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martes, 25 de diciembre de 2012

cabra, cascada y castillos...


Al cobijo de la Peña de los Halcones, Cazorla... el valle del Río Cerezuelo viene dibujado por las riberas otoñales, desde la Cascada de la Escaleruela hasta fundirse con el casco antiguo del pueblo, el altivo Castillo de la Yedra preside la instantánea. Impresionante belleza.


Abrimos la panorámica... y además del pueblo de Cazorla en su cuna rodeado de peñas y olivar... allá arriba a la izquierda aparece la población de La Iruela. Y asoma la torre de un castillo...


El Castillo de La Iruela, de origen bereber y de belleza extrema, sobre su promontorio dominando el valle, entre nieblas y en la noche.
 

Y aparece en escena el emperador de las cumbres: la cabra montés adaptada a equilibrios imposibles, en la ascensión a La Mocha desde el castillo-fortaleza de La Iruela.

viernes, 30 de noviembre de 2012

hilvanes de Las Villuercas...


Estos son mis hilvanes de Las Villuercas... después una jornada intensa en el Convento de La Coria, en Trujillo, de escuchar a especialistas versados sobre disciplinas varias (paisaje y territorio, geología, arqueología, botánica, antropología, ornitología) a propósito del GeoParque Las Villuercas-Ibores-Jara; y después de recopilar información, mapas, datos, recomendaciones... planeé adentrarme en esta comarca desconocida para mi hasta entonces. 
El domingo amaneció luminoso en la ciudad de Trujillo, cuna de Pizarro... mi ruta comenzaría al Norte del GeoParque (cumplido ya, 1 año desde su incorporación a la Red Europea y Red Global de Geoparques auspiciada por la UNESCO) cerca de Deleitosa, avanzando por carreteras de montaña atravesaría Robledollano, Castañar de Ibor, Navalvillar de Ibor y Guadalupe, al Sur de la comarca. 


Valles y montañas paralelas, relieves apalachienses... el valle del río Ibor, flanqueado por el Anticlinal del Ibor-Guadalupe sorprende al visionarlo. Cerca Castañar de Ibor inicié el sendero de los Castaños de Calabazas a Este de la población.  La estación otoñal se mostraba generosa en colores, texturas, humedades... los helechos abren mis pasos... la vida se podía palpar, respirar, disfrutar... el sendero discurre siguiendo la ribera del Arroyo de Calabazas por una de sus orillas entre huertos, olivares y bosquetes de castaños y robles. Pasado el Collado del Postuero, que separa las cuencas del Ibor y del Gualija,  nos vamos encontrando bosquetes de quercus, enebros y masas de piedras fragmentadas en la ladera que se van acercando a los majestuosos troncos de de los castaños centenarios (considerado árboles monumentales y singulares). El nombre del arroyo le viene dado por la presencia de varias pedreras aledañas que han recibido, por parte de los lugareños, el irónico apelativo de "melonares" o “calabazas”, sin duda por el gran tamaño de sus bloques rocosos.


Alrededor de la ruta abundan las pedreras en ambos márgenes de la garganta (formaciones geológicas superficiales asociadas a la fragmentación de los afloramientos de los estratos de cuarcita armoricana que forman las crestas y los resaltes de las sierras) Su formación está ligada a los desprendimientos de grandes cantos y bloques que se deslizan por las empinadas laderas impulsados por la fuerza de la gravedad, constituyendo verdaderos "ríos de piedras" o "casqueras".


Continuamos haciendo largos hilvanes en esta comarca, preparando la pieza para próximas costuras... avanzamos dirección Sur por el valle del Ibor y no dejamos de visionar riberas de otoño soñado plenas de belleza y de vida, con el sol a contraluz entre los álamos del arroyo y los quercus en primer plano.


