español
Año de publicación: 2023
Valoración: Entre recomendable y está bien (aunque no para todo el mundo)

Acudo a No espero que me conozcas sin conocer de antemano a Julio Jurado, su autor. Me atraen el sugerente título de la novela, la extraña ilustración de la cubierta y la heterodoxa sinopsis ofrecida por la editorial. 

A medida que voy leyendo la obra, soy seducido por su ambición conceptual y los riesgos narrativos que toma. Y la termino satisfecho; quizá no es perfecta, ni ha sido ejecutada con toda la brillantez que su premisa propiciaba, pero valoro su arrojo vanguardista y su capacidad para llevar la historia en direcciones extravagantes.

Llegados a este punto, quiero aclarar que no todo el mundo disfrutará No espero que me conozcas. A fin de cuentas es, antes que una novela convencional, un artefacto literario que mezcla la ficción (en especial el género negro con ribetes fantásticos, absurdos, oníricos y angustiosos) con búsquedas metaliterarias. 

El propio escritor es consciente de que su producto puede llegar a  ser onanista, anárquico, gratuito y repetitivo; incluso admite que está traspasado «por la idiotez supina, cualidad demasiado frecuente y elogiada en el mundillo literario.» (página 166) Por tanto, es lógico que desaliente a más de uno. Así lo remarca constantemente su narrador en primera persona. Por ejemplo, en el siguiente pasaje: «Vaya... Lo siento. En este instante he debido perder otro montón de lectores si todavía queda alguno que haya tolerado de algún modo este relato y que no haya salido corriendo en busca de otro mucho más placentero y, por qué no, mucho mejor cimentado: con profusión de fichas ordenadas sobre la mesa, con un esquema que facilite la arquitectura de la trama, y sobre todo, con documentación que eleve la calidad de las representaciones y sus posibles significantes y significados.» (páginas 238-239)

Personalmente, este nivel de "self-awareness" no sólo me ha parecido entrañable, pues recuerda a aquél de que hace gala Alberto Laiseca, sino que, en general, ha llegado a convencerme. En ningún momento me sentí frustrado por su culpa; tampoco han llegado a violentarme las interrupciones, digresiones o arbitrareidades que el mismo provoca en el tenue relato central.

Por cierto, igual va siendo hora de hablar del mentado relato central. Pues bien, trata sobre la vida de Anselmo Lobo, un escritor en la cincuentena que nos cuenta sus tribulaciones creativas, sus peripecias en tanto que asesino en serie y sus avatares amorosos. De por medio hay, entre otras cosas, desdoblamientos del yo, piernas que tiemblan anticipando la sangre, una verruga que se desplaza o relaciones poliamorosas que involucran amantes fantasmales.

En fin; para ir ordenando ideas, permitid que liste las que, a mi juicio, son las virtudes de No espero que me conozcas:

  • Su, insisto, meritoria ambición y entrañable "self-awareness".
  • Su estructura. Ésta consigue dar sentido al «desorden impuesto» (página 147); asimismo, permite que tanto la ficción y las pinceladas metaliterarias como el pasado y el presente se vayan alternando de forma comprensible y fluida.
  • Ciertas escenas. Han sido muy bien planteadas, ya sea porque logran que su humor funcione acertadamente (pienso en el interrogatorio del inspector Ibáñez narrado en el capítulo XX) o erigen la atmósfera pretendida (aquí me viene a la cabeza la fiesta decadente desplegada en los capítulos IL y L). 
  • Su imaginería. Ciertamente, se antoja más efectista que simbólica o enjundiosa; no obstante, produce un innegable impacto visual. 
  • Varios "leimotiv" (la apelación a la «idiotez supina» o a «lo divino, mágico o literario», las citas a Paparrigópulos...). Dan una ligera consistencia a un conjunto tendente a lo informe y espontáneo.

Por otro lado, estos son los defectos que le encuentro a No espero que me conozcas:

  • Mezcla tantos ingredientes que no todos se desarrollan satisfactoriamente o resuenan con idéntico encanto.
  • Aunque deliberados, su onanismo, repetitividad y falta de respuestas pueden atragantársele a algunos lectores.
  • La prosa, por lo general competente, podría mejorarse. Por ejemplo, ciñéndose todo el tiempo al registro lenguaraz del narrador, repasando la puntuación aquí o allá y solventando un puñado de erratas. 

