11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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domingo, 12 de febrero de 2012

"Negocios riesgosos" (1983).


-- "Risky Business". Estados Unidos. Año 1983.
-- Dirección: Paul Brickman.
-- Actuación: Tom Cruise, Rebecca De Mornay, Joe Pantoliano, Richard Masur, Bronson Pinchot, Curtis Armstrong, Nicholas Pryor, Janet Carroll, Shera Danese, Raphael Sbarge, Bruce A. Young, Kevin Anderson, Sarah Partridge, Nathan Davis, Scott Harlan.
-- Guión: Paul Brickman.
-- Banda Sonora: Tangerine Dream.

-- "Negocios riesgosos" en IMDb.
-- "Negocios riesgosos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La ciudad puede ser muy hipnótica cuando las delicadas texturas electrónicas de Tangerine Dream la acunan y arrullan suavemente. En esa jungla de concreto, que en el año de la peli ya tenía ese perfil ochentero de edificios corporativos de cristal, etcétera, tenemos a un jovencito Tom Cruise que es correctito, bueno, simpático, el buen hijo que todos desearían tener. En consecuencia sus papis, en vez de premiarlo, agasajarlo y tratarlo como se merece, lo dan por sentado en materia de logros, y siguen echándole cosas encima del espinazo, a ver si con eso se quiebra de una maldita vez, si después de todo para qué diablos quiere tener uno hijos, sino es para disponer de mano de obra que se pueda hacer cargo en los mandos medios de la casa que se gobierna de manera gerencial (nunca mejor usada la analogía económica: son los tempranos '80s). Nuestro chico trata de salir adelante y sobresalir en ese competitivo casi-japonés entorno colegial en que deberá ser destacado para ir a una buena universidad, graduarse de negocios y forrarse de dinero (son los tempranos '80s, insisto). Pero siempre hay un amigo que no entiende cómo funciona el sistema, y quiere pasarla bien sin darle palo al agua, y por tanto, cuando los papis de nuestro prota se van de vacaciones, ahí van a pegarle en la pera (¡casa libre, casa libre, casa libre!). Y uno de los amigos, simplemente por romper bolas, llama por teléfono a una "chica por horas" (el problema de quien va a pagar por el servicio es algo que a este amigo gusano no se le cruza por la cabeza). Después de algunos variopintos y macizos incidentes (si ven la peli sabrán a qué me refiero), el prota acaba recibiendo nada menos que a Rebecca de Mornay, cuando estaba en sus años más gloriosos y no en la etapa decadente a la que se ha precipitado desde entonces en su ancianid... er... en su madurez. Pero nuestro crío, después de haber descubierto que el Cielo existe y está en la vagina de una mujer, hace otro inquietante descubrimiento: debe pagar. Después de todo, es el capitalismo, nene, es América, ¿acaso no te enseñaron eso en el 101 de tu escuelita de negocios? Y, bueno, qué hace un buen chico yanki en esas circunstancias... pues, fácil... ¡montar su propio negocio! ¡De prostitución! ¡Viva la adolescencia, viva el emprendimiento, y viva la libre empresa!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El paso de los '70s a los '80s fue, en muchos sentidos, casi como un despertar. Los '70s habían sido una década pesada y letárgica para la civilización yanki, decepción tras decepción, y por si Watergate y Vietnam fueran poco, ahí estaban esos horribles bigotones, los ridículos patelefantes, y los gemiditos castrati de los Bee Gees, qué mierda de década. En los '80s la generación siguiente dijo: ¡¡¡NO MÁS!!! Y cambiaron la onda disco por la electrónica made in Casio, y la hortera moda funky por... bueno, también es hortera, me refiero a los cardados y el maquillaje que podías hacer una excavación arqueológica en el estuco del rostro de una fémina cualquiera. "Negocios riesgosos" es, en más de un sentido, una peli de esa temprana rebelión de los '80s, esa década que tomó lo más radical del individualismo setentero y lo llevó a la exacerbación, ahora con alegría, devorando al mundo como tiburones, y de paso ayudando a incrementar la cada vez mayor crisis económica que venía arrastrándose desde 1973 y que con alzas y bajas, seguiría galopando alegremente hasta los grandes reventones de los '90s (Tequilazo, Argentinazo, Crisis Asiática) y 2000s (Burbuja Punto Com, Burbuja Hipotecas Sub-Prime...). Algún día, los historiadores del futuro tendrán que volverse hacia pelis como "Negocios riesgosos", para entender la extraña sicología de esa fanática secta radical conocida como "economistas" y su devoción por el Dios Dinero hasta el gran suicidio en masa final.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio y lo que generalmente más se destaca de la peli. Es el primer protagónico de Tom Cruise. Este tipo, que ha hecho de la hipérbole una carrera completa, y que sigue a rajatabla el axioma de "si no cantas bien, canta fuerte" (en este caso actúa fuerte), acá está sorprendentemente bien. Claro, es que todavía tenía que hacerse un lugar y ganarse los porotos, así es que debía esforzarse por actuar. Su personaje refleja a las claras la frustración de las presiones: de sus padres y de la sociedad en general por ser exitoso, de sus amigos medio abusones, de la prosti que se las arregla para manipularlo... Y todo sin sobreactuar en ningún minuto, cuando tan fácil se lo tenía. No es que le vamos a dar el Cine 9009 To Best Actor Awards aquí, pero sí que sostiene bien la peli sobre los hombros sin tratar de robársela ni lucirse a costa del resto del personal. Además está la inolvidable y mil veces parodiada secuencia en donde hace el mongo bailando el calzoncillos, un impagable del infragénero cinematográfico de "eran jóvenes y necesitaban el dinero".

