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jueves, 9 de mayo de 2013

BEAVIS & BUTT-HEAD RECORREN AMERICA

Siempre echo pestes de la animación, pero confesaré que existe una serie, que yo seguía a través del VHS –porque en España, o tenías canal plus, o alquilabas los vídeos para poder verla- que siempre provocó mi hilaridad, precisamente porque la animación era lo de menos, en pro de la estupidez de sus personajes. Esta serie era (y es, porque ha vuelto a la parrilla de Mtv) “Beavis & Butt-Head”. Ya saben: dos adolescentes algo border line, amantes del rock, en cuyos episodios, vivían aventuras de lo más estúpido y hacían pequeños interludios donde comentaban los video clips del momento. Me encantan los personajes y sus chistes de caca, pedo, culo pis.
Tal fue el éxito de la serie, que como es habitual en los productos Mtv, pronto darían su paso a la gran pantalla.
Hay que decir también, que el trabajo del padre de estos, Mike Judge, le tengo en igual estima, ya sea en películas como “Idiocracia” o “Trabajo Basura”, o en sus series de tosca animación.
La película, dirigida por el mismo Judge, es la cosa más entretenida que te puedes echar a la cara. Digamos que es un episodio largo de la serie, donde se han suprimido los interludios musicales y se ha desarrollado una trama más acorde con el formato que ahora se explota, que es el cine.
En ella, a Beavis y Butt head, les roban la televisión, cosa esta nefasta para ellos porque, básicamente, a verla es a lo que dedican el grueso de sus estúpidas vidas. En la búsqueda de una televisión con la que saciar su adicción, un individuo les confunde con los dos maromos que ha contratado para que se carguen a su esposa. Esto les llevará a cruzar todo Estados Unidos, cuando en el encontronazo con la mujer del contratante, esta, le cose en el pantalón a Beavis una pequeña bomba química que hará que tras de ellos vayan su marido y el F.B.I, mientras andan haciendo el estúpido e intentando mojar, siempre sin éxito, ajenos a todo lo que les está pasando.
Siempre es difícil adaptar series de pequeño formato al cine, pero en esta ocasión, Mike Judge, sabe perfectamente como hacerlo, básicamente, porque da lo mismo que da la serie de televisión pero multiplicado por dos. Solo por dos ¿eh?, que la animación, aunque está un poco más cuidada que en la tele (abundan las sombras, y los fondos están más elaborados), no deja de ser una muestra más del feísmo del que siempre hace gala Judge. Ahora, el máximo entretenimiento, y de nuevo, la supina estupidez de Beavis & Butt-Head, hacen de la película una cosa ideal para disfrutar en cualquier hora del día.
La película, además, cuenta con las voces del propio Judge dando vida a sus retoños, de Bruce Willis, Demi Moore, David Letterman, Richard Linklatter, Greg Kinnear o David Spade, en roles secundarios.
Un exíto de taquilla en los USA, del que 16 años después, todavía se rumorea el proyecto de una secuela.
Muy maja.

