"Weird Al" Yankovic es un cómico/músico bastante popular en los Estados Unidos. En España ganó cierta notoriedad gracias a la divertidísima parodia del video-clip "Bad" de Michael Jackson, titulado para la ocasión "Fat" (y con un Yankovic engordado a base de látex). Poco después de aquello, llegó su debut como protagonista absoluto de una película con esta "U.H.F." (en los USA se la conoce con idéntico título o con el de "The vidiot from U.H.F."), aunque antes lo habíamos visto haciendo un cameo en "Agárralo como puedas" (y repetiría en la segunda parte). Si el film hubiese funcionado en taquilla tal y como se esperaba, hubiéramos tenido a Yankovic hasta en la sopa... pero desafortunadamente para él, no fue así y tras "U.H.F." el amigo siguió limitando sus intervenciones a la tele o a cameos (salía en el segundo "Halloween" de Rob Zombie haciendo de sí mismo y aportando un gag muy gracioso sobre los obvios parecidos entre Michael Myers -asesino- y Mike Myers -actor-).
La primera vez que supe de "U.H.F." fue en las páginas de alguna de mis queridas revistas francesas. Para ilustrar la noticia iban dos jugosas imágenes, en una Yankovic aparecía caracterizado de "Indiana Jones" y en otra de "Rambo". Habiendo visto y gozado el video-clip "Fat", me convencí de que "U.H.F." sería una estupenda "spoof movie" al nivel de los momentos más inspirados de los ZAZ (y con razón, si se fijan en la caratula de la peli, se recurre al famoso "nudo" propio de las primeras epopeyas de Zucker/Abrahams/Zucker, en aquellas era un avión para "Aterriza como puedas" y un submarino para "Top Secret", en "U.H.F." es la antena de televisión). Pero cuando la peli llegó -en vídeo- a España y la vi, me sentí profundamente decepcionado ya que el nivel de "spoof" es meramente secundario, en esencia se trata de una comedia de narrativa standard... no demasiado mala, ni demasiado aburrida... pero sí demasiado poco... ¿¿"spoofiana"??.
Yankovic interpreta a George Newman, un tipo extremadamente soñador que no consigue conservar ninguno de sus aburridos empleos. Un día, casi por accidente, se convierte en el director de una minúscula cadena de televisión. De entrada ello no significa ningún cambio drástico para la empresa, hasta que casi de casualidad, el portero de la cadena es requerido como socorrido presentador de un programa infantil. La cosa funciona de maravilla y el éxito es arrollador. Tanto que los malvados mandamases del canal número uno del barrio deciden boicotearles de todos los modos posibles. ¿Lograrán George y su clan salir airosos del marrón?. Apuesten a que sí.
La verdad es que, consumida sin expectativas de ninguna clase, "U.H.F." funciona bastante bien como comedia tontorrona. Naturalmente, lo más llamativo de la función está en el material genuinamente paródico, que apunta a "En busca del arca perdida", "Rambo" (incluye un par de gags muy parecidos a dos que posteriormente veríamos en "Hot Shots 2" y "La máscara" y que, por desafortunada coincidencia de fechas de rodaje, no pudo contar con un cameo del propio Stallone), "Lo que el viento se llevó", "Conan, el bárbaro" (esta está muy graciosa) o el famoso video-clip de "Dire Straits" "Money for nothing", aunque hay muchas citas sutiles a muchos otros títulos ("Encuentros en la tercera fase", "El resplandor"...). Como curiosidad destacar la notoria dosis de humor políticamente incorrecto, e incluso sutilmente sangriento (dedo cercenado con sangre chorreante, tipo partido por la mitad verticalmente, soldados estallando gráficamente...), que incluyen algunas secuencias, algo bastante sorprendente tratándose de un film "Autorizado para todos los públicos" (cosa que le dio problemas en los USA con la censura y le obligó a lucir la estampa "PG-13", el "No recomendada a menores de 13 años" de allí).
