Hacer pan para mi es una de las cosas más gratificantes que existen . Amasarlo, darle forma, verlo crecer y luego desarrollarse hasta convertirse en un pan delicioso, hecho con nuestras manos, es algo emocional que apetece experimentar una y otra vez.
Ahora estamos en plena temporada de calabaza , tan estimada en la cocina para preparar nuestras cremas , pero también una gran aliada para elaborar repostería y pan, pues le aporta a la masa una jugosidad extra muy interesante.
Ya tengo publicados dos panes con calabaza, este es otro más pero con una receta diferente.
Para él me he inspirado en Dannys (dehappydough), aunque lo he tuneado levemente añadiéndole también azúcar invertido y he alargado un poco el tiempo de cocción , pues con los minutos que ella aconsejaba mi pan aún no estaba hecho, será cuestión de cada horno.
Las fechas navideñas están a la vuelta de la esquina . Un buen regalo para agasajar a los nuestros puede ser un buen pan . Este en concreto es ideal para desayunos o para preparar canapés y tostas, tanto dulces como saladas.
Teniendo amasadora nos favorece bastante el trabajo de amasarlo y mientras leva , nos da tiempo a hacer otras muchas cosas . Es cuestión de organizarse y solo por ver la satisfacción de nuestros comensales al comer el pan recién hecho por nosotros, ya ha merecido la pena el esfuerzo con creces.
Ingredientes :
350 g de harina de fuerza
150 g de puré de calabaza
90 ml de agua
8 g de azúcar
7 g de azúcar invertido
15 g de leche en polvo
7 g de sal
4 g de levadura fresca
35 g de mantequilla
Elaboración:
Echar todos los ingredientes en la amasadora excepto la mantequilla o si no tenemos amasadora pues lo haremos a mano primero amasando todo dentro de un bol y después ya lo pasamos a la superficie de trabajo para seguir amasándolo bien, hay que estar un buen rato hasta que la masa desarrolle el gluten , así después resultará una miga mucho más suave.
Una vez lista la masa , la introducimos en un bol, la tapamos y fuera de corrientes la dejamos levar hasta que duplique su tamaño.