Y finalizamos con esta panorámica en las inmediaciones de Guadalupe, mirando hacia noroeste, con una impronta del Risco de la Villuerca, el pico más alto del GeoParque (1.601 m) dejamos para una próxima ruta, la ascensión a este otero (mirador geológico por excelencia de toda la comarca) y muchos lugares y geositios de atractivo interés como Navazuelas, Cabañas del Castillo, las Minas del Arca del Agua, el Nacimiento del río Almonte o el Valle del Guadalupejo.

Ayer de mañana en Trujillo me "vendieron" la ilusión de este GeoParque y hoy al indagar "in situ" mi compra... no puedo más que sentirme tremendamente satisfecha. Enhorabuena a todos los extremeños en general, y a los villuerquinos en particular (gentes, sin duda, con criterio propio) por la diversidad del tesoro que conservan, promueven y alimentan.

lunes, 19 de noviembre de 2012

la gota y la curruca...

 


Las mejores fotos estaban por venir... después de un intenso día de lluvia en Almería, en la Comarca de Níjar, entre Rodalquilar y Los Albaricoques, en el sendero del Cortijo del Fraile... paró la tormenta, dejó de llover, los elementos se aliaron para mostrar maravillas naturales y darme opción a capturar alguna curiosa toma con mi cámara. Gotas de agua de lluvia, multitud de ellas sobre las espinosas plantas (azufaifos, rascamoños, aulagas...) del Parque Natural, adornos efímeros, abalorios celestes de pureza cristalina... Y esta pequeña joya surgió, un mundo en miniatura en una gota de lluvia, unas colinas y una inflorescencia de un ágave (una pita). La imagen está recortada e invertida, ese micropaisaje reflejado seguío las leyes de la gravedad y finalizó regando el agradecido suelo de los bordes de los caminos (que por cierto son auténticos vergeles en cuanto a diversidad biológica, y cumplen su cometido de separar y lindar fincas, caminos y servidumbres). Las pitas, las chumberas, los palmitos son los más representativos en este área del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.


Y en una densa mata de palmitos, una curruca cabecinegra macho (Sylvia melanocephala) hizo acto de presencia al cesar la lluvia... es un ave curiosa y a pesar de ser abundante no se deja ver con facilidad, tiene un característico anillo orbital (alrededor del ojo) de color rojo o anaranjado (menos desarrollado en los individuos jóvenes). Me quedé muy quieta y disparé a placer, siguiendo todos sus movimientos de rama en rama del palmito, de acicalamiento, y cuando me hizo una pose bonita... zas, la atrapé en la memoria de mi cámara. Una cucada de pajarillo, muy jóven según mi criterio (qué en estos temas de aves estoy pez, en comparación con los blogueros pajareros) y hermoso, muy hermoso. Supongo que la el canto de la curruca detuvo mis pasos, la tarde se abría con nuevas posibilidades, y fijando la mirada salieron al encuentro gotas de lluvia con sorpresa interior, que gracias a la atmosfera de "iluminación" me permitieron hacer las mejores fotos de la jornada. El Cabo es lo que tiene... !nunca deja de sorprender¡

viernes, 25 de noviembre de 2011

un hogar para coco...




Siempre mira hacia atrás... quiere visualizar a su referencia, nunca se aleja demasiado en terreno conocido y ante lo nuevo es muy cauto, y este sendero de la cueva de la Lobera era una experiencia novedosa para él; Luca ya era experta... ella se conocía el camino en todas las estaciones e iba abriendo, en cabeza, nuestra pequeña expedición. Qué tierno, Coco, quiere asegurarse que no me pierdo y que los sigo.






Su historia, la de Coco, es cómo la de miles de perros abandonados... Lo quisieron hasta que se cansaron, lo maltrataron y lo echaron a la calle... tan sólo que él fue rescatado de debajo de un coche (su provisional casa) y de un futuro incierto. Y el día en que su heroína, su benefactora le puso un collar y lo ató con un cordel... ese día estableció un vínculo, y se sintió "a salvo"... Un hogar para Coco, eso era mucho más de lo que hubiese podido soñar.




