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jueves, 30 de octubre de 2025

Colaboración: A la intemperie, de Roberto Bolaño

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2024

Valoración: Interesante (para completistas)


Seguramente pensarían ustedes que ya no quedaba ningún escrito de Roberto Bolaño por publicar. Craso error. Debolsillo, dado el seguimiento que tienen las novelas del escritor chileno en nuestro país, se ha preocupado de saciar las necesidades de los “bolañistas” publicando un volumen titulado A la intemperie. 

En este caso, no nos encontramos con una nueva novela inédita, puesto que a estas alturas los baúles están vacíos. Se trata de un volumen que recopila los artículos, columnas y reseñas que publicó Bolaño desde los años 70 hasta poco antes de su muerte. También se recogen prólogos a obras de otros autores y algunas conferencias y discursos.

Con estos antecedentes, como ustedes fácilmente comprenderán, el interés que pueda suscitar esta obra es muy relativo. La temática es muy dispersa y el estilo varía mucho entre los distintos escritos puesto que pertenecen a épocas muy dispares, por lo que la coherencia general de la obra brilla por su ausencia. 

En este sentido, quizás no resultan especialmente atractivos tantos relatos sobre ambientes y personajes de Blanes, su lugar de residencia, ni tampoco los numerosísimos artículos dedicados a autores chilenos que no son conocidos por estos pagos, pero lógicamente hay que situarlos en el contexto de los medios informativos, especialmente el Diari de Girona y Las Últimas noticias de Chile, en que fueron publicados. 

Mucho más interesantes son los artículos en los que habla de literatura. Aunque debe quedar claro que no son críticas literarias ni artículos de opinión. Bolaño introduce sus valoraciones, principal aunque no exclusivamente, de escritores españoles e hispanoamericanos, donde desgrana sus filias y fobias personales, con las que el lector podrá estar o no de acuerdo. El autor chileno ensalza entre los autores españoles a Javier Cercas, Javier Marías o Vila-Matas y nos recomienda encarecidamente que si nos gustan los cuentos “un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Lo repito una vez más, por si no ha quedado claro, a Cela y Umbral ni en pintura”. Y poco más adelante concluye que como cuentista “con Poe tendríamos de sobra”. No creo que Harold Bloom estuviera de acuerdo.

En cuanto a la literatura hispanoamericana deja claramente de manifiesto su predilección por los autores argentinos, especialmente Borges y Cortázar, y en cuanto a la literatura chilena, sobre todo destaca a Huidobro y Nicanor Parra, a los que dedica varios artículos. En cuanto a fobias, aquí queda su valoración de Isabel Allende: “su literatura es mala, viva, pero mala”.

En fin, un volumen que puede resultar útil para completistas a los que les guste coleccionar todo lo publicado por Bolaño, pero prescindible para todos los demás.

Firmado: José Miguel Martínez

Otras muchas obras de Roberto Bolaño reseñadas en ULADaquí


jueves, 27 de febrero de 2025

Paul Collier. El club de la miseria


Idioma original: inglés
Título original: The Bottom Billion
Traducción: Víctor V. Úbeda.
Año de publicación: 2007
Valoración: interesante

A lo mejor ese "interesante" algo tibio podría ser acompañado de un "pero bastante deprimente" en función de como, casi dos décadas después, está el mundo. Sobre todo por lo que se produce justo el año en que se publica. Una enésima crisis global que agudiza las desigualdades, añadamos un nuevo estirón de la población mundial que se produce, especialmente, en alguno de los países que más aparecen en este texto, y puede resultar desasosegante pensar que las premisas del libro siguen vigentes, que muchos de los casos que se citan en él siguen pendientes de resolver, en fin, que el texto podría publicarse justo ahora sin grandes cambios estructurales. De hecho, cuenta con una continuación que intentaré leer, aunque no sé si un contenido adicional justificaría una vuelta al tema en forma de una nueva reseña. 

Acudo a El club de la miseria pues se le menciona en varias veces en La última colonia como uno de los textos a los que acudir para comprobar el desigual (o sea: muy malo para muchísimos, aceptable o bueno para unos pocos) devenir de las naciones africanas, una vez su descolonización, aunque fuera sobre el papel, se hizo efectiva, y sus gobiernos eran elegidos en procesos más o menos claros y preferentemente por sus habitantes (carraspeo muy profundo). El resultado es desolador y Collier, que como Sands es fundamentalmente un cargo técnico, en este caso en bancos, instituciones universitarias o adyacentes a la administración, intenta, con la ayuda de especialistas en la matería - economía - tanto de ámbito global como local, desarrollar un texto estructurado abordando, de forma pragmática y algo desoladora, cuáles son los problemas a que se enfrentan - tiempo presente, me temo -los Estados que, a pesar, entendemos, de todos los intentos, no han conseguido sacar a sus poblaciones de la miseria y la precariedad. Relacionar estos problemas nos lleva a territorios temidos y conocidos: desde el factor climático y la dependencia de las ubicaciones geográficas propias y de los países vecinos hasta la pobreza de las infraestructuras, de los sistemas sanitarios y educativos, la trampa de la dependencia de un determinado recurso propio y su proceso extractivo, y, claro, la inestabilidad política y la tendencia a arreglar las cosas a golpes de estado, de tanque o de machete. Y, last but not least, la corrupción que lo pringa todo.

Collier expone datos objetivos y, reitero que este es casi un texto técnico, un estudio con planteamientos y conclusiones, conduce hacia ciertos planteamientos que pueden resultar chocantes: desde la crítica a partes iguales a autoritarismos de izquierda y derecha hasta la defensa, cautelosa pero defensa, de las intervenciones militares de alcance preciso y limitado en casos justificados (...).

No negaré que la lectura resulta un tanto desoladora, especialmente si uno pertenece a uno de esos países, en vez de a los confortables hogares de Occidente, pero sus crecimientos demográficos, su ebullición como continente, muchos pequeños factores ya se suman para que tengamos claro que mirar hacia otro lado ya hace tiempo que ha dejado de ser una opción.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Mark Coeckelbergh: La ética de los robots

Idioma original: inglés
Título original: Robot Ethics
Traducción: Lucas Álvarez Canga.
Año de publicación: 2024
Valoración: interesante

Por mucho que corra el mundo editorial y por mucho que la comunidad intelectual - en este caso, un reputado profesor de Filosofía - se dé prisa en asimilar, analizar y verbalizar cuestiones como las planteadas en este necesario La ética de los robots, la realidad va a obstinarse en ir más deprisa y, casi no hablamos de años, sino de meses, o semanas para ver cómo no sólo se zanjan, con realidades contundentes, muchas de ellas, o son sustituidas de forma abrumadoramente veloz por nuevos dilemas.

Y no es que la cultura popular no haya asimilado esas realidades con rapidez: es que la tecnología, cuestión básica de este libro, y sus aplicaciones en todos los ámbitos de la existencia humana, es un campo en el que convergen todos los elementos de la tormenta perfecta. Atrae estímulos creativos, curiosidad, esa obsesión por ser el primero en probar, el primero en demostrar, el primero en experimentar (el primero en patentar, el primero en vender), atrae dinero, y ya no se trata solo de ser capaces de provocar la admiración ajena o la mera captación de la atención. La tecnología es nuestro presente, nuestro entorno, nuestro hábitat, y la capacidad de asequibilizarla y hacerla accesible a millones de personas (incluso antes que otras cuestiones más vitalmente necesarias) se ha convertido en el fin absoluto de las corporaciones más influyentes.

Ya hace muchas décadas que una cuestión como el alcance de la robótica a los ámbitos individuales y sociales está sobre el tapete. Desde la obra de Asimov al impacto popular de decenas de obras literarias o audiovisuales (desde Robocop a Blade Runner pasando por Terminator, ninguna de ellas ni siquiera del siglo en que estamos) se ha especulado con la enorme fascinación que supone la mezcla, bastarda y descompensada por naturaleza, entre la voluntad humana y el frío proceder de la máquina que hemos diseñado para que actúe, en principio, bajo nuestras órdenes.
Mark Coeckelbergh, autoridad en la materia, expone detalladamente los ámbitos de aplicación de las máquinas (no todas de forma humanoide, por supuesto) a la vida humana, los clasifica y analiza sus implicaciones morales y éticas sobre todo en las cuestiones que tanto nos conciernen, desde su potencial de sustitución del desempeño humano y su reacción ante las situaciones límite hasta los extremos en que han de ser dotadas de independencia en sus decisiones. No solo hablamos aquí de barrer nuestra casa, desactivar una bomba, traernos nuestro pedido en el restaurante. También se habla de acompañantes virtuales, de complejos sistemas que, mientras los que los han diseñado y programado duermen - vamos a decir plácidamente - reconocen una cara, la identifican como objetivo, envian un dron y ejecutan a un adversario.

Y todo esto sin apenas mencionar el potencial que a todo esto añade el avance de la IA. Leedlo antes de que (en muy breve lapso) caduque.

martes, 12 de noviembre de 2024

Anónimo: Vidas de santos

Idioma original: inglés

Título original: Live of Saints

Traducción: Nuria Parés

Año de publicación: 1953

Valoración: Interesante

 

Sí, es exactamente lo que parece, hagiografía pura y dura.

