“Ante la falta de material los profesores nos refugiábamos en lo obvio, período barroco, clásico y romántico, como conocimiento general. Pero qué lindo que sería el día de mañana: ‘Tema 1. Tema 2. A ver ¿Qué dice la letra de Alma de diamante?’ y que un alumno pueda incorporar esos conocimientos.
Y ahí lo maravilloso va a ser que cada alumno escriba algo distinto porque justamente ese es el arte de Luís, que todo el tiempo abría puertas”
Diego Boris, presidente del Instituto Nacional de la Música.
A poco de cumplirse cuatro años de su muerte, El Flaco sigue y sigue estando, sin parar nunca. Hace rato que “Luís Alberto Spinetta: partituras & cancionero” es una obra real: dos tomos con cancionero de 26 composiciones, su biografía, sus dibujos, historia de los temas, herramientas para el trabajo en el aula y partituras de 16 canciones para diferentes instrumentos dedicado a las escuelas secundarias con orientación artística de todo el país y a institutos de formación docente.
Un lujo que se agradece porque pone a Luis en su justo lugar de maestro. Y creo no exagerar hablando de él y su obra. Gracias entonces por eso...
Y además me acabo de enterar que una escuela de Córdoba de nivel medio con orientación al arte llamada IPEM 335, a elegido por voto popular y democrático de todos sus integrantes el nombre de Luis Alberto Spinetta para denominar su colegio de ahora en más. El resultado, dicen, no sorprendió...
“Creo que abre la puerta a otros músicos, a que la cultura sea tomada como parte de la educación de los chicos. Nosotros apoyamos y acompañamos todo el proceso, ayudamos con la elección de los temas.
Todo pensando en que él este orgulloso también, porque de todos los homenajes que le realizaron
esto esta a la altura de su música, de su trayectoria, de su poesía, que tiene que seguir
trascendiendo con las generaciones a través de la educación”
Catarina Spinetta
En una de mis recorridas por librerías encontré hace tiempo el Crocknicas de un
Tacvbo, que además de interesarme por la banda
mexicana ví que el músico hablaba de otras que me gustan
mucho: Pixies, Weezer y Nirvana entre otras. Pero ahí entre esos nombres, figuraba el de "Spinetta, Luis Alberto" y eso tan solo fue suficiente para convencerme de comprarlo.
Escrito
por uno de ellos llamado
Joselo Rangel, que recién ahora identifico bien, un virginiano que escribe relatos mundanos, cortos para
diarios y revistas y aquí recopilados que te enganchan por su
simpleza y su sabiduría real en cuestiones de rock y de la vida en ese
medio. Y me encanta saber lo que piensan los demas de El Flaco (mas
si no son argentinos y son músicos). Les dejo algunos fragmentos (unidos por mí) de las reflexiones de este
lúcido y franco relato de Joselo:
"Siempre intenté escuchar más a Spinetta de lo que relamente lo hacía. Me intrigaban sus letras, la forma que tenían sus canciones, sus melodías. Alguna vez leí que Bob Dylan decía que escuchar música debía demandar un esfuerzo del oyente, que no era un simple acto de diversión. Así puede definir mi relación con él, siempre me costó trabajo. Tenía ganas de que me gustara más. De poder cantar sus canciones, pero nunca lo logré.
Siempre lo respeté mucho, pero había algo que no me permitía conectar plenamente con él. La canción que sí escuchaba desde antes y se sigue escuchando es Muchacha ojos de papel. Seguramente muchos de los trovadores (o su público) no saben que esta gran canción la escribió cuando era apenas un pibe.
Ahora Luis Alberto ya no está con nosotros. Pero nos deja su obra para que la escuchemos. No sé si logre algún día esa conexión que anhelo. Soy solo un mexicano tratando de encontrarle el gusto a un rock que no me pertence, pero al cual me gustaría pertenecer. Descansa en paz Flaco Spinetta."
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¿Pero como? ¿No se llama como salió acá entonces? Lo que hacen por vender... |
"Sentia que tenia que haber nacido argentino para disfrutar realmente a Spinetta. Ahora es diferente, escuche Artaud y todo cambió"
Joselo Rangel (entrevista radial en Argentina luego del libro)
Y su último disco es una joya minimalista con pocas canciones ya que eran ensayos grabados que luego se transformarían en disco, pero con toda la sapiencia acostumbrada de sus manos y su garganta.
"Toquemos la nada" les dió como única indicación a sus dos amigos músicos de ruta. Y terminaron tocando "el todo" o casi. Un lujo que nos podemos dar en vida. Tanto como el ser fan de Spinetta...
La canción que más me gusta del disco, la Canción del lugar