Este lugar le gusta, tímidamente se va moviendo y haciendo paradas en pequeñas piedras que le sirven como oteros, mira tranquilamente y observa el paisaje... la tarde ha sido cálida y muy buena, para estar en Noviembre, y hemos disfrutado en el recorrido y en las cuevas hasta que el sol se pone e iniciamos el regreso a casa. Confirmo nuevamente la excepcionalidad del sitio, la magia y lo especial de este santuario íbero a unos kms de Castellar.




Estos dos perrillos no pierden detalle, y me han ofrecido una pose y un perfil precioso... guapos, buenos, generosos, protectores, fieles y compañeros. Un lujazo compartir estos días con ellos, por mucho que crea darles... me dan mucho más.

jueves, 10 de febrero de 2011

los íberos... esos desconocidos 3/3


Y nuevamente volví a La Lobera... esta tarde la pasé allí, en el Santuario Ibérico, había mucha paz y pude disparar a placer. Los almendros floridos, el cielo limpio, los senderos por fín señalizados, paneles informativos para profundizar, bancos, papeleras, barandillas de seguridad... la tarde cálida y magia, mucha magia en el lugar. Si un íbero tuviera que elegir un animal, este sería un caballo o un perro. Eran cazadores y recolectores... tal vez los almendros les facilitaran un fruto nutritivo y energético, y consideraban a la granada como fruta sagrada. Es curioso que almendros y granados aún estén presentes en esta colina, donde se asienta el Santuario, de los Altos del Sotillo.

La Diputación de Jaén, y el Ayuntamiento de Castellar parece que estén haciendo sus deberes: adecentar este lugar (gran desconocido por todos, pero publicitado ampliamente en el viaje al tiempo de los iberos). En fin las mejoras son notables, aunque aún queda por hacer o se sigue haciendo. A la salida del pueblo, dirección Sorihuela del Guadalimar, junto a los depósitos del agua, comienza el camino, comienza la aventura...


Nos adentramos en un espacio de culto de más de 2300 años de antiguedad, cientos de exvotos de bronce fueron depositados en este Santuario, en estas cuevas rocosas, que miran a la Vega y a Sierra Morena. Nuestros antepasados los íberos venían aquí a solicitar favores a sus dioses... dicen algunos autores que los españoles debemos nuestro modo de ser y nuestra imagen internacional a este pueblo que llegó antes que otros y marcó su carácter hasta nuestros días.

Venid a la Lobera... un paseo que os encantará, unas vistas para retener y unas impresiones de sitio de poder, de magia, de paz y serenidad. Os espero!

Recomendable mirar, los dos post anteriores dedicados a los íberos, que completan esta triada que me propuse:

jueves, 14 de octubre de 2010

compartir el musgo...


Si algo me quedó claro, en esta excursión a la cueva de la Lobera, es que la amistad era muy grande, enorme... mucho más de lo que llegué a imaginar. Desde que Luky, esa cachorilla de casi un año, llegó... sus vidas cambiaron.



En el sendero que conduce al Santuario Ibérico de Castellar, en la zona conocida como los Altos del Sotillo, María disfrutó del paisaje, aunque no lo dijo; tiró fotos con su fantástica Canon, con satisfacción contenida; observó como su Luky, que era pura actividad exploradora, era feliz sin parar de corretear a lo largo del camino. Partió una almendra, y se la dio a probar, y una bellota ... sabores que le gustaron, no tanto los granos de la granada, ni las majoletas. En cada roca cubierta de musgo, Luky establecía su campamento provisional... y nuevamente a olisquear explorándolo todo.


Las cuevas de la Lobera son un sitio mágico cercano donde poder jugar e investigar entrando y saliendo por las ventanas. María, intentó tomar una buena instantánea del pueblo de Chiclana de Segura, que surgía tras otra de las ventanas naturales de la cueva, como un cerro blanco. Tomar una foto en cuatro pasos. Preparación, enfoque, disparo y comprobación de la imagen... mientras Luky no paraba de investigar a su vera.


