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miércoles, 20 de septiembre de 2023

ROBOCOP SAGA

"ROBOCOP 1": La primera película Americana del holandés Paul Verhoven es un absoluto clásico de la ciencia ficción - acción, del que, la verdad sea dicha, se me ocurren bastantes pocas cosas sobre las que escribir salvo las recurrentes: que sentó precedentes, que le salieron copias de múltiples nacionalidades, que le preceden dos secuelas, unos dibujos animados y una infame serie de televisión...
Y se podrían decir montones de cosas buenas sobre esta peli y sobre Verhoeven. A mí me encanta, pero tengo que ponerme un poco tiquis miquis. No siempre hay que decir las virtudes de las pelis clásicas que nos marcaron ¿no?. Vamos a obviar lo que supuso "Robocop" para un tipo que hoy sobrepasa la treintena; A mi juicio, el tiempo se ha portado francamente mal con ella. La última vez que la vi, será como hace diez años, la disfruté a tope. Sin embargo, ayer (y pueden echarle la culpa a la edad, la mentalidad o a lo que quieran) la encontré un pelín floja. Sigo pensando que los F/X, culpa de Rob Bottin, son increíbles, que las dosis de violencia y sangre no son nada desdeñables... pero la encontré sosa. Y me preocupé (¡¡¡por todos los santos, me he aburrido viendo "Robocop"!!!),pero es que en una película ambientada en el Detroit del futuro, me cargaron sobremanera los cardados y pintas ochenteras que vemos en la discoteca y la socarronería que desprenden unos gags que están de más, en una película que pide a gritos un buen montón de seriedad. Y me cargó un ritmo pausado y caduco, con el que antaño vibré. Sin embargo, me resisto a echarle la culpa a la peli. Es que estoy mayor y ya el gusto me ha cambiado. Puede ser. No quiero cebarme más. Dentro de unos años la veré de nuevo y a ver qué opino entonces.
"ROBOCOP 2": Si el primer "Robocop" fue la primera película americana de Paul Verhoeven, la que ahora nos ocupa sería la última película hasta la fecha de Irvin Kershner, director muy respetado por los fans de "Star Wars", precisamente por ser responsable de "El imperio contraataca", aunque si yo me he de quedar con alguna de sus pelis, me quedo con el Bond no oficial "Nunca digas nunca jamás", que tiene doble merito si tenemos en cuenta que huyo como de la peste de todo aquel producto con el sello 007.
A "Robocop 2", que entra ya en la categoría de "películas noventeras", el tiempo no le ha hecho ningún daño... mas bien la ha eliminado de la faz de la tierra. ¡Que película más ridícula! Quizás Frank Miller, que se le ocurrió la historia y la guionizó, sea el culpable de este desmadre cómico.
Pero ahora una cosa buena: Cójanla, traspasen todo ello a las páginas de un comic y, en ese caso, creo yo que la cosa funcionaría. Pero se trata de una peli, así que... de una muy mala, además. Como muy bien opina Naxo, "Robocop 2" intenta nutrirse de los méritos de la primera entrega, sin éxito, para multiplicarlos por dos y cebarnos. El humor en esta, con todos esos chistes y horrorosos robots aspirantes a ser el nuevo Robo-poli, son terribles. La película incluye infinidad de chistes (ese "Robocop" reparado que acaba siendo un lastre por culpa de las nuevas directrices que le han programado, siendo educado y dando discursos moralistas a los niños, es de vergüenza ajena) pero, al final, la propia película acaba siendo un chiste en sí misma. ¡Y que viva el nuke!.
Sobre todo, tengan presente que, aunque me esté cebando (una excusa para no hablar siempre de lo maravillosos que son todos estos productos), que sepan que le tengo gran cariño y que si alguna de las pelis que se estrenan actualmente fuesen la mitad de flojas que "Robocop 2", ya se estarían facturando obras maestras. Además, el "Murphy" sufridor y animatrónico de Rob Bottin sigue siendo una obra maestra.
"ROBOCOP 3": No hay director con filmografía más escueta y simpática que la de Fred Dekker: El terror llama a su puerta", "Una pandilla alucinante" y este "Robocop 3" que nos ocupa.
Recuerdo que, cuando se estrenó, pasó sin pena ni gloria, e incluso yo mismo pensaba que el tema estaba ya un poquillo desfasado. Aún así, fui a verla. Y revisada hoy, es la menos perjudicada por el paso del tiempo. Con ello no quiero decir que no le hay hecho daño, si no que en menor cantidad. También porque es relativamente buena. En estos días he estado "echando pestes" de las otras dos en el sentido de que en una película futurista la gente llevara pintas ochenteras. Bien, pues esto sí que tiene delito: En una de 1993, ¡siguen explotando las pintas ochenteras de sus precedentes! de hecho, hay una banda de punks con enormes crestas rosadas, más propio de aquella época que de los noventa, lo que no ha dejado de parecerme curioso.
Manías a parte, el tercer Robopoli es una película mucho más pequeñita que sus antecesoras, en el que desaparece la violencia, la sangre y los chistes y se convierte más en un materia para todos los públicos.
Peter Weller abandona la franquicia y en su lugar nos cuelan un Robert Burke, muy bien maqueado para que se parezca a Weller, por lo que el resultado no es cantoso. Repite Nancy Allen, al menos en la primera mitad de la historia, y se introduce a Rip Torn. Frank Miller sigue en las tareas de guionista.
Es la que mejor se deja ver (actualmente) y consciente de que no puede llegar a ser como sus antecesoras, nos quita un montón de cosas, pero a cambio nos da un "Robocop" desmontable, que puede insertarse lanzallamas en el brazo y que, gracias a un propulsor, puede volar. Entretenidilla, sin más.