Aunque ahora se reduzca a ser Halloween, lo cierto es que en el mundo católico el reciente 1 de noviembre siempre fue el Día de Todos los Santos. Así que, aunque con unas fechas de retraso, dedicaremos la reseña de hoy a algunos de esos personajes que llenaban viejos calendarios con nombres que en muchos casos evocan como mínimo a bisabuelos con bigotes. Todos o la mayoría de esos Serapios, Paulinos y Rigobertos que andaban o andan por el mundo están, ellos o sus ancestros, relacionados con viejas onomásticas religiosas.

En este extraño y generoso volumen no consta autor, aunque una prosa bastante uniforme apunte a una única pluma, quizá la de un tal Walter J. Black que aparece en los créditos, y podría ser una versión reducida de algunos santorales anteriores que se remontan por lo menos al siglo XVIII. Como santos los hay a montones, se agradece que nos seleccionen a una élite de alrededor de cincuenta, a unas páginas de semblanza para cada uno, cribado que hace el libro más asequible, quizá a costa de perdernos alguna extravagancia de las muchas que sospecho debe haber por ahí. En todo caso, parece que tenemos a los más famosos, lo que me parece claramente suficiente.

Reconozco que, aun después de leer el libro y quizá por situarme algo lejos de ese pío entorno, sigo sin saber muy bien qué es un santo, ni si tienen que cumplir unas condiciones o si se trata de algo más o menos discrecional o movido por criterios que cambian con el tiempo. Entonces quiero verlo como el título honorífico de Sir, una distinción que alguien, sea la Corona inglesa o la Iglesia católica, otorga por entender que hay merecimientos de algún tipo para que el personaje sea ponderado de una manera especial, elevado a los altares en nuestro caso. A la luz de la lectura, me voy a permitir un intento de caracterizar algunos grupos de personajes tipo que, según lo que dice el libro, se ganaron la entrada en ese amplio panteón de ilustres:

  • Los mártires: mérito bastante generalizado en los primeros tiempos del cristianismo, cuando sus apóstoles intentaban extenderlo por el Este y Sur del Mediterráneo encontrando desde luego una oposición bastante feroz en muchos lugares
  • Los defensores de la ortodoxia: otro buen puñado de nuestros héroes se distingue por haber sido látigo frente a las sucesivas herejías, que fueron numerosas. Como si se tratase del Komintern, la Iglesia puso todo el empeño en evitar cismas, algunos de los cuales no obstante prosperaron y de qué manera  
  • Los estudiosos: los que creo que se llaman doctores de la Iglesia, tipos sesudos a los que hoy quizá llamaríamos teólogos, dedicados a estudiar e interpretar las Escrituras y extraer sus enseñanzas
  • Los misioneros y evangelizadores, algunos de los cuales también terminaron de mala manera por llevar la Buena Nueva al mundo pagano, incluidos diversos países de Europa que todavía no habían conocido la Palabra. Incluiríamos aquí a religiosos que, sobre todo a partir del siglo XVII, trabajaron por extender la educación en especial a los sectores más desfavorecidos, dejando nombres que hoy siguen luciendo en multitud de colegios que todos conocemos.

Hay que subrayar que una proporción muy elevada, casi la totalidad de los que aparecen en el libro, se distingue por haber llevado una vida de sencillez y austeridad en ocasiones incluso obsesiva y desproporcionada, renunciando a sus bienes y a todas las comodidades, a veces para retirarse a la vida contemplativa del ermitaño, otras para vivir de la limosna y compartir las penalidades de los pobres. Este desapego de lo material parece uno de los méritos más valorados, en contraste con tantos comportamientos que son bien conocidos.

Un último grupo del que casi me olvidaba es el relacionado con el misticismo. Todos nuestros santos parecen haber escuchado de alguna manera llamadas del más allá para cumplir ciertas misiones, pero a veces las cosas van mucho más lejos, de manera muy especial, y siento tener que decirlo, en el ámbito femenino: voces, arrebatos, éxtasis y visiones se hacen presentes en la vida de unas cuantas santas junto con comportamientos que personalmente me dan bastante mal rollo. Por citar solo el caso que me pareció más turbio, Catalina de Siena, que  tenía como veinte hermanos (lo que quizá explique algunas cosas), con quince años se azotaba tres veces al día con una cadena, y además de todas esas peculiares experiencias místicas parece que tenía estigmas que solo ella podía ver. Algo así como la santa que cantaba Parálisis Permanente. Por lo visto su cuerpo reposa separado de su cabeza, cada parte en un lugar diferente, lo que entre santos tampoco es algo tan excepcional como parece, y para colmo se le reconoce, no sé por qué, como patrona de Europa (ups).

Pero vamos, por ir terminando, salvo excepciones son gente claro está muy devota pero que parece bastante normal. Otro tema es que hicieran milagros, que creo que sí es condición sine que non. Curiosamente, en el libro solo se hace a esto alguna alusión muy de pasada y precedida de se dice, se cuenta y cosas parecidas. No sé, puede ser el origen anglosajón del libro, que en un determinado momento reconoce ‘cierta tendencia a embellecer las tradiciones de los mártires para que así no fueran nunca olvidados’. Una conclusión bien sencilla que tampoco requiere mayor explicación.

Está claro que leerse la vida (aun sin milagros) de cincuenta y tantos santos puede resultar una idea algo extraña. Pero habrá que reconocer también, y leyendo el libro se ve muy claro, que independientemente de las convicciones de cada uno, nuestra cultura tiene una indudable raíz cristiana, y lo que encontramos en el texto, aparte de las peripecias particulares de cada personaje, es la historia misma de Europa: desde su penetración en el Imperio romano, la vertebración del continente cuando se produjo la caída de aquel, las luchas derivadas de las distintas escisiones o la influencia decisiva en los Estados que se fueron formando. Algo que podría continuar hasta la actualidad, cuando no sé si se siguen añadiendo más santos, y cuando la religión en general ha perdido relevancia y el poder de la Iglesia ha quedado reducido a poco más que lo simbólico.


lunes, 11 de noviembre de 2024

Ignasi Gozalo Salellas. La excepcionalidad permanente

Idioma original:catalán

Título original: L'excepcionalitat permanent.
Traducción: el propio autor.
Año de publicación: 2023.
Valoración: recomendable, interesante.

Empiezo poniendo en valor la tarea de Anagrama en su colección Nuevos Cuadernos Anagrama a la que, sin apenas darnos cuenta, estoy (estamos) dando un cierto seguimiento. Primero, por cuestiones objetivas: tratan temas de cierta actualidad, las firmas suelen disponer de cierta reputación, a ello añadamos el eminente aspecto práctico de tratarse de textos de formato no muy extenso que constituyen el sueño húmedo del reseñista algo apurado (subespecie en la que me incluyo sin ningún pudor), cuestión que incluso permite una relectura algo apresurada si, llegado el punto de la reseña, nos damos cuenta que el tema del libro es algo recurrente . 

 Excepcionalidad permanente parece un oxímoron, pero como título y como concepto que articula el libro es de una exactitud preocupante. Más, cuando se trata de definir un hábito establecido entre la clase dirigente (que no siempre coindice abiertamente con la gobernante) con tal de mantener a la masa - otro concepto a analizar, pero otro día - en una situación que se justifique por sí misma. Rabiosamente actual. A la hora de reseñar este libro hay dos expectativas crecientes a nivel global: una, la reacción, o la envergadura de esta, de Israel ante los ataques de Irán, la otra, la incerteza del resultado de las elecciones USA, que por sí solas podrían dar sentido a una revisión ampliada de este texto. Así que el concepto, enlazado por supuesto con los coletazos de la pandemia (que dio lugar a otro interesante texto de esta colección) y absolutamente trenzado con realidades muy preocupantes con las que estamos encontrándonos en los países denominados como occidentales. Léase, auge de la migración, problemas de convivencia en distintos niveles, inseguridad física y psicológica derivada del sesgo con el que estos problemas se están tratando en medios, en redes sociales, avance lento pero inexorable de ciertas concepciones reaccionarias de la vida, camufladas bajo el manto de cordero de la irreverencia y de cierto romanticismo implícito con la rebeldía. Como si, a falta de fechas que cuadren sufriéramos una tensión pre-milenio inexplicable, una especie de movimiento pendular entre el hedonismo y la trascendencia, todo ello teñido de una capa de intensidad que, curioso, choca con la pereza y la abulia de las que acusamos a las nuevas geberaciones.

