11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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miércoles, 16 de febrero de 2011

"Antes de las lluvias" (2007).


-- "Before the Rains". Estados Unidos / India / Inglaterra. Año 2007.
-- Dirección: Santosh Sivan.
-- Actuación: Linus Roache, Rahul Bose, Nandita Das, Jennifer Ehle, Leopold Benedict, Dr. Ambikathmajan, Indrajith, Lakshmi Krishnamurthy, Lal, John Standing, Thilakan, Ejji K. Umamahesh.
-- Guión: Cathy Rabin, basada en el guión de Dan Verete.
-- Banda Sonora: Mark Kilian.

-- "Antes de las lluvias" en IMDb.
-- "Antes de las lluvias" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La India, 1937. Mientras flotan vientos de libertad sobre la colonia más grande del planeta, un hacendado británico decide que es buena idea construir un camino privado para... ¡explotar la jungla! ¡depredar el medio ambiente! ¡generar capitales para el colonialismo británico! Nuestro simpático emprendedor, por su parte, se ha avenido lo más bien con una nativa que está buena y es simpática, a escondidas por supuesto porque ella es casada y ya sabemos cómo son las cosas con esos nativos salvajes y sus costumbres supersticiosas, que por un nada arman una rebelión y rechazan a Occidente y etcétera. Se supone que el asunto no tendría consecuencias de ningún tipo, pero las cosas siempre pueden enredarse un poco más. Por ejemplo, puede ser que el técnico ingeniero del asunto, que es un indostánico, también esté verde por la chica aunque por respeto a la raza, el clan y todo eso, tenga que quedarse en dique seco y mirando con ojitos de cordero degollado. Puede ser también que el marido sea un zurrador de los buenos, de como tienen que ser los maridos, que hay que pegarles porque si ellos no saben la razón, seguro que ellas sí. Puede ser también que llegue la esposa desde el extranjero con el hijo y entonces la relación no tiene más remedio que acabarse. Y puede ser que la nativa, dentro de la simplicidad mental propias de las razas inferiores, decida encapricharse porque ella está enamorada del príncipe azul en su palacio, y se niegue a entender razones, y entonces...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por allá por 2002 hubo una peli llamada "Yellow Asphalt", que servidor General Gato quien esto escribe no ha tenido ocasión de ver, y que según se ha informado por aquí o allá, trataba sobre incidentes entre israelíes y palestinos. Uno de los tres segmentos que la componían pareció lo suficientemente bueno como para merecer un remake, ahora por todo lo alto como una peli entera. Y como la historia es universal, atemporal, etcétera (el clásico Romeo y Julieta, sólo que en este caso Romeo es un niñato caprichoso de mierda), lo trasladaron a la India de los '30s. Con toda la suntuosidad de Merchant Ivory Productions, todo sea dicho. Quien manda aquí es claro: aunque su director es Santosh Sivan, se la promociona estridentemente como una "Merchant Ivory", lo que significa que encontraremos una suntuosa recreación de época, un guión cuidado, y esa cosa muy british y flema de mantenerse siempre dentro de la orilla (además de un mensaje intrínsecamente conservador, que James Ivory no es precisamente un rojo). El resultado fue una peli que tuvo un cierto éxito con la crítica, pero como de costumbre, no arrasó en público, y tuvo una explotación más bien fugaz en los circuitos de cine arte. Como de costumbre, repito.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Digamos de entrada que es el típico producto Merchant Ivory Productions. Lo que por supuesto es una buena noticia. Vale que el estilo de cine promocionado por James Ivory se siente a ratos un poco trasnochado, como si el hombre se hubiera quedado pegado en el cine histórico de los '60s, pero el hombre al menos es respetuoso con la historia y los entornos que narra, y pulsa los resortes narrativos del melodrama a través de los personajes, no mediante el lacrimógeno chantaje sentimental. Ante la poderosa voluntad del capital británico, la India se doblega una vez más, y la voz de Santosh Sivan (que había rodado cosas como "Asoka", "Novia y prejuicio" y "Un toque de especias") se pierde por completo aquí, subsumida ante la voluntad mayestática, sublime e imperial de Merchant Ivory Productions (James Ivory no tuvo nada que ver, pero suponemos que la gente que lo ha sucedido viene cooptada, así es que hay un sello que se mantiene en el tiempo). Desde ese punto de vista, aunque la peli huela un poco a trasnochada, como a algo que podía haberse rodado diez o veinte años antes (más o menos en la época de "Gandhi" o "Pasaje a la India"), aún así se mantiene sólidamente en pie. Ayuda por supuesto un guión endemoniadamente bien construído, la clase de historia en que las circunstancias se van enredando bien enmarañadas las jodías para que todo, cuando parezca estarse resolviendo, vaya un punto más con rumbo hacia el desastre. Y bueno, aunque no lo crean, el final no es tan predecible como pareciera (aunque muchos aspectos del mismo quedan más entregados a la intuición del espectador, que literalmente mostrados en escena, lo que por otra parte tampoco está mal, en una época en donde el grueso de las pelis te dan todo insultantemente cocido y masticado para que no pienses). Y todo esto, abordado con sencillez y recato intelectual, sin tratar en ningún minuto de forzar las cosas para mandar mensajes o cosas así. O sea, una pequeña joyita de peli.