sábado, 15 de noviembre de 2025

ROBOCOP 4, POLICÍA DEL FUTURO

Conocemos la irritante manía de los yankis por estirar sus logros hasta hacerlos sangrar. Centrándonos en el cine y, más concretamente, ciertos personajes icónicos, no existe uno más perjudicado por tal práctica que "Robocop". Considerando naturaleza, tono, maneras y esencias de su maravillosa e inmortal película de debut, "Robocop" jamás tendría que haber sufrido los envites de la secuelitis, el merchandising y todo lo demás, incluidos comics, dibujos animados y, como veremos, series televisivas. Estaba hecho para una única ocasión y luego, palacaja. Habría sido una estrategia inteligente.... cualidad esta ausente en las oficinas de Hollywood cuando es el montante el que habla. Y oiga, no pretendo arrebatarle el mérito a sus padres putativos sobre el papel, Ed Neumeier y Michael Miner, pero, visto lo visto, está claro que fue la mano de Paul Verhoeven la que otorgó todo lo bueno, único e irrepetible a "Robocop". Y a las pruebas me remito: El año 1994, Neumeier y Miner recibieron el encargo de convertir a su creación en personaje de caja tonta y a ello se pusieron (partiendo de un libreto originalmente pensado para cine). El resultado es la dolorosa prueba fehaciente de que, sin el holandés loco de por medio, la cosa no funciona igual. Ya, claro, algo totalmente extensible a las secuelas cinematográficas, pero en aquellas el guion, como saben, corrió a cargo del prestigioso Frank Miller y, contrariamente a lo que muchos dicen por ahí, soy de la opinión que el laureado comiqueante lo hizo peor, imposible. Por supuesto, este señala las presiones y exigencias de la producción como culpables de que su labor se viera enturbiada. Pero no me lo trago. El padre de "Batman: el regreso del caballero oscuro" MATÓ a "Robocop" (igual que, equis años después, mató a "The Spirit", causa que tengo pendiente revisar). 
"Robocof, cof 4, policía del futuro", fue lanzada en su día en España por "Manga Films" -bajo el subsello "Strong Video"- como continuación directa de las películas. En realidad se trataba del episodio piloto, titulado "The Future of Law Enforcement" y partido en dos para su emisión en USA. "Manga Films" llegó a editar una "quinta dosis", aunque en aquella ocasión no ocultaba su serialización incorporando, justo, los episodios siguientes al piloto. Al final la serie dio de sí 23 capítulos. Por mucho que he buscado, no he localizado más (había oído rumores que se alcanzaron hasta ocho entregas), tal vez la cosa funcionó peor de lo esperado... quien sabe. Toda información será bien recibida (Actualización: escribe el amigo Javi Pueyo y nos aclara que, cuanto menos, hubo una sexta dosis. Gracias caballero. Seguimos para bingo).
La trama principal gira en torno a un científico loco que crea una especie de entidad cibernética partiendo de cerebros humanos -extraídos en vida y de modo totalmente clandestino- dispuesta a controlar la ciudad. Con ayuda de un malvado ejecutivo de la "OCP" conseguirá acariciar su objetivo, hasta la llegada de "Robocop". Entre medias, dos tramas paralelas. Por un lado las trifulcas familiares del ciber-madero y, por otro, la misma entidad cibernética, que acaba adquiriendo la forma de la persona humana sacrificada para su creación y ayudando al bueno de "Robo".
Muchas de las características reconocibles de la franquicia están ahí: los telediarios con noticias extravagantes. Los anuncios publicitarios no menos delirantes (hay uno muy decente de dibujos animados sobre un superhéroe consumista). Sendos "tics" propios de los films precedentes (la compañera de "Robocop" haciendo globos con su chicle, la cámara subjetiva mientras el robot reposa en el taller, sus intocables directrices...) de los que, sospecho, se mangan algunas escenas. No estoy seguro, ni me apetece hacer la comparación, pero diría que sendas explosiones apestan a reciclaje (una práctica bastante común en estas cosas. De hecho, el título principal, ahí con su tipografía y ese vuelo rasante por el "skyline", es el mismo del "Robocop" original). Y es que, lógicamente, ver al poli de hojalata en acción cuesta mucho dinero, algo de lo que no disponen sus artífices, así que, ya se sabe, la cosa viene muy limitada. Básicamente tenemos escenas de tiros y mamporros al principio, en medio y al final. El resto es imparable verborrea y un "Robo" "de baja" durante un buen puñado de minutos a causa de un intento por destruirle. Era normal verle sufrir desperfectos graves en las películas, pero aquí le sacan partido extra.
Quizás el aspecto más elogiable, y pura consecuencia de la presencia de Neumeier y Miner, sea la misma persona de "Robocop". Diríase que la intención por respetar su primigenia naturaleza era genuina, evitando los momentos ridículos y vergonzantes que Frank Miller incorporó a las secuelas. Aquí "Robo" es tremendamente serio, más trágico que nunca, prácticamente inexpresivo, frío, austero y habla poco. Cuando no lleva el casco, lo rodean de penumbra (tal vez para disimular el maquillaje, pero funciona de esa otra manera). Todo ello me pareció maravilloso. Aplaudible. Pero nada más... el resto no podría ir más en contra de lo que mostraban las películas (y aquí incluyo las tres), y siendo este "Robocop 4" un producto "cajatontil" de los noventa, se pueden imaginar a qué me refiero: la violencia no solo escasea, es que el mismo robopoli evita sesgar vidas, deteniendo a los villanos sin hacerles más daño que algún moratón. Y utiliza su icónica pistola lo menos posible. Tampoco el humor negro y la mala uva que Paul Verhoeven inyectó en su clásico asoman por ningún lado. Cuando acá se tira de comedia, es bufa, simplona y cargante (especialmente respecto a los personajes del científico loco y su socio, cuya cruel maldad tendría que haber sido justamente castigada con una muerte dolorosa) Y, como en "Robocop 3", que no falte el crío repelente, rematado por un final ñoño de cojones.
No soy tan tonto como parezco, y cuando me puse a ver esto lo hice sabiendo a qué me exponía, esperando lo peor. Por ello, tal vez, la primera mitad todavía entró más o menos bien. Pero cuando "Robocop" desaparece de escena, la cosa comienza a ponerse realmente pesadita. Pasa un poco como con el "Superman" de Christopher Reeve. Molaba tanto verle con el bonito atuendo, que importaba poco la calidad del material envolvente... hasta que su presencia pasaba a cero y comenzaban a doler los glúteos. Además, al robopoli siguen acompañándole las notas de su esplendoroso himno machacón (o una reconocible variación del mismo). Otro ingrediente que funciona.
El desconocido Richard Eden se encarga de sustituir las mandíbulas de Peter Weller y Robert Burke (aunque el doblador español es el mismo, detalle a agradecer). Claro, tampoco es que el pobre hombre aporte mucho, de ahí que su carrera posterior continuara por derroteros parecidos, todo series y telefilms.
Muerta la compañera de "Robo" en las películas, le buscan una nueva, interpretada por Yvette Nipar (ni papa). Y el resto del reparto, pues lo mismo. No repite ningún personaje de la gran pantalla, todos son sustituidos por actores y actorcillos. Destaca Cliff De Young sobreactuado como científico loco (al no palmar cuando debía, saldría en dos capítulos más).
Paul Lynch, director, arrancó su carrera con bastante buena mano responsabilizándose de dos slashers con cierta solera, especialmente el primero de ellos, "Prom Night". El otro fue "Humongous". También se implicó en la confección de la antología "Manía". Pero, salvo estos títulos, la mayor parte de su filmografía la compone mucha morralla televisiva. Eso sí, el hombre ha currado a destajo, nadie lo pone en duda.
Por si les interesa saberlo, este "Robocop" televisivo no pasó de una primera temporada gracias a las bajas audiencias y peores críticas. Otros directores interesantes implicados en la refriega fueron Mario Azzopardi y Timothy Bond. Sin embargo, y porque los yankis no aprenden, en 2001 lo intentaron de nuevo. "Robocop: Prime Directives" tenía la loable intención de retomar las maneras duras y violentas del film original, pero tampoco creo yo que colara mucho porque, en fin, ¿sabían ustedes de su existencia?. Para la ocasión se contó con otro matao oculto bajo el disfraz. Luego vendría un decepcionante remake y el continuo anuncio -¿amenaza?- de que, el día menos pensado, tendremos al madero cibernético de nuevo en nuestras pantallas, grandes, pequeñas, medianas o minúsculas.



El amigo Enorm nos manda las restantes caratulas. Gracias compañero.


sábado, 5 de agosto de 2023

POLICÍA DE ACERO

Madre mía, madre mía, de lo que ayer noche fueron testigos mis ojos no tiene nombre. Pero más por el cómo que por el qué. Dejen explayarse a esta sucia boca.
Así de entrada, mirada por encima, "Policía de acero" no sería más que otra imitación de "Robocop" parida en plenos años 90, 1995 para ser exactos. Es decir, ocho después del clásico de Paul Verhoeven. ¿Por qué tan tarde?. Y digo "Robocop" a conciencia, pues no hay ninguno de los restantes referentes expoliados recurrentes en esta clase de subproductos. Es decir, ni "Terminator", ni "Mad Max 2", ni nada semejante. Aquí el hurto comienza y acaba con "Robocop", solo que yendo por la estrategia fácil, cambiemos a Peter Weller por una chica rubia de buen ver. El resto, casi idéntico, con escenas que incluso rozan la línea de lo legal cual un Bruno Mattei cualquiera.
Hay un grupo de moteros malvadísimos comandados por un sobreactuado Richard Grieco de "look" ultra macarra. Entre ellos se ha infiltrado una churri policía. La descubren y se la cepillan (sin hacerle demasiados desperfectos). Un científico convence a la alcaldesa que puede coger el cadáver y revivirlo mediante suero para convertirla en una super-policía. Proyecto "Lázaro" lo llama (¿no había un nombre menos trillado?). Así que proceden. La rubia sufre una crisis de identidad cuando descubre que ha vuelto de la muerte y, tras escenas de drama chusquero, se hace a la idea de que es una "superhéroa", se viste como tal, con mucho negro, incluso lleva una máscara que le cubre la mitad de la faz y, enga, a meter piruetas, matar malos a base de posturitas guapas y, por supuesto, vengarse de Don Grieco, que se hace tarde.
Por una vez los distribuidores patrios tuvieron suficiente ojo para rebautizar al film con fines clarificadores. En inglés se titula, muy farragosamente, "The Demolitionist" (difícil de mentar, "demolishionis", "La demoledora". Hay una escena en la que la califican de "Demo" y queda muy chanin, así tendrían que haber titulado la peli, o "Demo Cop" si me apuran), y en las Españas pues "Policía de acero", en evidentísima referencia a nuestro querido madero de hojalata.
Claro, tras leer todo esto pensarán "Menuda basurilla, ¿Quién osó hacer esto en los noventa? Wynorski, Corman, Band....?" pues no, y ahí radica realmente lo chocante del invento, y motivo por el que la consumí íntegra y sin avance rápido, a pesar de haber tenido un día duro: la gente que asoma por delante y detrás de la cámara son personajes de la farándula horrorífica / fantastique, bien conocidos y queridos por todos nosotros. Muchos con un pasado, y un posterior futuro, bastante más lúcido, impropio de gente a la que asociaríamos con un plagio barato de "Robocop".
La culpa total y absoluta de este desaguisado la tiene Robert Kurtzman, quien aquí debutaba en la dirección. Dos años después se ocupó de la más popular y lograda "Wishmaster" para, a partir de entonces, ir cayendo en picado a base de productos más bien olvidables como "The Rage" o "Enterrados Vivos". Cerraría el círculo en 2010 con una de acción, "Impacto Mortal". Conocen, o deberían, la otra ocupación del caballero, como técnico de efectos especiales en muchos títulos de solera, especialmente al lado de sus queridos Howard Berger y Greg Nicotero, con quienes formó la legendaria "KNB Group". Y sí, no solo estos firman los truquitos -tampoco muy abundantes- de "Policía de acero". En cuestión de cameos, Berger no quiso saber nada, pero Nicotero sí. Gracias a sus greñas y barbas, hace de motero malote.
Visto lo visto, Kurtzman tendría el caprichito de parir su propio "Robocop", deseo compartido con su señora esposa de entonces, que para algo ambos firman la historia (tampoco se esforzaron mucho). Luego, le pasaron el encargo de escribir el guion a un par de mindundis con nombre de mafioso y mucho currele televisivo a sus espaldas, Brian DiMuccio y Dino Vindeni. Lo siguiente fue tirar de lista de colegas, a los que liarían completamente. Me los imagino siendo conscientes de lo marciano de la operación, pensando "tío, esto en una copia de "Robocop"" pero callando like putas, ¿Cómo defraudar a un amigo?. Así que, enga, ponme en la peli, pero no me hagas hablar mucho, cuanto más se reduzca lo mío a cameo, mejor.
Y de esta guisa encontramos a Tom Savini como esbirro del villano (asoma en más planos que muchos de sus compañeros, pero nada excesivo, y apenas habla), Reggie Bannister (el calvito de la saga "Phantasma") como un alcaide visto y no visto, lo mismo que Jack "Cabeza Borradora" Nance en plan cura. A Joseph Pilato le toca lucirse un poquito más gracias a sus excesos interpretativos, le reconocerás como el malvado "Rhodes" de "El día de los muertos". El gran Dan Hicks, paleto en "Terroríficamente muertos" o encargado de supermercado en "Intruso en la noche", muriendo rápido. Sarah Douglas, la villana de "Superman 2", en un vivo ejemplo de cameo irreconocible, dando vida a una cirujana que, si no me falla la memoria, ni se quita la mascarilla. Nada menos que Heather Langenkamp, la prota de "Pesadilla en Elm Street", en un infame papelito de periodista / locutora. Y Derek Mears, futuro "Jason Voorhees" en la película del 2009. Aunque el cameo más curioso, porque ni tan siquiera sale acreditado, se lo debemos a Bruce Campbell en el recurrente rol de motero maloso.
Los papelotes destacados recaen, Grieco aparte, en Peter Jason como policía corrupto (lo has visto en chorrocientas películas de John Carpenter), Susan Tyrrell como alcaldesa (normalmente muy histriónica, desfasaba que daba gusto en "Cry-Baby" o "La zona prohibida / Forbidden Zone") y Bruce Abbott, el "Dan" de "Re-Animator", como el científico que inventa a la policía de acero, es decir, otra vez reviviendo cadáveres mediante suero. Este chico no aprende. Y, a todo esto, el insulso protagonismo de la función se lo lleva Nicole Eggert, vigilanta de la playa.
John Esposito, productor ejecutivo, tuvo la poco fortuna de coproducir ese aborto titulado "Abierto hasta el amanecer" y últimamente ha guionizado para la mediocre serie de tele inspirada en "Creepshow".
Y en una película como esta, con toda la peña mentada, no pueden faltar las citas descaradísimas a "Fangoria" y las "fricadas" a servicio del fan. Nada más comenzar, Richard Grieco y su socio esperan en la celda a que los ejecuten (luego escaparán y bla, bla), mientras ven una peli en plan "kaiju-eiga" por la tele (con un especie de pez espada gigante destruyendo casitas) y se parten de risa. El tipo sujeta un "Fangoria" entre las manos y, por si acaso no han pillado el guiño, tiene la pared de atrás embadurnada de más y más cubiertas. Sutilidad es mi segundo nombre, bro.
En cuanto a la sensación general que deja "Policía de acero" -que, obvio, concluye con una canción metalera de lo más pegadiza y macarra- es de estupor. Como decía, la soporté íntegra. Y me cayó en gracia a pesar de que los momentos dramáticos cortan el rollo. Pero, claro, estoy requeteseguro que fue gracias a la ristra de nombres. Era la mar de gracioso ir reconociéndolos. Como encontrarse con un viejo amigo al que ves haciendo algo de lo que, sabes, luego se avergonzará. Aunque, a tenor de los años transcurridos, no había motivo. Casi nadie parece saber de la existencia de esta película. Bien mirado, al final la fortuna les sonrió.

