Como os comentaba en la entrada anterior tengo excedente de
manzanas , así que voy dándole salida en varios postres que iréis viendo próximamente.
Y qué decir de la calabaza, otro producto otoñal que es
indispensable en nuestras cocinas.
La combinación de estos dos ingredientes convierte a esta
bica en un bizcocho delicioso, extra jugoso que sirve lo mismo para un buen
desayuno o merienda como para servir de postre en la sobremesa.
Desde que lo hice ya lo he repetido varias veces .
La manteca cocida de vaca la compro normalmente en los
supermercados Familia , si no la encontráis, se puede hacer casera,
clarificando la mantequilla y si no os apetece hacer el proceso, pues con mantequilla normal. En el blog de Isabel , donde me he inspirado para
hacer esta receta podréis ver como hacer el proceso.
Ingredientes :
200 g de manteca cocida de vaca
300 g de puré de calabaza previamente cocida
200 g de panela
300 g de harina de trigo de repostería
Pizca de sal
2 manzanas rojas reinetas asturianas
Ralladura de la piel de un limón
1 sobre de levadura química Royal
3 huevos
1 cdita de canela molida (de las de café)
Azúcar con canela para la cobertura
Elaboración :
Pondremos la manteca de vaca cocida a punto de pomada,
sacándola un buen rato antes del frigorífico o bien la metemos en el microondas
unos segundos para que se ablande , ojo no que quede líquida y a continuación
la batimos con el azúcar hasta que se integren ambos.
Después agregamos los huevos uno a uno, no echando el
siguiente hasta que el anterior no haya sido absorbido.
Añadimos la ralladura de limón, el puré de calabaza previamente cocida al microondas o asada en el horno y
mezclamos.
Poner a continuación la harina tamizada con la levadura, la
canela, más la pizca de sal , poco a poco, sin echarla toda de golpe , integrando
perfectamente de cada vez y no agregando la siguiente tanda hasta que la
anterior no esté incorporada.
Pelamos y cortamos las manzanas en trocitos, como si fuera
para tortilla y con movimientos envolventes la incorporamos.
Por último vertemos la masa en el molde, que habremos
forrado previamente con papel de hornear para que sea más fácil el desmoldado.
Alisamos con una lengua de silicona y cubrimos la superficie
con la mezcla de azúcar y canela.
Horneamos 15 minutos a 180º, horno previamente caliente para
bajar después a 170º durante 35 minutos más.
Retiramos del horno y dejamos enfriar por completo . Como es
un bizcocho super tierno, a la hora de desmoldar hay que tener cuidado porque
se puede romper fácilmente.
Retiramos el papel
con mimo y pasamos a la bandeja o plato de servir.
Cortamos en trocitos y a disfrutarlo como se merece y nos
merecemos.