-- La peli presenta un punto de humor involuntario, cuando trata de ser ecuánime con británicos e indostánicos (después de todo, hubo capitales de ambos involucrados, y el asunto se rodó in situ, en la India), y al final termina quedando mal con todos. Porque trata de ser respetuoso con los nativos, pero no puede evitar mostrar su primitivismo con una mirada de "mira cómo son estos salvajes, qué bueno hemos venido para traerles la civilización" (parte importante de la trama es que como telón de fondo están estallando los primeros fuegos de la emancipación de la India, que vendrá a la vuelta de diez años, pero las consecuencias más filosas de ese tema son pasadas un poco en sordina). Con decir que el único indostánico "bueno" y civilizado en toda la historia es el ingeniero que fue a una escuela occidental, y aún así, el pobre hace el ridículo siendo el tapete del británico para todo (incluso para taparle sus cochinadas Triple X), y de la chica, que es tonta como una esponja, mejor ni hablemos. A la vez, tratan de no ser demasiado heroicos mostrando a los británicos, pero a la larga igual acaban justificándolos (la esposa es buena y noble, el esposo es un fresco-'e-raja pero "igual la quería", y sólo el banquero aparece con rasgos que podríamos llamar derechamente imperialistas). O sea, el mensaje subliminal de la peli (Ivory Merchant Productions, recordemos) es que el imperialismo británico tenía sus cositas malas, sí, a veces a los latifundistas ariosajones se les iba la mano con las nativas, pero es que vamos, con gente tan bruta que recurría a ordalías y cosas así para juzgar en tribunal a las personas, es una suerte que llegaran los europeos a traerles... ¡Progreso! (y miren los malagradecíos como agradecen, queriendo independizarse, habráse visto). Quizás el asunto no sería tan chocante si fuera un poco más abierto, pero lo divertido del caso es que tratan de limar todos los aspectos más sensibles del tema para que nadie se sienta ofendido, y el resultado es una peli tan políticamente correcta, que resulta hasta cómica en algunos pasajes. Al menos, el cine clásico de "británicos en la India" tenía la desvergüenza de mostrar su racismo abiertamente, en vez de camuflarlo, lo que podrá no ser mucho más edificante, pero al menos es más honesto ("Gunga Din", sin ir demasiado lejos).