martes, 2 de abril de 2013

THE VINDICATOR

Probablemente el único mérito del que puede presumir "The Vindicator" es haberse adelantado un año a "Robocop" (aunque con estas cosas nunca se sabe). Si no me creen, atentos a la sinopsis siguiente: Un científico, guapo y a punto de ser padre de familia, es asesinado en un accidente provocado por sus superiores con el fin de usar el cadáver para experimentar. Se trata de convertirlo en relleno de un traje futurista diseñado para viajar a Marte a base de conectar su cerebro a una serie de electrodos de modo que pueda ser tele-dirigido  Pero en un descuido, el hombre se activa antes de que puedan enchufarle un control remoto y huye. Poco a poco va recordando y recuperando la personalidad, así que decide vengarse de quienes le han puteado.
Pues sí, no se puede negar que existe un notable parecido entre los argumentos de esta producción Canadiense del 1986 y el clásico de Verhoeven -del 87-, pero las diferencias son casi mayores. "The Vindicator" vendría a ser "Robocop" dirigida por Fred Olen Ray, es decir, sin imaginación, sin gracejo, sin inteligencia, bastante torpe, cutre, ridícula y planificada a la hora de la siesta. De hecho, hay unos cuantos medios a disposición de los responsables, algo que denotan ciertas secuencias de explosiones y tal, pero no saben sacarle ningún partido. Puede que lo más doloroso sean los momentos de humor voluntario, pocos pero chirriantes. Y luego, pues un puñado de incongruencias absurdas, como el modo en que el "Vindicator" entra en contacto con su mujer (a través del sintetizador) y lo fácil que le resulta a ella convencerse de que se trata de él, aunque lo que haga sea hablarle a un teclado. O que este se tome tan bien su condición, lo que le permite incluso bromear con un chaval repelente que le pregunta si es un extraterrestre y, por tanto, conoce a "E.T.", cosa a la que responde afirmativamente. También hay sitio para la risa involuntaria, como esos moteros que ven al cyborg por la calle, perdido, y le califican de "chuleta"... ¡¿"chuleta"?!, ¡por dios!, hacía años que no oía esa palabreja. Una vez le acorralan, uno comenta que "Parece un super-héroe salido de un tebeo". Claro, ustedes dirán, pues sí, podría ser el primo lejano de "Iron Man", o incluso de "ROM". Pero no, ¿con quien le encuentra parecido el motero tonto?, ¡¡¡con "El increíble Hulk"!!! (ahora bien, ¿es solo cosa del doblaje o será igual en versión original?).
Volviendo a las coincidencias entre "Vindicator" y "Robocop", hay una secuencia concreta en la que el héroe, ya robotizado, atraviesa con el puño una superficie dura para agarrar al tipo que se esconde tras ella. Curiosamente, esto mismo es lo que hace "Robocop" en su peli homónima cuando sale a la caza de un empleado frustrado y armado. ¿Plagio?. Claro que ese mismo "efecto" aparecía previamente en el famoso "Batman Dark Knight" de Frank Miller, del que, se decía, los artífices de "Robocop" habían tomado buena nota. Si tenemos en cuenta que el tebeo es del mismo año que "The Vindicator", llegamos a la conclusión de que.... ¿¿de qué??... ¿"The Vindicator" copió de Miller, o fue este el que copió la peli Canadiense, fue "Robocop" la que copió del comic que previamente había copiado "The Vindicator", o al revés??... ¡ARGH!.
Finalmente el mayor acierto de "The Vindicator" consiste en que para el enfrentamiento final, el mega-malo de la peli se enfunda en otro traje futurista idéntico, por aquello de estar a la altura de su contrincante. Ello debería haber desencadenado una batalla titánica de proporciones apocalípticas... pero no, la cosa queda bastante deslucida y poco emocionante, es decir, a la altura del tono general.... que incluye aquí la desencantada y nada emotiva historia de amor imposible. Por lo demás, pues menos violencia de lo que sería deseable (la única muerte algo truculenta es la del mismo protagonista) y, en fin, bastante poca cosa más. No es que "The Vindicator" peque de mega-truño, pero enfrentarse a ella es como sacar un "Phoskito" de la bolsa, llevarlo a tu salivosa boca con todo el deseo y al morderlo descubrir la total ausencia de azúcar. Se puede comer, sí, pero no es lo mismo.
En el reparto hay algún rostro de esos que te suenan de ver aquí y allí (como el del gordito Maury Chaykin), pero el único realmente reconocible es el de la pechugona Pam Grier en el rol de la super-cazadora encargada de encontrar al cyborg (de hecho, responde al nombre de "Hunter"). Tras las cámaras localizamos al productor canadiense Pierre David, de lustroso currículum (piquen en su nombre para saber más, no me apetece soltar aquí y ahora el rollete). El resultón aspecto del "Vindicator" se lo debemos a Stan Winston, que supongo fue contratado tras su labor en "Terminator" (como aquella, aquí también hay un falso busto totalmente animatrónico del héroe). El director, Jean-Claude Lord, solo tiene otro título más o menos reconocible en su filmografía, "Angustia en el hospital central".
En la época, a "The Vindicator" se le dio bastante bombo. Sobre todo en la prensa especializada franchute que, por entonces, era la que más devoraba. Sin embargo, y como a estas alturas ya es todo un clásico, mi sexto sentido me decía que tenía que ser un tochete, así que nunca la alquilé, a pesar de haberla tenido entre las manos innumerables ocasiones. Y... bueno, ya saben lo que sigue, ¿no?, ¡cuanta razón tenía y cuán sabiamente obré en aquellos tiempos!.

miércoles, 5 de octubre de 2022

STARSHIP TROOPERS (LAS BRIGADAS DEL ESPACIO)