Gozalo Salellas, ensayista, docente y colaborador en medios de comunicación, con experiencia vital residiendo en los Estados Unidos, también partícipe de algunas situaciones de tensión más locales, aporta diferentes perspectivas para que pensemos en ellas. Trump, Putin, Bolsonaro y algunas personalidades (que se creen divinidades) de por aquí. Los ejemplos se amontonan y van a más: el autor nos advierte de esa especie de inconsciente colectivo, ese torbellino de ausencia de normalidad en el que, por uno u otro pretexto, los ciudadanos andamos abducidos mientras se nos pide que vivamos una vida normal en condiciones anormales, de restricción de libertades, de situaciones especiales, de suspensión de cotidianidad siempre por algún motivo, siempre por alguna causa.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Carlos Barciela, ed.: Autarquía y mercado negro

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2003

Valoración: Interesante con reparos


A nivel de ciudadanos de a pie, o sea, yo mismo, no es mucho lo que sabemos en realidad del franquismo. Sí, su origen golpista, la represión y la ausencia de libertades, su carácter retrógrado, la moralina casposa, el nacionalcatolicismo. Pero por ejemplo en el terreno de la economía en sentido amplio quizá no tenemos muchos datos a la vista, a lo sumo que se inició con una etapa autárquica e inspirada en los regímenes afines, la estabilización y el desarrollismo de los años 60, la emigración masiva a las ciudades y al extranjero. Así que no está mal aproximarse a la gestión económica del franquismo a partir de las decisiones de sus sucesivos Gobiernos, para observar de una forma lo más desapasionada posible cómo se gestionaron estas áreas.

Así lo hace este libro, en el que Carlos Barciela, catedrático de Historia económica, reúne una serie de trabajos de varios autores sobre distintos aspectos de la política económica de Franco en una etapa muy concreta, desde el final de la Guerra civil hasta el Plan de Estabilización de 1959, que supuso una apertura más o menos decidida u obligada hacia una economía de mercado homologable y la entrada de los llamados tecnócratas en puestos relevantes. Se trata de textos de carácter más bien académico en torno a diversos aspectos directamente relacionados con la economía: la demografía, el capital humano y la política educativa, la gestión agraria, la industrialización, la política fiscal y monetaria, entre otros.

Hay que decir que no estamos ante literatura divulgativa, no son exposiciones destinadas al gran público sino más bien al mundo de los historiadores e investigadores. Teniendo estos en cuenta, hay que decir que la lectura se hace a ratos bastante ardua, y en algunos casos plantea dificultades importantes, aunque depende en gran medida del enfoque de cada artículo y de la capacidad (o voluntad) de cada uno de los autores. Tablas y gráficos, a veces de difícil interpretación para el profano, ilustran las tesis presentadas, reforzando el aspecto técnico de buena parte de las exposiciones. Así que queda advertido el lector de que es un texto para muy interesados en la época y el asunto.

Desde el modesto punto de vista del lector meramente aficionado, podemos no obstante sacar algunas conclusiones generales. La principal es quizá que esa etapa que se analiza supuso un retraso de veinte años en el desarrollo económico de España, un lastre con el que, pese al arreón de los 60, ha habido que cargar hasta las últimas décadas del siglo, cuando comenzamos a converger en tantos aspectos con nuestros vecinos. Finalizada la guerra, incluso antes, la gestión económica (como las demás áreas de gobierno) se ve dominada absolutamente por el componente ideológico: de la mano de falangistas y militares (que ocupan buena parte de los ministerios sin más cualificación que su afección al régimen), y a veces henchidos por el seguidismo de alemanes e italianos, se opta por un modelo autárquico, cerrado al exterior, profundamente intervencionista y con amplia discrecionalidad, siempre en manos de cargos políticos. Esto genera efectos como el desabastecimiento de productos, la fijación de precios artificiales, un tipo de cambio ficticio y sobrevaluado y, consecuencia de todo ello, el nacimiento de un potente mercado negro (el famoso estraperlo), que multiplicará la miseria y las dificultades lógicas derivadas de la reciente guerra.

Todo esto, dicho mal y rápido, porque hay muchos otros aspectos, casi siempre negativos, derivados de esas directrices que vienen directamente de las más altas instancias del Gobierno franquista: la contrarreforma agraria que empobreció las cosechas y perjudicó a los productores más modestos, la desatención a la educación primaria que dejaría décadas de retraso en el sistema, la apuesta irracional por una industrialización sin base tecnológica ni logística, el pago de las deudas de guerra (esa ayuda italiana y sobre todo alemana nunca fue gratis)… Todo un repertorio de decisiones tomadas casi siempre por individuos cuyo mérito no iba mucho más allá de la genuflexión ante los gobernantes, y que generalmente no tenían más fundamento que el fanatismo ideológico. Hubo que esperar a finales de los 50 para que, en una situación ya crítica, con el aterrizaje de la financiación norteamericana, el Plan de Estabilización y la llegada de los primeros tecnócratas, las cosas tomaran un rumbo algo más lógico y empezasen a aproximarse a lo que en el mundo occidental ya era un mercado normalizado.

Ya digo que el libro no es fácil, que explora, a veces mucho y a veces algo menos, en aspectos técnicos que quizá no lleguemos a asimilar del todo. Pero aun así la lectura nos dejará un poso de información que entiendo suficiente y valiosa para entender que el franquismo no solo fue malo en su vertiente política y social, que no solo atentó contra la cultura y las libertades o se empeñó en construir (con éxito afortunadamente solo relativo) una sociedad mojigata, aburrida y atrasada, sino que además gestionó, y gestionó casi siempre mal.

P.S.: Casualmente, hace unos días me enteré de que Carlos Barciela ha publicado otro libro titulado irónicamente Con Franco vivíamos mejor, en el que explica muchos de los aspectos tratados en este, por lo que se comentaba con un tono más didáctico y asequible. Podría ser otra opción para interesados en el tema, que da de sí más de lo que parece.


miércoles, 22 de noviembre de 2023

Colaboración: ¿Qué caballos son aquellos que hacen sombra en el mar?, de António Lobo Antunes

Idioma original: portugués

Título original: Que cavalos são aqueles que fazem sombra no mar?

Traductor: Antonio Sáez Delgado

Año de publicación: 2009

Valoración: interesante y muy recomendable para fans


¿Qué caballos son aquellos que hacen sombra en el mar? estaba destinada a ser la penúltima novela de António Lobo Antunes. Así lo manifestó el propio escritor en el momento de su publicación. Nunca sabremos si la última iba a ser Sobre los ríos que van, crónica de la enfermedad que había padecido dos años antes y el título que sucedió a aquel órdago. Quizá sería menos aventurado pensar en la inolvidable Comisión de las lágrimas, donde llevó su fabulación hasta el límite. Tanto, que por ejemplo en España los críticos que hasta entonces solían reseñar sus novedades hicieron mutis por el foro. Pues vale... Lo cierto es que después de aquel (aparente) arrebato continuó con su ritmo de publicación de libro al año. Pero esta pudo haber marcado un final innecesario que nadie quería.

¿Qué caballos son aquellos...? cuenta el declive de una potentada familia agrícola. La casa en cuestión la llevan de aquella manera un padre que no ejerce como tal, una madre que lo hace de forma relativa y una criada, Mercília, que hace lo suyo y lo que no hacen los demás. El matrimonio tiene cinco hijos: Francisco, João, Beatriz, Ana y Rita. En el momento de la agonía de la madre se reúnen todos alrededor en un encuentro de presencias humanas con fantasmales. Y empiezan a debatir los motivos que les han conducido a la decadencia y a una más que previsible extinción. El trasfondo podría tener ciertos símiles con el de Cien años de soledad, si no fuera porque aquí nunca hubo lo que se dice un pasado de esplendor. Los narradores se van turnando y cada uno de ellos aporta al testimonio común una serie de vivencias particulares, de todo lo cual resulta la tormenta sin ambages en que se encuentra la saga.

Antes de todo, lo que había eran unos ciertos posibles económicos y una extensa finca de ganadería. Cuando el aliento de la memoria se pone en marcha se ven unos hijos a los que arrastra la vida. Más allá del primer plano aparecen un padre entregado a actividades y compañías precarias; una madre abandonada a la religión y el tempestuoso recuerdo de su juventud; y una criada, de origen dudoso, que intenta suplir la falta de ambos referentes con más voluntad que eficacia. Los hijos son víctimas de existencias disipadas, clientes de Caronte todos sin óbolo para el viaje. Los hay desde los que esperan agarrarse al clavo ardiendo de la parte de herencia que les toque hasta los que habrían querido tener un verdadero hogar al que volver como reposo del guerrero.

Todos los miembros de la familia tienen su minuto de gloria, aunque se desmienten unos a otros y acusan de manipulador a quien reproduce sus voces. Este transcriptor no es otro que el propio Lobo Antunes, gran partidario de esa tradición iberista que rinde armas a ancestros de una literatura común como Miguel de Unamuno. Como es habitual en el autor, la novela es un río de poesía con la corriente desenterrando diamantes a cada poco. Por momentos no se sabe si los personajes, como múltiples Ulises, alcanzarán el descanso o tendrán que encomendarse a la divina providencia, que es prácticamente lo único que les queda. 