viernes, 17 de febrero de 2023

EXCLUSIVELY YOURS

Mike Finch es uno de tantísimos directores amateur de la era del MySpace. Y digo uno de tantos porque, con la democratización de los materiales audiovisuales, y a tiempo vista, me doy cuenta de que si podíamos considerar el genuino cine amateur un subgénero, es uno que recientemente ha fallecido y que a mediados de los 2000 tuvo su momento de mayor repercusión y bonanza.
Actualmente, la figura del cineasta amateur ha muerto porque con el acceso a la tecnología y las maneras de llegar al público en Internet ha provocado una criba natural, es decir, los jóvenes con inquietudes audiovisuales hoy en día se han decantado por  crear contenidos como youtubers o tiktokers, que es lo que consume el público y lo que, en cierto modo, da pasta.
El cine convencional está respirando sus últimos estertores, así que imagínense el amateurismo. Hoy carece de valor hacer una película en vídeo porque todo el mundo tiene un dispositivo HD en el bolsillo y es absurdo hacer un corto o un largo cuando es más fácil grabarte el careto cagándote en dios y subirlo a la red rápidamente. La respuesta es inmediata. Ergo, la figura del cineasta amateur está en vías de extinción. O al menos la de aquellos que buscaran algo más que satisfacer sus pulsiones creativas; en lo relativo al reconocimiento o popularidad que se pudiera obtener a través del medio, es mucho más fácil y obvio tirar por la vía virtual.
Sin embargo a mediados de la década de 2000 no había avanzado tanto la tecnología y estaba todo lleno de cineastas amateur y bloggers —hoy también en vías de extinción por razones idénticas a las del cine amateur—. De hecho existía una suerte de red social primigenia de escasa utilidad llamada MySpace que, en principio, volvía loca a la gente. Los aspirantes a creadores se abrían un MySpace con cualquier excusa, de hecho, me apostaría la vida a que muchos de los cineastas amateur de aquella época lo eran solamente porque aún no existía el concepto “youtuber” y necesitaban una excusa para incluir contenido en su MySpace. Y Mike Finch, director de este “Exclusively Yours”, tiene pinta de ser uno de esos, un directorcito de la era MySpace.
Finch tenía su propia productora, Magicpantz, y operaba en 2007 en MySpace. Rodó esta película, promocionó su productora en la red social de marras y, una vez lanzada en formato DVD-R, nunca más se supo de él. De hecho, encontrar algo de información del susodicho después de entonces es una tarea harto difícil.
Y todo parece indicar que este tipo usó la red social para autopromocionarse, hizo la película con la misma intención —la de hacerse famoso— y como no lo consiguió, su proyecto fue languideciendo hasta desaparecer, ergo, rodó una película con el fin de tener contenidos con los que poder actualizar su MySpace. Si el Mike Finch de 2007 fuera un joven a día de hoy, no habría hecho una película amateur, sino que se habría hecho youtuber (o peor todavía, director amateur reciclado a youtuber) porque es el medio natural de estos individuos.
¿La película? Muy mala. Influenciado por Mike Judge y su “Trabajo basura”, Finch se casca una comedia negra rodada en un solo escenario (una oficina improvisada con atrezzo de aquí y de allá) en torno a la vida en ambiente oficinista donde el muy osado, además de dirigir y de componer la banda sonora, se casca ¡tres papeles distintos como protagonista! Vamos, un “yo me lo guiso, yo me lo como” en toda regla. La cosa circula alrededor de las envidias de unos y de otros en la oficina o el mal trato que reciben los cargos menores por parte del jefe. Todo conversaciones eternas, todo grabado sin chispa alguna y montado con demasiada poca destreza. El aburrimiento se apodera de uno a los pocos minutos de película y lo único que podemos decir a su favor es que es demasiado tosca, demasiado cruda, demasiado amateur. Pero la película entera carece de alma y se nota que no hay ni un ápice de afición (pasión) en el material grabado. Mecánica. Robotizada… al fin y al cabo es un producto concebido para mantener vivo un MySpace…
Desde luego, verla es hacer un esfuerzo porque ni tan siquiera suscita algo de curiosidad, pero del mismo modo que no se le niega un cigarrillo a un condenado a muerte, no le niego un visionado a un producto al que probablemente todo el mundo se lo negará. Y he aquí, por los restos, mi respectiva reseña.
Como Mike Finch descubra que un individuo en España ha puesto verde su película (y puesto en tela de juicio el amateurismo internacional en general suscitado por ella) 15 años después de haberla rodado, va a flipar colorines.