-- Un punto importantísimo de esta peli son las actuaciones. Los actores en general están muy bien dentro de sus roles, y consiguen evitar que la peli naufrague en un mar de estereotipos. Linus Roache, eterno secundario de pelis como "Las crónicas de Riddick" o "Batman inicia", compone de manera extraordinaria a un hacendado que en el fondo es un niñito mimado de la fortuna que presiona su buena suerte más allá de lo que debiera, y que a pesar de lo repelente que es su personaje, hasta da lástima y todo por cómo las cosas se le van torciendo a medida que va pasando la peli. Nandita Das es su contrapunto perfecto, la chica indostánica que se enamora de su amo y señor con algo más parecido a la obnubilación que otra cosa (y lógico, si su marido es un pobre pelafustán de la aldea que para colmo es tirano y maltratador, mientras que el otro es un millonario en su búngalou, y además rubiecito de ojos azules, ahí no hay donde perderse), y que se aferra al British Dream hasta las últimas consecuencias. Rahul Bose es el ingeniero con ojos de cordero degollado, también en un estupendo papel, atrapado entre sus raíces indostánicas por un lado, y su aprecio por la labor civilizadora del hombre blanco, sin saber mucho qué hacer y sin tener claro de a qué mundo pertenece, y si bien su personaje puede parecer un tanto ridículo a ratos, su escena final en la que habla sobre el camino y los monzones explica de lleno las motivaciones que han llevado a su personaje a comportarse de la manera en que se ha comportado (y que el señor Bose saca adelante con enormidad, todo sea dicho). Jennifer Ehle por su parte es la siempre perfecta esposa británica, que se ha casado con el perfecto esposo británico, y que como el común de las hembras del mundo occidental, acabará por ser incapaz de entender que las cosas en su mundo perfecto no siempre encajan como ella querría que encajaran.

-- Mención aparte para el soundtrack, bastante ajustado a la peli, siempre contenido y funcional al relato, sin superlativos ni desmadres de ninguna clase (ni menos pretendiendo chantajear emocionalmente al espectador con violines chillando en los momentos dramáticos más estratégicos y etcétera, como suele ser costumbre en muchas pelis históricas, y de las otras también). Cortesía de Mark Kilian, como un nombre a tener en cuenta en lo sucesivo.

IDEAL PARA: Ver un drama humano bien escrito y facturado.

jueves, 29 de enero de 2009

"Crepúsculo" (2008).


--"Twilight". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Catherine Hardwicke.
-- Actuación: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Billy Burke, Ashley Greene, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Kellan Lutz, Peter Facinelli, Cam Gigandet, Taylor Lautner, Anna Kendrick, Michael Welch, Christian Serratos, Gil Birmingham, Elizabeth Reaser.
-- Guión: Melissa Rosenberg, basada en la novela de Stephanie Meyer.
-- Banda Sonora: Carter Burwell.