Firmado: César

También de Lobo Antunes: Aquí


sábado, 28 de octubre de 2023

Siegfried Kracauer: De Caligari a Hitler

Idioma original: inglés

Título original: From Caligari to Hitler: A Psychological History of the German Film

Traducción: Héctor Grossi

Año de publicación: 1947

Valoración: Interesante


Confieso humildemente que no tenía ni idea de quién era este Herr Kracauer hasta que vi la referencia a su libro, este que traemos hoy, en algún sitio que tampoco recuerdo, puede que otro libro o algún artículo. Y resulta que más que el oscuro cinéfilo que parecía, se trata de un personaje de cierto peso en el pensamiento alemán de las primeras décadas del siglo XX, fuertemente relacionado, por amistad, por trabajo o inquietudes intelectuales con tipos como  Walter Benjamin, Ernst Broch o Theodor Adorno, vamos, un conjunto nada despreciable. 

Así que Kracauer, crítico de cine pero también intelectual interesado en cuestiones de mayor calado, escribe esta su primera obra ya exiliado en Estados Unidos huyendo del nazismo, y su historia del cine alemán, que abarca desde sus inicios hasta el periodo hitleriano, intenta profundizar en sus implicaciones con la psicología del pueblo alemán. 

Las primeras obras significativas del cine alemán aparecen coincidiendo aproximadamente con el final de la I Guerra mundial, y desde el punto de vista estético están muy influenciadas por el expresionismo dominante en la época, en especial en la propia Alemania. El libro analiza con detenimiento bastantes de estas películas, algunas de las cuales han dejado una profunda huella no solo en el cine, sino en el imaginario cultural europeo: El gabinete del Dr. Caligari, Nosferatu, El testamento del Dr. Mabuse o Metrópolis (la única que recuerdo haber visto, lo confieso), entre otras. Igualmente examina la trayectoria de ilustres directores, como Lubitsch, Murnau, o Lang, la mayoría de los cuales alcanzaron el éxito en el mismo exilio norteamericano donde fue a parar el propio Kracauer.

Para los más cinéfilos me parece muy atractivo el análisis de estas películas, los encuadres, el movimiento de la cámara, los rasgos externos y psicológicos de los personajes, o las diferentes tendencias hacia la recreación histórica, el escapismo o la toma del pulso de la calle. Pero en mi opinión lo más interesante del libro es cómo el autor relaciona todo esto con la evolución ideológica del pueblo alemán, que recién derrotado en la Gran Guerra se debate entre el miedo al caos y un íntimo deseo de solución autoritaria que deriva no solo de la situación puntual sino de ciertas carencias históricas.

Instalados en el régimen dubitativo de la República de Weimar, la izquierda no se decide a apostar por la revolución inspirada por figuras como Rosa Luxemburgo o Karl Liebknecht, y la postración económica y psicológica deja un país desnortado y propenso por tanto a admitir mensajes populistas que anuncien un renacimiento nacional. Alemania no ha tenido una revolución burguesa y liberal, le falta ese elemento para progresar decididamente hacia la democracia, y eso será un lastre en un momento histórico tan delicado.

Dice Kracauer que Alemania es un país que desea fervientemente ser dirigido, lo cual, junto con la ceguera de los socialdemócratas que ignoran la debilidad ideológica de las clases medias y la tendencia de la juventud a aceptar ofertas totalitarias, da lugar a la rápida penetración social del nazismo. No se corta el autor a la hora de dibujar el ascenso de Hitler en toda su crudeza:

‘Se tiende a sugerir que fue un puñado de fanáticos y gangsters el que logró sojuzgar a la mayoría del pueblo alemán. Esta conclusión no se ajusta a los hechos (…) La mayoría de los alemanes se plegó al gobierno totalitario con tal presteza que no podía ser el resultado de la propaganda’.

Ideas tan radicales, quizá por ser formuladas muy en caliente (recordemos, 1947), se ilustran además con el éxito de films que glorificaban el pasado prusiano, exaltaban el espíritu nacional en aventuras de montaña o sugerían comportamientos de sumisión a la autoridad que, aunque entre líneas, parecen siempre presentes. Naturalmente, tampoco falta un estudio detenido sobre los potentes mecanismos propagandísticos del nazismo, y en concreto de su cine documental, con panorámicas de Ejércitos multitudinarios y organizados al milímetro, la infantería barriendo al enemigo, o la ridiculización de franceses e ingleses a través de imágenes de negros o el acompañamiento de música burlona. Algunos aspectos recuerdan los muy interesantes análisis de Susan Sontag sobre los trabajos cinematográficos de Leni Riefenstahl.

Tampoco voy a ocultar que el libro es denso, bien desarrollado y con una prosa clara (si acaso con algunos tropiezos que quizá tienen que ver con la traducción), pero tan pormenorizado que puede llegar a cansar al lector que no esté muy interesado en el tema y la época. Aun así, a poco que nos atraiga escudriñar algo más en lo que podríamos llamar el alma alemana y el peculiar fenómeno del nacimiento del nazismo, me parece un material muy valioso, y original e interesante el punto de vista elegido para analizarlo.

Y cuidado, que unas cuantas de las reflexiones sobre cómo pudo ocurrir algo así resultan inquietantemente actuales.


jueves, 28 de septiembre de 2023

Alain Finkielkraut : La identidad desdichada

Idioma original: francés

Título original: L'identité malhereuse

Año de publicación: 2013

Traducción: Elena M. Cano - Íñigo Sanchez-Paños

Valoración:  interesante (pero fallido) 


Guste o no, en la sociedad hiperconectada e hiperacelerada en que vivimos, una década es una porción de tiempo casi descomunal. Y no diré que esa aceleración en los avances, una de cuyas locomotoras será Internet y la posibilidad - mencionada hace unos días, empiezo a repetirme - de llevar al mundo entero en el teléfono móvil, no diré que esa aceleración sea objetivamente dañina. Quizás sea solo un paso más - no antropológico sino estrictamente intelectual - en la evolución, y éste no tiene porqué ser malo, por mucho que defiendan los negacionistas (aquellos que incluso niegan serlo). 

¿A qué viene esta reflexión? Puede que La identidad desdichada en 2013 constituyera un hito, una marca en el camino de la elucubración filosófica sobre una sociedad - la francesa - emblemática en la conciencia occidental. Y no sé si Francia es nuestro Ohio. Sé, por mis esporádicas estancias en el país vecino, de ciertas circunstancias que le son propias. La enfermiza centralización, el envejecimiento de su población, la draconiana defensa de una lengua cuyo ámbito es fagocitado por otras, desde fuera y desde dentro. Pero, con esas circunstancias, Francia es un  ejemplo perfecto de la enorme contradicción de ciertos postulados morales occidentales. Europa como punto de acogida, como crisol que integrará sin problemas a cualquier necesitado que proceda de otros puntos menos afortunados del globo. Sin distingo entre el jovenzuelo africano que despunta en algún deporte o el disidente oriental que ha de salvar el pellejo. Y qué decir de las enormes masas de desdichados que han huído de una guerra, de un genocidio. Un panorama idílico hasta que ese equilibrio, ese balance "acogedores tolerantes y condescendientes/acogidos sumisos y agradecidos" se resquebraja. Entonces surgen las fricciones, se impone la necesidad de una regulación, se preconiza lo razonable de establecer unos límites, aparecen las posturas antagónicas, nos echamos las manos a la cabeza con ese dicho catalán de fora vingueren que de casa ens tregueren ( de fuera vendría quien de tu casa te echaría) y nos damos cuenta, en el penúltimo minuto, de que ya es demasiado tarde, dicho de otra manera, el cambio es irreversible.

En el planteamiento de sus postulados, ya desde el título, Finkielkraut no tiene miedo alguno a poner el dedo en la llaga. No en vano quien me acerca a este libro es su mención en una entrevista con Houellebecq. Pero el desarrollo, disculpando esa deformación profesional de entreverar el discurso propio con conceptos sobrevenidos, adaptación de los clásicos, citas profusas que abarcan amplísimo espectro (Hitler, Gracián, Wharton), el desarrollo, repito, digamos que es demasiado endogámico. Y en muchos momentos parece que Finkielkraut escriba para una élite encogida y reticente que aplaudirá su osadía y venerará sus postulados. Esa identidad perdida habla de los disturbios de la banlieu del 2005, del conflicto de la educación y el veto - en aras del laicismo y de la preservación de la igualdad como columna de la República. Todo ese argumento funciona y fluye y su discurso es coherente y no lleva al lector hacia ninguna especie de trampa ética. 