Resumiendo: No espero que me conozcas es una propuesta interesante que compensa con arrojo y desparpajo sus limitaciones. Aun así, no logrará que el lector "mainstream" sintonice con ella. Y es que no sólo hay que abordarla con cierta predisposición, algo de curiosidad juguetona y paciencia para soportar ciertos excesos; también hay que tener muy claro que esto es mucho más raro que un simple «relato de soberbia personal aderezado con unos cuantos crímenes (...) en el que el chico recupera al final a la chica». (página 273)

jueves, 29 de junio de 2023

Luis Gusmán: El frasquito

Idioma original: Español 
Año de publicación: 1973
Valoración: Curioso (aunque no para todo el mundo)

Ubiquémonos: El frasquito, debut de Luis Gusmán, es una novela corta sumamente rara, densa, turbia, violenta y pornográfica. Es más legible que otros artefactos literarios similares, pero aun así resulta exigente e incómoda, y casi que recomendaría que se contextualizara siempre con un prólogo. Presenta un argumento tenue, una estructura fragmentaria, una prosa deliberadamente opaca y temas a cual más escabroso. Produce, según se tercie, una sensación de perplejidad, fascinación, extrañeza y asco.

Trata (si es que puede decirse que trate sobre algo) de la rivalidad entre un padre y su hijo, del deseo de ese mismo hijo por poseer a su madre y de las dinámicas de una familia tan pobre como desestructurada. 

Aunque puede parecer que su objetivo sea escandalizar, y algo de eso hay, emplea la provocación como medio, y no como fin. Así pues, cuando habla de la forma más explícita, directa e irreverente posible acerca de familias desestructuradas, sexo sórdido, prostitución, violaciones, abortos, drogas, brutalidad policial, religión o espiritismo, se adivina una intención reflexiva detrás de la mera voluntad de epatar. 

Adjunto a continuación un par de ejemplos que demuestran que, en El frasquito, lo obsceno, morboso e inmoral sirve a propósitos elevados. El primer fragmento, sacado de las páginas 66 y 67, indaga en torno a la pobreza: «No me suelto de la mano de la abuela porque si me suelto me dijo que me iba a dejar empeñado como dejó la cadenita de oro, el traje de comunión, el anillo del abuelo y se fueron a remate y no los pudo rescatar nunca. / La madrecita dice que ya no sabe qué empeñar, que hasta el culo tiene empeñado, que cualquier día de estos se va a tener que empeñar ella.»

El segundo, de la página 97, también: «Milanesa, pedazo tras pedazo el paraguayo va comiéndosela, cojiéndosela a la madrecita noche tras noche, besandoselá pedazo tras pedazo, ella gime de placer, él come con placer las doradas milanesas, mientras nosotros famélicos esperamos que nos tire algún pedazo. Él sólo abre la boca y mastica, el resto lo hace la madrecita que corta la milanesa en pequeños bocados a los que recubre con puré y los lleva a la boca abierta del paraguayo. Nosotros miramos.»
  
Además de una intención reflexiva, a El frasquito lo dignifican también ciertos hallazgos formales: la furia que traspira el lenguaje empleado, el ritmo frenético que imprime la narración, la intuición de sus recursos expresivos o la plasticidad de los pasajes de corte onírico. 

Dejad que transcriba un párrafo torrencial de las páginas 87 y 88, que da buena cuenta de la voz, tono y registros que caracterizan a El frasquito: «Casi nunca hablamos, madrecita, un beso, un saludo, un regalo para el cumpleaños. Te miro, tenés un callito en el mismo dedo que yo, y los mismos huesitos puntiagudos donde terminan las clavículas (…). Será verdad que en la cama sos extraordinaria como dice papá, me acuerdo cuando dormía en la pieza de al lado de ustedes y cada vez que él venía se encerraban y yo oía gemir y gritar, pero nosotros teníamos prohibido entrar a molestar, o cuando tenía quince años, que fui a dormir a tu cama porque tenía miedo de los espíritus y te desnudaste delante mío y te quedaste con todas las tetas al aire, yo te miraba de reojo por el espejo y me puse todo colorado, porque se me paraba. Quizá por eso, ese silencio hostil, esa barrera de piel que nos separa, habría que llevar esto hasta las últimas-primeras consecuencias, acostarme a tu lado, apoyar mi cabeza sobre tu barriga que una vez llené con mi cuerpecito, volver a mamar de tus tetitas (…). Antes de ser mujer se es madre, pero habría que invertir los órdenes, (…) antes de ser madre se es mujer, mujer tirada en el patio tomando el sol, mujer con olor a bronceador, piel dorada, tus cabellos negros descienden por tu espalda de oro, (…) te tiro de los pelitos y casi se me ve la mano por allí por donde nací, (…) meter la cabeza ahí, todo el cuerpo ahí, zambullirme adentro como si fuera una pileta de natación (…).»