-- "Crepúsculo" en IMDb.
-- "Crepúsculo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Bella, bella, qué bella es... Con un cierto sentido adolescente indie, Bella (diminutivo de Isabella, entiéndase) nos va introduciendo lentamente en la belleza de morir y esas cosas... Gracias a esta narración off-screen aprendemos que su mami se ha casado de nuevo y quiere foquifoqui con su nuevo maridito, así es que la Bella, despachá con su papá, el biológico. Pasar de la soleada y desértica Arizona al lluvioso pueblo de Fork (o algo así) puede ser un poco chocante. En particular si tu papi se comporta un poco creepy contigo (no human contact, no parlez...), y te quiere endilgar un indiecito salío 'e la reservación como potencial pinche/atraque/whatever-it-was (el viejo complejo "viejo juera 'e onda", que le dicen). En fin, habrá que soportarlo. Y soportar que el nuevo automóvil cool de sweet 16 sea una camioneta destartalada que nada puede contra los lindos chiches de sus compañeros de curso. En esas condiciones, integrarse a la escuela puede ser un poco complicado, pero Buffy Summers... perdón, quise decir Bella Swan, tendrá la ayuda de su propia Scooby Gang que la incorporará y la guiará por los complicados vericuetos del Who's Who (hmmmmmm... huele a trampa... seguro que si Bella Swan no fuera la Mary Sue de Stephanie Meyer, no serían tan cool las cosas...). Y ya sabemos que en todo Who's Who que se precie de tal existen sus highlights y sus agujeros en el texto ocasionado por alguna inoportuna mancha de pizza o un recorte de tu hermanita menor. En este caso el recorte se llama Edward Cullen, un más que extraño individuo con un carácter como para abofetearlo. Como las mujeres tienden a no ser criaturas demasiado lógicas, en vez de huirle como de la peste, Elizabeth Swann decid... perdón, verdad que Elizabeth Swann es la de los Piratas del Caribe. Es lo que tienen los cisnes, todas las girls quieren ser uno. Bueno, decía que Bella Swan, en vez de arrancársele por pies, cae rendida a sus ídem (si es que les gusta ser sumisas y dóciles y que las maltraten... ¿ya dije que la autora del libro es mormona?). Porque verán, el chico podrá ser rudo y maleducado, pero no es un deportista guapo-popular-bruto, o sea un mal tipo, sino que en el fondo es un alma torturada y atormentada que... ¿Lo reviento? Bueno, no estoy reventando nada, si toda la promoción se basa en la idea "chica meets vampiro". Bueno, es un alma atormentada porque ha vivido tropecientos años, no puede enamorarse porque su concepto de "comerse a una chica" es quizás demasiado literal... Lo de siempre, vamos. De esta manera Angel y Buff... perdón, Edward y Bella comienzan a las idas y venidas, a las quiero y no quiero, hasta que al final, bueno-ya...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Nace una de ellas cada generación. Y tenía que tocarnos ésta a nosotros. Los '80s tuvo "El ansia" y "Generación perdida" (bueno, también "La hora del espanto", y sí, era un espanto, pero no de terror precisamente...). Los temprano-'90s tuvo el "Drácula" de Bram Stoker. Los tardíono-'90s tuvo a Buffy la Cazavampiros. Ahora tenía que venir una de vampiros que apelara a los kids que crecieron jugando al vampiro narciso en "Vampiro: La Mascarada" (si nunca has jugado al JdR de White Wolf, te informamos: en "Vampiro: La Mascarada" puedes jugar con vampiros cool que usan lentes oscuros y gabardinas de cuero... ¿qué adolescente narcisista yutúbico no se babearía por eso?). Que los vampiros desaparezcan no es una opción, en lo básico porque vivimos dentro de una sociedad vampírica que te drena la sangre y te obliga a transformarte en un zombi al servicio de "el Sistema" (sí, vampiros y zombis son una combinación ganadora, extraño no ver más pelis sobre esta dupleta... bueno, se viene "Inframundo: La rebelión de los lycans" que es con vampiros y hombres lobo...). La historia aquí es corta y dramáticamente simple. Stephanie Meyer escribió una novela llamada "Crepúsculo". Vendió muy bien, por aquello de apelar al angst adolescente, en críos del segmento etáreo 15-20 que crecieron en los últimos 10 años leyendo las historias de Harry Potter y quedaron varados después de que se publicara el séptimo (y final, esperamos) tomo de la saga. Y sí, "Crepúsculo" es más adulta que Harry Potter. Bueno, un poco más, no mucho tampoco. Y la fórmula es la misma: así como Harry Potter es el niño que todos los niños paraos en sus pies quisieran ser (ya saben: en el fondo me mandan castigado a la pieza sin postre porque me envidian porque soy mejor que ellos...), Bella Swan es la adolescente que todas las niñas paraas en sus dos pies querrían ser (ya saben: en el fondo me mandan castigada a la pieza sin salir a la disco porque me envidian porque soy mejor que ellos...). Pero