En el reparto vemos unos cuantos nombres propios del humor televisivo, tales como el polémico Michael "Seinfeld" Richards en su habitual papel de retarded (aunque aquí funciona muy bien, a pesar de cargar un poquito) o Fran "La niñera" Drescher. Le acompañan gente como el asiático Gedde ("Vamp", "Gremlins 2") Watanabe, el enano Billy Barty de notorio curriculum (estuvo en "Legend" o "Willow", pero también en la chunguez "Patrulla de noche", que algún día espero reseñar) y, como absoluto malo de la función, el carismático Kevin McCarthy, que se pasa toda la puta peli con su inimitable mueca de perro rabioso. El productor Robert K. Weiss (culpable de grandes comedias del calibre de "Made in USA" o "Granujas a todo ritmo") se marca un cameo como barman, algo que también hiciera en la misma "Agárralo como puedas" -de la que era productor- aunque en esa ocasión vendía perritos calientes. El director y co-guionista (junto a Yankovic), Jay Levey, se ha pasado toda su carrera currando para "Weird Al" (es su manager y responsable de muchos de sus video-clips).
Detalle fricoso: La notoria transformación mediante "stop motion" de uno de los personajes humanos a extraterrestre es cortesía de los Chiodo Brothers, padres de los "Critters" en su forma física y responsables de la sobrevalorada "Killer Klowns from outer space".
En definitiva, una peliculilla simpática, bastante soportable y recomendable si te sobran 90 minutos de aquellos que, en otras circunstancias, únicamente dedicarías al aburrimiento.
Mostrando las entradas para la consulta "Billy Barty" ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta "Billy Barty" ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
lunes, 20 de agosto de 2012
sábado, 13 de enero de 2024
QUÉ ASCO DE VIDA
Parece que no, pero "Qué asco de vida" es un título muy relevante en la filmografía como director del gran Mel Brooks. Para empezar, se trata de su primera producción noventera, siguiendo a la tontísima pero muy divertida "Spaceballs, la loca historia de las galaxias". Recordemos que aquella había sido un fracaso, tal vez ello animó a Brooks a desviarse de su línea habitual de parodias y humor absurdo, para retomar esas comedias más serenas con eventuales toques dramáticos -o sentimentales- características de su primera etapa ("Los productores" y, muy especialmente, "El misterio de las doce sillas") Fue un paso arriesgado porque, en su época, también esas fracasaron. Y sí, "Que asco de vida" se metió una buena galleta a la hora de recaudar billetes. Así pues, ¿qué hizo el pequeño judío?... volver a "terreno conocido" (o, mejor dicho, aquel que se suponía el público esperaría de él) con las respectivas parodias de "Robin Hood" y "Drácula". Ambas pincharon y pusieron fin a su carrera cinematográfica. Considerando la desgana que invirtió en esas dos últimas, cumpliendo con la papeleta (están repletas de gags e ideas recicladas de sus títulos precedentes... y otras fuentes), ¿podríamos decir que "Qué asco de vida" fue la última obra de Mel Brooks abordada con cariño e ilusión? Tal vez (él mismo la considera su mejor interpretación).
Lo que cuenta tampoco es muy original. Dos ricachos compiten por hacerse con un barrio degradado, lleno de vagabundos. Hacen una apuesta. Si uno de ellos -Brooks, por supuesto- consigue pasar 30 días viviendo como un pordiosero más, sin dinero, sin nada de nada, ganará y se hará con el lugar. Sobra decir que la experiencia le cambiará a mejor, humanizándolo y tal. Y que sus ex socios se la jugarán con intención de que no recupere su antigua vida. Pero tranquilos, que hay final feliz, por supuesto. La cosa termina en boda, porque también tenemos historieta de amor y, como decía, sus gotitas de drama lacrimógeno (creo que por primera vez -y última- en la carrera del cineasta)
La deuda con Preston Sturges (especialmente "Los viajes de Sullivan") o Frank Capra, y su cine de buenos sentimientos, es cantosa. A pesar de algunos momentos más cafres y, sobre todo, del alto contenido crítico con la sociedad estadounidense, los ricachos, la sanidad (esta especialmente salvaje) y demás, "Qué asco de vida" es una película muy blanca, muy buenrollera, muy limpia (aunque incluya mucha mugre), incluso inocente. Tal vez demasiado para 1991. Así pues, no me sorprende el batacazo consecuente.