En el lado menos positivo, destacaría que el contenido de esta novela oscurece en ocasiones al resto de apartados. Asimismo, tengo la impresión de que unas cuantas de las obsesiones del autor aquí presentes, aunque interesantes en sí mismas, apenas se esbozan (los sueños, los mellizos...).
 
Si bien se le puede aplicar una lectura freudiana y marxista a El frasquito, como sugirió Piglia en uno de los muchos prólogos que han acompañado a la novela, ésta incita otras interpretaciones: estéticas, autobiográficas...     

Resulta curioso, por cierto, que Gusmán, quien ha reescrito varias de sus novelas, haya decidido no modificar El frasquito. Seguramente podría pulirla muchísimo más, pero quizá tema arrebatarle su esencia imperfecta, espontánea y alucinada. 

En fin: entiendo que El frasquito se considere una obra de culto, dados los debates que ha inspirado desde su publicación y las reacciones que ha suscitado en el público. A título personal, agradezco sus múltiples hallazgos y jamás osaría reprocharle ni sus temas ni la crudeza con que los aborda. Pese a todo, y aunque creo que su valor trasciende lo meramente experimental, vanguardista e histórico, tampoco me parece una novela intrínsecamente extraordinaria en lo literario. 

Para terminar esta reseña, destacaré que yo he leído El frasquito en la edición conmemorativa de Contrabando. Valoro especialmente el prólogo en ella ofrecido, porque ayuda a contextualizar la obra sin condicionar excesivamente su lectura; también da información relevante que de otro modo igual pasaría desapercibida acerca de los paralelos entre esta ficción y la vida del propio Gusmán, o sus influencias, genealogía e impacto.


También de Luis Gusmán en ULAD: Tennessee

viernes, 23 de junio de 2023

Raúl Quinto: Martinete del rey sombra

Idioma original: Español
Año de publicación: 2023
Valoración: Bastante recomendable

¿Qué hacer tras una primera novela como cierto éxito de crítica como La canción de NOF4? Supongo que esa pregunta rondaría por la cabeza de Raúl Quinto y quiero imaginar las dudas del autor sobre si alejarse de ella, repetir fórmula, etc. No debe ser fácil, la verdad.

El caso es que con Martinete del rey sombra consigue, en cierta forma, separarse de NOF4 sin romper con un estilo que hace del almeriense uno de los autores más personales del panorama actual.

Digo "en cierta forma" porque en un primer momento sí que parece que vamos a encontrarnos con un libro muy diferente a NOF4. Una temática que acerca a Quinto al Mister Witt en el Cantón, un estilo que semeja por momentos el Bomarzo de Mujica Lainez y unos capítulos iniciales con un comienzo cercano a lo teatral parecen indicar que el autor ha optado por alejarse de su primera obra.

Pero de lo que uno no puede escapar es de sus orígenes. En este caso, Quinto procede del mundo de la poesía y a medida que pasan los capítulos la prosa se hace más poética y lo que parecía que iba a ser una novela se convierte en un híbrido que camina entre la novela histórica, la crónica, la biografía novelada, el ensayo y el poema en prosa. Toma ya!!!

Y diréis... Vale, cachondo, pero ¿de qué va Martinete del rey sombra? Pues es la historia la Gran Redada, la detención masiva de gitanos con el fin de "purificar" la sociedad y de usarles como mano de obra esclava en los astilleros españoles en el convulso siglo XVIII. Para ello, el autor se mueve entre la realidad y la ficcionalización de esta, entre el lujo de la corte de Fernando VI y Bárbara de Braganza (con el Marqués de la Ensenada, Farinelli, etc) y la mugre y miseria de los sótanos y mazmorras, entre lo individual de los personajes de la realeza y lo colectivo e informe de los gitanos. Pero, en el fondo "Martinete del rey sombra" es una historia de locura, soledad y muerte y un recordatorio absolutamente vigente de cómo el poder actúa frente a la otredad. Todo ello, además, extrayendo belleza del horror a través de palabras que si por algo se caracterizan es por su plasticidad.

En fin, un texto que demuestra el nivel que atesora Raúl Quinto y que seguro que disfrutaréis si sois capaces de abstraernos de ideas preconcebidas sobre géneros y etiquetas. Un muy buen libro.