da lo mismo cómo sea, en tanto venda. Y ésta, como Harry Potter, vendió (hay tanto adolescente ignaro internetogenizado que se cree mejor que todo, y que de chocar de bruces con la realidad, al toparse con libros sobre adolescentes que puedan ser todo lo que ellos suponen que son...). Escribió secuelas (franquicia potencial habemus, feromonas para el productor hollywoodense). Y se adaptó la primera de la saga. Un poco con timidez. A ver qué pasa. Con un presupuesto ridículamente bajo (37 millones de los verdes, una limosnita para estándares hollywoodenses, con el presupuesto de "Spiderman 3" habrían podido rodarse seis Crepúsculos y aún sobraría dinero para donarlo al Hogar de Cristo), se forró con casi 360 millones a nivel mundial sólo hasta finales de Enero de 2009 (¡diez veces su inversión, en dónde firmo para ganar tanto como eso!). Ya se anunció la secuela, "Luna nueva". Pero mientras tanto...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Que nadie se engañe. Al igual que "Sex and the City" con cierto segmento etáreo de mujeres, esta peli está diseñada de principio a fin también para ir recto a su target. No es cine de alturas sino cine al gusto del consumidor, y de un cierto perfil de consumidor (adolescente alienado e hiperhormonado tratando de encontrar su lugar en el mundo, que pueda ver la peli y decir "hmmmmmm, en verdad estos personajes atormentados-incomprendidos pero buenos-cool son un poco como yo y por eso deben esconderse, si todos supieran lo chupis que son, entonces los odiarían como me odian a mí"... y que ojalá se hayan mandado algunas partidas de "Vampiro: La Mascarada" en el proceso). Para resumir: el target de "Sex and the City" con las minas "yo la llevo", y el de "Crepúsculo" son los adolescentes "yo la llevo". Criticar de otra manera a "Crepúsculo" es simplemente perder el tiempo, porque si consigue apelar a ese público, entonces el gatillo percute en la bala y sale el tiro. ¿Y funciona como una peli de este tipo? La verdad es que sí. Debe reconocerse que la maquinaria está perfectamente bien engrasada y calculada. El movimiento maestro fue haber reclutado a Catherine Hardwicke como directora, que ya había hecho un trabajo quizás irregular, pero aún así interesante, en "El nacimiento". Tiene su miga de ironía (por no emplear la palabra "mercenaria") que su peli anterior fuera sobre el nacimiento de Cristo y la llegada de la luz de la Redención a la Tierra, y ésta se refiera a vampiros y sus andanzas en la oscuridad y la sangre romántica. Pero doña Catherine Hardwicke tiene el suficiente tacto y tino para contar bien el cuento. Se apoya firmemente en dos puntales. En primer lugar consigue crear una atmósfera de tensión sexual entre los dos protas (no es que Kristen Stewart y Robert Pattinson sean dos prodigios de actores, y no ayuda mucho que sus caracteres sean tan typées, pero de que se quieren afilar, quieren) que hace muy creíble todo, y en segundo lugar, lo envuelve todo en un delicioso papel de regalo, con una fotografía simplemente espectacular, y un soundtrack que cuando no cede al odioso Rock pseudoIndie "quiero ser rebelde contra el Sistema escuchando la música que el Sistema me ofrece para identificarme como rebelde", tiene un enorme empaque musical (léase la música incidental, claro). Es resultado es una peli que, aunque arranca de manera tópica y sin tanto interés (menos aún si has visto la primera temporada de la serie televisiva "Buffy la Cazavampiros", que cuenta la misma historia, pero mucho mejor), de a poco toma vuelo y se transforma en un eficaz entretenimiento popcornero. Bueh, al final decae un poco (esa guerra de vampiros buenos contra vampiros malos, un poco aposta para que haya final de acción y la cosa no termine en un muermo "te-amo-no-puedo-vivir-sin-tí-no-puedo-morir"...), pero como estaba en la novela, pues ni modo, había que meterlo igual (la novela no la hemos leído, pero por ahí se dice que es casi lo mismo, pero mucho más ladrillaza). El final está un poco alargado, y tenemos el inevitable continuará de rigor (el último fotograma es para mostrarnos un villano que sigue vivo, y que suponemos seguirá dando caña en "Luna nueva", cuando la estrenen). Todos estos puntos a favor la salvan de la quema, aunque si no eres parte del target objetivo de esta peli, no debería ser tu primera opción una vez que estés eligiendo peli en un cine multisalas (ni la segunda... ni la tercera... ni la cuarta... quizás deberías esperar a que la estrenen en el cable, si total a ratos parece casi un telefilme). Bueno, esta peli no es sensiblemente mejor que el promedio, pero al menos no despilfarró tanto dinero: con una camionada más de dinero Michael Bay rodó "Transformers", y ésa sí que era mala de cojones. Lo que, repito, no te obliga a verla.

