Después de un ataque a la unidad de traslado de un penal, una presa logra huir, y el destino de otras cinco queda sellado. En la cárcel, la tensión crece entre facciones rivales.
María le ofrece algo a Gladys y, después, lanza un ataque contra la Zurda, con dolorosas secuelas. Marina recibe una noticia sobre su salida, y un parto en prisión se complica.
Moranzón endurece los controles en La Quebrada, y Marina entra en territorio de la Zurda. María llama a Gladys, y la Gallega recibe una sorpresa tan especial como demoledora.
Brisa se gana el cariño de Eugenia. La audiencia de Marina sale mal, y la Gallega queda bajo la protección de la Zurda. Antín le propone algo a Gladys que puede cambiarle la vida.
Para Marina, todo viene con condiciones. La Gallega sufre una pérdida, y María, una traición. Mientras tanto, Yael permite que Brisa pase tiempo con Eugenia.
Faccia chantajea a Moranzón para quedarse con Brisa. La muerte de María altera la jerarquía en la cárcel, mientras el vínculo entre Gladys y Yael se estrecha. Noelia da a luz.
Se explora el pasado de Moranzón, y Alan salva a Marina durante una visita. Gladys le pasa información a Antín sobre las movidas ilícitas de Moranzón, y Yael queda en el limbo.
Lunati recurre a un viejo amigo por el caso de Marina. El imperio de Moranzón se desmorona, y la venganza de la Gallega llega hasta Gladys, justo cuando hay demasiado en juego.