11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
Mostrando las entradas con la etiqueta Prisioneros. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Prisioneros. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de febrero de 2011

"Escape a la victoria" (1981).


-- "Victory" (título en Estados Unidos), "Escape to Victory" (título internacional), "Evasión o victoria" (título en España), "Fuga a la victoria" (título en Perú). Estados Unidos. Año 1981.
-- Dirección: John Huston.
-- Actuación: Michael Caine, Sylvester Stallone, Max von Sydow, Anton Diffring, Carole Laure, Gary Waldhorn, Benoît Ferreux, Clive Merrison, Maurice Roëves, Michael Cochrane, Zoltán Gera, Tim Pigott-Smith, Daniel Massey, Jean-François Stévenin.
-- Guión: Evan Jones y Yabo Yablonsky, basados en una historia de este último y de Djordje Milicevic y de Jeff Maguire.
-- Banda Sonora: Bill Conti.

-- "Escape a la victoria" en IMDb.
-- "Escape a la victoria" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Deutschland, III Reich. Die alemanischen están recluyendo a prisioneros de guerra en campos de concentración, en donde no la pasan tan mal porque aún no se rodaba la de Schindler y los alemanes no tenían de donde sacar ideas para ser... ¡¡¡EVIL!!! En fin, resulta que en una visita de la Cruz Roja, para mostrar que son POW, pero son POW bajo la Convención de Ginebra y toda la furutatalla, un nazito reconoce a uno de los tipos: ¡joer, si este british es un futbolista! Yo también fui futbolista, Alemania, 1938. ¡Ah, sí, claro, qué tiempos! Y no, no se fuman un cigarrito juntos, pero casi. El caso es que la guerra divide a las naciones y el fútbol las une, así es que entre conversa y conversa, el nazito se saca una idea del magín: ¿y por qué ustedes los POW no se arman su equipito de fútbol, y se enfrentan a nuestros Deutschenpanzermenschen en el enfrentamiento definitivo definitivoso que lo resuelva todo... o casi? Bueno, mire, no sé, en este campo de concentración no estamos tan famélicos, verán, pero igual si nos dan doble ración de todo, y de lo bueno, con carne y vegetales y huevos, o sea, para dar espectáculo y no dar lástima cuando estemos en lo del balompié... ¡Hecho, pues! Ahí tienen entonces a los nazitos de un lado, y por el otro a los POW que, como de costumbre, no sólo lucharán por ganarle a los nazis (en un match de fútbol en este caso), sino que además lucharán para obtener la libertad, o si no para qué tanto esfuerceo, y como si eso no fuera poco, también nos darán algunas lecciones de la grandeza del espíritu humano, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Aunque ustedes no lo crean, las pelis de II Guerra Mundial no partieron con "Bastardos sin gloria". Ni siquiera con "La lista de Schindler". En verdad, pelis sobre la WWII venían rodándose desde la mismísima WWII, claro que en Estados Unidos e Inglaterra los Aliados eran los buenos, y los nazis los bellacos, que para eso contamos la historia nosotros, joer, para quedar bien nosotros. Bueno, el caso es que habiéndose explotado todos los filones habidos y por haber (¿desembarcos?: "El día más largo del siglo". ¿Operaciones militares frustradas?: "Un puente demasiado lejos". ¿Glamorosas operaciones comandos contra castillos de rancia arquitectura germánica?: "Donde las águilas se atreven". ¿Patrullajes en tierra enemiga?: "La batalla de Anzio". ¿La jungla?: "Guadacarnal"... y suma y sigue), quedaba aún cierta veta no explotada: ¡el deporte! Circulaba por ahí la anécdota de que un equipito de Europa Oriental fue puesto por los nazis a jugar fútbol, y cuando ganaron, los nazis como que se anduvieron mosqueando y les hicieron probar el amargo sabor de la victoria a punta de fusil. Así es que, ni cortos ni perezosos, tomaron la historia, la adaptaron a Europa Occidental para incluir estrellas de Inglaterra y Estados Unidos, que o si no la peli no se vende, pusieron al veterano John Huston a rodar, a ver qué podía hacer el vejete (y el vejete probó que todavía le quedaba sangre en sus jurásicas venas), contrataron un elenco tan bizarro como pudieron... y cruzaron los dedos para ver qué engendro salía del tubo de ensayo, o del laboratorio de montaje, usen la expresión que les acomode más. ¿El resultado? Una desquiciada peli sobre la II Guerra Mundial, como ustedes no la han visto hasta el minuto, y probablemente no volverán a verla jamás.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿El muy british y actorazo Michael Caine, haciendo equipo en una misma peli con el musculín Sylvester Stallone, y además con el futbolista brasileiro Pelé, todos ellos coaligados en contra del sueco Max Von Sidow haciendo de malo maloso alemán...? Sí, sí sucedió... ¡Y bajo la dirección de John Huston, el hombre que incluye en su currículum pelis como "El halcón maltés", "El tesoro de la Sierra Madre", "Mientras la ciudad duerme", "La Reina Africana", "Moby Dick", "El hombre que quiso ser rey"...! En el reino de las decisiones estrambóticas, esta junta de individuos tenía todos los papeles para un alto cardenalato o algo así. Y milagrosamente, por alguna razón, funciona. No descartemos el gran talento del director Huston, que aunque en lo personal siempre lo he encontrado un tanto frío y cerebral para rodar (no en balde sus mejores filmes son los policiales), en este caso se aplica a una peli sin lugar a dudas irregular y a ratos un tantín ridícula, pero que es casi como el partido de fútbol que relata: corre, corre, corre, se esfuerza, moja la camiseta, y anota tanto a tanto hasta alzarse con la victoria. La pericia de John Huston es transformar una historia más o menos tontorrona y muy hecha para los estándares hollywoodenses (ya saben: los buenos son todos buenos, los malos son todos de cartón, se las arreglan para meter una chica que sea interés romántico del prota aunque sea con calzador... lo de siempre, vamos), y sin demasiada épica (¿un partido de fútbol? ¡Estamos en la WWII, como mínimo pongan algo de ametralladoras o algo!), en una emocionante historia de ésas que llamaríamos de "triunfo del espíritu humano" o similar. ¡Y sin que se vea ñoña! Claro, la peli no tiene demasiado espesor dramático, y nunca sentimos que los protas verdaderamente se estén jugando la vida o la muerte, a manos de unos nazis bastante condescendientes con ellos, pero John Huston se aplica a contar su historia, lo hace con los métodos espartanos que son su marca de fábrica (escenas rápidas y contadas, poner de relieve a los actores y sus personajes, etcétera), y le saca todo el jugo posible. Que el gran final de una peli ambientada en la II Guerra Mundial sea un partido de fútbol, y que aún así emocione, tiene su qué. ¿Es la enésima versión de los underdogs luchando por salir adelante? Sí, lo es, y qué. El viejo zorro de Huston nos cuenta la historia sin ningún sentimentalismo, no busca chantajear al espectador, y con esto, logra lo que muchas otras pelis que buscan conmovernos con músicas de violines, cámaras lentas, y rostros transfigurados por el dolor, no consiguen precisamente por ese derroche de melaza.