Pero igual, que ya casi estamos en 2024, de eso se trataría. A Finkielkraut se le ha acusado de coincidir con el discurso de la derecha conservadora, de toda esa mayoría votante que hace que hoy el debate en Francia sea o Macron o Le Pen. A mí esto me cuesta percibirlo aquí, pero es que este libro no va a ser leído por un público convencional. Lo leerán los adeptos, para corroborarse en sus planteamientos, o los antagonistas, para rebatirlo y atrincherarse en los suyos. Es casi descabellado pensar en nadie ajeno a las élites intelectuales que vaya a acudir a estas páginas. Pocos de los franceses cuyos padres emigraron desde Senegal, desde Argelia, desde Marruecos, sea cual sea su formación y su condición económica. No lo verás en las manos de nadie leyéndolo mientras espera que empiece la segunda parte del partido del PSG. Ese es un enorme problema, más cuando pienso que una muy razonable salida de la crisis de la literatura como expresión cultural mayoritaria es la crónica o el ensayo. Y ningún rincón del espectro ideológico se salva. Basta ver qué editoriales publican qué libros. Nada de defender los grises, los matices, que a veces solo son los rincones donde se esconde la abulia y la tibieza. No creo que Finkielkraut sea de derechas porque refleje una sociedad que en las urnas se comporta siendo de derechas. No creo que sea islamófobo porque defienda que los signos externos de pertenencia a religiones suponen problemas en integración, acarrean prejuicios. Finkielkraut, culto, francés, senior, establece su crítica aquí de forma inapelable y rigurosa. Pero no integra ni apela a esa sociedad que observa. Quizás a la élite ideológica, quizás a la minoría que decide. Y eso, por brillante y certero que pueda ser lo que escribe, cercena un alto porcentaje de su utilidad potencial. Es el jubilado apoyado en la valla de la obra comentando con los otros lo bien hecho que estaría de otra forma.


También de Alain Finkielkraut en ULAD: Campo de minas

lunes, 18 de septiembre de 2023

Anthony Giddens: La política del cambio climático


Idioma original
: inglés
Título original: The politics of climate change
Traducción: Francisco Muñoz de Bustillo
Año de publicación: 2009
Valoración: Interesante

Después de leer un ensayo tan vital y optimista como En defensa de la Ilustración, de Steven Pinker, necesitaba aminorar mi estado de euforia; si hay algo en lo que todos los opinólogos del cambio climático coinciden, es que no está la situación – ni estará en un futuro próximo – para echar cohetes.

A pesar de tener ya quince años de antigüedad en el momento de mi lectura, y eso es mucho decir en este tema, el principal aliciente – para mí – de este libro respecto a otros volúmenes que podrían considerados como más o menos similares, es el enfoque político que aborda.

Partamos por el principio; el pensamiento central de la divulgación de Giddens es el que con una absoluta falta de humildad ha bautizado con su propio nombre, la paradoja de Giddens: “como los peligros que representa el calentamiento global no son tangibles […], muchos no harán nada […] al respecto”. Fenómeno del que muchos nos habríamos dado ya cuenta en su momento, pero no nos hemos molestado en bautizar.

Después de plantearnos semejante paradoja, el autor contextualiza: nos explica por encima las causas y orígenes del cambio climático, la crisis del petróleo, el uso del gas natural, etc. Se realiza una revisión somera sobre nuevas posibles fuentes de energía y sus presumibles dificultades de implantación, refiriéndose aquí tanto a las renovables como a las nucleares y termonucleares. 

Trata Giddens de abarcar múltiples visiones del tema, por lo que también da espacio a teorías escépticas pero fundamentadas (nada de negacionismo per se, sino escepticismo lógico), al movimiento verde y su historia, al famoso “desarrollo sostenible” que define como un oxímoron, e incluso a otras visiones más optimistas al estilo laissez faire, déjalo que se curará solo.

Aboga también por el liderazgo de la UE en temas medioambientales (adiós EEUU) y se lamenta de un posible Brexit todavía no producido cuando se escribió este libro.

Posteriormente entramos en lo que más he valorado de este libro; más allá de analizar causas, buscar culpables y/o escandalizar al público (lo cual, desde mi punto de vista, no está de más), Giddens hace un ejercicio de valentía y PROPONE. Es decir, plantea escenarios asumibles con hechos concretos con los cuales el cambio climático pueda neutralizarse.

Las proposiciones del autor son tanto vagas como muy concretas; en cuanto a las más vagas, son fundamentalmente de carácter político: promover la cooperación, pactar más allá de izquierda-derecha, formar a la población sobre el clima, etc. Nada nuevo. Pero veamos las más concretas: aviso de que algunas medidas que razona y argumenta Giddens no son fáciles de asumir por nosotros, occidentales del primer mundo. 

Por ejemplo, desde un punto de vista humanista, el autor aboga por que los países en vías de desarrollo puedan (justifica éticamente este razonamiento) contaminar más, siempre y cuando se den dos supuestos: a) los países más avanzados deben disminuir su nivel de contaminación desde ya y b) esta contaminación debería valer para aumentar el nivel de desarrollo de estos países en crecimiento.

Es decir, adiós protocolo de Kyoto, entre tantas otras cosas. No me digan que no es controvertido.

Otro argumento: debemos dejar de utilizar el PIB como medida de bienestar para pasar a utilizar otros índices en los que sí se vean mejor reflejados el estado medioambiental de nuestro entorno (GPI, ISEW o SSI).

Uno más, más convencional: quien contamina paga. Aquí la sorpresa sería quién y porqué paga (lean el libro).

En fin, una serie de medidas muy interesantes (y más que me dejo en el tintero) que nos harán adoptar una nueva perspectiva sobre un grave problema, lo cual generalmente es el primer paso para encontrar una solución cuando nos encontramos enquistados.

lunes, 21 de agosto de 2023

Philipp Blom: El gran teatro del mundo

Idioma original: alemán

Título original: Das Grosse Welttheater. Von der Macht der Vorstellungskraft

Traducción: Daniel Najmías

Año de publicación: 2020

Valoración: Interesante


Philipp Blom, historiador, periodista y al parecer esporádico novelista, parece uno de esos tipos que se atreve con todo, o casi, porque explorando un poco en su obra publicada, abarca temas diversos además de los estrictamente vinculados a su vertiente de historiador. En concreto, parece que se interesa y trabaja bastante aspectos relacionados con el cambio cultural, social y climático que estamos experimentando al inicio del siglo XXI. En este sentido, podemos situarlo, al menos por concepto, junto a pensadores como Baudrillard, Bauman, Žižek o Finkielkraut, atentos a cómo está evolucionando nuestro mundo en distintas vertientes.

Según este pequeño ensayo, para Blom estamos en un momento decisivo, con una alerta incuestionable y muy seria por el cambio climático, justo en una etapa en la que el consumismo masivo parece haber ganado la batalla, y el sistema quiere convencernos de que estamos en el mejor de los mundos posibles. Si, al menos en Occidente, una gran parte de nosotros tenemos nuestras necesidades básicas satisfechas y apenas tenemos que preocuparnos por seguir acumulando bienes y poco más, nos encontramos inermes ante el desafío de una transformación global de nuestro entorno cuyas consecuencias están dejando de ser imprevisibles para convertirse en ciertas y trágicas.

El autor insiste en la gravedad del proceso y su carácter disruptivo, que nos sitúa en una guerra contra el futuro, la lucha quizá no tanto para esquivar lo ya inevitable sino para adoptar nuevos paradigmas que nos permitan afrontar una nueva época. Relaciona el momento actual con la Pequeña Edad de Hielo (siglos XV a XVIII), e identifica los cambios registrados entonces en la actividad agraria con modificaciones sustanciales en la estructura social y el pensamiento, hasta desembocar en la Ilustración. 

Sin embargo, dice Blom, actualmente nos encontramos sin los instrumentos necesarios para afrontar las nuevas dificultades, nos vemos anestesiados por los sueños del consumo y el crecimiento indefinido (aquí emparenta quizá con Harich, pese a encontrarse, creo yo, ideológicamente muy lejano), y acosados por el resurgimiento de los extremismos. Falta algo que define como un relato común, algo que entiendo más bien como un conjunto de valores o convicciones básicas, como las que conquistaron Occidente tras la Segunda Guerra mundial: derechos humanos, democracia parlamentaria, capitalismo con rostro humano.

Más allá de esto Blom no da recetas, parece conformarse con convocarnos a la reflexión y a la búsqueda de ese relato, de ideas nuevas que nos permitan avanzar en la preservación de esa fina membrana que recubre el planeta y que compartimos con todos los seres vivos conocidos. Tampoco esperamos, creo yo, que un pensador proponga soluciones, se puede decir que casi ninguno lo hace. Pero tengo que decir (y aquí empiezan mi queja) que todo lo anterior son las conclusiones que, grosso modo, he podido extraer de un texto que adolece de irregularidad y cierta falta de coherencia, que parece escrito a trozos y con una querencia excesiva por el lucimiento. Hay pasajes verdaderamente atractivos e interesantes, como cuando, muy al principio, se centra por ejemplo en los elementos que definen la identidad familiar, e igualmente en la proclama, concisa y dura, que lanza para alertar sobre la gravedad del cambio climático. Pero en muchos otros momentos el texto se hace algo confuso y cuesta cierto trabajo encontrar el hilo, no tanto por exceso de erudición (que en alguna ocasión también), sino por una especie de dispersión expositiva que le resta solidez, y lo que es peor, hace perder interés en la lectura.

