Tras cruzar en ferry, atraviesan los Países Bajos y Alemania, deteniéndose en el pueblo natal de la madre de Charley de camino a las islas de Dinamarca.
Los chicos abandonan temporalmente sus bicicletas para volar a Svalbard, un archipiélago del Ártico donde los efectos del cambio climático son manifiestamente obvios.
Durante su viaje a Finlandia, Ewan y Charley conocen a un lugareño que tiene una relación especial con el bosque de Laponia y participan en dos extrañas reuniones de motociclistas.
Tras averiarse su moto después de 5.000 kilómetros de problemas, Ewan consigue ayuda de los mecánicos estonios y continúa explorando la región del Báltico.
La nostalgia y la esperanza definen esta etapa, en la que los chicos vuelven sobre sus pasos de hace más de 20 años y visitan un centro de refugiados ucranianos.