-- El elenco. O sea, tenemos a un joven Sylvester Stallone de protagonista (ya interpretado "Rocky", y a un año todavía de "Rambo"), haciendo su rol de buen chato de toda la vida, y si bien su protagonismo mosquea un poco (ya sabemos, es el típico American Man que viene a enseñarnos cómo ser mejores y salvar el mundo, etcétera), al final como que le cobramos cariño, joer, aunque sea porque tiene que sacrificarse por la causa y lo hace con su mejor cara del mundo. A su lado tenemos a Michael Caine ganándose los porotos a punta de puro carisma personal, y quizás un poco desaprovechado. La participación de Pelé es casi testimonial, si está ahí para recitar un par de líneas de diálogo y hacer lo suyo, o sea, jugar a la pelota. Claro que, admitámoslo, no por "estar en una peli" o algo así, Pelé nos escatima lo suyo: las escasas secuencias en que lo vemos jugar a la pelota y patear traseros germanos (figuradamente, claro está), esas secuencias son más que deporte: son arte. Y como decíamos, el malo es Max Von Sidow, que le inyecta un montón de bonhomía a un personaje que en principio es... bueno, es el malo. Sí, el Cristo de "La historia más grande jamás contada", el Padre Merrin de "El exorcista" y Ming el Despiadado de "Flash Gordon" es aquí el villano, y lo interpreta de una manera magistral. El resto de los actores, en realidad no son actores sino jugadores de fútbol, y hace lo que se espera de ellos, pero lo hacen notablemente bien.