También de Raúl Quinto en ULAD: La canción de NOF4

martes, 14 de febrero de 2023

VV.AA.: Modulorama

Idioma original: Español 
Año de publicación: 2022
Valoración: Depende 

Nieves Mories y Francisco Jota-Pérez coescriben Modulorama, ¿novela? de ¿terror? poco convencional. Digo que esta obra es poco convencional porque aúna narración al uso con poesía en prosa y canciones, porque su acción se pierde a veces en divagaciones abstractas y porque uno la termina sin saber exactamente qué es lo que estaba comunicando.

Aclaremos primero de qué trata; al menos intentémoslo, pues su argumento es bastante tenue. Luca recala en Reparación, pueblo sumido en un crepúsculo eterno, cercado por desiertos e impregnado de sabor a sal. Allí conocerá lugares inquietantes e individuos turbios; también descubrirá rasgos de su persona que hasta entonces intentaba ocultarse.

Ya veis que la premisa es, cuanto menos, sugerente. A mí me atrapó en un inicio, al igual que el microcosmos que dibujan Mories y Jota-Pérez. La cosa mejoró, más si cabe, durante el despliegue de escenas de factura oscura y extraña; por ejemplo, esas en las que Luca acude al motel, al matadero o a la sala de baile. 

Sin embargo, atravesado el primer tercio del libro, el aspecto formal engulle completamente, al menos en determinados tramos, al argumento. Y la verdad es que yo, quizá porque no supe conectar con el formato y estilo de esta propuesta, hubiera preferido un enfoque narrativo más típico. 

En cualquier caso, Modulorama es una experiencia literaria tan original como estimulante y terrorífica. Sólo por la potencia de sus imágenes, la creatividad de ciertas caracterizaciones y el planteamiento de varias escenas merece la pena leerla. Y si uno sabe apreciar las partes menos convencionales del libro que a mí se me han atragantado un poquito, si uno se deja contagiar por la locura que emana, ya ni os cuento.


También de Nieves Mories en ULAD: Aquí

jueves, 12 de enero de 2023

Alejandro Hermosilla: Un reino oscuro

Idioma original: Español 

Año de publicación: 2022

Valoración: Bastante recomendable

Alejandro Hermosilla es, por estilo y temática, un bicho raro dentro de la narrativa española contemporánea y con Un reino oscuro vuelve a demostrarlo. Estamos ante una ¿novela? de belleza oscura que podríamos situar a medio camino entre Thomas Bernhard y el conde de Lautréamont y en la que predomina más el aspecto formal, en la que no es tan importante el argumento o la sinopsis como lo que hay detrás de estos o el propio estilo del autor.

Pese a lo anterior, resumamos brevemente la ¿novela?: siglo XVII o XVIII en un lugar que podría ser casi cualquier país europeo, un arquitecto y su hijo, un bosque oscuro alejado de los centros de poder y poblado por diferentes personajes de clase media-alta (un pintor, un noble, un músico y un escritor) que van contando sus paranoias. 

La última palabra es clave y vincula el texto a los autores ya citados pues el peso de la ¿novela? recae sobre los monólogos alucinados de unos personajes desequilibrados (manía persecutoria, depresión nerviosa, egolatría, etc), estando estas divagaciones plagadas de imágenes oníricas y alegóricas.

Pero, en el fondo, este artefacto literario que explora los límites formales y genéricos no es otra cosa que una metáfora sobre el poder en sus diferentes formas, ya sea desde el lado del que lo ejerce (y de ahí también una serie de incisos delirantes sobre distintos reyes) o desde el lado del que está sometido a él. Así, la fascinación por el poder, poder y crueldad, poder y locura, poder e intimidación, poder y arbitrariedad, poder y soledad, poder e hipocresía, poder y ambigüedad... recorren las páginas de un texto que oscila entre la lucidez y la demencia.

Por tanto, Un reino oscuro es una profunda indagación sobre el poder, el arte y la sociedad en general, un ¿novela? elegante y de gran potencia visual a la que solo se le puede achacar, como creo que también ocurre con las novelas de Bernhard, una cierta tendencia al exceso y a la reiteración que puede no ser del gusto de ciertos lectores. 

P.S.: Mención especial para cubierta, preciosa desde el punto de vista estético y totalmente acorde al contenido del libro.

viernes, 25 de noviembre de 2022

Dolan Mor: Larvalar

Idioma original:
Español 
Año de publicación: 2022
Valoración: No sé

Larvalar es la segunda marcianada de Dolan Mor que tengo entre manos. Puesto que no he sabido entrar en su juego, he sido incapaz de disfrutarla.

