Creo que fui de los pocos chavales que en 1983, y tras ver "El retorno del Jedi", salió de la sala enamorado de los Ewoks. Desde entonces se ha dicho mucha mierda sobre ellos. Incluso, en aquellas horribles versiones de los clásicos de la saga efectuados, ordenador mediante, por Lucas hace ya unos años, sus escenas fueron acortadas. No entiendo por qué se le tiene tanta manía al elemento "mono", o "cute" que dicen los yankis. A mi siempre me ha funcionado. Me han enternecido E.T., Gizmo, el gusanito de "House 2" y, sí, los Ewoks. Tanto como para obsesionarme con ellos, pedir a Papa Noel algunas de sus figuras y acudir en Agosto de 1985 -acompañado de mi pobre y paciente padre- al estreno de la que se anunciaba -a página completa, y en color, en "El Periódico"- como su necesaria película de lucimiento exclusivo, "La aventura de los Ewoks". Además, con un protagonista adolescente que, curioso es, gastaba un notable parecido facial con Mark Hamill.
Poco sabíamos entonces que aquello era realmente un telefilm, uno que los estudios decidieron estrenar en Europa a lo grande, en salas de cine. Y, claro, una vez consumido, lo notabas. Porque, aunque no he vuelto a verla desde que lo hiciera en el añorado "Continental" de Collblanc / Hospitalet, la recuerdo muy sosa y, sobre todo, aburrida. Y una peli surgida del universo "Star Wars" que me hiciera bostezar, no podía ser buena (en realidad todas las producidas estos últimos años me hacen bostezar... pero hablamos de la cosecha de los ochenta, que era y sigue siendo la mejor).
A pesar de ello, funcionaría bastante bien, porque luego se hizo una segunda parte. Y aunque tenga mejor prensa, esa ya ni me molesté en verla.
Todo lo expuesto es motivo más que suficiente para colarles el trailer de "La aventura de los Ewoks". Directamente extraído de un viejo VHS, tal y como nos gusta.
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domingo, 25 de abril de 2021
sábado, 10 de diciembre de 2016
SONÁMBULOS
Como saben de sobras, en este blog no sentimos mucha simpatía por el cine de la década de los 90, especialmente en cuanto a terror y fantástico se refiere. No obstante, eventualmente nos gusta revisar alguno de aquellos productos para ver si nuestras primeras impresiones han cambiado o mejorado con el paso de los años. Es algo que solemos hacer mucho en el podcast. Y en ocasiones resulta que una peli que no teníamos en demasiada buena consideración termina ganándose nuestras simpatías. Una como, por ejemplo, esta de la que les voy a hablar a continuación, "Sonámbulos", "Sleepwalkers" en versión original.
Narra la historia de una madre y su hijo que, bajo una apariencia humana común y corriente, ocultan su condición de criaturas monstruosas, algo así como unos leones sin pelo cuyo fin es alimentarse a base de energía virginal y reproducirse. A poder ser entre ellos, llevando a la práctica las más flagrantes sesiones de incesto imaginable (y que, imagino, en los 90 sería un elemento la mar de transgresor). El benjamín se ha encaprichado de una chavala del colegio con el himen intacto a la que pretenden churrupetear, algo que pone celosa a la progenitora. El intento de zampársela desencadenará el inevitable drama bañado de horrores.
Vi "Sonámbulos" cuando se estrenó. Principalmente vibré con el legendario cameo que se marcan algunos nombres de peso ligados a mi género favorito, Clive Barker, Tobe Hooper, Joe Dante y John Landis, encabezados todos ellos por el mismo Stephen King, autor del guión, reclamo del film y, como de costumbre, interpretando a un palurdo (sin olvidar el papelito que se marca Mark Hamill). El otro elemento que me la puso gorda es el hecho de que los gatos son los mayores enemigos de los monstruos de la función, y resulta que el gato es mi animal favorito. Ello también se tradujo en mucho sufrimiento cuando estos son asesinados no sin cierta crueldad, pero para compensarlo está su incuestionable condición de héroes, en concreto si hablamos del minino de la policía, Clovis, uno de los grandes "héroes animales" olvidados del cine contemporáneo y que posaba junto a Stephen King en una portada de la revista "Fangoria". Y no solo la yankee, también la Española, pues eran los tiempos en los que esta se editaba por acá bajo la tutela de Luis Vigil.