-- Rebecca de Mornay. Bastet mía, ¡qué hembra! Nunca antes y nunca después volvió a estar tan lúbrica como aquí. No se trata de belleza ni buenas curvas ni desnudos (aunque vemos un poco de todo eso acá). Se trata de ese algo más indefinible, esa cosita que tienen muy pocas hembras, que es saber colocarse en un pedestal y volverse objetos de adoración sin necesidad de jugar la carta agresiva o fingir modestia ni nada. Su personaje también tiende a romper estereotipos: es una prostituta, pero no es la "chica mala con fondo de oro" (fondo como corazón, claro, qué pensaban, pervertidos), no es bondadosa, ni tampoco cínica. Simplemente es una superviviente que hace lo que todos, sólo que usa su cuerpo en vez de otra clase de talentos. A veces uno se encuentra con pelis en que te venden a una chica con bueno de arriba y bueno de abajo y te dicen que "¡MIRA, ADMÍRALA, ESTÁ RICA!", y aunque está buena de físico encuentras como que algo le falta, y no es tan buena como la peli exige que sea, o como la cara de arrobamiento (pagado) de los otros personajes pareciera sugerir. No es éste el caso: Rebecca está como un cañón, y justifica de sobra que al personaje de Tom Cruise se le caiga la baba por ella.

-- Esta peli tiene un feeling extraño. En esos años comenzaba la avalancha de comedias adolescentes y pelis de desmadre que encontrarán su cúspide con "La revancha de los nerds" y secuelas. La filosofía era, claro, "party all night", que encontrará su paroxismo en cosas como "Despedida de solteros" y similares, por no hablar de las cientos de direct-to-VHS con chicas cachondas mostrando las lolas como reclamo para que te gastaras el dinero en arriendo de cintas. Pero "Negocios riesgosos" tiene de manera intencionada un ritmo más pausado y un enfoque un poco más dramático. Para ser una peli que es supuestamente una comedia, la peli no te provoca risas en ningún momento, y la terminas con una sensación que es más bien de desesperación, alienación, desamparo... Y esto parece ser adrede. Quizás la venden como comedia porque, bueno, si la vendieran como lo que es, no la vería nadie (injustamente, porque la peli está en general bien, pero ya se sabe cómo es el público). En muchos sentidos, aunque la peli está imbuida de la ideología de los '80s, la manera de narrar la historia es todavía deudora de los últimos coletazos del cine de los '70s, con su aproximación más desafectada, cínica, pesimista y "seria" a los temas que aborda. Compárese por ejemplo con otra peli también de factura tomcruisiana como lo es "Cóctel", de ocho años después, plenamente ochentera y con un angst mucho más impostado y pasteloso. Por no hablar de "El secreto de mi éxito" con Michael J. Fox, plenamente ochentera, desenfadada, cachonda, y estéticamente anclada en su década. Y ambas, bastante inferiores a "Negocios riesgosos". Quizás también de ahí el espíritu crítico inherente a esta peli, algo que era muy propio y casi inevitable en el cine de los '70s... que ya hacía algunos añitos habían quedado atrás.