Tiene sus buenos momentos, sin duda. Te ríes. No a carcajadas, pero funcionan. Por ejemplo, la escena en la que Brooks imita a un niño negro que, bailando y cantando, consigue limosna. Obviamente, a él no le sale tan bien. Esto, y solo esto según recuerdo, era el trailer completo de la película. Llegué a verlo en algún cine y el público se reía de lo lindo. También es muy gracioso el encontronazo con el vagabundo que dice ser más rico que él, interpretado además por su viejo amigo y socio Rudy De Luca (a la vez, co-guionista de "Qué asco de vida"). La ristra de tortas graciosas es generosa e imitan -reconocido por el propio Brooks- las viejas maneras de los "Three Stooges". Y, así mismo, llama la atención que el viejo zorro logre colar en medio de la trama un inesperado número musical, de baile, esos que tanto le gustan con sus focos y colores, puro Hollywood clásico.
Tal vez el clímax final flojee, pero compensa que el resto entretiene, es agradable, medianamente divertido y emotivo. No comprendo cómo se le mete tanta caña en la red. Hay quien dice que es la segunda peor película de Brooks tras "El misterio de las doce sillas". ¡¿Han visto estos señores las de "Robin Hood" y "Drácula"?!. "Que asco de vida" cumple como bonita escapada de 92 minutos. ¿Qué más quieres?
El jugosito reparto incluye a una algo histriónica -como siempre, vamos- Lesley Ann Warren, al gran Jeffrey Tambor (sus entradas están entre lo más hilarante del film), Stuart Pankin, Howard Morris (le vimos también en "Máxima Ansiedad" y "La loca historia del mundo" de Brooks y, por consiguiente, en "Transylvania Twist" de Jim Wynorski), Michael ("Los cazafantasmas") Ensign, el mítico Billy Barty (protagonizando un gag muy parecido a otro visto en "La última locura" de don Mel), el bueno de Brian Thompson (qué carrera más colorida tuvo este hombre. Hace poco lo vi también en "¡Tres Amigos!" y su última intervención hasta la fecha ha sido, nada menos, que en "La tragedia de Macbeth", rodeado de actores de primera y dirigido por uno de los hermanos Coen), el eterno loco Raymond O'Connor, Robert (el Coronel de "Boogie Nights") Ridgely, papelito para Stanley Brock -busquen en Google y lo reconocerán al instante, esta fue su última película-, James Van Patten, de ilustre familia, marcándose un micro-rol como enfermero -lo que no deja de ser llamativo cuando siete años antes había protagonizado su propio vehículo de lucimiento, "Jóvenes Guerreros"- y, finalmente, otro habitual de Brooks, Ronny Graham, prestando la voz.
Una peli maja.
Lo que cuenta tampoco es muy original. Dos ricachos compiten por hacerse con un barrio degradado, lleno de vagabundos. Hacen una apuesta. Si uno de ellos -Brooks, por supuesto- consigue pasar 30 días viviendo como un pordiosero más, sin dinero, sin nada de nada, ganará y se hará con el lugar. Sobra decir que la experiencia le cambiará a mejor, humanizándolo y tal. Y que sus ex socios se la jugarán con intención de que no recupere su antigua vida. Pero tranquilos, que hay final feliz, por supuesto. La cosa termina en boda, porque también tenemos historieta de amor y, como decía, sus gotitas de drama lacrimógeno (creo que por primera vez -y última- en la carrera del cineasta)
La deuda con Preston Sturges (especialmente "Los viajes de Sullivan") o Frank Capra, y su cine de buenos sentimientos, es cantosa. A pesar de algunos momentos más cafres y, sobre todo, del alto contenido crítico con la sociedad estadounidense, los ricachos, la sanidad (esta especialmente salvaje) y demás, "Qué asco de vida" es una película muy blanca, muy buenrollera, muy limpia (aunque incluya mucha mugre), incluso inocente. Tal vez demasiado para 1991. Así pues, no me sorprende el batacazo consecuente.