¿¿El resto de la peli??, pues bueno, en su época me pareció de lo más mediocre. De hecho, aunque llegué a disponer del poster en mi dormitorio (supongo que más por lo de los gatos que otra cosa), creo que no la alquilé en vídeo para verla una segunda vez. Y si lo hice, ni me acuerdo.
Vista hoy, y contra todo pronóstico, puedo decirles que me gustó. Me entretuvo. Me pareció muy sencilla, maja y correcta. Nada del otro mundo, pero al menos tampoco me hizo trallar. Dejando de lado a famosos y gatos, me moló que hubiese algo de gore (en unos tiempos en los que, progresivamente, fue desapareciendo de las pantallas) y llamaron mi atención algunos de los actores, destacando a Mädchen Amick (en aquellos tiempos de moda gracias a su papel en la serie del momento, "Twin Peaks"), Alice Krige (el fantasma de "Historia Macabra"), Lyman Ward o Ron Perlman.
Quizás lo peor de ella sea la utilización de un efecto muy feo pero muy común en esa época, el "morphing", realmente chungo. Me complace que fuese algo pasajero y hoy ya no quede rastro del mismo. O, al menos, que lo hayan mejorado tanto como para que ya no resulte ofensivo. También me hizo gracia revivir ese absurdo crimen mediante mazorca que, mientras en 1992 nos pareció ridículo y patético, hoy lo considero hasta medianamente original. Lo que hace el paso del tiempo...
Dirige el cotarro el irregular Mick Garris, lo que explica la aparición de todos esos "Masters of Horror".
Simpática.
Narra la historia de una madre y su hijo que, bajo una apariencia humana común y corriente, ocultan su condición de criaturas monstruosas, algo así como unos leones sin pelo cuyo fin es alimentarse a base de energía virginal y reproducirse. A poder ser entre ellos, llevando a la práctica las más flagrantes sesiones de incesto imaginable (y que, imagino, en los 90 sería un elemento la mar de transgresor). El benjamín se ha encaprichado de una chavala del colegio con el himen intacto a la que pretenden churrupetear, algo que pone celosa a la progenitora. El intento de zampársela desencadenará el inevitable drama bañado de horrores.
Vi "Sonámbulos" cuando se estrenó. Principalmente vibré con el legendario cameo que se marcan algunos nombres de peso ligados a mi género favorito, Clive Barker, Tobe Hooper, Joe Dante y John Landis, encabezados todos ellos por el mismo Stephen King, autor del guión, reclamo del film y, como de costumbre, interpretando a un palurdo (sin olvidar el papelito que se marca Mark Hamill). El otro elemento que me la puso gorda es el hecho de que los gatos son los mayores enemigos de los monstruos de la función, y resulta que el gato es mi animal favorito. Ello también se tradujo en mucho sufrimiento cuando estos son asesinados no sin cierta crueldad, pero para compensarlo está su incuestionable condición de héroes, en concreto si hablamos del minino de la policía, Clovis, uno de los grandes "héroes animales" olvidados del cine contemporáneo y que posaba junto a Stephen King en una portada de la revista "Fangoria". Y no solo la yankee, también la Española, pues eran los tiempos en los que esta se editaba por acá bajo la tutela de Luis Vigil.
¿¿El resto de la peli??, pues bueno, en su época me pareció de lo más mediocre. De hecho, aunque llegué a disponer del poster en mi dormitorio (supongo que más por lo de los gatos que otra cosa), creo que no la alquilé en vídeo para verla una segunda vez. Y si lo hice, ni me acuerdo.
Vista hoy, y contra todo pronóstico, puedo decirles que me gustó. Me entretuvo. Me pareció muy sencilla, maja y correcta. Nada del otro mundo, pero al menos tampoco me hizo trallar. Dejando de lado a famosos y gatos, me moló que hubiese algo de gore (en unos tiempos en los que, progresivamente, fue desapareciendo de las pantallas) y llamaron mi atención algunos de los actores, destacando a Mädchen Amick (en aquellos tiempos de moda gracias a su papel en la serie del momento, "Twin Peaks"), Alice Krige (el fantasma de "Historia Macabra"), Lyman Ward o Ron Perlman.
Quizás lo peor de ella sea la utilización de un efecto muy feo pero muy común en esa época, el "morphing", realmente chungo. Me complace que fuese algo pasajero y hoy ya no quede rastro del mismo. O, al menos, que lo hayan mejorado tanto como para que ya no resulte ofensivo. También me hizo gracia revivir ese absurdo crimen mediante mazorca que, mientras en 1992 nos pareció ridículo y patético, hoy lo considero hasta medianamente original. Lo que hace el paso del tiempo...