Recordando un post ¿A qué huele el musgo? de los inicios del blog, observo que María ahora comparte el musgo con Luky, y se lo muestra... parece atenta, esas almohadillas verdes y blanditas le gustan. Qué delicia, pensaría Luky, ir a cuatro patas, sobre estas mullidas alfombras de verdín fresquito...

- ¿Cómo dijiste que se llamaba?
- Musgo, m u s - g o

Esta vez no hablamos de política ni siquiera de los sueños de juventud... nos pusimos al día con palabras sencillas como sinceridad, trabajo, responsabilidad... y también nos reímos mucho. Una tarde especial para recordar siempre.

miércoles, 26 de mayo de 2010

evento cumbre


Cartel del evento/Botas con bastón/20 magníficos en el Mirador del Lirio/Majuelo soleado entre pinos/Lagartija de Valverde

Tres semanas de "barbecho fotográfico"... la lucidez estaba dando sus frutos y necesitaba "compartir" este material con vosotros. Este fin de semana pasado participé en el II Evento Blog Rural Comarca "Sierra de Cazorla" en la villa de Pozo Alcón. Una iniciativa de Abraham López Moreno, un enamorado de su tierra que promociona en sus blogs, entre otros Panorámica Cazorlense. Mis pies se calzaron las botas y los pasos me llevaron nuevamente a nuestra SIERRA...


La ascensión al Pico Cabañas (2.028 m.) era uno de mis objetivos en estas jornadas. Deseaba coronar aquella cumbre que veía desde mi casa en Castellar... La tercera cumbre del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, después del Empanadas y la Cabrilla. Hacer un "dosmil" es un objetivo discreto y modesto... pero verlo cada día desde la cocina de casa, mirando al Sur, mientras te tomas el café... y piensas "algún día escalaré ese pico..." es diferente. Y llegó ese día.


Gran madrugón, desayuno rural super energético en la Casería 7 fuentes (un paraíso de contrastes, que me dejo boquiabierta y que ya postearé más adelante), en la aldea de Cuenca, perteneciente al municipio de Hinojares. El desayuno con sus huevos revueltos, pan delicioso y café con leche me animó, me hizo olvidar de la escasez de sueño, y me fui desperezando hasta llegar al collado de Puerto Llano, una subida constante por la carretera de tierra del escalón. El pico ya se divisaba, con su caseta blanca.

El paisaje es hermoso y hospitalario... los grandes y viejos pinos nos hablaban de la dureza de los inviernos. Este es el dominio del pino laricio, también llamado pino bandera por las formas modeladas por el viento en las altas cumbres.


Con un ritmo casi constante, lento pero seguro, avanzábamos en el camino... de vez en cuando la fotografía era la excusa perfecta para retomar alientos (que si una lagartija escurridiza entre las piedras, que si unas flores desconocidas, que si un pino bonsaí embutido en la roca...) Vistas prodigiosas de los valles, las hoyas, las cordilleras... los pantanos. La Bolera, con un precioso color azul turquesa, apareció tras una curva, ya cercano el vértice geodésico del Cabañas. Y la Sierra Nevada, al Sur, cubría nuestras espaldas, que belleza de miradas sin fin!

Caseta del Pico Cabañas entre larícios/Haciendo cumbre mirando al N/Pico Cabañas más cerca/Juniperus turifera singular en el camino del escalón/Impresionante vista del Embalse de La Bolera/Fuente la Ponderosa.


Poco tiempo en la cima, el suficiente para mirar al Norte y ver los otros valles, a los otros pueblos... los del Guadalquivir y del Guadalimar, Iznatoraf, y Chiclana de Segura (como oteros sobresalientes) y Sierra Morena más al fondo, y el Condado, con Castellar bien visible. Y también la cordillera de los Agrios, y la Sagra, y la Sierra de la Cabrilla. Una visión panorámica que sobrecoge... cuanta grandeza!