Larvalar es un artefacto literario inclasificable; uno que mezcla diversos apéndices, poesías, relatos en verso libre e ilustraciones del propio autor.

Asimismo, Larvalar es un todo construido a base de fragmentos. La mayoría de dichos fragmentos guardan escasa o nula relación los unos con los otros, por lo que el conjunto se antoja poco armonioso.

Más fáciles de apreciar son, a nivel individual y aislándolas del resto, las partes que componen Larvalar. Desgraciadamente, incluso éstas se ven lastradas, o bien por intencionalidades excesivamente opacas, o bien por desenlaces frustrantemente endebles.

En conclusión: creo que Larvalar se le ha ido de las manos a Mor, ya que es un proyecto que sólo él puede comprender significativamente. Y aunque los lectores afines a las bizarradas podemos valorar las cuantiosas extravagancias de esta obra, difícilmente perdonaremos su hermetismo unidireccional.


También de Dolan Mor en ULAD: La máquina plagiadora

jueves, 4 de agosto de 2022

Dolan Mor: La máquina plagiadora

Idioma original: Español 
Año de publicación: 2022
Valoración: Inclasificable

La máquina plagiadora, del cubano Dolan Mor, es una de esas marcianadas que tanto me gustan. Podría catalogarse como novela en verso, artefacto metaliterario-hipertextual o alegato estético-político.

Está compuesta por retazos variopintos: narraciones, ensayos, poemas, artículos de periódico, fotografía, listas, reseñas, etc... Emplea distintas técnicas ("collage", apropiación y recontextualización de material ajeno...) y tiene como referentes el Libro de los pasajes de Walter Benjamin y las teorías de la escritura no-creativa de Kenneth Goldsmith.

Reflexiona, entre otras cosas, alrededor de:

  • El acto de escribir.
  • La creatividad.
  • La originalidad. Y es que «el plagio, las imitaciones, las parodias, etcétera, son los sellos de la nueva "originalidad".»

También habla de la realidad social y política de Cuba creando un país ficticio llamado Abuc (Cuba). Abuc está gobernado por el Partido Comunal Supremo, cuyo Líder Máximo no es otro que Orstac Ledif (Fidel Castro). 

Diversas obras del universo planteado por Mor, que vienen a ser "remakes" de clásicos como El proceso de Kafka, La invención de Morel de Bioy Casares, El cuento de la criada de Atwood o Sumisión de Houellebecq, ahondan en el retrato de una Abuc distópica.

En definitiva, La máquina plagiadora es una curiosidad cuya naturaleza experimental, estructura fragmentaria y falta de acción se le pueden atragantar al lector "mainstream". En cualquier caso, a aquéllos que disfrutamos de estas cosas nos parecerá deliciosa. Quizá un pelín más larga de lo estrictamente necesario, pero deliciosa a fin de cuentas.


También de Dolan Mor en ULAD: Larvalar

jueves, 2 de junio de 2022

Mike Wilson: Némesis o El aliento de las piedras

Idioma original:
Español
Año de publicación: 2022
Valoración: Inclasificable

Némesis es una novela inclasificable. Desbordante, abarrocada y gargantuesca en la forma; alegórica, polisémica y alucinante en el fondo. 

Némesis es, también, el resultado de un demiurgo que crea (y asesina) personajes hechos de papel y tinta, prepara efectos escénicos, urde tramas, enmarca situaciones.

Lo primero que me sorprendió de la obra de Mike Wilson es su título. O, mejor dicho, su subtítulo. No me negaréis que El aliento de las piedras es muy sugerente. 

Otra cosa que me sorprendió de Némesis es que dispone el texto a dos columnas. A eso hay que sumarle que su argumento es un auténtico delirio, que sus imágenes (una ciudad portuaria de calles inclinadas, un hombre gigantesco, una horda de ratas manchadas de sangre...) son la mar de plásticas y que emplea un lenguaje hipnótico. 

Me pregunto si para Wilson fue difícil parir este arterfacto literario. Sea como fuere, aunque a veces puede llegar a agotar al lector, lo recomiendo a aquellos a los que nos chiflan las marcianadas.