Dirige el cotarro el irregular Mick Garris, lo que explica la aparición de todos esos "Masters of Horror".
Simpática.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
BODY BAGS
Creada inicialmente como el episodio piloto de una serie que no cuajó, "Body Bags" contaba con una estructura muy próxima a "Tales from the crypt". Las diferentes historias eran introducidas previamente con mucho humor negro por un personaje de aspecto siniestro, en este caso no solo era un muerto revivido en una morgue que se dedicaba a jugar con los cadáveres, sino que estaba interpretado, y muy bien, por el propio Carpenter.
Lástima que las historias fueran tan desiguales. De las tres destaca la firmada por el papá de "Michael Myers", que nos presenta a un Stacy Keach obsesionado con sus problemas de calvicie. Ello le llevará a probar un suero milagroso tras el que se oculta toda una invasión extraterrestre. También de Carpenter es la primera del pack, demasiado atada a fórmulas y, por tanto, algo aburrida, sobre el acoso que sufre por obra y gracia de un psicópata una chica que trabaja en el turno de noche de una gasolinera.
Y finalmente tenemos la tercera historia, firmada por el mismísimo Tobe Hooper, el de "La matanza de Texas", y que hace gala de una absoluta falta de originalidad. En ella se nos cuenta el drama de un siniestro trasplante de funestas consecuencias. Está claro que el fuerte de "Body Bags" no es la improbable calidad de sus tres historias, lo mejor de ella es que se trata de un verdadero regalo para el aficionado, en el que, durante más de 90 minutos, desfilan toda clase de nombres vinculados al género. La lista de invitados es larga: Sam Raimi, Roger Corman, John Agar, Wes Craven, el protagonista de "Un hombre lobo americano en Londres" David Naughton, Charles Napier, Robert Carradine, la ex "Blondie" Deborah Harry, Mark Hamill alias "Luke Skywalker" o David Warner son algunos de ellos, y no cabe duda que gozaron rodando, tanto como nosotros viéndolo.
lunes, 18 de junio de 2012
MIRA AL CIELO: LA INCREÍBLE HISTORIA DE SUPERMAN
El documental “Mira al cielo: la increible historia de Superman”, nace como mero producto promocional del “Superman Returns” de Bryan Singer, que a su vez, hace las veces de productor ejecutivo de este.
Todo a lo grande. Lo cierto es que estamos ante un gran spot promocional de la película, que por otro lado, resulta ser mejor que la propia película. Tampoco hay demasiado que contar, se hace un repaso a la historia del súper héroe desde el momento de su concepción hasta los previos del estreno de “Superman Returns”, centrandose sobretodo en las películas y analizando aspectos técnicos y artísticos de estas. Un buen puñado de entrevistas tanto a gente del equípo técnico como a meros fans del personaje (Mark Hamill, Stan Lee…)y buen material de archivo (descubrimos una gran bazofia en forma de serie con personas disfrazadas de animales llamada “Super Pup”), se habla de los seriales y del merchadising, se nos cuenta algo de las malas relaciones entre Richard Donner y los productores y en definitiva, la gozamos con este pedazo de documental de casi dos hora de duración de lo más completo y entretenido.
Ahora, la putada es que sea una estrategia comercial. Como ya sabemos, “Superman Returns” transcurre cinco años después de la segunda parte, así que para que no chirrie al espectador, se ningunea a la tercera y cuarta parte de la saga. Pero ni siquiera son capaces de hacerlo bien… es decir, que se podían haber contado un montón de cosas interesantes sobre estas dos películas, pero no, simplemente las comentan por encima, diciendo que son un grano en el culo en la saga. Claro, a “Superman Returns” le venía muy bien que el publico olvidara estas dos películas. El problema es, que al menos yo, las tengo mucho más presentes en la cabeza que las dos primeras, sea por los motivos que sea.
Aprovechando la coyuntura, Kevin Spacey, Lex Luthor en “Superman Returns” hace las veces de narrador en el documental, y se le da una gran importancia a que Bryan Singer haya sido el director de la ultima película de la saga, ensalzando su figura y su talento, en un documental en el que el mísmo ha puesto pasta. Que cara más dura. Por otro lado, destacar la elegancia de Stan Lee, también entrevistado en el documental, que afirma que Superman es uno de los mejores Súper Héroes de la historia, sin importarle en absoluto que este pertenezca al máximo rival de Marvel, la D.C. Comics.