Aunque no le llegue a la altura del betún a "Robocop", es cierto que "Starship Troopers" guarda ciertas similitudes con aquella y, a su manera, tampoco está ni tan mal. Aparte de las obvias (Paul Verhoeven dirigiendo, Ed Neumeier co-guionizando, su naturaleza de ciencia ficción con ribetes de acción, la contundente violencia, etc) "Starship Troopers" gasta también una notable mala leche. Cuando vimos "Robocop" en su estreno, muchos flipamos al encontrarnos una película un pelo distinta. No sabíamos muy bien la razón, pero estaba claro que se alejaba bastante del tono general afín a lo que entendíamos por "acción hollywoodiense". Sería el humor, sería el sarcasmo brutal. No estaba muy claro, más allá de que el dire era europeo y eso, para bien o para mal, marcaba la diferencia.
"Starship Troopers" llegó a nuestras pantallas en 1997. Entonces Paul Verhoeven era ya más que célebre, así como su tendencia provocadora. Por eso no entendí que mucha gente fuese incapaz de ver la guasa oculta.  Estábamos demasiado acostumbrados a blockbusters elementales, simples, sin estrías, que nos lo daban todo claro y masticado, a base de blancos y negros perfectamente definidos. Pero aquella aventura galáctica gastaba un tufo a propaganda nazi tan evidente que, en fin, solo podía ser una broma. Sobre todo teniendo en cuenta quien era el director. Es cierto que se inspiraba en una célebre novela de ciencia ficción que, dicen los expertos, acarrea toda esa naturaleza derechista de forma seria y consciente (escrita por Robert A. Heinlein) Lo fácil hubiese sido o mantenerla o extirparla. Sin embargo, los responsables del film prefirieron jugar con ella. Ni tomársela demasiado en serio, ni demasiado en coña, aposentando la duda en el espectador. Había que pensar un poco para pillarlo, y eso es algo que no le puedes pedir al gran público. Los más listos, o mejor informados, lo cogerían. Los otros, seguramente, se ofenderían. Y vaya si los hubo. Cuando fui a verla en su momento, al terminar, en medio de una exaltada propaganda militarista, hubo quien gritó "¡Fascistas!". Me puedo imaginar al típico progre trasnochado, de tendencia anti-yankee, cegado por su discurso de maternales e incapaz de ver más allá de lo evidente. Leer entre líneas. Tan impactado quedé por aquella reacción, que corrí a escribir la respectiva reseña destinada a un fanzine amigo, basándome, por supuesto, en que todo era un enorme chiste por parte del gamberro Verhoeven. Aún hubo quien, tras leerla, confesaba no haberse dado cuenta. Algunos se lo olían pero... no estaban muy seguros. ¿En serio? ¿es que nadie conocía al director, su origen y su filmografía previa? Es más ¿y "Robocop"? allí ya se notaba mucho de aquello. En fin. Cabe decir que hubo otra clase de ofendidos, los fans de la novela, a los que no sentó nada bien lo que hicieron con ella.
La movida va de un futuro distópico muy militarista en el que se desarrolla una terrible guerra entre humanos y unos alienígenas de aspecto insectívoro. La historia se centra en un grupo de amigos que terminarán metidos de lleno en el conflicto -motivados únicamente por amoríos y desamoríos varios- y cómo este afectará a sus existencias. De entre todos ellos destaca Rico (interpretado por el erectador de penes homosexuales Casper Van Dien), que pasará a convertirse en todo un héroe.
El caso es que, aunque adoré todo el elemento polémico, tampoco es que "Starship Troopers" me hiciera saltar de la butaca. La consideré medianamente buena, sin más. Pero a base de acumular años, y visionados, se me fue ganando. Cada vez más. Hoy ya puedo confesar abiertamente que tengo el dvd en mi colección (con un audiocomentario de Verhoeven y Ed Neumeier donde, por si aún dudaban, se aclara la naturaleza de la guasa implícita)
Esos mismos elementos fueron los que, creo yo, la hicieron fracasar en su paso por salas. No es que fuera un super batacazo -de hecho, el cine al que acudí estaba hasta los topes-, pero tampoco acabó de funcionar como se esperaba. Muy al contrario, su distribución en vídeo-clubs se saldó con un éxito tremendo. ¿Y qué hacía Hollywood en esos casos? Pues parir secuelas, solo que invirtiendo menos capital -y talento- para lanzarlas directamente al mercado del vídeo. De esta guisa, "Starship Troopers" conoció dos continuaciones de imagen real. También largometrajes de animación, pero eso no nos interesa. Nos centraremos en las otras que, a pesar de sus aspiraciones modestas, reservan algunas llamativas sorpresas. Con esta reseña entramos de cabeza en la "semana strashiptroopers", en la que, de aquí al domingo, daremos un repaso a las tres entregas de la trilogía. Vuelvan dentro de tres días y sépanlo todo respecto a "Starship Troopers 2: El héroe de la federación".

domingo, 4 de diciembre de 2016

LOS (POCOS) FOTOCROMOS DE "ROBOCOP"

Desafortunadamente son poquitos, únicamente tres. Los únicos de los que disponemos. Pero ese no es motivo suficiente como para no publicarlos, y menos cuando algunos de ellos son tan majos. Y es que, con una pedazo de peli como es el "Robocop" original, difícilmente no iban a molar. Ha sido siempre una película capaz de hacerme vibrar, independientemente de cuando la viera.
Mi primera vez fue en un cine, semi vacío. Flipé como ya no logro flipar hoy día, sobre todo con los numerosos momentos sorprendentes, nunca antes vistos en una pantalla. Al salir, un tipo disfrazado de "Robocop" regalaba posters del film. Me llevé uno a casa y ahí anduvo colgado hasta que un accidente lo hizo trizas. Tanto me gustó la peli, que poco después convencí a varios amigos para ir a verla. La diferencia es que, en esta ocasión, la cola era inmensa. Había corrido la voz y la brillante, brutal, sarcástica, espectacular y macro-inteligente obra de Paul Verhoeven llenaba salas sin mucho esfuerzo. Concretamente, para este segundo caso, tuvimos que subir a la parte de arriba pues el cine andaba hasta los topes. Que hermosos tiempos aquellos. Evidentemente la gocé como la primera vez y así comenzó mi lógica e inevitable robo-obsesión.
No hace falta decir que ninguna secuela, y ningún exploitation, estuvieron nunca a la altura de las expectativas. Pero ese es otro tema que da para otro rollo patatero.
De momento, disfruten de las desventuras fotocromiles del robopoli Murphy o, como suelo decir, "de cuando el cine molaba".





martes, 20 de septiembre de 2011

MÁQUINA LETAL

En su momento -justo en medio de los aborrecibles noventa- "Máquina Letal" recibió un trato parecido al de otras producciones de ciencia ficción "modestas" como "Hardware, programado para matar" o "Pitch Black", es decir, el de "no será un hit, pero mola y no tardará mucho en adquirir el estatus de culto". A mi no me convencieron para verla en pantalla grande (aún recuerdo el anuncio en los autobuses), pero sí en vídeo. Y me decepcionó profundamente. Pasados todos estos años la recordaba aburrida del cagarse, pero como es costumbre en mi, decidí darle una segunda oportunidad. Y mis apreciaciones mejoraron un poco, pero no demasiado.
Una corporación que inventa armas futuristas tiene como cerebro creador a un psicópata. Este ha parido una máquina asesina (un trasto enorme con garras y dientes casi salido de un tebeo de "Robo-hunter") que utiliza para sus fines (masacrar a todo directivo que se ponga en su contra). Un grupo de bio-terroristas bastante indigestos se cuelan en el lugar y, en fin, liberan a la criatura que pasará a cazarlos uno por uno.
El problema de "Máquina Letal" está en que, tras unos 60 minutos iniciales muy efectivos, potentes y entretenidos, se convierte en una chorrada de tomo y lomo. Además, dura casi 100 minutos... demasiado para el tipo de film que es. Todo se estropea cuando lo que en principio era una simpática trama de thriller corporativo se convierte en un remedo más de "Alien, el 8º pasajero". La cosa aún empeora al entrar en acción un especie de "Robocop"/"Terminator" absolutamente patético y ridículo que no hay por donde cogerlo. Los momentos de humor voluntario resultan altamente molestos y, en fin, que la peli entera se pierde y se va por el retrete cual enorme y negro zurullo. Una lástima.
Las citas a "Alien, el 8º pasajero", "Robocop" y "Terminator" (y al cine fantástico en general) no me las invento yo, son evidentes y totalmente buscadas. Sino ahí va una prueba, estos son los nombres de algunos personajes: Scott Ridley, John Carpenter, Sam Raimi o J.Dante. ¡Cuanta sutilidad!... tanta como la interpretación de un desatado Brad Dourif en el rol de malo. Se pasa un poco más y directamente estalla de histrionismo. Ahora que lo pienso, ese rollo referencial fue algo muy de moda en los 90 que, aunque hoy esté ya instaurado y aceptado, en aquellos tiempos resultaba incluso novedoso y simpático. Puede que ello propiciara el incomprensible estatus de semi-culto que acarrea "Máquina Letal".
El director y guionista es Stephen Norrington, que debutaba con este film para pasar luego a dirigir cosas como "Blade" o "La liga de los hombres extraordinarios". Ojo a la aparición en un rol muy escueto de la guapísima Rachel Weisz, algo más carnosa y, por ende, más apetitosa.
Un producto dolorosamente desaprovechado, aunque con sus buenos momentos. Ver y tirar de la cadena.