-- Aunque el enfoque de esta peli va claramente por el lado del género del "niño que crece y madura y descubre el mundo real y se hace hombre", su mejor ángulo va por otro lado. Es poco probable que lo hayan hecho de manera intencional (¿en América? ¿Estás de joda?), pero esta peli es una de las más devastadoras sátiras o parodias hechas jamás sobre el capitalismo a la yanki, o mejor que sobre el capitalismo, sobre el espíritu monetarista que impulsa a la cultura de Estados Unidos, y por contagio, al resto del mundo occidental. Veamos. El chico en tanto chico carece por completo de valor, y sus padres le dejan la casa porque bueno, parece responsable y etcétera, lo que no impide que le tapen de instrucciones como a un obrero cualquiera. Además de eso, estudia estudios de verdad, o sea, ni Antropología ni Filosofía ni esas mierdas, sino Negocios, para el día de mañana llegar a ser un empresario y tener el dinero para hacer todo lo que quiera. Cuando se mete en líos y necesita desesperadamente dinero AHORA para salir, ¿qué hace? Pues hace lo que cualquier emprendedor: busca e identifica un nicho de mercado sin explotar (en este caso, la necesidad de los adolescentes para tener un lugar donde follar, así como una chica con la cual follar, porque ni los moteles ni las prostitutas se meten con menores de edad), monta su pequeña empresa (en su propia casa, y con eso ahorra en inversión), y hace un negocio redondo. Al final no consigue ni la felicidad ni una relación estable (hay un happy end, pero fue una imposición de los estudios, y si ves la peli, te das más o menos cuenta de que así como te habían presentado a los personajes es improbable que hayan terminado de esa manera sin pegarse un viraje tan brusco como conveniente cinco segundos antes del final), pero hacen dinero para salir de los problemas, que es lo importante. Tiene su miga que la peli exhiba el capitalismo en su vertiente más cruda a través de la prostitución, con una chica que ofrece agresivamente su producto a un cliente medio pavo, que a su vez es presionada por su pimp, y que la salida sea, bueno, más prostitución. ¿Moraleja de la peli? Al final, todo el cuento del capitalismo y ganar dinero a ultranza es para follar más. El que tiene más dinero tiene más posibilidades de follar (claro, puede ser que te dé un ataque cardíaco por la sobrecarga laboral tratando de ganar dinero, y ya no puedas follar tan tranquilo, pero viejo, valía la pena el riesgo, ¿no?). ¡Y esta peli se rodó en pleno corazón de Hollywood, una de las industrias más capitalistas de todas! Porque Hollywood es la "fábrica de sueños", no una fábrica de productos útiles para la sociedad como lo serían zapatos o comida, y bueno, eso es capitalismo puro a unos niveles de abstracción espantosos, estudios de mercado incluidos para introducir sus productos en el market. ¿Y los productores no se dieron cuenta? Bueno, parece que les vendieron la moto de la peli teen. Puede que los productores de Hollywood sean los más ricos, pero no necesariamente son los más listos, ya ven... O eso, o no les importa en lo absoluto, hijos putativos de Ayn Rand.

IDEAL PARA: Seguidores del cine tipo "rito de pasaje a la adultez" y crítica del capitalismo.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Tom Cruise era joven cayó tan bajo como para bailar estilo estríper por dinero [en inglés, sin subtítulos, ni falta que hacen].



-- La escena del tren, cuando escuchar un tema de Phil Collins era sexy [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 4 de julio de 2010

"Toy Story 3" (2010).


-- "Toy Story 3". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Lee Unkrich.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Ned Beatty, Don Rickles, Michael Keaton, Wallace Shawn, John Ratzenberger, Estelle Harris, John Morris, Jodi Benson, Emily Hahn, Laurie Metcalf, Blake Clark, Teddy Newton.
-- Guión: Michael Arndt, John Lasseter, Andrew Stanton y Lee Unkrich.
-- Banda Sonora: Randy Newman.