Momentos divertidos en el vértice, y bajada relajante con la sensación de los deberes cumplidos. Un Juniperus thurifera espectacular, de porte arbóreo y la Fuente de la Ponderosa saciaron nuestra curiosidad y nuestra sed. Nuestro guía Ángel Amores, de TurisNat, nos hizo reír con su anecdotario particular y con su vasto conocimiento de esta sierra. Me propuso un sitio llamado Valle del Gualay, del que tomé nota para próximas rutas, como el más recóndito y apacible.

Ah, y los magníficos compañeros del Evento, genial. Un grupo fabuloso, variopinto con algo fundamental... SENTIDO DEL HUMOR y GANAS DE GOZAR LA SIERRA. Va por vosotros!

martes, 2 de marzo de 2010

los íberos... esos desconocidos 2/3


El Cerro del Castillo en el Parque Natural de Despeñaperros me impactó de forma increíble. En el macizo montañoso de Sierra Morena, dentro de la zona conocida como el Collado de los Jardines, el sitio es pura magia íbera. Las condiciones meteorológicas mejoraron y me dispuse a explorar ese antiguo poblamiento y santuario íbero. Estaba emocionada, tenía tanto poder de atracción... que hasta que no alcancé la cumbre no reparé en su valor e importancia.


Desde el Collado de los Jardines, junto al Centro de Interpretación (antigua casa de pastores) se inicia el ascenso hacia el Cerro del Castillo, el sendero es sinuoso, entre encinas, alcornoques y quejigos... y aromatizado por tomillo y romero.


La subida es suave, estando balizada correctamente y librándose los cambios de nivel con facilidad.


Los pozos y hoyos (de excavaciones ilegales y saqueos) se encuentran en todo el recorrido, debiendo prestar cuidado.


Desde el cerro mirando hacia el Norte, los túneles de la autovía A-4 y Venta de Cárdenas al fondo.


La vista de la estrecha carretera A-6200, que enlaza la autovía con la población de Aldeaquemada. A 6,3 km llegamos al Collado de los Jardines, después de una subida difícil de curva sobre curva.


Vista general del Cerro del Castillo en el tramo final de ascensión, las crestas de roca conformaban la aldea íbera.
Sitio de poder.


Hacia el Sur, el paso natural histórico de comunicación entre la meseta y Andalucía, utilizado por viajeros y caravanas durante siglos sufre cambios impactantes en el paisaje... las vías rápidas ganan la batalla en este entorno. Es tan fuerte esta visión que me cuestiono si Despeñaperros era el "mal menor". Opinad vosotros. El Ministerio de Fomento adjudicó a la empresa FCC Construcción. S.A. las obras de la duplicación de la calzada sentido Sur, en el tramo Venta de Cárdenas-Santa Elena, de la Autovía del Sur A-4.

La sucesión de cuevas, precipicios, barrancos, desfiladeros, corrientes fluviales y saltos de agua que ofrece este paisaje es extraordinaria y única. Los íberos sabían de sitios, de ubicaciones especiales...

En la próxima entrega, contaré la visita a la Cueva de los Muñecos y cómo los exvotos íberos de Sierra Morena, fuera de su contexto, adornan vitrinas de los museos de todo el mundo.

jueves, 18 de febrero de 2010

los íberos... esos desconocidos 1/3


A medida que investigaba, me daba cuenta de lo poco que sabía de los Íberos ... Conviene mirar atrás para saber cómo fuimos... Al hacerlo nos encontramos con nuestros antepasados iberos, grandes desconocidos para la mayoría de los españoles. Dice Juán Eslava Galán, en "Los Íberos. Los españoles como fuimos": el mundo ibero va más allá de los restos del Cerro de los Santos y de Porcuna, o de las damas de Elche y Baza; ell creciente interés por quienes dieron nombre a la Península se ha visto reforzado por numerosos hallazgos arqueológicos que nos permiten saber más del pueblo al que algunos autores creen que debemos nuestro modo de ser y nuestra imagen internacional.