También de Mike Wilson en ULAD: Ciencias ocultas

domingo, 3 de abril de 2022

Kurt Vonnegut: Desayuno de campeones

Idioma original: Inglés
Título original: Breakfast of Champions
Traducción: Juan Carlos Silvi
Año de publicación: 1973
Valoración: Recomendable (especialmente para interesados), aunque harto irregular

Desayuno de campeones es una de las novelas más celebradas de Kurt Vonnegut. Gustará sobremanera a los amantes del autor, porque reúne aquellos elementos que hacen irrepetible la pluma de éste. A saber: 

  • Una voz narrativa juguetona y carismática. 
  • Una prosa preñada de muletillas.
  • Críticas a la sociedad norteamericana. «Casi todos los mensajes que se enviaban y se recibían en su país, incluso los telepáticos, tenían que ver con la compra o la venta de alguna puñetera cosa.»
  • Un sentido del humor que oscila entre lo gamberro y lo cáustico. «A veces la gente agujereaba a personas famosas para ser al menos un poco famosa.» 
  • Humanismo desencantado. «Cuanto más me acercaba a mi quincuagésimo cumpleaños, más me desconcertaban e irritaban las decisiones estúpidas que tomaban mis compatriotas. Y de pronto empecé a compadecerlos, pues comprendí lo inocente y natural que era para ellos portarse de un modo tan aborrecible y con tan aborrecibles resultados.»  
  • Reflexiones en torno a la existencia, el trabajo, el arte, la guerra, las desigualdades sociales, el cambio climático, etc...
  • Referencias a la cultura popular.
  • Pinceladas de ciencia ficción.
  • Toques meta. «Jimmy Valentine era una persona inventada que se había hecho famoso en otros libros del escritor, igual que Kilgore Trout era una persona inventada que se había hecho famoso en mis libros.» «-Este libro que estás escribiendo es muy malo -me dije (...).» 
  • Simpáticas ilustraciones.

En el lado menos positivo, podríamos achacar a esta obra:

  • Un argumento reiterativo y tendente a la dispersión. 
  • Un manejo de temas irregular.
  • Un elenco de personajes bastante planos. 

Sea como fuere, Desayuno de campeones es un artefacto la mar de curioso. Quizá carezca de la genialidad de Matadero cinco, pero cumple sobradamente en tanto que texto cien por cien vonnegutiano. Además, debemos perdonarle sus defectillos, ya que son la consecuencia lógica de crear literatura en la que «Cualquier persona sería exactamente igual de importante que otra. Daría el mismo peso a todos los hechos. Nada se quedaría fuera.» 


También de Kurt Vonnegut en ULAD: Aquí

jueves, 3 de febrero de 2022

Julián Ríos: LARVA. Babel de una noche de San Juan

Idioma original: Español (francés, inglés,  neerlandés, etc)
Año de publicación: 1983
Valoración: Desmesurado

Podemos empezar esta reseña hablando del Ulises o del Finnegan´s wake de James Joyce, la más clara influencia de LARVA, pero nos quedamos cortos porque en LARVA también están El Quijote, el Locus Solus de Raymond Roussel, el Museo de la Novela de la Eterna de Macedonio Fernández o los jueguecitos de palarvas de la atroupellada troupe de Oulipo.

Podemos entonces hablar del "argumento" de esta rompedora, al menos con los cánones en la narrativa española del momento, (anti)novela, del batiburrillo carnovelesco que sucede durante un baile de máscaras en una noche de San Juan o de la digresión permanente disfrazada de farsa o de comedia bufa, pero también nos quedamos cortos porque tan importante como el "argumento" (o más aún) es la estructura del texto.

Así que hablemos de una estructura que podemos dividir en tres partes, aunque estas no funcionen en niveles separados: las páginas de la derecha vendrían a ser el cuerpo principal de la (anti)novela, las de la izquierda serían anotaciones de las anteriores y las finales "Notas de la almohada" serían el complemento más narrativo de ambas, con el cual Ríos demuestra que podría ser un narrador "convencional" de primer orden y que si no lo es, es porque su opción estilística es otra. Pero con esto también nos quedamos cortos porque tanto (o mucho más) importante que la estructura es la "forma" del texto. 

Hablemos, por tanto, de un texto basado en dos pilares fundamentales, el humor y los juegos de palarvas, ya preludiados por la "Nota supernumeraria para adorno de la solapa". En cuanto al humor de LARVA, este va de lo culto a lo chabacano, de la sonrisa sardónica a la carcajada más estruendosa, del puro chiste fónico a las más elaboradas imágenes del absurdo. En lo que respecta a los juegos de palarvas, estos muestran la desbordante imaginación y el larvrutal dominio del slanguaje por parte del autor: anagramas, palíndromos, aliteraciones, doblestriplescuádruples sentidos... en una desmesurada larvacanal de lenguas. Mención especial merece, en este aspecto, el capítulo titulado Algarabía, escrito en su gran mayoría con palabras de origen árabe.