-- El partido de fútbol mismo, por supuesto. Después de idas y venidas, toda esta secuencia está muy bellamente filmada. La maestría de Huston le hace simplemente poner la cámara dos o tres veces, a la pasada, a un guardia nazi con unos perritos con muy mala leche, más la banda sonora de Bill Conti, y ya con eso crea un clima amenazante en torno a los jugadores. A medida que el partido avanza y el asunto se vuelve cada vez más espinoso para nuestros héroes, la tensión aumenta, y aumenta, y aumenta... y sentimos cómo en esa cancha se está jugando algo más que un partidito amistoso... y suma y sigue, hasta llegar a ESE final... Un final simple, casi imposible desde el punto de vista histórico, pero que dado el tono y desarrollo de la peli, en realidad era el mejor de todos, y que muestra algo más que la resolución del conflicto: muestra lo que es en verdad el amor a la vida y a la libertad, de una manera que me atrevería incluso (por mucho que deteste esa palabra a la hora de escribir comentarios de pelis), me atrevería incluso a calificar de "poética".

IDEAL PARA: Ver una bizarra y muy inusual peli que mezcla fútbol y Segunda Guerra Mundial (¡y funciona!).

OTRAS PÁGINAS SOBRE "ESCAPE A LA VICTORIA":

jueves, 7 de octubre de 2010

"El juego de Arcibel" (2003).


-- "El juego de Arcibel". Argentina. Año 2003.
-- Dirección: Alberto Lecchi.
-- Actuación: Darío Grandinetti, Diego Torres, Juan Echanove, Juan Diego, Rebecca Cobos, Vladimir Cruz, Enrique Quiñones, Alejandro Trejo, Gabriel Rovito, Vando Villamil, Lourdes Abalo, Paola Falcone, Carmen Disa Gutierrez, Oscar Di Sisto, Juan J. Masramon.
-- Guión: Daniel García Molt y Alberto Lecchi.
-- Banda Sonora: Iván Wyszogrod.