Esta tarde me escapé al Santuario Rupestre de Castellar, desde el km 62 de la A-312 se asciende suavemente, sin que exista ningún camino abierto ni señalizado ladera arriba, a un farallón de roca, profusamente oradado por oquedades en la pared de piedra. Llegamos a la terraza principal del templo donde se supone que sólo tenia acceso la casta sacerdotal que se ocupaba del culto.


El sitio es especial y mágico, lugar de poder sin duda. Aquí, en este emplazamiento al aire libre nuestros antepasados los íberos realizaban sus sacrificios y libaciones ( la libación es un ritual religioso o ceremonia que consistía en la aspersión de una bebida en ofrenda a una divinidad) habiendo también una fuente para las abluciones.

Parece ser que la forma usual de trato con la divinidad consistía en las libaciones de agua pura, hidromiel (bebida alcohólica fermentada a base de miel y agua), leche u otros líquidos. Quizá ofrecían también flores y luminarias de cera, de aceite o de sebo, o tortas cereales o cualquier otro alimento perecedero. Es posible que el ritual comprendiera la rotura de los cacharros de cerámica donde se había ofrecido la libación.


¿Había imágenes de los dioses en los santuarios iberos? En unos casos se adoraría a los númenes ("presencias") invisibles que habitaban el lugar, espíritus asociados al paisaje o a una piedra o betilo (piedra sagrada, probablemente proveniente de meteoritos); en otros, habría imagen, especialmente de la Diosa Madre, imágenes de madera profusamente vestidas y enjoyadas cuyo eco encontramos en las damas de Elche, en la de Baza.



A lo largo de Sierra Morena hubo varios santuarios ibéricos. El principal fué el Collado de los Jardines, en Santa Elena, Despeñaperros, hace 2.600 ó 2.400 años y relativamente cerca está el de Castellar, en las Cuevas de Biche Altos del Sotillo, Cueva de la Lobera, cinco grutas alineadas al pie de un acantilado donde este santuario funcionó en todo esplendor hasta época romana.

Este lugar estaba plagado de cientos de exvotos en bronce que tanto impresionaron e inspiraron a Picasso... Existe una ruta turístico-arqueológica en la provincia de Jaén denominada VIAJE AL TIEMPO DE LOS ÍBEROS, el logotipo del Viaje es el exvoto de manos abiertas procedente del Santuario de Castellar Los Altos del Sotillo.


Este emplazamiento impresionante, orientado al Norte con una vista amplísima sobre la vega de Castellar y Sierra Morena al fondo, parece un sitio dedicado a la introspección interior, se siente calidez y calma al abrigo de la roca... esta morada mística que empujaba a nuestros antepasados, los íberos, a impetrar los favores de la divinidad, a mí me reencuentra con mis inquietudes y anhelos de aventura... Visitaré el Collado de los Jardines este fin de semana. Inshallah!

sábado, 10 de octubre de 2009

el Pozo de la Nieve

Vuelvo a Segura. Un pinar magnífico cerca del Camping de la Canalica y próximo de la aldea de La Fresnedilla nos muestra su mejor secreto guardado y conservado durante largos años. Practicar el senderismo utilizando la red de senderos de pequeño recorrido en esta sierra agreste es un disfrute asegurado. La propuesta: PR-A 83 POZO DE LA NIEVE

Esta es la curiosa construcción, el Pozo de la Nieve, en medio del pinar. Probablemente el mejor conservado de toda la Sierra de Segura. El trabajo comenzaba a finales del invierno o inicios de primavera con la últimas nevadas. Durante varios días, cuadrillas de hombres se encargaban de recoger la nieve mediante espuertas y capazos y llevarla al interior de los pozos donde era prensada y compactada hasta convertirla en hielo.