jueves, 13 de enero de 2011

NECRONOMICON

Pues hace ya bastantes años que quería yo echarle el guante a esta película, a pesar de tratarse de un producto de terror esencialmente noventero y con el Sr.Brian Yuzna en tareas de producción y dirección. Os diré algo, siempre he pensado que Yuzna era un buen productor y un mal director. He mantenido esta afirmación durante varios años por la sencilla razón de que no había visto ni una sola de sus pelis que me demostrara lo contrario. ¡¡Hasta hoy!!.
"Necronomicon" gira en torno al universo de, obvio, H.P.Lovecraft. Ya sabéis que Yuzna ha estado implicado, de diferentes maneras, en las más célebres recientes (y no tan recientes ya) adaptaciones del famoso escribiente, así que supongo que pensaría alguien que volver a unir ambos nombres sería garantía de éxito. En este caso, "Necronomicon" toma a Lovecraft como personaje además de basarse muuuuy libremente en su obra (esto segundo es lo normal, me consta).
Así pues, lo que aquí encontramos es un film dividido en tres historias. Aunque en realidad son seis. Me explico: El mismo H.P.Lovecraft llega hasta una biblioteca y, a escondidas, accede al Necronomicón de donde copia sus historias. Vamos, que de entrada la peli ya acusa al escritor de plagiador, atribuyendo el mérito de su talento a fuentes ajenas, ¡mola!. Naturalmente, veremos cada una de estas historias materializada en imágenes, con el aliciente de que dos de ellas incluyen subhistorias en si mismas. Marciano, pero efectivo. La primera va de un tio que quiere revivir a su ahogada novia mediante ritos, y cuando vuelve de la tumba... bueno, mejor habérselo pensado dos veces. La segunda es sobre un científico anciano que lleva viviendo cientos de años gracias al frío... y a médulas espinales que debe robar como y a quien pueda. Y la tercera... la tercera no se puede explicar. Genuinamente se trata de la mejor del pack, la más intensa, la más endiablada, la más gore (y eso que en cuestiones de sangre y asquerosidades, "Necronomicon" nos deja satisfechos) y la que contiene imágenes más pesadillescas. Lo curioso y raro es que, en fin, esta es la que lleva la firma de Brian Yuzna!!!. Muy jevi. La mejor historia la ha dirigido el mismo papanatas que hizo "Faust" o la tercera de "Re-Animator". Nunca lo hubiese dicho. Las otras dos vienen dirigidas por Christophe Gans (el de "Silent Hill" y "El pacto de los lobos") y Shusuke Kaneko (en parte responsable de la carrera cinematográfica en los 90 de "Gamera" y "Godzilla", así como de la adaptación del manga "Death Note") respectivamente.
Sorprende encontrarse ante un film realizado con medios más que cuantiosos, por sus ambientaciones (muchas de época), sus decorados, su variedad estética y sus agradecidos efectos especiales old school, con látex a punta pala, muñecotes y maquetas. El único añadido así "digital" vendría a ser el "morphing", pero casi no hay. En ese sentido la peli es una delicia.
El reparto es tan simpático como cabría esperar de un producto de este tipo. Destaca Jeffrey Combs muy bien caracterizado de Lovecraft. Le siguen el clásico David Warner, Bruce Payne ("Dragones & Mazmorras", "Pasajero 57"), la guapa Belinda Bauer ("Robocop 2"), el inevitable Richard Lynch , Don Calfa ("El regreso de los muertos vivientes") o Maria Ford (scream queen habitual en soft-cores). Incluso Brian Yuzna se marca un notorio papelito como chofer... trabajo este que, al paso que va, acabará desempeñando en la realidad. Según Imdb, por ahí rula Tom Savini como "consultant" de los efectos especiales. Y Samuel Hadida, uno de los productores, ejerció como tal en un montón de títulos "de peso": "Killing Zoe", "Amor a quemarropa", "Resident Evil", "El Perfume", etc.
Pues sí, comencé a ver "Necronomicon" con cierta pereza y desconfianza, y acabé disfrutándola bastante.

lunes, 14 de agosto de 2017

SPIDER-MAN: HOMECOMING

Apenas lleva tres semanas en cartel y ya ha acumulado cerca de 800 millones de dólares en todo el mundo. Y es que “Spider-Man: Homecoming” era el "reboot" que al trepamuros le hacía falta. “Volver a casa” era absolutamente necesario. La decisión de "Columbia", poseedora de los derechos del personaje para el cine, de compartir estos con "Marvel Studios" es la mejor que se ha tomado en el cine de súperhéroes desde que este se ha convertido en el principal sustento de la industria Hollywoodiense. Y el incluir a un personaje tan querido como "Spider-Man" dentro del universo cinematográfico de "Marvel", un soplo de aire fresco, y más teniendo en cuenta como se ha planteado al nuevo "Spider-Man" y su entorno.
Como fan del personaje —es el superhéroe "Marvel" que más he leído— he de decir que ninguna de las películas existentes al respecto me han defraudado. Las de Sam Raimi me gustaron, el primer "reboot", las de “Amazing Spider-Man” un poco menos, pero también las tengo en alta estima. Sin embargo, “Spider-Man: Homecoming” es tan buena que hace parecer a todas las anteriores una puta mierda, e incluso es posible, bajo mi punto de vista, que estemos ante mi película del "Universo Marvel" favorita.
Y es buena, básicamente por tres motivos: La idiosincrasia del personaje exige que no sea tan espectacular como el resto, a saber, “ Los Vengadores” o “Guardianes de la Galaxia”. Y eso aquí es respetado. No es que no tenga escenas espectaculares, si que las tiene, pero a la altura urbana de nuestro amigo y vecino. En segundo lugar, todo el mundo sabe el origen de "Spider-Man", así que no nos lo cuenta otra vez. No hace falta. Se limita a recordarnos que ya estuvo presente en “Capitán América: Civil War” y a partir de ahí se desarrolla un nuevo personaje de sobras conocido por todos. Y en tercer lugar, la película es cojonuda porque se salta a la torera todos los protocolos del universo clásico de "Spider-man" y, aún así, es el "Spider-Man" que el lector mejor identificará con los tebeos. Aquí el traje no se lo cose el propio "Peter Parker", se lo fabrica "Tony Stark", así, tenemos un atuendo robotizado que se ajusta al cuerpo mecánicamente, mueve los ojos e incluso, al igual que la armadura de "Iron-Man", tiene un asistente parlanchín con el que "Parker" se comunica. Así como todos los gadgets típicos del "Spider-Man" más clásico; el rastreador araña, la linterna araña, etc, y algunos extra que no desvelaré por no "spoilear" más de la cuenta.
Por otro lado, las principales motivaciones de "Spider-Man" no son otras que ingresar en "Los Vengadores", por lo que hará méritos en su día a día. Aquí no hay tío "Ben" que haga sentir culpable al muchacho, ni una responsabilidad anexa a un gran poder. Y aunque la aparición de "Stark" y el resto de referencias al universo "Marvel" son importantes, está todo introducido de una manera tan sutil, y tan hábil, que en posteriores entregas de la saga, si es que las hay, estará todo preparado para que ya no sean tan necesarias, y disfrutemos de las aventuras del hombre araña sin necesidad de cameos de "Iron-Man", "Capitán América" y demás.
Otro punto que me ha llamado la atención es la distinción de clases; mientras que los "Vengadores" son un grupo de élite, poco menos que millonarios haciendo de las suyas con su pasta y/o súper poderes, “Spider-Man: Homecoming” quiere dejar claro que "Spidey" es un súperhéroe del proletariado, un chaval de Queens (el Queens mejor recreado del cine hasta ahora, donde, casi, el único hombre de raza blanca que se sitúa en ese barrio es nuestro "Peter Parker") y que, por lo tanto, no tiene mucho que hacer con sus coetáneos megalomaníacos. No puedo decir más sin spoilear.
Por otro lado, Tom Holland está estupendo como "Peter Parker" / "Spider-Man", es sin duda el mejor de los tres que lo han interpretado en los últimos 17 años, y consigue un personaje simpatiquísimo con el que empatizamos, nos divertimos y que resulta tierno y entrañable. Un acierto.
Otra jugada maestra es la inclusión de Michael Keaton como "El Buitre". Resulta un revulsivo para "Marvel", y una patada en los huevos al subnormal de Iñarritu, ya que, intencionadamente o no, "El Buitre" es la respuesta de "Marvel" a “Birdman”, y lo hace con el actor que interpretó esa oda anti superhéroes. Al margen de eso, Keaton está estupendo también, y al igual que "Spider-Man", "El Buitre" es un villano del proletariado, un autentico currela, un albañil, hasta la polla de los poderosos y de los destrozos que causan. Esos destrozos precisamente cobran un interés especial en esta cinta, ya que además de los motivos de la ira del "Buitre", son la excusa perfecta para introducir a otros personajes muy queridos del universo "Marvel" de los cómics: "Control de Daños", la unidad especial encargada de reparar los cristos ocasionados por los súperhéroes.
En definitiva, que está todo perfecto en este “Spider-Man: Homecoming”, amén de ser una película endiabladamente entretenida y vibrante; cada vez que "Spider-Man" entra en acción, la platea vibra.
El argumento es sencillo: En su afán por ingresar en "Los Vegadores", "Spider-Man" trata de hacer méritos en su cuidad luchando contra el crimen, hasta que un peligroso "Buitre" entra en escena con planes más malévolos que le tocan de lleno a los "Vengadores". Spidey hará todo lo posible por evitar la catástrofe.
El director, Jon Watts, venía de hacer “fan movies” de “Robocop”. Pronto saltó al cine con “Coche policial” y "Clown", y ahora nos ofrece este mastodonte con el que dará que hablar (para bien) durante el resto de su carrera. "Marvel" no es tonta… y cuenta con esta joven promesa para “Spider-Man”, igual que para la próxima “Black Panther”, contará con uno de los directores más interesantes del panorama actual, Ryan Clooger, dire de la magnífica “Creed”.
Así da verdadero gusto ir al cine.