domingo, 8 de junio de 2008

IDIOCRACIA

Partiendo de la base que nunca me gustaron "Beavis & Butt-Head" y que el primer largo en imagen real de su autor, "Trabajo basura", me pareció justamente eso, nada hacía sospechar que esta nueva peli de Mike Judge fuese a gustarme. Sin embargo, tras leer su trama, no pude negarme.
Un tipo de lo más lerdo (Luke Wilson) es sometido a un experimento de hibernación. La idea es que solo se pase un año sobando, pero las cosas van mal y a esos 365 días se suman 500 años más. Cuando el tipo despierta, se encuentra con una sociedad tan, tan agilipollada que él termina siendo el individuo más inteligente del planeta.
La idea es cojonuda... vale, el punto de partida recuerda algo a "El Dormilón" o incluso a la irregular serie "Futurama", pero luego las cosas se desarrollan de un modo muy distinto.
Sorprende ver que el creador de los dos iconos garrulos de la MTV por excelencia (los citados Beavis y Butt-Head) haga una peli que, en esencia, es un manotazo contra esos mismos. La teoría de que el futuro estará plagado de medio subnormales es demoledora: Los inteligentes no quieren tener hijos, los tontos los tienen como salchichas (¡¡¡que gran verdad!!). Así pues, Judge nos muestra una sociedad donde la peña se expresa con coloquialismos barriobajeros, usa una bebida de esas tipo "Red Bull" para todo (incluso regar plantas), solo come "fast food", es hortera hasta la muerte, no ve más que tele-mierda y hace colas para consumir películas como "Culo", un único primer plano de dos nalgas que no cesan de esputar cuescos para mayor jolgorio de las plateas.
Tal vez, consciente Judge de que su creación más famosa estaba siendo mal comprendida y, por ello, apelando al tipo de audiencia de la que él pretendía burlarse cruelmente, le llevó a parir esta película en plan medio venganza, medio declaración de intenciones.
No es una obra maestra, ni por asomo, pero sí razonablemente original, relativamente crítica y sobradamente divertida/entretenida... vamos, ¡que se puede ver!.