En resumidas cuentas, y a pesar de ser material promocional, un gran documental a la altura del héroe que documenta. Muy recomendable.
Todo a lo grande. Lo cierto es que estamos ante un gran spot promocional de la película, que por otro lado, resulta ser mejor que la propia película. Tampoco hay demasiado que contar, se hace un repaso a la historia del súper héroe desde el momento de su concepción hasta los previos del estreno de “Superman Returns”, centrandose sobretodo en las películas y analizando aspectos técnicos y artísticos de estas. Un buen puñado de entrevistas tanto a gente del equípo técnico como a meros fans del personaje (Mark Hamill, Stan Lee…)y buen material de archivo (descubrimos una gran bazofia en forma de serie con personas disfrazadas de animales llamada “Super Pup”), se habla de los seriales y del merchadising, se nos cuenta algo de las malas relaciones entre Richard Donner y los productores y en definitiva, la gozamos con este pedazo de documental de casi dos hora de duración de lo más completo y entretenido.
Ahora, la putada es que sea una estrategia comercial. Como ya sabemos, “Superman Returns” transcurre cinco años después de la segunda parte, así que para que no chirrie al espectador, se ningunea a la tercera y cuarta parte de la saga. Pero ni siquiera son capaces de hacerlo bien… es decir, que se podían haber contado un montón de cosas interesantes sobre estas dos películas, pero no, simplemente las comentan por encima, diciendo que son un grano en el culo en la saga. Claro, a “Superman Returns” le venía muy bien que el publico olvidara estas dos películas. El problema es, que al menos yo, las tengo mucho más presentes en la cabeza que las dos primeras, sea por los motivos que sea.
Aprovechando la coyuntura, Kevin Spacey, Lex Luthor en “Superman Returns” hace las veces de narrador en el documental, y se le da una gran importancia a que Bryan Singer haya sido el director de la ultima película de la saga, ensalzando su figura y su talento, en un documental en el que el mísmo ha puesto pasta. Que cara más dura. Por otro lado, destacar la elegancia de Stan Lee, también entrevistado en el documental, que afirma que Superman es uno de los mejores Súper Héroes de la historia, sin importarle en absoluto que este pertenezca al máximo rival de Marvel, la D.C. Comics.
En resumidas cuentas, y a pesar de ser material promocional, un gran documental a la altura del héroe que documenta. Muy recomendable.
sábado, 5 de febrero de 2022
CREEPSHOW TV (3ª TEMPORADA)
CAPÍTULO 1 - "Mums" / "Queen Bee" : En la primera historia, una esposa asesinada por su marido vuelve de la tumba convertida en planta vengativa gracias a la ayuda de su hijo que, ya al final, mirará con delectación y una sonrisa maliciosa cómo mamá se papea a los malos, algo que conecta, por evidente que suene, con el niño del vudú en el "Creepshow" original (graciosamente interpretado por Joe Hill, aquí autor del relato inspirador, convertido en guion gracias en parte al novelista de terrores David J. Schow -responsable del libreto de "Leatherface: La matanza de Texas 3"-). Por lo demás, todo muy previsible. Hay demasiado drama y la cosa tarda en alcanzar el cenit. Cuando llega, pues sí, mola mucho ver a la mamá seudo-Audrey a base de efectos prácticos... pero es lo único salvable. Dirige Rusty Cundieff, que ya anduvo en la temporada anterior.
La siguiente arranca muy prometedoramente. Unos adolescentes gilipollas se enteran que su ídola del pop va a parir en el hospital donde curra la madre de una de ellas, así que le roban la tarjeta de acceso y acuden, llevándose la sorpresa de su vida al descubrir la verdadera naturaleza de la diva. Una vez más son las escenas de efectos prácticos lo que salvan un poco la papeleta, el problema es que aparecen a mitad de capítulo. Luego, todo es cuesta abajo. El CGI sigue siendo un horror. Michael Rousselet, co-guionista, es co-director de una cosa con pinta de postmodernez titulada "Dude Bro Party Massacre", ello explicaría el nada sutil homenaje de rigor: el hospital donde ocurre todo se llama "Haddonfield Myers", ¡¡juas!!. Pero se lo perdonamos por haber co-escrito el mejor capítulo de la segunda temporada, "Dead and Breakfast". Dirige Greg Nicotero.