-- "Toy Story 3" en IMDb.
-- "Toy Story 3" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El tiempo no pasa en vano, y los que de niños vieron Toy Story en los mediados '90s, han crecido y están listos para marcharse a la Universidad. Lo mismo que nuestro prota, que tiene a sus pobres juguetes arrinconados en un baúl. El grupo de juguetes debate sobre cuál va a ser su destino, si se permiten ser donados, si van a dar a la basura, si acaban encerrados en su jubilación en el ático... El crío, como los de su generación, pareciera que tuviera un zócalo de conexión directa a Internet desde el cerebro, y no se puede despegar del computador, y cuando mami le dice que haga algo con los juguetes o a la basura con ellos, abre finalmente el arcón, y decide que no les hará caso porque ya está grande y no se preocupará de ellos, y... er... ehm... bueno-ya, mejor al ático, lagrimita-snif-snif. (A estas alturas del partido, tanto ático hace poner paranoico a uno que se bancó toda Dollhouse, pero bueno). Por una confusión fatal, resulta que la bolsa con los juguetes acaba con rumbo al basurero. Mientras tanto el vaquero Woody, que ha sido separado por el crío para ser llevado a la Universidad (¡para conservarlo consigo, a pesar de que sabemos la de cosas que pasan en esos cuartos universitarios!), consigue abrirse camino hasta la bolsa de juguetes y los rescata. O algo así. Porque por esas vueltas y revueltas del guión, acaban en una guardería infantil. ¡Ah, qué gran destino! En vez del amo que los despreció e injurió con su olvido después de tantos años de diversión, podrán entretener a una nueva generación de jovencitos ávidos de juguetes que... er... ehm... ¿alguien les dijo a estos críos el no romper sus juguetes y todo eso? ¿Que ahora se hacen de plástico más desechable que nunca, y por lo tanto son frágiles y no a prueba de niños precisamente...? ¿Alguien les informó a nuestros protas que acaban de caer nada menos que en un campo de concentración jugueteril? Ahora, lejos del hogar, nuestros protas deberán vivir la más grande aventura de sus vidas: no sólo deben mantenerse vivos y regresar a casa evitando la versión juguetera de un campo de concentración nazi, sino además lidiar con los problemas de la jubilación. Cuándo van a arreglar el problema del colapso del sistema de pensiones, si se siguen haciendo pelis como éstas en que la gente se enternezca con los vejetes que ya no sirven para nada, por Bastet...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1995, el mundo del cine sufrió un terremoto y ya nada volvió a ser igual. ¿Fue por "Corazón Valiente", que en la ceremonia de 1996 se alzó con el Premio Oscar a la Mejor Película? Bueno, marcó un hito por la crudeza de las batallas, pero luego vino "El Señor de los Anillos" y de la épica melguibsoniana ya nadie se acordó más (salvo la FOX, que la repitió en trasnoche hasta que se les corrompió el archivo). ¿Por "Casino", en que Sharon Stone trató de ser reconocida como una actriz seria? ¿Por "Goldeneye" que trajo a James Bond de regreso desde el inframundo? ¡Oh, no! La peli que revolucionó al mundo del cine de ese año fue... una de monitos. Aunque le duela a los críticos seriotes de toda la vida, esos que se desayunan cine europeo y cenan cine iraní día sí y día también. "Toy Story", el primer largometraje realizado íntegramente por medios digitales, marcó todo un hito no solo porque demostró que... ¡era posible! ...sino que además, remarcó lo obvio: es posible hacer una "de monitos" que a la vez... ¡tenga una historia! ¡Y que la historia sea seria! ¡Adulta! ¡¡¡BUENA!!! "Toy Story" puso a Pixar sobre el mapa de un cataplún, y fue un éxito tan resonante que no resistieron la tentación de hacer un "Toy Story 2", sólo por si aquello hubiera sido una racha de buena suerte y hubiera que apurar la teta de la vaca hasta sacar el último milig... mejor vuelvo al comentario. Después de los discretos resultados de "Toy Story 2" (el bajón de calidad que supuso, que mala no era, pero no alcanzaba la altura de "Toy Story", que era maestra en su sencillez, aunque eso no repercutió demasiado en taquilla que digamos), y después de probar que Pixar podía sobrevivir sin su franquicia estrella gracias a "Monsters Inc.", "Buscando a Nemo", "Los Increíbles", "Cars", "Ratatouille", "WALL-E" y "Up", varias de las cuales están no sólo entre lo mejor de la década, sino también son clásicos fílmicos tan imperecederos como "Casablanca", "El Padrino" o "La guerra de las galaxias" (por mencionar clásicos bien diferentes entre sí), nadie se esperaba que hubiera una tercera parte. Pero, ¡ah, la gente Disney!, ya sabemos que en paralelo la Disney, que distribuía los cacharros Pixar, estaba atravesando por esa década agónica de "Atlantis: El imperio perdido", "El planeta del tesoro", "Tierra de osos" y (¡¡¡REPUAJJJJJJ!!!) "Vacas vaqueras", ya les ansiaba las manos por rodar una "Toy Story 3", sin Pixar si fuere preciso, todo sea por ver un poco de ese amarillo metaloso y verde billetoso en las cada vez más desfinanciadas arcas del Tío Ric... er... del Tío Walt. De manera que eso echó a andar la maquinaria de nuevo. Lo que podía llevar a temer lo peor. ¿Una tercera parte de una franquicia que con "Toy Story 2" parecía agotada? ¿Una tercera parte de una franquicia de la que habían pasado diez años desde su última entrega, contra cuatro de la anterior...? ¿Una tercera parte de una duología que todos estimaban como casi un clásico animado? ¿Qué diablos va a ser esto, "El Padrino III"? Que ya saben los asiduos a Cine 9009 que defiendo a "El Padrino III" como una buena peli, pero "buena" no es suficiente (como lo probó "El Padrino III" precisamente) cuando las dos anteriores son peazo titanes del ring. Y claro, ya sabemos que el viejo adagio de que "segundas partes nunca son buenas" había quedado desfasado con "Spiderman 2", "X-Men II" y "El Señor de los Anillos: Las Dos Torres" (y se le terminó de poner la tapa con "Dark Knight"), de modo que se había trasladado ahora a "terceras partes nunca son buenas", así como lo señaló Christopher Nolan cuando estaba que sí vuelvo que no vuelvo que nunca me decido a la tercera entrega de Batman sin Heath Ledger como chaleco salvavidas en caso de que algo me salga mal. Pero bueno, se atrevieron a seguir adelante. Y, raro milagro éste, se salieron con la suya. Porque al igual que "La Era del Hielo 3" consagró finalmente la saga de Sid-Manny-Scratch&CíaLmtda., "Toy Story 3" se empinó hasta convertirse en la mejor y más interesante de toda la saga de los juguetes. Que anuncian como el final de la trilogía. Y sería un final bello y poético. De no ser porque los 200 millones de inversión los recuperó en apenas un par de semanas de cartelera, y por lo tanto, debes estar soñando si piensas que en un futuro cercano o lejano no habrá un "Toy Story 4". Total, igual parecía que no venía un "Cars 2" (entre tanto peso pesado, "Cars" es como el hermanito medio retardadito de las pelis Pixar), y ya ven que para 2011... y "Monsters Inc. 2" anunciada para Noviembre de 2012, un mes antes del Fin Del Mundo Tal Y Como Lo Conocemos, para alcanzar a forrarse lo último y hacer una última barbacoa alrededor de la última llenada de piscina por última vez... [UPGRADE SEPT. 2012: "Cars 2" fue basureada de manera inmisericorde por la crítica en 2011, "Valiente" fue estrenada como la peli Pixar del 2012, y la otra fue postergada para 2013 como precuela y bajo el título de "Monsters University"].