lunes, 29 de octubre de 2018

MUGWORTH

Marc Fernández, animador y director Barcelonés, se ha ganado por méritos propios un puesto de honor dentro de lo que podíamos llamar el cine outsider español, junto a otros nombres como el de Juan Carlos Gallardo, que encuentran su equivalente internacional en individuos como David “The Rock” Nelson o Damon Packard y que al final se han convertido, con todas las de la ley, en personajes de culto.
Moviéndose indefectiblemente en los parámetros del cine underground, sin tener una consciencia de ello, Fernández ha creado un concepto, el de este “Mugworth”, que en realidad es un jaleo que sucede dentro de la inquieta mente de Fernández en busca de su identidad como creador. Porque, “Mugworth” son dos películas distintas, y lo son, consecuencia precisamente de esa inquietud. Existe una versión en imagen real y otra de animación y ambas cuentan lo mismo, así que la sinopsis sirve para las dos versiones.
“Mugworth” es una adaptación libre de “Cuento de Navidad” de Charles Dickens, en la que se cuentan los avatares del tal Bellousini, un individuo ladino y taimado que odia la navidad con todas sus fuerzas y que  hace la vida imposible a su mayordomo Sir Butler (¿un mayordomo que también es Sir?). Así, la noche de Navidad, recibirá la visita de  tres extraños fantasmas que le contarán distintas historias, macabras y desasosegantes, que le mostrarán el significado de la Navidad.
Nada nuevo en el horizonte de no ser por las circunstancias y características que envuelven a esta adaptación.
La principal, refiriéndonos a la versión en imagen real, es que esta rompe con todos los convencionalismos técnicos y académicos de una manera brutal… aunque de manera totalmente involuntaria. Filmanda en video (Mini-DV) y montada de forma casera, el desfile de fallos, raccord y encuadres imperfectos harían llevarse las manos a la cabeza a cualquier erudito del séptimo arte, si es que este tuviera en consideración, siquiera, el ver la película.  En esta versión en imagen real podemos ver las influencias de Marc Fernández, que le llevan a  recrear de manera rudimentaria elementos que ha visto en, por ejemplo, “Los fantasmas atacan al jefe”, y tenemos aquí un émulo de “La muerte” que aparecía en la película americana, cuyo esqueleto señala a Bellousini de la misma manera que en el film de Richard Donner esta señalaba a Bill Murray. Por otro lado el cine gore es igualmente recreado por Fernández en una colección de efectos especiales caseros cuya efectividad es, a veces, encomiable (un taladro en la cabeza perfora la carne de manera extrañamente realista y, pensando, llegamos a la conclusión de que taladra la piel de un cerdo o algo por el estilo… ¡A saber!).
Sin embargo la característica principal de la película radica en un reparto internacional encabezado por Bill Moseley, actor súper popular para los fans del cine de terror por dar vida a Chop-Top, el histriónico hermano de Leatherface en “Masacre en Texas 2” o por ser recuperado por Rob Zombie en “Los renegados del diablo”, que a su  vez es una cara popular de diversas películas de serie B. Le secunda, entre un reparto meramente catalán, Darren Smith, compositor de las banda sonora de la película “Repo! The genetic Opera” (donde al igual que Moseley, también tiene un papel) o “Autopsy”, que además de haberse convertido en un actor habitual del universo de Marc Fernandez, aporta a la película una canción  que compone para la ocasión.
Moseley o Smith no son estrellas de Hollywood, aunque gozan de cierta popularidad dentro del mundo del cine y están acostumbrados en aparecer en producciones profesionales, sean caras o baratas, pero ¿cómo acaban ambos apareciendo en una película amateur de presupuesto cero? Pues eso es algo que solo Marc Fernández sabe, aunque no cuesta mucho pensar que, sencillamente, pagara el caché de ambos actores y estos se limitaran a hacer su trabajo. Con lo cual, su mera presencia, de una manera u otra, ya dota a “Mugworth” de cierto interés.
Sin embargo, un tiempo después, cuando Fernández ya da por desechada esta película, no se le ocurre otra cosa que aprovechar el sonido de la misma para rehacerla (con algunos cambios y variantes en el montaje) en dibujos animados. Pero no unos dibujos animados corrientes y molientes de factoría, sino, dibujos animados completamente amateur y elaborados a mano a base de lápices para colorear, ya sean estos de la marca Alpino o plastidecor, y realizados por el propio Marc Fernandez, por supuesto. Con dos cojones. Una animación rara, torpe, pero extrañamente bonita, y un estilo de dibujo en el que detectamos fuertes influencias de Mike Judge y Bill Plympton. El estilo de Fernández es una mezcla de ambos, pero dibujando tirando a mal, lo que me resulta de alto interés, en definitiva. Así,  ahora tenemos una película de animación cuyos protagonistas siguen siendo Bill Moseley y Darren Smith. Pero, rizando el rizo, y no contento con la presencia de estos dos, para el mayordomo Sir Butler, que en la versión de imagen real hablaba catalán ya que este estaba interpretado por un actor catalán, perdemos esa voz para sustituirla por la de… ¡John Waters! Así que contamos con una película de animación con las voces de Bill Moseley, Darren Smith y John Waters ¿No es sensacional? ¿Cómo se las ingeniaría para contar con la voz de Waters? solo Fernández lo sabe, pero ahí lo tenemos.
Tanto John Waters como Bill Moseley deben estar orgullosos de aparecer en esta película.
Por lo demás, la mezcla de sonido es nula y se nota cuando el sonido viene directamente de la Mini-DV o del audio enviado por Waters para la ocasión y el resto de las voces son interpretadas por el propio Marc Fernández con un particular acento que torna la película más rara todavía. Y para la banda sonora, como todo buen artista amateur que no puede acceder a material original, inserta música clásica para así evitar lidiar con los derechos de autor.
Dicen que incluso Ralph Baskshi se rindió ante sus encantos, declarando, desconozco para que medio, que “Mugworth” es “Una película única, escalofriante y divertida”.
En definitiva, “Mugworth” es una rara avis, un concepto estupendo y un cacao de padre y muy señor mío, que merece la pena que nos tomemos la molestia de descubrir en sus dos versiones.
Huelga decir que ambas aparecen en DVD el próximo día 7 de noviembre a través de nuestro sello Vial of Delicatessens.
Por lo que a mí respecta, una de las películas más extrañas y fascinantes del presente siglo. Sea por los motivos que sean.