Se diría que Blom quiere coger demasiada altura, que arriesga demasiado al poner alrededor de la crisis climática a Calderón o al Festival de Salzburgo, que una cuestión de carácter tan rabiosamente físico no mezcla bien con aspectos tan espirituales, y que al remontarse a la Ilustración puede descolocar un tanto a quienes buscamos soluciones tangibles a problema tan urgente. Se entiende que el autor intente encontrar una respuesta radical, tan antropológica como biológica, y quizá por ello se va hasta tan lejos, con un llamamiento a movilizar la imaginación para lograr el gran cambio. Pero a lo mejor a nivel lector el intento se queda en algo bienintencionado, inteligente, pero también no demasiado consistente.

Con todo, es un libro interesante precisamente por lo que tiene de exploración intelectual, porque a veces también es sano alejarse un poco de lo inmediato, tomar distancia y poner a funcionar la abstracción. Seguramente todos los grandes avances (y también los grandes retrocesos) empezaron cuando alguien empezó a concebir ideas nuevas, que solo muy poco a poco fueron tomando forma. Pero quizá hoy en día necesitamos algo más material que una disertación algo etérea que termina con mención un poco ingenua a Greta Thunberg. ¿Entonces el camino en un mundo inestable y polarizado es concienciarse, luchar, resistir, o ya solo adaptarse, como en algún momento podría leerse entre líneas?


viernes, 13 de enero de 2023

Juan Pablo Fusi: Pensar España

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2021

Valoración: Interesante (o Está bien, dentro de lo que cabe) 


Nos mira desde la cubierta Ortega (creo que es Ortega) con esa mirada profunda, severa, como de desaprobación, como echando en cara al pobre lector que no hace las cosas bien, que es también responsable de esa España equivocada, sin alma, que él intenta comprender y también transformar desde el despacho silencioso y austero en el que imagino que rumia por qué el país es como es, y donde escribe sobre eso que cree que le falta (educación, valores, conciencia nacional) o le sobra (pintoresquismo, localismo, frivolidad). Algo más afable, quizá por la redondez de su imagen, hubiera resultado una foto de Azaña, también intelectual pero con la apariencia más humana de quien ha descendido al barro de la política real para intentar hacer realidad sus ideas. A lo mejor Ortega nos parece más inquisitivo porque rebusca en nuestro interior, pobres ciudadanos, el sentimiento nacional que no encuentra por ninguna parte, y Azaña, por su parte, en vez de taladrarnos con la mirada, la dirige a algún lugar impreciso buscando ese Estado justo y moderno que tampoco termina de saber cómo se puede construir.

Estos dos personajes con los que se inicia el libro de Juan Pablo Fusi representan algunas de las múltiples reflexiones (iba a decir respuestas, pero de esto hay más bien poco, al menos en el ámbito de lo concreto) alrededor de esa expresión algo grandilocuente que tantas veces, y sospecho que con tan poco interés, leíamos por obligación en los textos escolares de la adolescencia: España como problema. Una preocupación intelectual que se manifiesta de forma muy especial desde finales del siglo XIX, cuando se pierden los últimos reductos del viejo imperio y el 98 sirve para nombrar a toda una generación de escritores que se preguntan por qué en este extremo de Europa sigue habiendo un país atrasado, derrotado, ensimismado en su pobreza y que envuelto en sus harapos desprecia lo que ignora si se me permite citar deprisa y mal a Machado.

Esa obsesión por identificar y describir correctamente lo español se prolonga durante las primeras tres décadas del siglo XX, mientras se vive uno de los periodos de mayor creatividad e intensidad intelectual, cuando el protagonismo de los grandes nombres de la generación encabezada por Unamuno convive con la pujanza de los más jóvenes, identificados sobre todo con el grupo del 27. El corto periodo de la República es una etapa de esplendor en la literatura y las artes en general, que queda de pronto sepultada por la guerra y los años oscuros que le seguirían.

Fusi comienza, como decía, mostrando el paralelismo entre las dos visiones que de España tienen Azaña y Ortega, sin detenerse a un análisis muy profundo pero ofreciendo imágenes sugerentes, como la diferente perspectiva con la que ambos contemplaban El Escorial, una interesante reflexión que no solo sirve para contrastar sus ideas, sino también sus personalidades. Sin embargo, lo que parecía un buen comienzo para esa exposición en torno al pensamiento español en el siglo XX (subtítulo) parece transformarse rápidamente en otra cosa. Los años de la República se despachan con una síntesis histórica apresurada y más bien escuálida más una muy larga y pormenorizada bibliografía de títulos publicados en esos años. Aunque en mi opinión claramente excesiva, bien está esa enumeración como indicativa de la exuberante producción intelectual y artística del momento. Pero es que estas dos características (apretada sinopsis histórica de cosas de sobra conocidas, y amplísima relación de obras de la época correspondiente) van a ser definitorias de todo el libro. Así, vamos saltando de una velocísima descripción de la guerra (¿con alguna vocación de equidistancia?) a la bibliografía del despertar intelectual de los años 60; una nueva crónica, tan acelerada como detalladísima, de la Transición y la incorporación a Europa; y otra enumeración interminable (y a veces repetitiva) de la producción artística y literaria de los primeros tiempos de la democracia. A todo ello se adosa un capítulo, que me atrevería a calificar como atropellado y superficial, pero también el más sorprendente, donde se nos calza (sea Fusi o su editor) una breve historia de ETA que encaja en este libro como podría hacerlo un recetario de cocina. Fusi ha escrito multitud de artículos sobre el asunto, casi siempre muy atinados pero, oiga, no es necesario hablar de lo mismo en cualquier lugar o circunstancia.

Lo más salvable del libro lo encontramos cuando, de tanto en tanto, parece volver a circunscribirse a lo que se suponía que era su objeto: la evolución del pensamiento en torno a España, qué es o qué debería ser. Describe el autor el ‘campo de ruinas’ que dejan, también en el terreno intelectual, la guerra y la posguerra dominada por la represión y el aislamiento, dando lugar a lo que muy plásticamente denomina ‘la España inmóvil’, donde introduce la figura de algunos de los más representativos hispanistas, como Gerald Brenan o Raymond Carr. El inicio de un cierto renacimiento en el ámbito del pensamiento, coincidiendo con el desarrollismo de los 60, se personifica en las figuras de Jorge Semprún y Julián Marías que, aunque con perspectivas vitales e ideológicas bastante alejadas, plantean la idea de una España muy diferente, liberada de los lastres del atraso, la incultura y el folklorismo, muchas veces dramático, de décadas anteriores.

Como a veces ocurre, las sensaciones que deja el libro una vez terminado son algo mejores que las que se experimentan durante la lectura. Queda un poso, el reflujo de haber repasado aspectos interesantes del último siglo de vida intelectual y de reflexiones sobre la identidad del país, su historia y su futuro. Pero aun así, nada puede evitar una cierta frustración por un texto con un propósito ambicioso que se diluye en fragmentos, a veces inconexos, perdidos entre interminables enumeraciones, resúmenes abigarrados de cosas ya sabidas y semblanzas no siempre justificadas, excesivas en contenido e insuficientes en el contexto general. No sé si esto es enteramente voluntad del autor o el producto de una mera recopilación de artículos sueltos, cosidos sin mucha coherencia, pero sea como sea, objetivamente supone una cierta decepción.


miércoles, 29 de junio de 2022

Gustavo Bueno: Panfleto contra la democracia realmente existente

Idioma original: Español
Año de publicación: 1997-2008
Valoración: Interesante

Panfleto contra la democracia realmente existente es un volumen recopilatorio. Lo ha editado excelsamente Pentalfa. Reúne nueve textos del filósofo español Gustavo Bueno, escritos entre 1997 y 2008. En todos ellos se aborda, desde una perspectiva crítica, el concepto e implementación de lo que se entiende por democracia. 

A mi juicio, las virtudes de estos textos serían las siguientes: 

  • Su prosa. Pese a emplear algún tecnicismo y su tendencia verborreica, es bastante clara. 
  • Sus argumentos. Son inteligentes y están genialmente estructurados, por lo que no resulta complicado entender su desarrollo.
  • Su estimulante sentido del humor. 
  • El debate que genera. Y es que rechaza postulados de, por ejemplo, la escuela trevijanista, que tan de moda está hoy día.

En resumen: Panfleto contra la democracia realmente existente es una de las obras fundamentales de Bueno. Aunque su lectura y comprensión entrañan cierta dificultad, la recomiendo encarecidamente. Incluso sus aportaciones menos agraciadas merecen ser tomadas en consideración; especialmente por aquéllos que nos consideramos demócratas. 

Ah, el autor reflexionó sobre la democracia en más ocasiones. Su libro El fundamentalismo democrático, publicado en 2010, sería una muestra de ello.


También de Gustavo Bueno en ULAD: El mito de la Izquierda / El mito de la Derecha

jueves, 17 de febrero de 2022

Gustavo Bueno: El mito de la Izquierda / El mito de la Derecha

Idioma original: Español
Año de publicación: 2003 / 2008
Valoración: Interesante

Dos de las obras más conocidas, celebradas y polémicas de Gustavo Bueno son El mito de la izquierda (2003) y El mito de la derecha (2008). En ambos ensayos, el filósofo español prueba magistralmente que los términos «izquierda» y «derecha» se usan de forma «vaga, confusa y oscura», por lo que rara vez sirven para describir acertadamente a la realidad. 

