Que en esta casa somos amantes de las rosquillas es una realidad, de hecho, ya tengo publicadas cuatro recetas diferentes en el blog, con esta serán cinco y es que la variedad a probar es infinita y todas adictivamente deliciosas.
Esta receta en concreto es gallega. Las llaman “roscas do
entroido”.
La tenía marcada con un post-it en un libro que me regaló hace
unos años mi amiga María, llamado “Repostería en Galicia”, con el fin de
elaborarla y ya le llegó el turno.
Más que nada me llamó la atención por el acabado final , donde las mojan en zumo de limón y luego las espolvorean con azúcar glas .
Otra
receta diferente para mi colección de
rosquillas que en estos días de Carnaval no pueden faltar.
Y es que ya estamos en pleno Antroxu , como llamamos en Asturias al Carnaval, una celebración tan arraigada en nuestra tierra.
Esta denominación viene de la palabra castellana "Antruejo", que es el periodo de los tres días que
preceden al Miércoles de Ceniza: domingo, lunes y martes de Carnaval.
Este año por fin se puede festejar, después de estos dos
años anteriores de pandemia sin poder celebrarlo, pero con estos últimos y graves acontecimientos sucedidos que amenazan al mundo como que se quitan las ganas de todo...
En estos días, la gastronomía tradicional, se hace notar en cada comercio de viandas, en los hogares y en cualquier establecimiento hostelero , donde se pueden degustar platos típicos como el pote asturiano hecho de patatas, fabes, berza , lacón, chorizo, morcilla y tocino, (todo muy light ja ja ) , tortos de maíz con picadillo, etc, rematando con postres tan nuestros como casadielles, arroz con leche, orejas,rosquillas , picatostes o frixuelos entre otros.
Con los frixuelos también se suele preparar una tarta que es deliciosa .
Ingredientes :
3 huevos
9 cucharadas de azúcar
50 ml de aguardiente
½ sobre de impulsor
Zumo de un limón pequeño
Azúcar glas
Harina(la que admita, aprox.450g)
Aceite de girasol
Elaboración :
Separar las yemas de las claras con cuidado y batir estas
últimas a punto de nieve con las varillas o robot de cocina.
Añadir luego por vez las yemas, después el aceite y el
azúcar .
Bien mezclado, incorporar la harina con la levadura poco a
poco hasta conseguir una masa manejable.
Ya lista, nos humedecemos ligeramente las manos con aceite y
vamos formando las rosquillas.
Primeramente hago una bola y a continuación en el centro la
abro para darle forma a la rosquilla.
En una sartén o cazo con abundante aceite caliente, pero sin
que se arrebate, las vamos friendo hasta que estén doradas a fuego no demasiado
fuerte para que se hagan bien por dentro.
Y aquí según la receta del libro, en cuanto van saliendo de la sartén ya las pasan por el zumo.
Yo no lo he hecho así, primeramente las he dejado en
papel absorbente para desechar el exceso de aceite y luego sí, las he mojado
ligeramente en el zumo una a una .
Por último se espolvorean con el azúcar glas .
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