sábado, 17 de junio de 2023

ROBOT NINJA

Si levantas la vista en plena noche y miras al cielo, verás estrellas. Siempre me fascinó saber que las que NO parpadean, son en realidad planetas de nuestro sistema solar. Pero la mayoría sí parpadean. Y cuando digo mayoría, me refiero a miles en el firmamento. Casi tantas como decepciones en este blog. He usado esa palabra infinidad de veces. Si la buscas en el diccionario de la Real Academia, sale mi jeto justo al lado de su definición. Son incontables las películas que he abordado con ilusión y me han dejado hecho trizas porque no eran lo que esperaba. Especialmente siendo jovencito, en plena efervescencia de mi curiosidad y aprendizaje. Pero puede que el podio lo encabece una sola, "Robot Ninja". ¿Por qué esta en particular? porque además de las obvias expectativas propias del inocente consumidor de cine que era cuando alquilé la edición patria cortesía de "Lauren Home Video", estaba el hecho de que conocía su existir, gracias a la prensa especializada franchute, y a parte del personal implicado, admiraba a su máximo responsable, J.R.Bookwalter... antes de ver nada genuinamente suyo, aunque dispusiera de una copia totalmente auto editada de su book(walter) "Attack of the B-Movie Makers". Al productor, David DeCoteau, sí lo tenía perfectamente ubicado, y ya me había dado unas cuantas sonoras castañas consumiendo sus ñordas, pero entonces aún sentía afecto por él. Llámenlo síndrome de Estocolmo. Resulta que en pleno apogeo de sus años encabezando el "top ten" de los exploiters modernos, a DeCoteau se le ocurre crear un sello dedicado a producir y distribuir basurilla directa a los estantes de los video-clubs, "Cinema Home Video". Y para rellenar las arcas, busca material a un nivel inferior del que él mismo transita. ¿Da miedo, eh? Claro, así, lo que se agencia son cosas prácticamente amateurs, muy muy zopencas. De entre el mogollón destaca su asociación con ¿el rey de todo ello? J.R.Bookwalter, que por entonces lo había "petado" con su largometraje de muertos vivientes en súper 8 "The dead next door" (me niego a mentar el título español) DeCoteau ficha al ilusionado aspirante y le encarga que de vida a una idea, un título y un póster super-chanante que tiene ahí, entre sus papeles, "Robot Ninja". Por supuesto, a cambio de cuatro reales, lo que le obligará a currar con una cámara de 16 mm y los colegas (muchos de los cuales, o casi todos, estaban en los créditos de la epopeya zombie superochera) A Bookwalter no le mola nada el título, le parece ridículo, pero acepta el encargo y, muy influenciado por "Robocop" -según él mismo ha declarado-, le da la vuelta a la idea, contando la historia de Leonard Miller, un dibujante de comics con mucho éxito, creador del mentado robot, que presencia el cruento asesinato de una inocente parejita en manos de una panda de delincuentes realmente malvados (con una latina por jefa, y a los que se tilda de "punks" en más de una ocasión) Ello motivará que Leonard decida convertirse en "Robot Ninja" para acabar con los villanos. Pero claro, la vida real no es como los comics, y correrá la sangre a borbotones.
Retomando el tema de las decepciones, les aseguro que la resultante de ver "Robot Ninja" en su día fue de órdago. La encontré tan cutre, oscura, tosca, chabacana, aburrida e incluso desagradable en su forma de abordar la violencia (el modo sádico y despiadado en el que los malos ejecutan a sus víctimas y como la cámara se recrea gustosamente en ello) A partir de ahí, no quise saber más de J.R.Bookwalter. De haber tenido un póster de su peli previa en mis paredes, lo habría arrancado con ira (en todo caso, lo que hice fue venderme su libro) Los años pasaron, pero mi opinión sobre "Robot Ninja" no cambió un ápice. Hasta que hace poco, y empujado por la siempre peligrosa nostalgia, Bookwalter, entonces "retirado" del "cine", la relanzó en Blu-Ray con un notable lavado de cara digital y sendas mejoras. Apelando no a la nostalgia sino a la más enfermiza curiosidad, decidí volver a consumirla.
Es cierto que, uno, sabiendo a lo que me exponía, no habría decepción. Dos, la mejora estético formal del film, ayuda. La imagen es mucho menos oscura, los colores brillan más, y los 16 mm cantan hermosamente. Consciente Bookwalter de que los títulos de crédito de la época eran especialmente horribles (los parió él mismo con ayuda de su Commodore Amiga 2000, convencido de que era lo más de lo más), estos han sido actualizados y ahora son "demasiado cool" para el tipo de película que parapetan. Aunque sigan contando con, probablemente, una de las mayores flaquezas del film, las viñetas del supuesto tebeo de "Robot Ninja", by la torpe mano de David Lange. Eran espantosos entonces, y lo siguen siendo hoy día, por mucha mariconada computeril que los acompañe. En cuanto al resto... pues bueno, siendo compasivos, y teniendo en cuenta todo lo que hay que tener en cuenta, la peli se erige como una cosilla simpática, maja, chapucera pero de buen corazón. Ves que había ilusión tras ella, y eso compensa. No mata de aburrimiento, no más que muchas otras de su misma catadura. Y, sobre todo, la historia que narra tiene un plus. He hablado mucho de cagadas en esta reseña, pero toca hacerlo de aciertos. El mayor de "Robot Ninja" es que se adelantó por completo a conceptos como los de "Kick-Ass" y "Super", es decir, el tipo normal que decide convertirse en superhéroe y descubre, a través del dolor y mucha sangre, que la realidad queda lejos de parecerse a los tebeos. Así que, un gallifante para J.R. por ser pionero en ese sentido y reconocerle también que, sí, entre interpretaciones malas, chorros de inverosimilitud, fallos de raccord e incongruencias narrativas, consigue que su pequeña película transmita algo de sordidez, de mal estar, logre desmitificar al superhéroe de tebeo y, oiga, eso tiene su mérito.
Podría doblar la longitud de la reseña llenándola de datos, fricadas y demás material pajero. Es algo que me gusta, y suelo hacer. Pero pal caso he decidido contenerme. La cantidad de guiños (chorromil posters de películas de género bien conocidas y -algunas- adoradas), homenajitos (todos los personajes llevan apellidos muy sonoros y reconocibles), citas y demás mandanga fan-osa (de fan, como una escena desarrollada en un video-club) son incontables. Interminables. Si les apetece, vean el film y jueguen al juego.
Entre los amigos de Bookwalter y demás peña, destacan unos pocos nombres. Papelitos para el "Robin" de la serie de los sesenta, Burt Ward, haciendo guasa de su propio legado. Linnea Quigley como rubia tonta. Scott Spiegel desplegando su vena más payasa. Y David DeCoteau + Kenneth J. Hall en una pantalla de televisión.
Déjenme rubricar la reseña anunciando que, tras años de parón, J.R.Bookwalter ha vuelto a la dirección con una cosa de estupenda + espantosa pinta titulada "Side Effects May Vary". La veré, por supuesto, porque, esperando nada de nada, se que esta vez no habrá decepción. Ventajas de la vejez.

sábado, 17 de abril de 2010

C.O.P.S. FUERZA FUTURA

De David A. Prior ya hablé hace un tiempo a propósito de su "Presa Mortal", pero por si no les apetece picar en el enlace, lo resumiré diciendo que el tipo lleva llenando los vídeo-clubs (y las teles por cable) de rancias pelis -generalmente- de acción desde los 80 hasta nuestros días. Su más destacado refrito reciente se titula "Zombie Wars", muestra palpable de que, como buen "exploiter", el tipo era y es un oportunista, algo que ya demostró con la peli de la que les hablo ahora, este "Future Force" también conocido como "C.O.P.S.", fechado en 1989, dos años después del primer "Robocop". ¿Casualidad?, para nada.
En "C.O.P.S. Fuerza Futura" la policía es una entidad privada, el malo el dueño de una corporación implacable y, a falta de presupuesto para un traje de robot de cuerpo entero, aquí nos obsequian con una mano cibernética que el prota, un desganadísimo, aburrido e inflado David Carradine (exactamente igual que en "Warlords"), utiliza en los momentos que más necesidad (y no, olvídense de chistes sobre onanismo, que a los muertos hay que respetarlos). El caso es que el personaje en cuestión se encabezona en proteger a una presentadora de televisión que todos se quieren cepillar y bla, bla y bla.
Naturalmente, cualquier parecido con el maravilloso clásico de Paul Verhoeven queda ahí. "C.O.P.S. Fuerza Futura" es un coñazo de aúpa, y no hay nada más triste que una peli de acción aburrida, estéticamente plana y chaposa. David A. Prior es incapaz de mover la cámara con gracejo y darle alguna clase de ritmo, brío y vigorosidad a esta cosilla tan insípida y olvidable, carente incluso del encanto que algunas pelis de parecido calibre pueden tener.
Ni siquiera el momento en que la mano mecánica, y en pleno vuelo, le manda un gesto de complicidad buenrollista a Carradine es motivo suficiente para zampársela.
Y sin embargo, hubo secuela, "Future Zone" que, según dicen, al menos es más risible. No sé qué creer, la verdad.