CAPITULO 2 - "Skeletons in the closet" / "Familiar": En la primera, un super coleccionista de cine mata a otro y decide convertirlo en parte de una exposición. Naturalmente, no tardará mucho en regresar de la muerte clamando venganza. Bien, "Skeletons in the closet" retoma ese baboso, suculento y relamido servicio oral hacia los fans que tanto daño hace a esta serie. Al ir la cosa de coleccionistas de atrezzo cinematográfico, y especialmente dentro del terror, la lista de homenajes, referencias, guiños y chascarrillos (incluidos la propia "Creepshow" original) es casi aturdidora, pura pornografía. El devoto, cegado ante tanto tributo, no se percatará de la vergüenza ajena que provoca lo que le están contando. ¡¡Terrible!! Apunto estuve de apagar el reproductor por culpa de esto. Entre los escasos aspectos positivos, la presencia de James Remar.
La historia siguiente es sosilla y un poco tontaina. No acabas de ver hacia donde va hasta que termina. Pero al menos no provoca urticaria e incluye un monstruo bastante "cool". Una pareja acude a un pitoniso. Este alerta al marido de una presencia diabólica que, a partir de ese momento, verá a todas horas, hasta que decide terminar con ella igual que lo hacía Hal Holbrook con el monstruo de la caja en el clásico de George A. Romero. Dirige Joe Lynch.
CAPITULO 3 - "The Last Tsuburaya" / "Okay, I'll Bite!": Dos historias escasas de "Creepshowismo" genuino, pero que se dejan consumir. Concretamente, "The Last Tsuburaya" presenta la premisa más interesante: Un multimillonario malo como el demonio compra el último dibujo inédito de un artista japonés especializado en garabatear monstruos horripilantes y, una vez saboreado, lo quema para que nadie más pueda. A partir de ahí, obvio es, el bicho del lienzo se le aparecerá y le perseguirá. Dirige Jeffrey F. January, habitual de "The Walking Dead".
En la otra, un presidiario de buen corazón tiene varias arañas como mascota, especialmente una gordísima que vive oculta tras la pared. En el momento que un guardia corrupto y sus matones le hagan mobbing y se carguen una, se vengará con ayuda de los bichos. Elemental, pero consumible. Escribe y dirige John Harrison, todo un veterano de la marca "Creepshow", tanto la cinematográfica como la televisiva.
CAPÍTULO 4 - "Stranger Sings" / "Meter Reader": "Stranger Sings" narra un intento de ligoteo, aparentemente exitoso, que termina con el aspirante secuestrado por dos tipas, una de ellas una sirena de cánticos embaucadores. Aunque se deja ver, no alcanza los niveles de solvencia que su directora, Axelle Carolyn, demostró en su capítulo de la segunda temporada, el mentado "Dead and Breakfast". Casi casi, lo mejor es el "chiste" del título. También el guion corre a cargo de una tipa, por lo que habrá el típico berzas que calificará al pifostio de empoderamiento femenino o alguna gilipollez por el estilo.
Si hasta ahora Joe Lynch había logrado que la manía que le dispenso descendiera unos grados, con esta, su nueva aportación a la serie, "Meter Reader", consigue que el río vuelva a su cauce. El concepto es interesante: En un futuro semi-post-apocalíptico en el que el mal surge de los abismos y lo empaña todo, los exorcismos a domicilio se han convertido en una rutina. Uno de los responsables de llevarlos a la práctica vuelve a casa, pero su mujer e hijos no le dejan entrar porque desconfían de su estado, así que le mandan a hacer cuarentena. Las cosas se saldrán de madre, claro. Probablemente este capítulo se parió en plena pandemia, de ahí ciertos paralelismos, algo que debemos a su guionista reincidente, John Esposito. En cualquier caso, Joe Lynch desaprovecha la materia y factura un segmento monótono y muy aburrido. Soso. En cuestiones actoriles destaca Johnathon Schaech que estuvo en "Los malditos, vampiros del desierto" y "Una noche para morir" haciendo de psycho-killer.
CAPÍTULO 5 - "Time Out" / "Things in Oakwood's Past": Un universitario recibe como herencia un viejo armario con poderes. Si te metes dentro, verás que el tiempo corre hacia atrás. Pero no olvides llevar siempre la llave encima, porque como no puedas salir, de ti solo quedará polvo. El chaval lo aprovecha a conciencia, convirtiéndose con los años en el mejor abogado de su bufete y un padre ejemplar. Lógicamente, las cosas darán un giro dramático que vemos venir desde el minuto uno. Y ese sería el mayor defecto de "Time Out", la falta de sorpresas. Por lo demás, una historia más propia de "Twilight Zone" que "Creepshow", pero correcta (ayuda que soy un devoto de las tramas con paradojas temporales y tal). Dirige Jeffrey F. January, de la plantilla de "The Walking Dead".