-- "El juego de Arcibel" en su sitio oficial.
-- "El juego de Arcibel" en IMDb.
-- "El juego de Arcibel" en la Wikipedia en español.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Miranda. No, no se trata de esa infrabanda argentina, sino de una república existente... bueno, en alguna parte de Latinoamérica, busquen por ahí y ya lo encontrarán sobre el mapa (sí, sé que no lo van a hacer muchos de ustedes, pero me gustaría ver cuantos tarados escupidos por nuestro asténico sistema educacional van a pensar que la joda va en serio y se van a poner a guglear dónde demonios está Miranda para después dárselas seduciendo damiselas tan tontas como ellos). ¿En qué estaba? Ah, sí. Miranda. Un paisito latinoamericano, trasnochado como todos los paisitos latinoamericanos, sometidos a los vaivenes de la política internacional, Big Stick incluido suponemos, en que gobierna en gloria y majestad una de esas figuras que la publicidad califica de "Padre de la Patria", y que la gente cuerda solemos llamar dictadores a poca honra (en voz baja, no sea que nos escuchen, claro). Nuestro prota, Arcibel Alegría, trabaja en un periódico y escribe columnas sobre ese interesante criacaracoles que es el ajedrez. Un par de tonteritas (que el artículo va a dar a la sección política con una fotito del dictador, y que además está escrito de manera florida y pretenciosa porque nuestro Arcibel es un cultureta y por lo tanto lo dicho sobre un vulgar y carca encuentro de ajedrez puede interpretarse como un ataque contra Nuestro Amado Padre De La Patria) le valen pasar una temporada tras las rejas como preso político, después de que van a buscarlo en mitad de la noche, y tortura no porque esta peli trata de mantener en todo rato el tonillo amable. El caso es que el pobre tipo trata de habituarse como puede a la vida dentro de la prisión, mientras los años pasan y pasan, y su hija de dos años ahora está convertida en una bombonaza neumática que hasta dan ganas de salirse de la cárcel para pegarle un tiro a todas las pirañas que quieran merendársela (a mí no me miren, yo soy gato, no piraña). En fin, el caso es que por abecé motivos, hay elecciones, no diré democráticas sino "democráticas", así con el entrecomillado para que se entienda, y gana... ¡el dictador que estaba gobernando! Porque éste corre acompañado y gana, no como otro que corre solo y sale segundo. El caso es que como ahora hay democracia, le dan el indulto a todos los presos políticos, pero, ¡sorpresa!, un error burrocrático en alguna parte mantiene a Arcibel metido adentro, porque ahora es un preso común (o peor aún, ni siquiera existe). Ahora, Arcibel tendrá que convivir con los presos comunes, sin imaginarse que su pasión por el ajedrez y los juegos en general, lo pondrán dentro de poco en el vértice de una revolución que podrían acabar derrocando años de dictadura...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El dictador. Ojalá de bigotes Pancho Villa, lentes oscuros y gracioso gorrito verde. Figura emblemática de Latinoamérica como no hay otra. Piénsenlo. En las naciones civilizadas, esas cosas no se ven. Claro, hay Presidentes de Estados Unidos como Richard Nixon o George W. Bush que son unos mierdas y tales, pero nada que la prohibición de reelecciones indefinidas o un impíchimen bien introducido entre cachete y cachete no puedan arreglar. Y en Europa, cuando piensas en dictadores, piensas en tipos a lo grande, con enormes paradas militares en amplios bosques con niebla teutónica, con lienzos gigantescos destinados al récord Guinness, y con música wagneriana de fondo (Hitler, Stalin...). En Latinoamérica, las cosas son un poco más bananeras. Tipos pequeños (incluso Fidel Castro no se ve muy amenazante con su puro), con unos miliquitos todos cobrizos tratando de hacer como que mantienen el paso, entre unas palmeritas sí y unos cocoteros también, con unos palacios de arquitectura confusa que oscilan entre el españolismo siglo XIX y el afrancesamiento cutre, ambos igualmente fuera de lugar en Latinoamérica. Pero qué puedes esperar cuando en Estados Unidos tienes a Charles Chaplin cagándose en Hitler en "El gran dictador" y en Latinoamérica apenas da para el sufrido Cantinflas de "El embajador", si es por comparar políticos en el cine. O en Estados Unidos tienes al cabrón de Gregory Itzin repartiendo mala leche en "24", mientras que en Chile tienes al tablón Cristián Campos haciendo de congresista en "Top Secret" (¡qué! ¿ustedes tampoco vieron esa teleserie? Créanme que pueden vivir con eso...). En Estados Unidos sería imposible rodar una peli en donde un pobre diablo que lo único que sabe hacer bien es jugar y crear juegos, acabe por tumbarse a la Presidencia. En Latinoamérica no sólo es posible (ésta es la peli), sino que además sale hasta creíble y todo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La verdad es que la premisa de la peli puede parecer una tontería, pero realmente no lo es tanto. Claro, uno puede preguntarse qué carajo tiene el famoso juego de Arcibel que es tan poderoso, que puede derrocar a una dictadura bananera y todo. Pero la explicación es bastante lógica (((SPOILER DE LA SEGUNDA MITAD DE LA PELI A PARTIR DE ACÁ. SI NO QUIERES SABER DE QUÉ VA LA COSA, SÁLTATE AL SIGUIENTE PÁRRAFO ENSEGUIDA YA))). ¿Ya, listo? ¿Saltaron? ¿Están todos los que tienen que estar? Bien, seguimos. Decía que el juego en realidad no es más que un puñetero wargame de toda la vida. Tal cual. O sea, una versión más refinada del Diplomacia o el Risk. Eso es todo. Pero es bastante lógica la idea de que se juegue un wargame cuyo tablero es nada menos que Miranda, y que eso le sirva de entrenamiento al revolucionario para ir de verdad a por el dictador. No por nada, también en West Point se juegan wargames sobre tablero para que los nenes destinados a patear irakíes/afganos puedan irse entrenando un poco sobre tácticas y estrategia (nivel Harpoon y similares, claro). Además, el ajedrez con toda su abstracción, en sus puros y más concretos inicios era en efecto un wargame (las torres eran elefantes, los alfiles eran arqueros, los caballos eran... bueno, caballos). Y el go también es un juego militar, y no en balde los japoneses lo jugaban entre kamikaze y kamikaze para pulirse. Claro, así dicho la peli como que no tiene mucha gracia. Pero claro, si nos abstraemos de la desilusión de que esperábamos un juego, no sé, casi borgiano, por decirlo así, lo que tenemos es una estupenda peli de preparación. Porque el revolucionario tiene el espíritu y el ánimo, pero no tiene la preparación. Es el tipo que inventa y juega juegos, y por lo tanto piensa en términos de reglas y causas y efectos, el que sabe cómo se deben hacer las cosas para obtener determinados resultados. De hecho, y aprovecho esto ya que estamos en la zona de spoilers masivos, parte importante de por qué los milicos al final pierden la guerra civil y son derrocados, es porque son incapaces de comprender el juego de Arcibel. Es decir, lo ven como un simple juego que no tiene aplicación práctica en la realidad, en vez de aprovecharlo para entrenarse y entender cómo diablos piensa su enemigo para finalmente tumbarlo. Y mira que tenían posibilidades de hacerlo (en una escena, Arcibel le enseña al revolucionario que el dictador no necesita perseguirlo a su campamento, sino que le basta con rodearlo y dejar que se muera de hambre, coyuntura que el revolucionario no había contemplado). Quizás la moraleja de la peli sea una idea inquietante: Latinoamérica está plagada de dictadores no tanto por los dictadores mismos, sino por la estupidez general de sus habitantes a quienes el noble arte de jugar un juego como que se les hace algo tontorrón. Así nos va como continente.