viernes, 2 de marzo de 2012

EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO ALLÍ (1983)

De chaval esta caratula que ven me tenía fascinado. Ese hombre invisible de alegres calzones, con pajarita jamesbondsiana y misteriosos guantes blancos, prometía horas de diversión y regocijo. Encima, el llamativo amarillo como color de fondo le daba un rollo comic muy atractivo. De prota, un Steve Guttenberg pre-"Loca academia de policia". Y como suele pasar en estos casos, la alquilé, la vi, me decepcioné, la devolví y una vez más reafirmé -y en esa época era importante, ya que me encontraba en plena edad de desarrollo y crecimiento- que una caratula guapa no siempre -o casi nunca- parapeta una peli molona.
Ayer noche la volví a ver. Por segunda vez en mi vida. Y de nuevo la lógica se imponía: Sí, no hacía falta ser muy listo (ni muy tonto) para comprender por qué "El hombre que nunca estuvo allí" (no confundir con la posterior película de los Hermanos Coen de idéntico título) hace aguas por todas partes.
Concebida cual comedia con toques de thriller y ciencia ficción bajo mínimos, la cosa va de un pavo que el día de su boda presencia el asesinato de un hombre invisible, con tan mala pata que los testigos le creen a él culpable. Así que huye, no sin antes recoger de manos del cadáver una pócima... la misma que le vuelve a uno invisible, of course. En medio de este paripé, aparecen varios personajes de distintas potencias mundiales obsesionados en hacerse con el mágico líquido, así como la amiga de la novia que está secretamente enamorada del prota. Este se valdrá de su nuevo poder para escapar de los malos y resolver el entuerto. El final es de órdago (por malo) y muy oportuno en lo referente a solventar las dudas amorosas de Guttenberg.
En fin, ¿qué puedo decir?, que "El hombre que nunca estuvo allí" es tirando a torpe y aburridilla. Digamos que como comedia alcanza niveles de chorrismo excesivamente hirientes (y poco divertidos), como peli de acción o thriller anda más bien escasa de material espectacular y que el tema de la invisibilidad lo tocan demasiado poco... y mal. Los efectos especiales son muy horribles, sobre todo cuando se valen del efecto croma, que es casi siempre. Probablemente parte de la culpa la tenga el hecho de que en su momento este film llegó a los cines luciendo efecto 3D (del de antes, del que dolía a la vista), y todos los trucajes de las pelis en relieve de la época, al ser desprovistos de sus colores rojo y azul, cantan más que una almeja maloliente.
Al final lo realmente diver de la experiencia es ir reconociendo a los numerosos rostros más o menos populares que pululan por la peli, y que son unos cuantos. Destaco los siguientes: un William Forsythe muy jovencito haciendo de punki malo maloso. Don Calfa, el Ernie Kaltenbrunner de "El regreso de los muertos vivientes", al que casi ni ves... aunque el que se lleva la palma es Miguel Ferrer, el ejecutivo hijoputa de "Robocop", en un rol de camarero que, si pestañeas, te perderás. Completan el cuadro dos gloriosas "scream queens" de la década, Brinke Stevens y Michelle Bauer, haciendo lo que mejor saben: enseñar teta en una escena de ducha.
Y hablando de tetas, sorprende bastante lo mucho que las luce la chica protagonista, Lisa Langlois (la punka mala de "Curso 1984"). De hecho, protagoniza una escena de sexo que, imagino, en su época se pretendía chocante, original y bizarra, durante la que la moza se morrea y fornica pues, bueno, con nadie... con un hombre invisible. Y la verdad es que lo hace jodidamente mal, totalmente anti-natural, pero verla ahí con la boca abierta y la lengua fuera dando un morreo al aire, tiene su morbo. Y pa morbo, el momento fugaz en el que "Mahoney" ¡¡enseña la pilila!!. Tomen nota.
El director del estropicio, Bruce Malmuth, es un personaje bastante interesante. Un año antes había dirigido a Sylvester Stallone en "Los halcones de la noche" y unos después trataría cara a cara con Steven Seagal en "Difícil de matar" y Dolph Lundgren en "Pentathlon". Además el tio era actor y sale en los dos primeros "Karate Kid". Hoy anda más muerto y enterrado que mi bisabuelo.
En fin, "El hombre que nunca estuvo allí" (versión 1983) es una comedia super-mediocre que solo recomendaría a muy nostálgicos y fans de Steve Guttenberg... si es que existe tal cosa.

viernes, 12 de marzo de 2010

THE DESCENT PART 2

El gran problema de esta peli es el mismo que tenían "Más allá del Poseidón" o "Aliens, el regreso". Cuesta creerse que el/la prota del film original, o en su defecto otros que conocen la historia y saben lo que les espera, vuelva al escenario de la pesadilla del que tanto le costó escapar con vida. Que siiiii, que hay mil excusas para lograrlo, llámenlo amnesia (el caso de "The Descent 2"), llámenlo poderes fácticos, etc... me da igual, de entrada no me convence. Pero bueno, una vez asumido esto, te dejas llevar, aceptas pulpo y enga, tan amigos.
La prota del primer descenso vuelve a la cueva de los horrores acompañada de otros tantos elementos, con un fin: encontrar a sus amigas. Como decía, la pava no recuerda nada. Una vez en situación, aparecerán los monstruos a armarla. Ella, con la memoria ya recuperada, aplicará todos los métodos de supervivencia que aprendió en la primera parte para librarse del marrón.
Con las pelis de "The Descent" tengo un serio problema... empatizo demasiado con los monstruos y me sabe mal cuando los matan, porque por lo general las muertes más truculentas y retorcidas se las llevan ellos. Yo preferiría que fueran los humanos los que la palman de modo gráfico y terrible, pero no, ya sabéis como son estas cosas del cine, es "menos censurable" cuando el nivel de humanidad de la víctima es menor. Pos fale. Dejando esto de lado, "The Descent part 2" no es una mala peli, está visible... pero claro, la primera era uno de los mejores films de terror de los últimos años, y eso es un peso muy gordo que esta secuela debe acarrear. Ahora no hay efecto sorpresa, todo es más "rutinario", aunque aporta algunas ideas cojonudas (inteligentes variaciones de sustos de la peli madre, jugando con las expectativas del espectador... y cierto toque escatológico), pero también otras un tanto chusqueras y de dudosa lógica. En su favor tiene que va directa al grano desde el principio, aunque el gore y la sangre, siendo generosas, son menos de lo que habría que esperar de una secuela de esta clase (donde se pilla lo que funcionó en la primera y se explota más). El final aporta un dato interesante, aunque poco desarrollado.
En el reparto, y por mera curiosidad, destaca Gavan O'Herlihy, hijo del mítico Dan ("Halloween 3", "Robocop") O´Herlihy y malo malísimo en "El justiciero de la noche". Neil Marshall, dire de la primera, es aquí productor ejecutivo. Jon Harris, montador en "The Descent 1", ejerce de mandamás.
Pues sí, potable, se puede ver y te llevarás algún que otro buen susto.