La que sigue desconcierta porque está facturada cien por cien mediante una animación algo limitada. En el misterioso pueblo de Oakwood encuentran una de esas cápsulas temporales. La historiadora local descubre que no sería buena idea abrirla. Como es de ley, no le hacen ni caso. Este es el capítulo más brutalmente gore de toda la serie... pero claro, hay truco, ¡son dibujitos!. Inevitablemente la sinopsis recuerda a "La caja" del "Creepshow" original, algo que oficializa el que reciba incluso una alusión directa. Tratándose de un capítulo animado, lo normal es mandar guiños a los dibujantes afines a la marca, de ahí que algunos personajes lleven apellidos como Wrightson o Kamen (de Jack Kamen, dibujante de la misma E.C. y autor de uno de los dos maravillosos posters de "Creepshow"). Tampoco falta el guiño a Romero himself formato "foto enmarcada". En cuanto a la historieta en sí, pues lo cierto es que la animación distrae bastante y deja un poco frío. Entre los dobladores localizamos voces ilustres como las de Mark Hamill o la "scream queen" Danielle Harris. Dirige Greg Nicotero, ayudado por una panda de animadores.
CAPÍTULO 6 - "Drug Traffic" / "A Dead Girl Named Sue": La última entrega de esta tercera temporada me ha descolocado mucho y aburrido más. La primera historia va sobre una madre asiática y su hija enferma que son detenidas en la frontera de Estados Unidos. La niña se convertirá en una de esas "cabezas voladoras fantasma" tan típicas del folclore del sudeste asiático y comenzará la escabechina. De por medio hay un político racista que se hace pasar por progre con la intención de dar buena imagen. Y el gran Michael Rooker como único elemento positivo de la función. ¿"Creepshow" dándoselas de panfletismo?. Ay, duele!. Esto casi podría haberlo dirigido el Joe Dante de "Masters of Horror", pero pal caso hablamos del inevitable Señor Nicotero. Confieso que se me cerraban los ojos durante el trayecto.
La siguiente, "A Dead Girl Named Sue", es un pelo más digerible... pero tampoco nada que deslumbre. En parte porque, por enésima y cansina vez, retomamos el guiño al universo zombie de George Romero, situando la historia en la misma noche de los muertos vivientes (con su blanco y negro, su ambientación de finales de los sesenta y un televisor donde se emiten las imágenes que salían en el noticiario del clásico). El sheriff local detiene al pijo del pueblo sospechoso de haber matado a una niña. Habiendo como hay zombies en la zona, cuesta asegurar la naturaleza real de dicho asesinato, si fue por maldad o supervivencia al tratarse de un revivido y no una víctima inocente. Descubrirlo se supone la gracia del asunto. Pero no. El episodio es puro bla, bla, bla hasta un desenlace tampoco muy inspirado. Y sí, aburre bastante. Guioniza la televisiva Heather Anne Campbell, que hizo tres cuartos de lo mismo para la igualmente chaposa -y panfletaria- reciente versión de "Twilight Zone". Dirige un clásico de la casa, John Harrison (lo que hace el descalabro aún mayor).
Vale la pena destacar como colofón que, en esta tercera temporada, los célebres "efectos visuales" destinados a darle un toque de cómic a las imágenes son muy escasos. Prácticamente nulos. Igualmente, las transiciones animadas gastan un look demasiado "flash" para mi gusto.
domingo, 30 de mayo de 2021
TRAILER DE "SPLIPSTREAM (LA FURIA DEL VIENTO)"
Me acuerdo perfectamente de cuando se estrenó "Slipstream (La furia del viento)" en 1989. Llamó mucho la atención la vuelta a la ciencia ficción aventurera de Mark "Luke Skywalker" Hamill (quien le iba a decir en ese momento que terminaría regresando a la saga que le catapultó) y, así mismo, la de Steven Lisberger, director de aquel famoso hostiazo taquillero llamado "Tron" (y que, a gusto personal, destacaba por tener un nombre muy parecido sonoramente al de Steven Spielberg. De hecho, era casi como la versión pobre de aquel). Sin embargo, más allá de esas dos apreciaciones tontainas, jamás vi "Slipstream". Ni en cine, ni en vídeo, ni en papel de fumar (y como yo muchos otros, de ahí que fuese oficialmente la última peli como director del gafado Lisberger). No sé, no me atraía, ni me atrae. Hay algo en ella que promete mucho aburrimiento. Y si no, echen un ojo al siguiente trailer -extraído, as always, de un rancio VHS- para confirmar que, efectivamente, esas funestas impresiones siguen tan vivas hoy como entonces.