-- La peli tiene un no sé qué, que podríamos definirlo como "borgiano". Borges le dedicó algunos poemas y cosas al ajedrez y a cómo el ajedrez era un reflejo de la vida y blablablá. Claro, Borges es terriblemente abstracto y no es un autor por lo mismo que sea fácil de llevar al cine, pero bien podemos ver "El juego de Arcibel" como una adaptación bastarda de Borges, no de una obra en particular sino de sus conceptos. Tenemos la idea de la realidad contra la ficción (porque después de todo "es sólo un juego", ¿verdad?), incluso de la ficción entrometiéndose en la realidad, muy en consonancia con el espíritu de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" por ejemplo. Tenemos la idea de cómo los acontecimientos se van enmarañando hasta producir su inevitable resultado, como la serpiente que se muerde la cola (si los milicos no hubieran metido preso a Arcibel por un error, jamás habría pasado el resto). Y en particular está el concepto de la vida como juego y de las personas como jugadores. La peli no pretende ser un homenaje a Borges (no hay ninguna alusión a su obra, como no sea el planteamiento general, y uno hubiera esperado más guiños si se tratara de eso), pero aún así, es una premisa interesante.

-- El nivel de realización es bueno. El haber mezclado actores de diversas etnias y nacionalidades (el prota es argentino, así como el revolucionario, interpretado de manera inesperadamente buena por el carilindo Diego Torres), pero varios secundarios son chilenos, incluyendo al milico Alejandro Trejo y a una de las putitas... pensándolo bien, qué habrán querido decir... y también hay de otras nacionalidades, así como haber rodado en muchos lugares diferentes, le confiere a Miranda un ambiente que le es único, a la vez amalgama de muchas realidades latinoamericanas con una identidad propia. Las actuaciones también son notables. El guión tiene diálogos estupendos, y las morcillas que deja caer el irónico y estoico Arcibel (Darío Grandinetti, bordando su rol) son para enmarcarlas (aunque a veces la peli se pase un poco de roscas mostrándolo como el tipo siempre con la salida idónea, casi bordeando en el culturetismo). Incluso cosas que podrían haber lastrado a la peli (la falta de escenas de masas, por ejemplo, casi imperdonables en una peli que va de guerra civil) son transformadas de defecto en virtud, sorteándolas con habilidad centrándose en otras cosas y dejando la faena de referir esas cosas al diálogo entre personajes. Y si piensan que eso es hacer trampa, sepan que lo hizo nada menos que el gran Esquilo en "Los persas" para ahorrarse la escenificación de la Batalla de Salamina, y ya ven... En ese sentido, no hay nada que temer de que sea una peli latinoamericana que debiera ser sangrada en una eventual "No es otra tonta película latinocultureta más".

IDEAL PARA: Ver una historia interesante y poco escenificada, dirigida y realizada de manera brillante.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español].



-- Inicio de la peli [en español].

jueves, 6 de noviembre de 2008

"Los falsificadores" (2007)


-- "Die Fälscher" (título original austríaco), "The Counterfeiters" (título en inglés para distribución internacional). Alemania / Austria. Año 2007.
-- Dirección: Stefan Ruzowitsky.
-- Actuación: Karl Markovics, August Diehl, Devid Striesow, Martin Brambach, August Zirner, Veit Stübner, Sebastian Urzendowsky, Andreas Schmidt, Tilo Prückner, Lenn Kudrjawizki, Norman Stoffregen, Bernd Raucamp, Gode Benedix, Oliver Kanter, Dirk Prinz.
-- Guión: Stefan Ruzowitsky, basado en el libro de memorias de Adolf Burger.
-- Banda Sonora: Marius Ruhland.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Alemania, 1936. Después de una breve secuencia introductoria que no nos informa de demasiado y en realidad es un tanto gratuito ponerla aquí (aunque nadie niega que Dolores Chaplin se ve de lo mejor con enaguas de encaje), descubrimos la existencia de un judío que se gana la vida, pues bien, es darwiniano nuestro hombre, y se adapta, ganando dinero a costa de sus compinches judíos, oficiando de usurero, y además falsificando el dinero, eso es ser maldito y no el andar vendiendo mesíases varios a las autoridades romanas. Sucede que la policía nazi no sólo se dedica a perseguir Untermenschen, sino que además a los falsificadores, y nuestro estimado