sábado, 28 de mayo de 2022

LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES 1968

No han sido pocas las ocasiones en las que -incluido este mismo blog- he expresado el poco placer cinéfago que me proporcionaba un supuesto clásico indiscutible del terror moderno como "La noche de los muertos vivientes", la primera, la de George A. Romero. Es más, una vez incluso lo esputé delante de una audiencia, y sufrí algunos abucheos. Pero, sí, es bien cierto que me aburría mortalmente. Y crean si les digo que no estaba orgulloso. Resultaba altamente frustrante estar ciego ante aquello tan estupendo que, en términos generales, todos parecían detectar, a pesar de tener consciencia de su importancia histórica tanto a nivel cinematográfico como social, de sus elementos rompedores, innovadores y transgresores. Me moría de envidia cada vez que mis padres me hablaban del intenso miedo que habían sentido consumiéndola en una gran pantalla cuando llegó a las Españas. Debió ser la repolla sentarse virgen ante algo tan vanguardista y sufrirlo. En mi defensa puedo decir que lo viví a escala microscópica el fatídico día que, siendo chavalín, vi "Fundido a negro" porque, decían mis mayores, no era una película fuerte. Y no lo era... salvo la escena en la que el prota se mete en un cine para consumir "La noche de los muertos vivientes" y vemos algunas imágenes de la misma. Ese primer plano del podrido rostro de una cadáver revivida asomando entre la penumbra bastó para erizarme los pelos y provocar mi llanto. Cuando finalmente me la agencié -de modo voluntario- mediante copia VHS, la puse junto a "Robocop". Hay que tener en cuenta que, por entonces, había consumido películas posteriores de don Romero de las que era tan fan como "Creepshow" o "El día de los muertos", así que, lógicamente, aquella primera intentona, sin truculentos trucajes de Tom Savini, ni nada espectacular, pues no me funcionó. Aunque me la quedara por lógicos fines completistas.
La última vez que me enfrenté a ella fue en el Festival de Sitges, con la versión "Especial 30 aniversario" facturada por esa rémora oportunista y sin talento llamada John Russo. ¡Madre mía, que agonía! Mejor olvidarlo. Baste decir que no ayudó a cambiar mis impresiones. Más bien las incrementó. Aunque, y esto sí que no me lo explico, llegué a disponer del dvd que luego editó "Manga Films". ¿Hein? Probablemente me lo regaló alguien y no lo recuerdo. Podría ser. En cualquier caso, acabé sacándomelo de encima.
Y así han ido pasado los años, hasta que he llegado a una etapa "zen" de mi fútil existencia en la que me ha dado por revisionar muchas de aquellas decepciones, aplicando grandes dosis de paciencia, atención e interés, para ver si así, ya maduro (o casi), consigo lo que no logré siendo jovencito: Apreciarlas.
No les voy a contar el argumento de "La noche de los muertos vivientes" porque se lo saben de memoria. En cualquier caso, le di al "Play" de mi cutre-dvd. A medida que avanzaba, el aburrimiento iba in crescendo, así como la ristra de bostezos. Llegó el momento de rendirme a la evidencia: "¡Maemía, pero que coñazo!" Venga diálogos y más diálogos. ¡¿Cuándo se acabará esta tortura?!.
Hasta que, ¡ups!, superada tooooda la extensa parte en cuestión, los personajes deciden cerrar el pico y actuar. Salir al exterior de la casa, enfrentarse a los muertos vivientes y dejar estallar el conflicto entre ellos. Ahí noté un cambio. Una mejora. Detuve las miradas al móvil y los pensamientos ajenos a lo que ocurría en pantalla. Todo ese segmento del film se ganó mis atenciones y aportó una dosis de positividad a la experiencia. De hecho, logró lo que, según mi opinión, es clave: un buen regusto final. Casi hasta olvidar toda la parte previa. Así que, sí, puedo decir que en este visionado conseguí lo imposible, reconciliarme con "La noche de los muertos vivientes". Nada demasiado llamativo. No voy a pillarme el Blu-Ray remasterizado. Ni va a sustituir a "Creepshow", "Zombie / Dawn of the dead" y "El día de los muertos" como mis Romeradas predilectas... pero, oigan, al menos ya no estará en lo más bajo de la lista (ahora tocaría revisar la que lo está, "Martin / El regreso de los vampiros vivientes").

A continuación, les dejamos con la caratula completa del lanzamiento en vídeo. Básicamente por dos motivos, su hermosura y el detalle de atrás. Muchos habrán ya reconocido que ese zombie dibujado no pertenece al film de Romero, sino a "Condenados de ultratumba", concretamente es Peter Cushing embozado en maquillaje. Como ven, el caratuleo chungo se extendía incluso a los clásicos.



martes, 18 de septiembre de 2012

"JUEZ DREDD" IMPRESO

 Ayer fui al cine a ver por segunda vez la peli "Dredd". Mi opinión al respecto no ha cambiado mucho desde mi reseña oficial, aunque al verla sin expectativas me gustó un poco más de lo que ya me gustó en su estreno. Y sigo pensando que él, "Juez Dredd", Karl Urban, es simplemente alucinante. Genial. Ideal. Nunca harán otro "Dredd" mejor que este, os lo digo yo. Es de una fidelidad que "duele" y todo. Por lo visto la peli no ha acabado de funcionar en nuestro país de paletos. Normal, aquí "Juez Dredd" es muy minoritario. Donde sí ha pegado fuerte es, lógicamente, en su país de origen, Inglaterra. La gran apuesta será dentro de unos pocos días, cuando se lance en los USA. De su éxito allí dependerá que hayan dos secuelas más, una situada en la "Tierra Maldita" y otra con el "Juez Muerte" y sus secuaces. Les deseo el mayor de los éxitos, pero no nos engañemos, un personaje como este es lo que es, puro culto. Por  eso tenemos que aplaudir a los artífices de la peli "Dredd", por haber sido tan valientes y osados en su apuesta. Cuando salga en dvd, me la pillo sin pestañear.
De mientras, me dio por recordar todos los tebeos que había leído de "Juez Dredd" siendo chaval... de cuando molaba, antes de que llegaran Simon Bisley y el odioso "Lobo". Y así a lo tonto, rebusqué en mi armario y localicé algunas cosillas que me apetecía compartir con todos ustedes. Cosas como, por  ejemplo, esto:




Este tomillo está fechado en 1977, de ahí la oportunista cubierta con una foto de "La guerra de las galaxias". Dentro, tenemos un compendio de comics de ciencia  ficción donde destaca, obvio es, lo referente a "Juez Dredd". Tengo entendido, y por fecha así podría ser, que esa misma historieta fue la primera de su larga trayectoria, y aunque durante años pensaba que la ilustró Carlos Ezquerra, en realidad me temo que la firma mi otro dibujante-de-"Dredd" favorito, Mike McMahon. En ella, aparece un "Juez" más estilizado, alto y delgado, más joven, menos enfadado y con un vestuario más retro-futurista, rollo "La fuga de Logan".
Sin embargo, mi verdadera pasión con respecto a "Juez Dredd" vino cuando yo cursaba séptimo u octavo de EGB y en los quioscos de mi ciudad uno podía agenciarse los comics de "Ediciones Zinco" que tan bien ilustra la siguiente foto...


Muchas fueron las horas de diversión dedicadas a este "Juez" que ya encaja más en la imagen que todos tenemos de él. El uniforme, su aspecto más adulto, su inmortal mueca de cabreo (tan bien reproducida por Karl Urban en la peli) y su físico, aún notablemente delgado y alto (el rollo mula-bruta vendría de la mano de Bisley). En fin, no puedo ser más concreto, estos comics me flipaban, los devoraba con pasión, iban cargados de detalles, estéticos y narrativos, que me fascinaban, e incluso llegué a robar a "Juez Dredd" alguna de sus frases macarras para soltar en el aula. 
Cosas como el "Juez Pez", "Spikes" o esa increíble portada de un supuesto -solo supuesto- "Juez Dredd" recibiendo metralla montado en su moto (y que tanto alarmó a un compañero de clase), se han quedado en mi mente de por vida, y ahí seguirán. Luego de la serie editada por "Zinco" (de la que tengo 13, no seguidos) llegó la de "MC Ediciones". Desconozco si "MC" era otro nombre para "Zinco", pero de esta etapa compré menos, de hecho únicamente dispongo de los números 4, 5 y 6. Quizás los relea un días de estos.
Como detalle curioso, fíjense en la siguiente imagen, sacada de uno de los ejemplares editados por "MC"...


¿Les resultan familiares esas facciones?... a mi sí, son las de Clint Eastwood... algo bastante descarado... y si no, hagan la comparativa...


Evidentemente, siendo Eastwood uno de los duros por antonomasia de los años 70, y siendo el actor que le puso rostro a un personaje con el que "Dredd" guarda tantas similitudes como es "Harry el sucio" (motivo por el que me aficioné al comic), resulta bastante lógico el parecido (con todo, hay por ahí alguien que le resta importancia ya que ,dice, "Dredd" es acérrimo seguidor de la ley y el sistema, y "Callahan", aunque también lo es de lo primero, de lo segundo pasa bastante. ¿Sí, verdad?, pero vamos, eso son apreciaciones muuuuu fricosas).
Otra curiosidad que conservo en mis armarios con respecto a "Juez Dredd" es esto:



Este dossier lo publicaron de modo muy independiente una gente que respondía al nombre de "Cactus Comics", como parte de una serie llamada "Dentro de la viñeta". En sus páginas se hace un repaso completo al origen del personaje, sus cambios y demás. La parte mala es que se editó cuando la horrible peli de Stallone aún andaba muy caliente, y con el "Juez" de Bisley/"Lobo" predominando en el mundo editorial. Con todo, la lectura es altamente entretenida e informativa, e incluye una entrevista a dos de los perpetradores del personaje, Carlos Ezquerra y Alan Grant. Tal vez la parte más reveladora es la misma introducción firmada por Grant y que arranca así: "La película "Juez Dredd" -la de Stallone- fue un fracaso porque Hollywood intentó tratar a Dredd como un héroe. Un héroe es alguien a quien tu idealizas, alguien cuyos valores morales y conducta admiras, alguien a quien aspiras emular. Según este criterio, el "Juez Dredd" definitivamente NO es un héroe. Aunque él pueda ser heróico en ciertas ocasiones, en la actualidad "Dredd" está mucho más cerca de ser un villano". ¡¡Chapeau!!. Me encantaría saber qué opina de la nueva película!!.
Y ya para terminar, y saliéndonos un poco de las viñetas, el otro día localicé esta imagen:


¿Que qué es?, ¿el diseño de "Juez Dredd" para la peli de Stallone?, ¿algún proyecto perdido entre aquella versión y la moderna?... pues no, se trata del primer concepto que Rob Bottin y su equipo hicieron para la peli "Robocop", la original. Naturalmente, como todos sabemos, no pasó la prueba y hubo que currarse otro traje pero... ¿verdad que les resulta extremadamente familiar?.
Háganme caso: Vayan a ver la peli de "Dredd", merece mucho la pena.