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¡Qué malditos cabrones esta gente de Pixar, que me la volvieron a hacer! Uno que va al cine esperanzado de ver cine recio y sólido, de ese que te haga salir silbando, y al final igual se las arreglan para que te emociones y hasta se te caiga una lagrimita... ¡Así no hay gato recio que aguante, infelices! "Toy Story 3" es una peli quizás no perfecta (le pesa demasiado ser una tercera parte, el ser "otra aventura más de los personajes que ya aprendiste a amar"), pero los elementos que mezcla, los mezcla con gozo y en la proporción justa. La peli tiene aventura y acción, y es aventura y acción por todo lo alto. Tiene emoción, y consigue ser intimista sin chantajear al espectador, porque tienes que ser muy corazón de piedra para no emocionarte con esa bella despedida final... (lo dicho, es el final de la trilogía... hasta que hagan la cuarta... o un reboot ya puestos). Y se da su tiempo para desarrollar temas filosóficos tremendamente profundos: la vejez, la finitud de la existencia, el saber quedarse y el saber avanzar en la vida... Ya es una gran cosa que una peli consiga una de estas cosas en buena ley, y tenerlas a todas congregadas y bien tratadas, es un lujo. "Toy Story 3" lleva así la saga hasta el siguiente nivel, y se empina como uno de los momentos culminantes del cine del 2010. Así como "Up" lo fue del 2009, "WALL-E" del 2008... No se dejen engañar por el hecho de que en la dirección aparece acreditado un tal Lee Unkrich (codirector aquí y allá, incluyendo "Toy Story 2" y "Buscando a Nemo"), y que aquí hace su primer trabajo de dirección en solitario. Si leen el listado de guionistas, se encontrarán con los nombres familiares de John Lasseter ("Toy Story", "Cars", y responsable de salvarle la papeleta a Disney como ejecutivo productor de "La princesa y el sapo") y Andrew Stanton ("Buscando a Nemo", "WALL-E") pergueñando el asunto aquí. En cierto sentido, "Toy Story 3" es la peli Pixar más Pixar hasta la fecha, lo que siempre es una buena noticia, porque Pixar es... bueno, es Pixar, ya saben a qué me refiero.