es agarrado con las manos en la masa (no, no sobre las planchas de falsificación, sino sobre una contundente ciudadana). ¡Al campo! Ya saben a qué campo, por supuesto. Pasan cinco años de estar en las canutas, siempre con el riesgo encima de que te manden a gaseado gratuito, hasta que de pronto su antiguo perseguidor lo encuentra y decide cambiar su suerte. Here's the deal: Salvo tu judío trasero y te doy algo parecido a un nivel de vida humano, y a cambio tú me falsificas la libra esterlina, para así... ¡¡¡HUNDIR EN UNA ESPANTOSA INFLACIÓN A TODA LA ECONOMÍA BRITÁNICA, BUAHAHAHAHÁ, QUE ASQUEROSAMENTE MALVADOS SOMOS, MUAHAHAHAHAHÁ!!! Pero a veces ser demasiado bueno en lo que haces significa que te echarán encima más pega y por el mismo salario. Porque para seguir manteniéndose en la línea de flotación, el desafío después de la libra será peor: falsificar el dólar... ¿Conseguirán nuestros heroicos judíos plantarle cara al destino y a la adversidad, y sobrevivir en medio de la orgía nazi? ¿Serán tan heroicos para detenerse y sacrificarse por el bien de las economías del mundo libre...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por suerte ya están pasando los tiempos en que las pelis de nazis dividían al mundo en nazis malos malísimos y judíos estoicos y bonachones aguantándolo todo porque ellos son el reservorio de la esperanza humana, la sal de la tierra, y etcétera. Desde "La caída", que pintaba un retrato un poco más humano de Hitler, que las pelis sobre nazis de caricatura estilo "Top Secret" no son muy presentables que digamos. Durante toda la segunda mitad del siglo XX, los bienpensantes podían sentirse bien satanizando a los nazis porque después de todo, si les despojaban de cualquier cosa que pudiera recordarles a la condición humana, entonces el resto de la parroquia podía sentirse muy bueno y muy chulo, porque podrán tratar a patadas al perro y ser unos malparidos como jefes en el trabajo, pero no somos maloh, no señóh, porque después de todo esos malvados nazis eran todavía más malos. Además, era una buena manera de congraciarse con la comunidad judía (se diga lo que se diga, el lobby judío en Hollywood sigue siendo poderoso, y si no, díganselo a Steven Spielberg). Por supuesto esto no quiere decir, como clama la beatería pseudoliberal rasgando vestiduras (muy judío esto, por cierto), que esta humanización de los nazis signifique darles perdón y olvido, y carpetazo al asunto y a otra cosa que la vida es bella para quedarse con eso. Pero poner a los judíos de buenos siempre y en todo lugar, en el fondo implica mantener la ilusión de que hay seres humanos bendecidos por la Ley de Dios, y otros que caminan en las tinieblas y la oscuridad porque no se reconocen inferiores (¿según quién?), y esto es pura filosofía nazi, justamente. Hay judíos buenos, y también ha habido judíos malos. En las "Memorias" del judío por familia Isaac Asimov, sin ir demasiado lejos, refiere éste como en un debate televisivo le enrostraron que, por favor señor Asimov, dígame cuándo los judíos habían sido malvados teniendo el poder, y Asimov contestó que cuando los Macabeos conquistaron Samaria, impusieron la conversión forzosa a todos los samaritanos, a lo que le contestaron que fue la única vez, y Asimov repuso que sí, pero que era la única vez que habían tenido los judíos el poder, y una de una no estaba mal... (Bueno, podría haber sumado los progroms organizados por los judíos contra los asentamientos palestinos desde 1948). Es parte de la condición de ustedes, humanitos, que quién tiene el poder, tiene la tendencia a abusar del mismo, sin distinción de raza, sexo, estirpe o condición. Un tipo de cine en que siempre los judíos son "los buenos", o simplemente que siempre tengan una estatura moral superior a sus perseguidores, es sencillamente irreal. Y más tarde o más temprano tenía que venir cine revisionista en ese sentido. Es notable el hecho de que esta peli haya sido hecha y rodada en Austria, porque en Estados Unidos, con meapilas como Spielberg, esta peli no habría obtenido financiamiento jamás. Por cierto, ganó el Premio de la Academia a la Mejor Película Extranjera (es la racha germanoparlante, primero "La vida de los otros" y ahora "Los falsificadores"...), lo que plantea el misterio de ¿cómo se la habrán colado a los votantes de la Academia...?

