Argumento:
El director y dueño de un teatro, Hugo Montalbán, no está dispuesto a dejar que le arrebaten sus sueños sin plantarle cara a una ciudad, Madrid, que permite que su esencia se evapore. Cuando se entera durante el ensayo de su obra que su amiga Silvia Carvajal espera un hijo, no se imagina el futuro que a ambos les espera.
El amor, ese sentimiento que siempre flota en el aire y se respira, puede ser la tabla de salvación a la que todos necesitamos agarrarnos en algún momento.
Opinión:
El relato es un homenaje al teatro en todos sus ámbitos. Un director que tiene el sueño de poner en marcha una obra de despedida ante el declive que sufren las salas en Madrid, donde cada vez es más frecuente verlas cerradas y abandonadas, o convertidas en restaurantes de comida rápida o tiendas de ropa; y un grupo de actores que va apareciendo en escena desnudándose para nosotros como lo harían ante un público que escucha en silencio sus más íntimos secretos. Personajes que encuentran a través de la ficción una válvula de escape de sus propias vidas, con todas sus alegrías y sus miserias; una forma sana de controlar las emociones.
La novela sabe al Madrid de los ochenta y a Jazz, y nos acerca al ambiente que se respiraba mediante un paseo por los locales más emblemáticos; unas páginas que como siempre me han transportado unas décadas atrás y miles de vivencias, una ciudad a la que siempre es un placer volver aunque sea a través de unos personajes de ficción en los que adivino algo del autor y en los que me he sentido reflejado por varios motivos.
La obra de teatro que preparan es en sí misma otro espacio en el que involucrarse al tratar un tema del todo atractivo. En "El regreso de la señora Làmbert" se narran los sucesos que vive una familia, miembros de la resistencia, durante el otoño de 1945, cuando otra familia de origen judío regresa a la que es su casa tras haber conocido los horrores del exterminio nazi como víctimas de la redada que, bajo el mando del general Pétain, colaborador de la Alemania nazi, sufrió París en el verano de 1942. Un episodio de la segunda guerra mundial transformado en una obra de teatro por el que veremos pasar muchos de los males de cualquier sociedad y donde los principios resultan ser papel mojado.
Una lectura tranquila donde los diferentes textos, de exquisita narrativa y escasos diálogos, hablan del amor, la amistad, los sentimientos y los típicos desencuentros. Temas propicios para la reflexión en cada episodio, que me han regalado frases que son un gusto leer una y otra vez. Después de tres actos, la novela se despide con un telón final donde, si los problemas sugeridos nos han parecido pocos, viene a visitarnos la pandemia, donde nuestro mundo pareció pararse, quedó en silencio y tuvimos que reinventarnos, respirar, adaptarnos y seguir adelante.
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