-- La peli tiene un tinte crepuscular y melancólico que le añade nuevas texturas a la historia original. Uno podía preguntarse por dónde podían salir los tiros, considerando que la "Toy Story" original se trataba de Buzz Lightyear encontrándose a sí mismo y "Toy Story 2" de Woody encontrándose a sí mismo, lo que dejaba como opción para "Toy Story 3" que se tratara del Señor Patata encontrándose a sí mismo, o un nuevo Poochy encontrándose a sí mismo, opciones ambas no demasiado interesantes para una secuela, si me preguntan. En lo de Pixar se atrevieron a golpear la mesa, y se saltaron olímpicamente este esquema. Ningún personaje está tratando de encontrarse a sí mismo aquí, y en ese sentido, la saga ha evolucionado. Andy, el chico, ya ha crecido, y ya no necesita de los juguetes, que en su vida han pasado a ser casi un estorbo, en lo físico porque ocupan espacio, y en lo mental porque son los símbolos de un pasado que ya ha superado y que sólo sirve para ser visitado con nostalgia. Los juguetes, de esta manera, han quedado inservibles, sobrantes, jubilados. Y eso duele, porque a diferencia de los fríos informes de la columna económica de la prensa de derecha, vemos que estos pensionados y montepiadas no son números ni cifras amenazando quebrar el sistema público de pensiones, sino que son personas, seres humanos, criaturas sintientes y racionales (bueno, son juguetes, pero tienen sentimientos y pensamientos humanos, y eso es lo que cuenta, me entienden el punto). ¿Quién diablos es tan insensible e inhumano como para tirar a la basura a una persona que se ha quebrado el lomo trabajando durante años, simplemente porque es inservible? Quiero decir, aparte de José Piñera, claro. Los juguetes encuentran una nueva razón para vivir cuando descubren que hay vida más allá de la jubilación (un poco como el viejecito de "Up", miren ustedes cómo Pixar se ha teñido de melancolía en el último par de años), sólo para encontrarse encerrados en un horrible campo de concentración. Y cuando tratan de abrirse camino para regresar con su antiguo amo, (((SPOILER DEL FINAL AQUÍ, SI NO QUIERES SABER COMO TERMINA SÁLTATE DE INMEDIATO AL SIGUIENTE PÁRRAFO))) descubren que reconstruir dicha relación es imposible, porque el tiempo igual ha transcurrido, y que la alternativa que se les presentaba, el encontrarse una nueva vida, es justamente la única que tenían desde el comienzo, sólo que no en las condiciones de la guardería infantil. Y todo esto, tratado con sumo tacto y discreción. ((FIN DE SPOILER AQUÍ, SIGAN LEYENDO DESPUÉS DEL BARRANCO)).