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de su título (por una vez en la vida más o menos bien traducido), esta peli no va de falsificación de moneda ni de nazis vs. judíos. O por lo menos, no principalmente. Esta peli se refiere fundamentalmente al viejo problema del "resiste o sirve". Si un poder irresistible se te arroja encima y no te deja opción, ¿qué tan ético es permitirse colaborar con dicho poder, aunque sea injusto? ¿Hasta qué punto se puede pedir nobleza y heroísmo? ¿Es realmente tan condenable querer sobrevivir, aún a costa de rendirse y colaborar con un poder tiránico? En la peli, el grupo de falsificadores recibe un trato que es bastante malo, pero sigue siendo aceptable como alternativa a la vida en los campos de concentración. Comida mediocre, trabajo y ducha semanal por un lado, contra la posibilidad de acabar oliendo una dosis de Zyklon-B, después de pasar por Parque Mengele. Pero eso también tiene un precio. Porque los colaboradores, en un cierto sentido, no son ni de aquí ni de allá, despreciados por aquellos a quienes tan devotamente sirven por un lado, y odiados por sus antiguos camaradas a quienes han traicionado y vuelto la espalda porque han renunciado a sus ideales y en vez de pagar criminalmente por ello, son recompensados. Esta es así una estupenda peli sobre la psicología del colaboracionismo. El prota mismo es un tipo sin muchos ideales, un superviviente que se dedicó a falsificador porque tenía el talento y podía utilizarlo para medrar, y ahora puede sacarle provecho para sobrevivir, pero no llega a ser tan rata que traicione a su grupo de trabajo si fuera el caso. A su lado hay un rebelde que quiere andar de mártir por la vida, y se niega a colaborar con los nazis casi por principio, aunque eso signifique no sólo su propia ruina, sino también la de todo el grupo de colaboradores (bonita manera de ser solidario ésta, amar a la Humanidad y olvidarse de los seres humanos que la componen). Hay también un vejete que lo único que espera de la vida es aferrarse a esta oportunidad de vivir, y que está dispuesto a todo para ello, incluso a la traición, porque quiere vivir y no va a joderse la vida porque otro quiere dárselas de Mártir de la Raza (o la clase social, o lo que sea). Todas ellas actitudes nada heroicas, bien miradas, pero sí muy humanas. Alrededor pupulan otros personajes judíos que se mantienen en un delicado equilibrio. Los nazis, por su parte, también están divididos entre los brutos que se darían el gustito de liquidar a uno o dos judíos por noche como gimnasia antes de la cena, y los que no están demasiado convencidos de la ideología nazi pero medran aprovechando el sistema y tomando lo que les conviene, incluyendo a judíos con habilidades para usarlos en trabajos especiales. O sea, entre quienes se aprovechan de los colaboracionistas para sobrevivir y ascender, y quienes de una no creen en la colaboración de los Untermenschen. Todo esto la peli lo grafica notablemente bien (el contrapunto de esto es que la peli con su ambiente carcelario es bastante densa y se hace larga: dura hora y media y pareciera que dura dos. Pero en fin, es el precio a pagar por un buen filme).