Todo lo anterior hace de LARVA un texto infinito, polisémico, políglota, una lectura pantagruélica, gargantuesca (¿o será gargantuélica?) por la que uno avanza entre el larvasombro y en enerlarvamiento ya que las tropencientasmil referencias o los diferentes idiomas que se mezclan, el continuo "izquierda-izquierda-derecha-derecha-adelante-detrás-1,2,3" hacen que uno sienta perdido en muchas ocasiones y que el ritmo de lectura se resienta, tanto es así que creo que una segunda, tercera, cuarta lectura (¿cuándo?) "favorecerían" a la novela.

Lo ando reescribiendo, voy acabando.

Dicho esto, ¿recomendaría LARVA? Sin dudarlo, sí. Está claro que es un texto muy muy exegexigente (ya digo que en muchos momentos uno está, cuanto menos, desubicado) disparatado, excesivo y desmesurado, pero hay muchas páginas absolutamente brillantes que compensan con creces esas otras en las que uno se pierde. Pero también la vida es así y aquí seguimos, intentando disfrutar (y a veces hasta consiguiéndolo) aunque a veces no entendamos un carajo. ¿O no?

domingo, 19 de diciembre de 2021

Georges Perec & Oulipo: El viaje de invierno y sus continuaciones

Idioma original: Francés
Título original: Le voyage d´hiver & ses suites
Traducción: Eduardo Berti
Año de publicación: ¿1979, 19--, 2013, 2021?
Valoración: Recomendable, aunque algo empachoso por momentos

- ¿Queréis un poco de "paté de campagne" con una copita de C(h)ampagne, queridos'
- Oye, pues si me la pones, yo me quedo tan campagn(t)e.
-  ¿Eso qué es: un cóctel de Campari + Frizzante?
- ¡Ay, compañero, es que eres mondante, chico!

Perdonad lo patético de la introducción a la reseña, pero es que me imagino una reunión de la cuchipanda de Oulipo y no puedo dejar de pensar en situaciones tan bobas como esa: sus jueguecitos de palabras, sus potencialidades, sus "chorradas"... Esta impresión queda reforzada tras la lectura de este "El viaje de invierno y sus continuaciones" (¿o deberíamos decir ramificaciones, derivaciones, desviaciones..?) en el que, partiendo de un relato de Georges Perec, se reúnen 22 ¿textos? que podrían conformar una "potencial novela o hipernovela o novela puzzle siempre inconclusa". Vaya, algo parecido a lo que hiciera Calvino (ilustre oulipiano, por otra parte) en su "Si una noche de invierno un viajero".

El punto de partida, ya digo, es un breve, enigmático, fascinante y borgiano relato de Georges Perec que tiene como premisa el hallazgo por parte de un profesor de literatura (Vincent Degrael) de un libro escrito en 1864 por un tal Hugo Vernier y titulado ¿"El viaje de invierno"? en el que se condensa toda la obra posterior de 3-4 generaciones de poetas franceses. La posterior destrucción del supuesto único ejemplar del texto convierte al libro y a su autor en algo tan oscuro como "mítico".

A partir de ahí comienza, y no puedo dejar de meter a Borges en esto, un viaje en el tiempo y el espacio por un jardín de senderos que se bifurcan, un juego preferentemente metaliterario y autorreferencial (con lo que ello conlleva de broma "privada") que sirve, especialmente, como laboratorio para explorar temas como las apropiaciones / influencias en el arte, el papel de la casualidad (¿o de la causalidad?) en el destino de la obra, la dicotomía entre lo culto y lo popular o los límites de la lectura y la escritura.

Como suele ser habitual en este tipo de textos, dos son los principales riesgos que asume el lector: perderse entre tanta referencia y tanto "supuesto" chiste y acabar "cansado" del libro. Ambos son, en mi opinión, riesgos inevitables. Además de que es imposible conocer las tropecientas mil (autor)referencias que aparecen en el texto, buena parte de los juegos de palabras y demás pierden fuelle al traducirlos a otro idioma (pese a la gran traducción de Eduardo Berti). Si a esto le unimos ciertas reiteraciones, especialmente en la primera parte de la obra, queda perfectamente explicado lo empachoso de la valoración.