A mi juicio, las virtudes de estos textos serían las siguientes: 

  • Su prosa. Pese a algún que otro tecnicismo, es bastante clara. 
  • Sus argumentos. Están tan bien estructurados que son relativamente fáciles de seguir. A fin de cuentas, Bueno establece primero el marco de trabajo (las herramientas que utilizará para su estudio), después procede a desarrollar sus hipótesis, continúa entonces con una demostración de las mismas y finaliza con una crítica del sujeto del estudio.
  • Su humor ocasional. Especialmente ése que asoma cada vez que Bueno habla de las izquierdas y derechas «indefinidas»

En resumen: las obras de Bueno resultan la mar de interesantes, estés o no de acuerdo con las ideas expuestas en ellas. Eso sí, advierto que su lectura y comprensión entrañan cierta dificultad. Si os animáis a abordarlas, recomiendo encarecidamente la edición de 2021 de Pentalfa, tan completa y rigurosa en su contenido como elegante en su presentación.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Lisa A. Kirschenbaum: El comunismo internacional y la Guerra Civil española. Solidaridad y sospechas

Idioma original: Inglés 
Título original: International communism and the Spanish Civil War. Solidarity and suspicion
Traducción: Miguel Ángel Pérez Pérez
Año de publicación: 2015
Valoración: Interesante

Como si os viera, queridos. "Pues ya están los pesados estos de ULAD con otro libro sobre la Guerra Civil Española diciendo lo buenos buenísimos que eran los de un bando y lo malos malísimos que eran los del otro. ¡Pero si "la cosa" terminó hace más de 80 años, ninguno de sus protagonistas principales vive y hubo una modélica transición liderada por...!"

Bueno, parad el carro. Lo primero es que, pese al título, este NO es estrictamente un libro sobre la Guerra Civil Española y lo segundo es que, para bien o para mal, el pasado determinó nuestro presente y tratar de entender o conocer las motivaciones de los que anduvieron por aquí antes que nosotros siempre ayuda a "leer" la actualidad.

Obviamente, sería absurdo negar que la Guerra ocupa la parte central del texto, pero lo hace como momento clave en la historia y relaciones de movimiento comunista internacional. Así, poniendo el foco en las relaciones personales de diferentes personajes, se analiza la imbricación entre lo personal y lo institucional, entre lo "privado" y lo "político" y la relación del comunismo internacional, movimiento y personas, con la Unión Soviética. O como dice la propia autora en la introducción:
No nos interesa tanto la alta política como comprender los significados y el atractivo político y emocional que tenía el comunismo para personas concretas.

Así que lo anterior aleja al texto de la historiografía polarizada y plagada de clichés que en poco o en nada ayudan a comprender la Historia, lo que no significa que se opte por la "equidistancia". Una cosa no quita la otra.

Para todo lo anterior, la obra se estructura en tres partes diferenciadas en función del momento temporal: 

  • Moscú 1930-1936. Son los años de formación de una red comunista trasnacional y el texto se centra no tanto en el debate sobre el control (o no) soviético de los diferentes partidos nacionales como en las interacciones entre los miembros de esa comunidad cerrada que, más allá de idealizaciones absurdas, hubo de hacer frente a hechos y tensiones que ponían frente a frente ideal y realidad.
  • España 1936-1939. Si bien esta parte está focalizada en brigadistas norteamericanos del batallón Abraham Lincoln, de ella se puede extraer una lectura más general que nos habla de la importancia simbólica de las Brigadas Internacionales, de la solidaridad que convivió en el espacio y en el tiempo con las sospechas, las luchas intestinas y las purgas, de los diferentes modelos de comportamiento "comunista", de las construcciones de género y de las contradicciones a las que se enfrentaron los brigadistas debido a los vaivenes de la política estalinista.
  • 1939-1953. En esta parte final, y partiendo de la "mitologización" de la Guerra Civil en el imaginario de la izquierda, se adopta un doble punto de vista: el de los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln y el de los españoles exiliados en la URSS, aquellos demonizados en su propia nación y estos dejados de lado en cierto modo en aras de la geopolítica internacional (lo que igual no ha de referirse solo a esta etapa sino a todo el papel soviético en la contienda. Esto es cosa mía, eh), ambos siempre objeto de recelos y sospechas.

Dicho esto, creo que tres son los aspectos más destacables del texto:

  • Su parte sociológica, más que la política o militar: cómo se tejieron las redes de un movimiento que llegó a ser más una forma de vida que algo "político", cómo se hizo frente a las contradicciones entre los ideales y la realidad (supresión de la incredulidad, enemigos internos y externos, etc), cómo se llegaron a asimilar los distintos cambios en la línea política establecida por Moscú, etc. son dignos de lectura, análisis y estudio.
  • Su carácter desmitificador: los personajes cuyo trayecto seguimos no son seres "puros", la guerra del lado republicano no es "de color de rosa"... Hombres y mujeres complejos en situaciones extremas no pueden ser 100% blanco o 100% negro. Es imposible.
  • Su aspecto documental: Cartas, recortes de prensa, actas, libros y más libros que uno apunta para su interminable lista de "Me gustaría leerlo algún día". El trabajo de documentación es ingente y creo que se nota. 

Así que dejaos de recelos y de ideas preconcebidas. Sea o no novedoso, este es un texto más que interesante sobre un tiempo no tan alejado del nuestro como a priori pueda parecerlo y sobre cómo actúa el ser humano en y ante situaciones límite.

lunes, 27 de septiembre de 2021

Uxue Alberdi: Reverso

Idioma original: euskera
Título original: Kontrako eztarritik
Año de publicación: 2021
Traducción: Miren Iriarte
Valoración: Recomendable e interesante




De los creadores de a las mujeres no se les dan bien las ciencias y las mujeres no reúnen las condiciones para jugar a fútbolla alta cocina es cosa de hombres (como Soberano), llega a nuestras pantallas: las mujeres no pueden ser bertsolaris.

Bertsolaris (*1) son improvisadores populares de versos en vasco que se dedican a componer, cantar y/o improvisar según unas reglas de rima y métrica concretas. El bertsolarismo es una tradición fuertemente arraigada en euskadi que se ejerce como un oficio más; cuenta con escuelas de formación, organismos culturales y profesionales, y una serie de certámenes que se siguen con interés a través de diversos medios de comunicación autonómicos. Existe hasta un documental Bertsolari (2011). 

Pero aunque era necesario enmarcar el fenómeno, Reverso (Premio Euskadi de Ensayo 2020) no trata sobre el bertsolarismo, si no que explora desde el bertsolarismo aquellos mecanismos que limitan la voz pública de las mujeres en general y de las de ese colectivo en particular. ¿Otro ensayo feminista?  ¡Oh, no!

Oh, sí. (*2)

Resumen resumido: a través del testimonio de las vivencias personales y profesionales de 15 mujeres bertsolaris, la autora identifica, define, enmarca y analiza una serie de mecanismos estructurales  invisibles que coartan la actividad y el desarrollo de este colectivo de creadoras en comparación con sus compañeros hombres.

Sin embargo, al leer los diferentes testimonios, resulta innegable que el germen de tales mecanismos es básicamente el mismo, ya hablemos de bertsos, de pintura al oleo o de motocross. Es decir, que se trata de mecanismos transversales que siempre inciden sobre los mismos conceptos, muchos de ellos ya perfectamente acotados en el fantástico ensayo Cómo acabar con la escritura de las mujeres de Joanna Russ. Uxue Alberdi también reconoce la influencia de La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich, y yo, durante la lectura de Reverso, en muchos momentos he percibido ecos de Rebecca Solnit en La madre de todas las preguntas. Pero las referencias no acaban ahí y tanto el arranque de cada capítulo como el prólogo de June Fernández y el epílogo de la autora, aportan gran cantidad de citas, de obras y de autoras que contribuyen a contextualizar (y, aunque no debería ser necesario, a legitimar) todo lo que se desarrolla a continuación.

Algunos de los temas más interesantes tienen que ver con la voz (qué digo, cómo lo digo, desde dónde y ¿tengo un desde dónde?...) y su  estrecha y necesaria asociación con el cuerpo, el cuerpo de mujer y todas las cargas culturales y sociales que se le atribuyen gratuitamente. 
Parece que nos pasa lo de la mujer del tiempo, es decir, el hombre bertsolari puede ser mayor, pero las mujeres, a día de hoy, parece ser que no envejecemos (...)
También se trata del silencio, como ausencia de voz, y otras cuestiones como la falsa categorización, el paternalismo, la violencia, el humor... los testimonios destacan sobre todo por su honestidad y por su sencillez expositiva que desenmascara con habilidad todas las trampas invisibilizadas tras muchos gestos y acciones cotidianas que con tanta naturalidad aceptamos en nuestro día a día. Por ello es muy de agradecer la generosidad y predisposición de las 15 bertsolaris, así como la claridad expositiva con la que la autora reúne y clasifica los diferentes testimonios. Se lee en un suspiro.