Tiene sus buenos momentos, sin duda. Te ríes. No a carcajadas, pero funcionan. Por ejemplo, la escena en la que Brooks imita a un niño negro que, bailando y cantando, consigue limosna. Obviamente, a él no le sale tan bien. Esto, y solo esto según recuerdo, era el trailer completo de la película. Llegué a verlo en algún cine y el público se reía de lo lindo. También es muy gracioso el encontronazo con el vagabundo que dice ser más rico que él, interpretado además por su viejo amigo y socio Rudy De Luca (a la vez, co-guionista de "Qué asco de vida"). La ristra de tortas graciosas es generosa e imitan -reconocido por el propio Brooks- las viejas maneras de los "Three Stooges". Y, así mismo, llama la atención que el viejo zorro logre colar en medio de la trama un inesperado número musical, de baile, esos que tanto le gustan con sus focos y colores, puro Hollywood clásico.
Tal vez el clímax final flojee, pero compensa que el resto entretiene, es agradable, medianamente divertido y emotivo. No comprendo cómo se le mete tanta caña en la red. Hay quien dice que es la segunda peor película de Brooks tras "El misterio de las doce sillas". ¡¿Han visto estos señores las de "Robin Hood" y "Drácula"?!. "Que asco de vida" cumple como bonita escapada de 92 minutos. ¿Qué más quieres?
El jugosito reparto incluye a una algo histriónica -como siempre, vamos- Lesley Ann Warren, al gran Jeffrey Tambor (sus entradas están entre lo más hilarante del film), Stuart Pankin, Howard Morris (le vimos también en "Máxima Ansiedad" y "La loca historia del mundo" de Brooks y, por consiguiente, en "Transylvania Twist" de Jim Wynorski), Michael ("Los cazafantasmas") Ensign, el mítico Billy Barty (protagonizando un gag muy parecido a otro visto en "La última locura" de don Mel), el bueno de Brian Thompson (qué carrera más colorida tuvo este hombre. Hace poco lo vi también en "¡Tres Amigos!" y su última intervención hasta la fecha ha sido, nada menos, que en "La tragedia de Macbeth", rodeado de actores de primera y dirigido por uno de los hermanos Coen), el eterno loco Raymond O'Connor, Robert (el Coronel de "Boogie Nights") Ridgely, papelito para Stanley Brock -busquen en Google y lo reconocerán al instante, esta fue su última película-, James Van Patten, de ilustre familia, marcándose un micro-rol como enfermero -lo que no deja de ser llamativo cuando siete años antes había protagonizado su propio vehículo de lucimiento, "Jóvenes Guerreros"- y, finalmente, otro habitual de Brooks, Ronny Graham, prestando la voz.
Una peli maja.
sábado, 20 de octubre de 2012
PATRULLA DE NOCHE
Hay películas que cuando las ves siendo adolescente, te marcan. Las consumes con amigos que se lo pasan igual de bien que tú, y te aprendes diálogos, frases y chascarrillos. Años después las recuperas y tras revisarlas te dices "Joder, pero cómo pudo gustarme tanto esta mierda??!". Cosas de la edad. Sin embargo, a pesar de la "decepción", ir rememorando a cada escena las sensaciones que obtenías cuando la vieras siendo chaval, es algo francamente divertido y hasta emotivo. Bien, eso mismo me pasó ayer con "Patrulla de noche".
Todo comenzó con "Fonda Sangrienta", película que se marcó a hierro candente en mi corazón. Tanto me gustaba que, rápidamente, quise conocer más de su realizadora, Jackie Kong. Así fue como alquilé "Patrulla de noche" y quedé prendado de ella. Resulta que además de la Kong, por ahí rondaba también ese reivindicable individuo de nombre William Osco, del que ya hemos hablado antes. Pareja de la directora en aquella época, Osco se hizo famoso como director de la primera peli porno narrativa ("Mona, the virgin nymph") y productor de la legendaria "La aventuras de Flesh Gordon". Junto a Kong parió algunos títulos de tercera regional como las mentadas ("Fonda Sangrienta", "Patrulla de noche"...) o "El Ser". Curiosamente en el film que nos ocupa, Osco aparece en los créditos con su nombre traducido al francés.