Una vez lleno el pozo, este preciado elemento (antes de la llegada de la electricidad, de las fábricas de hielo, y las actuales neveras, era la única forma de enfriar) se aislaba del exterior mediante una gruesa capa vegetal de aulaga morisca (Ulex parviflorus) y otra superior de tierra arcillosa apisonada. El pozo quedaba así sellado hasta el momento de abrirlo.

En verano, caída la tarde se abría el pozo y la nieve era cortada en grandes bloques, que se metían en serones especiales, totalmente recubiertos de paja llamada tamo (la misma paja picada hecha casi polvo) que hacía de aislante. Una vez preparada la carga, se disponía a lomos de caballerías y era transportada por los arrieros.

Regresamos hacia Siles, por el camino de las Acebeas, en las orillas del Arroyo de los Molinos, encontramos algunos caquis (Diospyros kaki). Sus hojas con frecuencia se desprenden del árbol pasando de rojo a anaranjado, indicando que los frutos estan maduros.

Y fijamos en la retina ese colorido tan otoñal, con las hojas de los árboles caídas en los senderos, con ese intento de dejar huella entre los amarillos, ocres y naranjas, rojos intensos y lilas, marrones cálidos... Bajo el verde de la clorofila, todos los colores del otoño han ido esperando desde el verano para hacerse visibles. Esta época nos proporciona muchas satisfacciones fotográficas. Es un auténtico placer disparar y mostrar lo capturado.

sábado, 16 de mayo de 2009

chumberas

Junto al mar, cerca de Torremuelle, una torre almenara que aún queda en pie en la costa de Benalmadena, un grupo de chumberas mostraban su flores. Irresistibles de fotografiar.

La chumbera (Opuntia ficus-indica) también llamada nopal, higuera de Indias o higuera chumba es una planta carnosa, con tallos aplanados que se van engarzando unos sobre otros por sus bordes.


Sus flores de un amarillo intenso, y también de color naranja, contrastan con el verde de las pencas o palas y el morado-vinoso de los frutos, chumbos.

domingo, 26 de abril de 2009

desde la Piedra del Agujero


Dejamos la pista llana y cómoda, y comenzamos a ascender fuertemente por un sendero difícil que sube hasta la base de los afloramientos rocosos. Ya queda poco, casi tocamos la piedra. Aunque aún tendremos que usar pies y manos para la etapa final, avanzando por una pared casi vertical...


Llegamos, alcanzamos nuestro objetivo, ha merecido todo el esfuerzo dedicado. Descansamos al pie de un inmenso pino y retomamos fuerzas. En la oquedad de las cuevas que atraviesan el pico rezuma el agua, y la vemos y oímos caer gota a gota. Un sitio mágico, sin duda.


Las vistas desde la cima, son espectaculares. Este farallón es un extraordinario mirador natural, la cuencas visuales son tan enormemente amplias ... El Bucentaina a nuestra vera, se nos muestra altivo y poderoso.



Regresamos a la pista forestal, disfrutando de las vistas del valle. El pueblo de Siles al fondo, y El Cambrón (1.522 m) con su plataforma inconfundible en la lejanía, con un característico relieve en forma de mesa, limitando en su cumbre con la provincia de Albacete.


Nuestro camino de descenso pasa por la Fresnedilla, una agradable aldea de cortijos dispersos, con huertas y "tinás" al más puro estilo tradicional segureño. Durante el último tramo podemos observar el frondoso bosque de galería del arroyo de la Canalica, con álamos, fresnos, olmos montanos, avellanos y sauces. !Una gozada de paseo¡

PR-A 175 · CIRCULAR PEÑA DEL OLIVAR
Recorrido: circular;
Distancia: 10 km; Tiempo aprox: 3-4 h.; Cota mínima: 770 m.; Cota máxima: 1.270 m.; Dificultad: media.