IDEAL PARA: Verla antes de madurar y hacerse hombre/mujer (márquese la opción que corresponda).

OTRAS PÁGINAS SOBRE "CREPÚSCULO".

-- (Ir a la página) Comentario en Cinemarama.
-- (Ir a la página) Comentario en El Cultural.
-- (Ir a la página) Comentario en Dreamers.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Crítica de Chamu.
-- (Ir a la página) Comentario en Críticas Cinematográficas.
-- (Ir a la página) Comentario en El Nortero.
-- (Ir a la página) Comentario en Críticas de Cine al Estilo Mikka.
-- (Ir a la página) Comentario en Amanecer Desde El Lado Oscuro.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 13 de abril de 2008

"El amor en los tiempos del cólera" (2007).


-- "Love in the Times of Cholera". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Mike Newell.
-- Actuación: Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno, Benjamin Bratt, Unax Ugalde, John Leguizamo, Liev Schreiber, Catalina Sandino Moreno, Fernanda Montenegro, Laura Harring, Angie Cepeda, Marcela Mar, Alicia Borrachero, Héctor Elizondo, Ana Claudia Talancón, Indhira Serrano, Paola Turbay, Noëlle Schonwald, Patricia Castañeda, Catalina Botero, Juan Angel.
-- Guión: Ronald Harwood, basado en la novela de Gabriel García Márquez.
-- Banda Sonora: Antonio Pinto.

-- "El amor en los tiempos del cólera" en IMDb.
-- "El amor en los tiempos del cólera" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un vejete trata de subirse arriba de un árbol y agarrarse a un papagayo que le está haciendo el ahora sí y ahora no. Y se viene abajo con toda su humanidad. Funeral seguro, claro está. Esa misma noche, la viudita recibe una visita. Se trata de un antiguo pretendiente, que viene a recordarle sus votos de quererla, serle fiel y todo eso, la friolera de 51 años después. Y luego, por un largo racconto estilo "Lost", nos enteramos de qué va el asunto. Se habían conocido a finales del XIX, pero por esas convenciones narrativas propias del culebrón latinaca, ambos amantes, que sólo lo habían sido por carta, para hacerlo más de folletín, se ven obligados a separarse. Después, ella ha caído casualmente en la mira de un prominente médico que quiere hacerle el diagnóstico de su vida a la damita (este médico es el vejete que medio siglo después morirá tratando de agarrar a un loro arriba de un árbol). Años después, ambos amantes tendrán ocasión de reencontrarse en un mercado, pero entonces todo ha cambiado, ahora la antigua y calenturienta adolescente es una señorita bien que no mira a los extraños, y pues bien, el romance es ahora imposible, ni siquiera como la manzana del amoh prohibidoh. Y nuestro ahora despechado prota hace lo que todo hombre de pro, o sea, recuerda a su amada con todo su corazón y sigue rogando por la oportunidad de que llegue a su vida alguna vez, pero eso sí, sin contenerse, que no se la va a pasar medio siglo sin mojar, así es que mientras se envejece con el corazón puro, su cuerpo se dedica a bailar a cuanta sandomba colombiana y extranjera se le ponga a tiro de pichón. Y así llegamos otra vez al comienzo, a los 51 años y algo cumplidos, y entonces...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A estas alturas del partido, pocos podrían dudar que Gabriel García Márquez es uno de los titanes de la literatura latinoamericana del siglo XX, y por qué no decirlo, uno de los Top Ten del entero siglo XX. Se labró merecidamente su lugar con la novela "Cien años de soledad", y digámoslo fuerte y claro, después se dedicó a profitar de lo mismo, porque habiéndole dado patente de naturaleza al realismo mágico (que por cierto, ya existía antes, por obra de Arturo Uslar Pietri, Alejo Carpentier, Juan Rulfo... sólo que nadie había bautizado a la bestia), era hora de explotarlo comercialmente, maniobra que tuvo pleno éxito en el mundo anglosajón, medio ahogados ya en los '60s y '70s por los clones wannabies tolkienianos, y que vieron en esos parajes selváticos y bochicas una respuesta a la vez intelectualoide y fantástica contra esos sucios elfos y enanos resucitando el hacha de la Völkerwanderung postimperialromana. Como ha sucedido antes (la novela de caballerías, la novela gótica, etcétera), el realismo mágico terminaría agotándose prematuramente gracias a la clonación intensiva, con el propio García Márquez enrolado en primera fila en echar a andar la Xerox, así como la Dragonlance terminó por restarle cualquier seriedad que pudiera quedarle a la Tierra Media. Con todo, Gabriel García Márquez era demasiado de su tiempo (intelectualoide, Latinoamérica, '60s...) como para no ser de izquierda, y por lo tanto, veía con asco-horror-espanto una adaptación hollywoodense de sus obras. Pero de a poquitito se habían ido abriendo paso algunas obras suyas hacia pelis ("Crónica de una muerte anunciada" en 1987, "El coronel no tiene quien le escriba" en 1999...), y aunque se resistía y Hollywood no y Hollywood no, al final dijo Hollywood sí por una substanciosa cantidad de dinero, y la promesa, eso sí, de que no sería una adaptación muy very Hollywood. El resultado fue... Pues bien, cómo decirlo... Es un raro híbrido entre culebrón colombiano y producto finamente terminado de Hollywood ("finamente terminado" en el sentido de "con pretensiones de cine arte").