La traducción del título original: Kontrako eztarritik significa literalmente "por la garganta contraria", el típico atragantamiento puntual que suele explicarse diciendo "se me ha ido por el otro lado". Un título que sugiere incomodidad y disociación; incomodidad como cuando las mujeres quieren formar parte de cualquier colectivo en el que históricamente han predominado los hombres, disociación en el sentido de diferenciar un "lado bueno" de otro "no tan bueno". Por otra parte, la referencia a la garganta está íntimamente ligada a la voz, una cuestión central en el bertsolarismo tal y como ya hemos hablado. Sin embargo Reverso, además del juego de palabras con el elemento básico del verso, pone en crisis la universalidad de la experiencia masculina haciendo referencia a todo un cúmulo de posibilidades que se encuentran (desafortunadamente) justo al otro lado y que todavía no han sido plenamente exploradas gracias a las limitaciones que sufren las mujeres en el desarrollo de su actividad como bertsolaris. Como dice June Fernández en su prólogo:
De pronto, el reverso toma la forma de un sujeto colectivo que agarra el micrófono y habla. Entonces, lo que antes nos parecía normal, pierde la "l" y desnuda una serie de asfixiantes normas.
Así que recomendable e interesante a partes iguales, como fórmula para explorar esos mecanismos transversales y universales de dominación. Y si su lectura también sirve para que algunas/os se interesen por el mundo del bertsolarismo, pues qué maravilla.


(*1) Definición plagiada de la wikipedia donde también se incluye un largo listado de bertsolaris en el que no se menciona a ninguna mujer. Malamente (tratrá) esos wikipédicos.
(*2) Que exista una sola persona en el mundo que piense que HAY DEMASIADOS ensayos feministas, solo significa una cosa: que NO HAY SUFICIENTES ensayos feministas.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Ana Pardo de Vera y VVAA: La armadura del Rey

Idioma original: castellano
Año de publicación: 2021
Valoración: Interesante


La crónica periodística de actualidad suele generar cierta ansiedad ya que parece que si tardas demasiado en publicar la reseña el tema va a quedar desactualizado y no le va a interesar a nadie. No es este el caso, ya que casi semanalmente los medios de comunicación nos sorprenden con perlitas relacionadas con las actividades extraoficiales de nuestro Rey Emérito en un pasado no siempre tan remoto. Aclaremos también que tales informaciones suelen ser el eco obligado o la reverberación matizada de lo que ya se ha publicado abiertamente en medios extranjeros.

Ana Pardo de Vera, Albert Calatrava y Eider Hurtado son tres periodistas de primera línea y aunque de entrada no debería sorprender que estos tres profesionales se hayan puesto de acuerdo para escribir esta crónica, dada su reconocida ideología republicana y de izquierdas, sí sorprende que este libro no se haya escrito antes, básicamente por dos motivos:
  • Porque el peso de los hechos que se exponen tiene (o debería tener) un alcance de primer orden dentro de un estado (supuestamente) democrático y de derecho como el nuestro.
  • Porque todos los hechos están fielmente argumentados y justificados, y muchos de ellos, por más que nos sorprenda, ya eran de algún modo de dominio público.
Resumen resumido: un recorrido por la trayectoria vital del actual Rey Emérito —desde su infancia en el exilio, hasta el exilio de su vejez— en el que se desentrañan sus actividades y actitudes menos ortodoxas que han permanecido veladas gracias a la colaboración necesaria de los dos grandes partidos políticos del país (que en eso siempre han estado de acuerdo), la mayoría de medios de comunicación y la intervención de los grandes poderes económicos con intereses vinculados a la intermediación del monarca.

Al final, La armadura del Rey no es tanto el desentrañar los QUÉS como explicar la existencia de un complejo mecanismo oculto y dinámico a lo largo del tiempo que se ha encargado de salvaguardar la imagen del monarca frente al gran público. Explicar, por tanto, CÓMO se nos ha mantenido en el más absoluto desconocimiento y además se nos ha conseguido vender una imagen que distaba mucho de la realidad.

Bueno, pero ya está ¿no? Dirán los más conformistas: muerto el perro se acabó la rabia. Pues no, queridos, porque en realidad y aunque el hilo narrativo esté focalizado en el Emérito, lo que ha sucedido desde su acceso al trono hasta su caída en desgracia es extrapolable a toda nuestra institución monárquica y a los mecanismos circundantes que, como ya he explicado, la sustentan a pesar de sus grandísimas dosis de desfachatez y torpeza. Y que aunque estemos asistiendo al supuesto desmantelamiento de la armadura del Emérito, muchas de esas piezas se han destinado a forjar la armadura de su actual sucesor. Y así será por los siglos de los siglos mientras la gran masa no se arranque la venda de los ojos. Bastaría con que leyeran unas cuantas decenas de estas páginas…

La armadura del Rey, por tanto, no se queda en el Emérito. Indaga también en la estrategia de salida del mismo y en el minucioso diseño del estilo que debía adoptar su sucesor para marcar la distancia al menos aparente. PP y PSOE mediante.

Así que Interesante, aunque se trate de una lectura que hay que ir retomando en pequeñas fases porque la lluvia de datos y nombres puede llegar a aturdir a un lector impaciente y porque lo que en ella se relata no es moralmente asimilable todo de golpe. Aunque si somos sinceros con nosotros mismos, muchos de los hechos ya estaban rondando por ahí desde hace tiempo (otra cosa es que no quisiéramos verlos) y somos todos más cómplices de lo que nos gustaría pensar. Por poner un ejemplo flagrante, el verdadero papel del Emérito en el 23F que no es la primera vez que se expone en todo su grandioso cinismo.

sábado, 31 de julio de 2021

Laura Pérez: Ocultos

Idioma: español

Año de publicación: 2019

Valoración: interesante... e inquietante

Ocultos es el tercer cómic/novela gráfica seguida que leo de autoría valenciana y joven, después de Todo bajo el sol y Tierra muerta (aunque el de Laura Pérez fue publicado antes que los otros). Y seguro que no me costaría mucho encontrar más ejemplos de la misma procedencia. Ahora bien, más allá de la energía creativa y de la fuerte tradición en ilustración y cómics que hay en Valencia, resulta difícil poder hablar de una nueva "Nueva escuela valenciana" de cómics (valga la redundancia), a semejanza de la que se dio (o no, pues hay opiniones diversas) en los años 80, tomando como eje la llamada "línea clara"; de hecho, los tres libros que he mencionado difieren totalmente entre sí en temas, grafismo y estilo narrativo, siendo el de Ana Penyas el único inequívocamente anclado a la realidad valenciana. Los otros dos, aparte del uso de algunos modismos lingüiísticos, podrían desarrollarse en cualquier lugar de España o del mundo; Ocultos bien podría tratarse de un cómic norteamericano, sueco o japonés.

Digo norteamericano porque, además de que el laconismo que impera en todo la narración me recuerda al de Sabrina, de Nick Drnaso,la historia que se cuenta, llena de amenazas inconcretas, interpretaciones esquivas, personajes hieráticamente perplejos, un ambiente más o menos onírico en todo momento... bien podría pertenecer a una peli de David Lynch. O su hermético simbolismo, a una de Bergman. En cuanto al toque japonés, me lo ha recordado la presencia recurrente de máscaras, evocadora del teatro Nō. 
O también incluso a alguna película de terror japonesa (prometo que dejo ya las referencias cinematográficas), de ésas en las que aparecen chicas con los rasgos ocultos por el pelo...

Toda esta perorata sirve para obviar que me resulta imposible resumir o tan siquiera contar de qué trata este libro. Hay una protagonista -se supone- llamada Daira, una joven que trabaja en una librería a la que ha vuelto después de una ¿crisis?, pero que sigue sintiendo un extrañamiento, una alienación de sí misma.  Hay otros personajes  que perciben presencias ocultas, que viven otras realidades distintas de la nuestra, que reciben la visita de seres de otras realidades o de su propio interior, del pasado más o menos reciente o atávico... ¿Se trata de una elegante historia de fantasmas? ¿De esoterismo de saldo a lo Cuarto Milenio? ¿Una narración lisérgica? ¿Todo a la vez? Lo mejor sería que cada cual sacara sus conclusiones...
Por lo que respecta a las ilustraciones del cómic, éstas son nítidas, limpias, de un estilo casi infográfico, lo que contribuye no poco a crear esa sensación de inquietud ue acompaña toda la lectura del libro -también la repetición de determinados encuadres y elementos que aparecen en diferentes capítulos-; hieratismo y laconismo, como ya he mencionado, son dos constantes a lo largo de toda la historia o historias que componen esta novela gráfica/recopilación de cuentos gráficos o como se le quiera llamar. Un libro que quizás no resulte impactante (ni lo pretenda) pero no creo que deje a quien lo lea indiferente.