domingo, 22 de abril de 2012
MUTRONICS
Auténtico referente del cine más idioto de los 90, "Mutronics" se suponía basada en un famoso manga japonés con el que compartía título original, "Guyver". Su, presupongo, fracaso hizo que en algunos países fuese retitulada "Mutronics" por aquello de que en el reparto hay muchos monstruos e igual podrían hacerlo pasar por algun pseudo-"Gremlins". O esa es mi teoría. Curiosamente el film arrastra algunos nombres de peso... o de poco peso, pero considerablemente populares entre el fandom. Para empezar se trata de una producción Brian Yuzna, de cuando el bigotudo aún conservaba cierto estatus. En la dirección encontramos a dos notables creadores de efectos especiales, Screaming Mad George y Steve Wang. El primero, que en sus años mozos tenía un grupo punkero bastante curioso llamado justamente "The Mad", había dejado su sello en títulos como "Pesadilla en Elm Street 4" y "La novia de Re-Animator". El segundo hizo tres cuartos de lo mismo con "Una pandilla alucinante", "Pesadilla en Elm Street 5" o "Gremlins 2". Antes de "Mutronics" había rodado una peli amateur en Super 8 titulada "Kung-Fu Rascals" y que remakearía después de "Mutronics" con medios más estandards. En el reparto destaca Mark "Luke Skywalker" Hamill, que alcanza niveles de notorio patetismo convirtiéndose al final de la peli en una cucaracha gigante. Le siguen Michael Berryman y, sobre todo, Jeffrey Combs y David Gale, juntos de nuevo tras su enfrentamiento en "Re-Animator". Completa el casting un cameo de Linnea Quigley... haciendo de Linnea Quigley, pero sin quitarse la ropa.
Narrativamente, la cosa no se complica mucho: Una gran corporación comandada por monstruos ocultos tras apariencia humana tiene en su poder una armadura llegada del espacio. Uno de sus científicos, preocupado por todo el mal que podrán hacer con ella, la roba y huye. Es cazado por los malos de turno que se lo cepillan, pero antes logra ocultar la mentada armadura. Casualmente esta cae en manos del prota, un pipiolo que practica artes marciales y, llegado su momento, será quien se convierta en el mentado "Guyver" y se dedique a matar a los malos y salvar el mundo.
Bien, el caso es que el manga original (y el inevitable anime) destacaban por una notable dosis de violencia (gore incluido) y chanismo... pero a la hora de saltar a la pantalla con actores reales (o "actores" reales), todo eso cambió. "Mutronics" buscaba complacer al público adolescente o, incluso, infantil (las "Tortugas Ninja" aún coleaban por ahí, e incluso hay una cita directa a ellas) y por ello el nivel de violencia fue rebajado al mínimo (salvo algún desliz puntual) y el de humor incrementado al máximo, hasta resultar molesto y cansino, a lo que contribuye la presencia de un monstruo que rapea y todo (ugh!). Estos, siendo majos al estar paridos en látex, resultan también un poco cutres, especialmente los secundarios, y las (largas) peleas entre ellos y el "Guyver" alcanzan límites de genuina ridiculez risible. Es evidente que el presupuesto, sin ser muy bajo, tampoco era como para tirar cohetes, y a "Mutronics" le falta acción y le sobra palique. Con todo, y sin querer darle más valor del que realmente tiene, la peli puede verse, si antes te mentalizas de lo que te espera. Ayudan mucho el sentido del humor y la compasión.
Curiosamente, y este es un dato que desconocía hasta hoy, en 1994 (tres años después) Steve Wang se curra en solitario una secuela, "Guyver: Dark Hero" menos popular pero, según parece, más seria, violenta y fiel al manga. Hummm... ello da que pensar si tal vez la interferencia de Brian Yuzna en la primera fuese más dañina de lo que puede parecer. Su ausencia en la segunda parte dio carta blanca a Wang para hacer lo que realmente quiso. Oiga, pues igual hasta búscola y veóla.