Pese a lo anterior, también he de decir que "El viaje de invierno y sus continuaciones" es un libro recomendable. Los oulipianos pueden ser cargantes con sus bromitas pero tampoco se toman demasiado en serio a sí mismos y eso es algo que se observa en muchos de los textos y que salva, en buena medida, al libro. Además, mirándolos desde cierta distancia, los textos funcionan como mecha para poner en cuestión algunos temas ya comentados que seguro son de interés para lectores habituales y aprendices de escritores.

Un montón de libros de Oulipo y alrededores reseñados AQUÍ
 

martes, 7 de diciembre de 2021

Sebastià Jovani i Meya: Nuevas alertas de empleo

Idioma original: Español
Fecha de publicación: 2021
Valoración: Inclasificable

Nuevas alertas de empleo es un artefacto literario raro de cojones. Tiene pinceladas absurdas, influencias del bizarro y recuerda en forma y fondo a las más delirantes propuestas vanguardistas del siglo XX.

«Todo listo. El aristócrata y notabilísimo evasor Sándor Baráth está a punto de recibir en el señorial cobijo de su hogar la implacable visita del Ortodoncista Fiscal.

Que el Fisco se apiade de su avariciosa alma.» 

 
Básicamente, el volumen compila diversos textos extravagantes; textos que oscilan entre el relato de ciencia ficción new age, el pastiche policíaco-terrorífico, la versificación dadaísta o el caligrama experimental; textos que hablan de cadenas de montaje de rusos nativos, donantes de esperma para mesa electoral o reponedores de ancianos. 

«Se puede ser viejo. Se puede ser muy viejo. Pero lo que resulta inadmisible es ser rematada e irreductiblemente viejo (y vieja) y albergar la ególatra a la vez que nefasta pretensión de no dejar paso a otros ancianos mucho más óptimos y colaborativos.»

 

Como podéis ver, el contenido de este libro es una fumada en toda regla, un disparate sin pies ni cabeza. Y a su favor hay que decir que nunca se toma en serio, pero tampoco renuncia a exhibir una pátina de erudición artificiosa, una prosa barroca, un léxico sumamente pomposo, florituras retóricas, jerigonza filosófica y símbolos matemáticos.

«-Buenos días, mi nombre es Beneplácito Tudor, operador comercial de la Compañía. Estoy aquí para ayudarle, ¿puedo pasar? 

-¿Operador? ¿Compañía? Yo no he pedido... 

-No se retire, en seguida le atiendo.  

Tudor extrajo de su Kit NeuroMoDo un pulsómetro desinhibidor y lo aplicó en la cerradura digital de la puerta, desbloqueando el código de apertura. Preliminares como este eran meros formalismos de cortesía: si la Compañía podía acceder a las cavidades inconscientes de sus clientes, con más razón debía tener acceso a sus hogares.»

 

Por ponerle alguna pega a las narraciones de Jovani Meya, señalaré que se hubieran beneficiado de una mayor variedad de formatos, registros y voces. Asimismo, he echado en falta, argumentalmente hablando, un desmadre más acusado en propuestas como "Ortodoncista Fiscal de Siniestros" o "Experto en corte con cuchillo jamonero para discoteca ubicada en Cambrils". 

«Mis padres tenían toda la razón al haber elegido ese momento y no otro para abandonarme a mi suerte, pues efectivamente fue entonces cuando me desprendí del velo de la infancia y penetré en el camino de la madurez y del autoconocimiento. El Camino del Arte Jamonero.»

Llegados a este punto, voy a detenerme un momento para hablar del continente de Nuevas alertas de empleo. Y es que el incipiente Colectivo Juan de Madre nos obsequia con una edición repleta de imágenes psicodélicas, aderezada por un divertidísimo «Pre-Prólogo» y un simpático «PreFascio».

En definitiva, esta es una lectura la mar de estrafalaria a la que apenas pondría reproches. Aún y así, entiendo que a ciertas personas pueda atragantársele; en especial a aquéllas que tienen poca tolerancia por la literatura iconoclasta o los excesos estilísticos. Sin lugar a dudas, uno debe ser capaz de zambullirse incondicionalmente en esta descabellada obra para apreciarla en toda su gloria.

Ah, me comentan por el pinganillo que una fundación cuyo acrónimo empieza con la letra A, sigue con la D y termina en ECCO ha denunciado a Nuevas alertas de empleo por referenciarles satíricamente. La publicación ha sido retirada de circulación hasta que una versión censurada de la misma salga a la luz. Lo cual significa que tengo un libro prohibido en mis manos. Un libro que es a todas luces inofensivo pero que, por razones que escapan a mi comprensión, ha sido censurado y prohibido a efectos prácticos.