"Patrulla de noche" se rodó en 1984 y no deja de ser otro de los muchos exploits surgidos a la sombra del éxito de la saga "Loca academia de policía", solo que hecha con menos dinero, menos talento y menos sentido del ridículo. Por otro lado, se trata de un especie de vehículo para el lucimiento de un cómico de segunda que en los USA fue medianamente popular durante unos años, "The Unknow Comic" o, "El cómico desconocido", cuya peculiaridad es que subía al escenario con la cara cubierta por una bolsa de papel. El señor oculto tras dicha bolsa se llama Murray Langston y, sí, es el prota -también sin bolsa- de "Patrulla de noche". Hace no mucho George Clooney dirigió un biopic dedicado a Chuck Barris, creador este de un espacio televisivo -"The Gong Show"- tan amado como odiado (pero visionario, viendo cómo ha terminado hoy la caja tonta) titulado "Confesiones de una mente peligrosa". En ese mismo show, "The Unknow Comic" era uno de los invitados recurrentes y, sí, tiene su pequeña aparición en el film de Clooney, con el mismo Langston recuperando la bolsa para la ocasión.
En "Patrulla de noche" interpreta a un policía la mar de idiota con una doble vida, por la noche actúa en un bareto como "El cómico desconocido". Si esto ya le trae muchos problemas, la cosa se complica cuando de pronto aparece un ladrón que se disfraza como él. El cenit de todo este "drama" llegará la noche en la que los dos coincidirán en un espectáculo al que también acude la policía, incluido nuestro prota que tendrá que ingeniárselas para actuar, no ser descubierto por sus compañeros y detener al criminal.
Bien, esta peli contaba con un presupuesto tan y tan escueto, que se tuvo que rodar únicamente los fines de semana. Y, según un espacio televisivo de esos biográficos, marcó el verdadero final-final de la ya descendente carrera de la morbosa Linda Blair quien, aviso para viciosos, se marca un pequeño destete justo en la escena previa a los créditos finales (y para los que aún no lo sepáis, la muchacha lucía un tetamen de órdago). Sí, mucho me temo que "Patrulla de noche" es así de mala, malísima. Va cargadica de un humor ultra-gilipollas y zopenco, absolutamente ridículo, adornado con las inevitables dosis de chabacanería y chistes guarros. Técnicamente se ve desbalazada y patosa, muy cutre. Y narrativamente, es un caos sin demasiado sentido. Las escenas que ayudan a avanzar la historia / excusa se mezclan con simples galerías de gags malos que únicamente sirven para alargar metraje. Y aunque está claro que el policía prota es también "The Unknow Comic", nunca le vemos ponerse la bolsa en la cabeza con lo que no acaba de quedar del todo claro. Supongo que fue algo hecho a posta, para darle cierto misterio, pero lo único que consiguen es incrementar la confusión general.
Aún así, es tal su grado de estupidez, que en algunos momentos termina resultando genuinamente divertida y, después de todo, no especialmente aburrida. Por ejemplo, ya de chaval me encantaba la escena inicial, cuando el prota le grita a un conductor imprudente, "¿Está usted loco o qué?" y cuando se abre la puerta del coche, sale un tío con camisa de fuerza haciendo muecas exageradas. Que quieren que les diga, a mi ese gag me funcionaba y aún lo hace. O cuando el cómico desconocido comenta "Estoy tan nervioso, tengo mariposas en el estómago", a lo que su mánager le mete una pastilla en la boca, "Toma esto" dice, "¿Qué es?" pregunta él, "Naftalina" contesta ella... otro chiste que me funciona. Y así más y más, a cada cual más estúpido y patético (como el tío que, a pesar de su aspecto totalmente occidental, dice ser Japonés y la lía a tiros en plena calle porque busca un restaurante nipón y el no encontrarlo le desespera). Aunque tal vez sea la aparición del gran Pat Morita, el "Miyagi" de "Karate Kid", lo más marciano del pack, ya que interpreta a la víctima de una violación cometida por lesbianas y que cuando habla, tiene voz de mujer. Ah! y de gags de mariquitas, hay unos cuantos. ¿Qué quieren?, era la época.