-- La peli es notable por su concisión narrativa. Salvando algunas escenas fuera del campo de concentración, casi todo transcurre en el sector de confinamiento para el grupo de falsificadores. No hay molestos flashbacks ni escenas de ensueño mostrándonos los deseos de libertad y tratando de chantajearnos emocionalmente, Hollywood-style. No hay tampoco escenas de crueldad gratuitas (hay crueldad, sí, pero está bien inserta en el guión). Lejos de la interpretación estoica común a tantas pelis de campos de concentración, en que vemos a judíos de nobleza suprema mirando hacia lo alto y lanzando frasecitas para el bronce sobre cómo hay un futuro, un mañana, una esperanza, etcétera, los actores interpretan muy bien ese sentimiento de impotencia y de nervios a punto de estallar, de sentirse bien si consiguen apenas levantarse de la cama un día más. Tampoco la peli tiene una resolución que pudiéramos calificarla de poética o bigger than life. La historia está contada de un modo austero, casi espartano, y con esta desnudez narrativa consigue aún más fuerza que con todo el almibarado hollywoodense de rigor.

-- Secuencias notables. El jefe nazi sintiéndose muy benevolente porque le hace un regalito a los presos (no diré cuál). Los prisioneros escuchando tiros al otro lado del muro. La ultratonta y pindy esposa del jefe del campo de concentración diciendo una serie de tonterías creyéndose muy informada de todo (desgraciadamente sí hay chicas así en este mundo...). La humillación suprema que el segundo a cargo le administra al jefe de los falsificadores, de una manera puramente gratuita, porque sí, porque él es nazi y los otros son judíos. La escena en que el grupo de falsificadores es descubierto por los otros prisioneros del campo...

IDEAL PARA: Ver una gran peli sobre el tema del colaboracionismo, y por qué no, una gran peli a secas.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Cineismo.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Ojos de Papel.
-- (Ir a la página) Comentario en Proscritos.
-- (Ir a la página) Comentario en unmundodecine.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Pasadizo.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Casa Pueblo VC.
-- (Ir a la página) Comentario en Agenda Cultural de Caracas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español de Ezpaña].



-- Trailer de la peli [en alemán, sin subtítulos].



Seguidores