-- Es también la peli más oscura de la franquicia. Puede que "Toy Story" fuera aventurera y "Toy Story 2" tuviera sus arrebatos de melancolía, pero "Toy Story 3" es simplemente escalofriante. El villano principal de la historia es un personaje amargado que rezuma odio y miseria humana, probablemente uno de los más despreciables malvados que nos ha regalado Pixar, y es responsable de que la peli tenga un terrible tono sombrío. Este personaje, todo lo que toca a su alrededor lo pudre y lo convierte en tristeza y corrupción. No recuerdo haber visto un villano tan mezquino en ninguna peli Pixar en años, ni siquiera el Síndrome de "Los Increíbles" o el Charles Muntz de "Up" llegan a tales cotas de misantropía y odio por sus semejantes. Escaparse de las garras de éste implicará para los personajes primero sufrir el calvario de un campo de concentración cuasinazi, y después una fuga desesperada en la que tenemos escenas de peligro bastante escalofriantes para los estándares de una peli infantil. De hecho, aunque es "Todo Espectador", no creo recomendable que un chico demasiado chico la vea, si no quieren después tener que alisarle el pelo con laca y pagarle un costoso tratamiento sicológico para combatir terrores nocturnos y similares. Es probable que la gente de Pixar no estuviera apuntando acá tanto al público infantil que eran el target obvio de "Toy Story" y "Toy Story 2", como al público juvenil e incluso adulto que en su niñez/adolescencia creció viendo estas pelis, y que para los cuales, no en balde han pasado quince años desde "Toy Story" (¡década y media, la mitad de una generación!), el tiempo también ha transcurrido como para Andy. Quienes crecieron con la franquicia no tendrán ningún problema con esta nueva (y lóbrega) entrega. Creo que darle mayor espesor dramático a la trama tiene su punto positivo porque le otorga más profundidad, pero claro, siempre es una opción arriesgada. La gente acá cumple bien con su labor, aunque siempre con la recomendación de que si tu crío tiene menos de cinco años, quizás tengas que sacarlo llorando del cine cuando venga la escena en que los juguetes... no, no me voy a mandar un spoiler acá, pero véanlo por ustedes mismos.

-- (((SPOILER DEL FINAL AQUÍ, SI NO QUIERES SABER CÓMO TERMINA SÁLTATE ESTE PÁRRAFO ENTERO))). Insistiré una vez más en el bellísimo final de la peli. Es el final no solo de la peli, sino de la trilogía como un todo. Andy llega a la casa de una niñita pequeña, y le regala sus juguetes. Se le hace un nudo en la garganta, porque se está despidiendo de una parte de su niñez, incluso de sí mismo. Y a nosotros también, porque sabemos que nos estamos despidiendo de todo un ciclo. Quizás venga un "Toy Story 4" en algún minuto (¿en otros diez años?), pero sabemos que no va a ser lo mismo, que quizás Andy ya no esté, y si está, va a ser un adulto que va a ver a los juguetes no como lo que son, como artefactos destinados a lo lúdico e infantil, sino como objetos de colección o nostalgia. Por el minuto, vemos a Woody, Buzz Lightyear y los suyos pasando de mano, simbólicamente, de una generación a la siguiente. Y estos tipos saben hacerla, es casi ver como las tradiciones pasan de una generación a otra. Las personas pasan, crecen, maduran, incluso tienen el mal gusto de morirse, pero la Cultura, la Civilización, todo eso perdura en el tiempo. Este final enlaza a la vez perfectamente con la escena del comienzo, en que vemos un disparatado juego infantil que mezcla un escenario del oeste con invasores alienígenas, en una cacofonía cultural que ni chirría ni desentona, porque es parte de nuestro legado como Civilización Occidental, y así lo entendemos y aceptamos. En la última escena es cuando implícitamente todo ese legado pasa de manos a una nueva generación. Es una despedida, es triste, pero no es un adios sino un hasta siempre. La cámara muestra a la chica feliz con sus nuevos juguetes mientras Andy parte hacia una nueva vida, luego vemos a los juguetes en solitario, listos para su nueva etapa, y luego la imagen asciende hasta mostrarnos las nubes. Porque el juego de los niños es como las nubes, libres para ir con el viento e inventarse mundos nuevos de fantasía y magia. Este final trasciende así lo que es la peli y la franquicia, y se transforma en algo más íntimo, incluso casi sagrado. Y todo, contado con sencillez, elegancia y parsimonia. Existe una diferencia entre la gente que sabe hacer cine, y la gente que ama el cine. Este final es uno que sólo podrían haber realizado gentes del segundo tipo, de las que aman el cine en cuanto cine, porque es todo lo que el cine al último debería ser: un entretenimiento lúdico, más o menos profundo, además de un espejo de lo que somos, de nuestras esperanzas e ilusiones.

IDEAL PARA: Ver una muy profunda peli sobre la condición humana, enmascarada bajo los humildes ropajes de una peli infantil de aventuras.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "TOY STORY 3":

-- "CRITICA 'Toy Story 3' Píxar continúa forjando su leyenda, por Jaime Martín", en Crítica Cine.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al ezpañó de Ezpaña].

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