El reparto no tiene desperdicio, junto a Langston / "Unknow Comic", Linda Blair y Morita, tenemos a Pat Paulsen (personaje televisivo que intentó acceder a la presidencia de su país), Billy Barty (enano que interpretaba papeles adecuados para su talla en pelis como "Legend", "Willow" o "Masters del universo") como el jefe de la policía que no para de tirarse pedos, Lori Sutton enseñando cacho (su curriculum es la hostia, ha currado para Mel Brooks, Andy Sidaris, Mark Pirro y estuvo en "Los albóndigas en remojo"), Sydney Lassick (de larguísima trayectoria, fue un loco en "Alguien voló sobre el nido del cuco" y un profe en "Carrie"), cameo para Andrew Dice Clay ("Las aventuras de Ford Fairlane") y la "chica Russ Meyer" (y estrella porno) Kitten Natividad luciendo sus inmensas tetorras.
Tras algunas pocas pelis más (entre ellas "Fonda Sangrienta" y la decepcionante "Loca academia de maleantes 1"), Jackie Kong y William Osco se separarían. De ella nunca más se supo y él... bueno, produjo algunas cosas más hasta hace poco, pero nada realmente destacable.
Nota fricosa: En la parte de atrás de la caratula de vídeo aparecía una foto super-engañosa y altamente confundible, con tres policías luciendo armamento y pose a lo "Cazafantasmas". Formaba parte de toda una galería de imágenes promocionales con los agentes ataviados cual conceptos y película populares de la época. Hay otra en plan "Indiana Jones". Hacer notar que los modelos NO salían en el film (ver).
"Patrulla de noche" es, efectivamente, una auténtica mierda... pero una que funciona si te la tomas como hay que tomarla y le das al "Play" dispuesto a dejarte embriagar por sus hedores.
Todo comenzó con "Fonda Sangrienta", película que se marcó a hierro candente en mi corazón. Tanto me gustaba que, rápidamente, quise conocer más de su realizadora, Jackie Kong. Así fue como alquilé "Patrulla de noche" y quedé prendado de ella. Resulta que además de la Kong, por ahí rondaba también ese reivindicable individuo de nombre William Osco, del que ya hemos hablado antes. Pareja de la directora en aquella época, Osco se hizo famoso como director de la primera peli porno narrativa ("Mona, the virgin nymph") y productor de la legendaria "La aventuras de Flesh Gordon". Junto a Kong parió algunos títulos de tercera regional como las mentadas ("Fonda Sangrienta", "Patrulla de noche"...) o "El Ser". Curiosamente en el film que nos ocupa, Osco aparece en los créditos con su nombre traducido al francés.
"Patrulla de noche" se rodó en 1984 y no deja de ser otro de los muchos exploits surgidos a la sombra del éxito de la saga "Loca academia de policía", solo que hecha con menos dinero, menos talento y menos sentido del ridículo. Por otro lado, se trata de un especie de vehículo para el lucimiento de un cómico de segunda que en los USA fue medianamente popular durante unos años, "The Unknow Comic" o, "El cómico desconocido", cuya peculiaridad es que subía al escenario con la cara cubierta por una bolsa de papel. El señor oculto tras dicha bolsa se llama Murray Langston y, sí, es el prota -también sin bolsa- de "Patrulla de noche". Hace no mucho George Clooney dirigió un biopic dedicado a Chuck Barris, creador este de un espacio televisivo -"The Gong Show"- tan amado como odiado (pero visionario, viendo cómo ha terminado hoy la caja tonta) titulado "Confesiones de una mente peligrosa". En ese mismo show, "The Unknow Comic" era uno de los invitados recurrentes y, sí, tiene su pequeña aparición en el film de Clooney, con el mismo Langston recuperando la bolsa para la ocasión.
En "Patrulla de noche" interpreta a un policía la mar de idiota con una doble vida, por la noche actúa en un bareto como "El cómico desconocido". Si esto ya le trae muchos problemas, la cosa se complica cuando de pronto aparece un ladrón que se disfraza como él. El cenit de todo este "drama" llegará la noche en la que los dos coincidirán en un espectáculo al que también acude la policía, incluido nuestro prota que tendrá que ingeniárselas para actuar, no ser descubierto por sus compañeros y detener al criminal.