Narrativamente, la cosa no se complica mucho: Una gran corporación comandada por monstruos ocultos tras apariencia humana tiene en su poder una armadura llegada del espacio. Uno de sus científicos, preocupado por todo el mal que podrán hacer con ella, la roba y huye. Es cazado por los malos de turno que se lo cepillan, pero antes logra ocultar la mentada armadura. Casualmente esta cae en manos del prota, un pipiolo que practica artes marciales y, llegado su momento, será quien se convierta en el mentado "Guyver" y se dedique a matar a los malos y salvar el mundo.
Bien, el caso es que el manga original (y el inevitable anime) destacaban por una notable dosis de violencia (gore incluido) y chanismo... pero a la hora de saltar a la pantalla con actores reales (o "actores" reales), todo eso cambió. "Mutronics" buscaba complacer al público adolescente o, incluso, infantil (las "Tortugas Ninja" aún coleaban por ahí, e incluso hay una cita directa a ellas) y por ello el nivel de violencia fue rebajado al mínimo (salvo algún desliz puntual) y el de humor incrementado al máximo, hasta resultar molesto y cansino, a lo que contribuye la presencia de un monstruo que rapea y todo (ugh!). Estos, siendo majos al estar paridos en látex, resultan también un poco cutres, especialmente los secundarios, y las (largas) peleas entre ellos y el "Guyver" alcanzan límites de genuina ridiculez risible. Es evidente que el presupuesto, sin ser muy bajo, tampoco era como para tirar cohetes, y a "Mutronics" le falta acción y le sobra palique. Con todo, y sin querer darle más valor del que realmente tiene, la peli puede verse, si antes te mentalizas de lo que te espera. Ayudan mucho el sentido del humor y la compasión.
Curiosamente, y este es un dato que desconocía hasta hoy, en 1994 (tres años después) Steve Wang se curra en solitario una secuela, "Guyver: Dark Hero" menos popular pero, según parece, más seria, violenta y fiel al manga. Hummm... ello da que pensar si tal vez la interferencia de Brian Yuzna en la primera fuese más dañina de lo que puede parecer. Su ausencia en la segunda parte dio carta blanca a Wang para hacer lo que realmente quiso. Oiga, pues igual hasta búscola y veóla.
martes, 16 de agosto de 2011
BIGGLES, EL VIAJERO DEL TIEMPO
Según me consta, el elemento ciencia ficción fue algo impuesto por la peli para adaptarse a las nuevas tendencias, es decir, que en las novelas originales nunca hubo nada de eso. Y es evidente que la intención era crear una franquicia, un nuevo "James Bond", y así lo vendieron en su época, pero el estrepitoso fracaso de la empresa a todos los niveles, jorobó el plan. Recuerdo perfectamente el momento. Como era lo habitual en mi, me obsesioné con aquella película y aquel personaje... bastante antes del estreno. Me moría de ganas de llevarme otro "Indiana Jones" al buche. Sin embargo, no pregunten por qué, cuando finalmente llegó a nuestras carteleras, perdí todo interés y no fui a verla. De hecho, y es algo que no deja de ser gracioso, jamás la vi, ni en video. Ayer, 15 de Agosto del 2011 fue mi "primera vez".
Y bueno, no está ni tan mal. Se nota algo envejecida, pero resulta un entretenimiento bastante aceptable. Llegados al minuto 45 (que es cuando comienzo a cansarme de todas las pelis que consumo), tienen el acierto de dar un nuevo giro emocionante a la trama que logra reengancharte. Eso sí, el desenlace es de lo más deslucido... y el final-final tópico (la pareja prota ¡¡se casa!!) y ridículo.
Por ahí pulula el gran Peter Cushing en lo que fue su última interpretación. Se los come a todos con patatas y té.
El director, John Hough, tiene en su curriculum títulos tan emblemáticos como "La leyenda de la mansión del infierno", "Drácula y las mellizas", "La montaña embrujada", "Objetivo: Patton", "El triunfo de un hombre llamado caballo" y "Escóndete y tiembla".
AH!!, naturalmente, tratándose de Inglaterra y los 80, no pueden faltar punks... punks, neogóticos y nuevos románticos que, ejem, escuchan a "Motley Crue". Pero por una vez no son malos, al contrario, ayudan a Biggles y su amigo en el tiempo a escapar de las redes de la policía. Simpática escena.
En definitiva, una película agradable.
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