Bien, esta peli contaba con un presupuesto tan y tan escueto, que se tuvo que rodar únicamente los fines de semana. Y, según un espacio televisivo de esos biográficos, marcó el verdadero final-final de la ya descendente carrera de la morbosa Linda Blair quien, aviso para viciosos, se marca un pequeño destete justo en la escena previa a los créditos finales (y para los que aún no lo sepáis, la muchacha lucía un tetamen de órdago). Sí, mucho me temo que "Patrulla de noche" es así de mala, malísima. Va cargadica de un humor ultra-gilipollas y zopenco, absolutamente ridículo, adornado con las inevitables dosis de chabacanería y chistes guarros. Técnicamente se ve desbalazada y patosa, muy cutre. Y narrativamente, es un caos sin demasiado sentido. Las escenas que ayudan a avanzar la historia / excusa se mezclan con simples galerías de gags malos que únicamente sirven para alargar metraje. Y aunque está claro que el policía prota es también "The Unknow Comic", nunca le vemos ponerse la bolsa en la cabeza con lo que no acaba de quedar del todo claro. Supongo que fue algo hecho a posta, para darle cierto misterio, pero lo único que consiguen es incrementar la confusión general.
Aún así, es tal su grado de estupidez, que en algunos momentos termina resultando genuinamente divertida y, después de todo, no especialmente aburrida. Por ejemplo, ya de chaval me encantaba la escena inicial, cuando el prota le grita a un conductor imprudente, "¿Está usted loco o qué?" y cuando se abre la puerta del coche, sale un tío con camisa de fuerza haciendo muecas exageradas. Que quieren que les diga, a mi ese gag me funcionaba y aún lo hace. O cuando el cómico desconocido comenta "Estoy tan nervioso, tengo mariposas en el estómago", a lo que su mánager le mete una pastilla en la boca, "Toma esto" dice, "¿Qué es?" pregunta él, "Naftalina" contesta ella... otro chiste que me funciona. Y así más y más, a cada cual más estúpido y patético (como el tío que, a pesar de su aspecto totalmente occidental, dice ser Japonés y la lía a tiros en plena calle porque busca un restaurante nipón y el no encontrarlo le desespera). Aunque tal vez sea la aparición del gran Pat Morita, el "Miyagi" de "Karate Kid", lo más marciano del pack, ya que interpreta a la víctima de una violación cometida por lesbianas y que cuando habla, tiene voz de mujer. Ah! y de gags de mariquitas, hay unos cuantos. ¿Qué quieren?, era la época.
El reparto no tiene desperdicio, junto a Langston / "Unknow Comic", Linda Blair y Morita, tenemos a Pat Paulsen (personaje televisivo que intentó acceder a la presidencia de su país), Billy Barty (enano que interpretaba papeles adecuados para su talla en pelis como "Legend", "Willow" o "Masters del universo") como el jefe de la policía que no para de tirarse pedos, Lori Sutton enseñando cacho (su curriculum es la hostia, ha currado para Mel Brooks, Andy Sidaris, Mark Pirro y estuvo en "Los albóndigas en remojo"), Sydney Lassick (de larguísima trayectoria, fue un loco en "Alguien voló sobre el nido del cuco" y un profe en "Carrie"), cameo para Andrew Dice Clay ("Las aventuras de Ford Fairlane") y la "chica Russ Meyer" (y estrella porno) Kitten Natividad luciendo sus inmensas tetorras.
Tras algunas pocas pelis más (entre ellas "Fonda Sangrienta" y la decepcionante "Loca academia de maleantes 1"), Jackie Kong y William Osco se separarían. De ella nunca más se supo y él... bueno, produjo algunas cosas más hasta hace poco, pero nada realmente destacable.
Nota fricosa: En la parte de atrás de la caratula de vídeo aparecía una foto super-engañosa y altamente confundible, con tres policías luciendo armamento y pose a lo "Cazafantasmas". Formaba parte de toda una galería de imágenes promocionales con los agentes ataviados cual conceptos y película populares de la época. Hay otra en plan "Indiana Jones". Hacer notar que los modelos NO salían en el film (ver).
"Patrulla de noche" es, efectivamente, una auténtica mierda... pero una que funciona si te la tomas como hay que tomarla y le das al "Play" dispuesto a dejarte embriagar por sus hedores.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)