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una adaptación relativamente fiel de la obra de Gabriel García Márquez. Seguramente a los garciamarquianos más puristas irritará tales o cuales cosas (sacar todo lo relativo al loro ése y hacerlo aparecer tres segundos en pantalla, no tiene perdón de Dios), pero para quienes consideramos que la novela es un muermo de 500 páginas, cuya anécdota podía perfectamente haberse condensado en 200 a 250, podemos estar de plácemes. De hecho, los estudiantes secundarios que en uno de esos raptos de flojera tan inusuales y esporádicos en los de su condición, decidieran ver la peli en vez de leer el libro como lectura obligatoria, podrían rendir solventemente una buena prueba en el cole (por otra parte, las cabezas de esa clase de estudiantes suele ser un yermo de neuronas, así es que no se gana demasiado tampoco, pero en fin...).

-- Es un culebrón. Ya sé lo que me van a decir, que cómo un culebrón puede ser gran arte, y en cualquier caso un mérito, que para culebrones ya tenemos a Corín Tellado y "Melrose Place". Pues bien, desde siempre Gabriel García Márquez ha reconocido sus deudas con la literatura folletinesca decimonónica de toda la vida, además de haber participado de una manera u otra en varias producciones culebronescas para la TV colombiana, así es que pedirle otra cosa es muy difícil. Por lo tanto, en este caso que sea un culebrón es un mérito. Y quienes criticaron la peli por ser eso, un culebrón, es que no se han enterado de nada. Si no les gustan las telenovelas, pues no se metan acá. A mi no me gustan, por lo regular, pero yo iba advertido, y no me tomaron por sorpresa. Y el que avisa no es traidor...

-- En cuanto a la realización en sí... Pues bien... Tiene sus puntos a favor y en contra. Que el director sea un británico le añade un plus, porque en general ellos por angloparlantes tienen la empatía necesaria con el mercado hollywoodense, pero también distancia de su efectismo y tremendismo visual; que el honor haya recaído en Mike Newell es algo menos grandioso, ya que el currículum de Newell no es demasiado lucido, habiendo alcanzado su punto álgido con la discreta y simpática "Cuatro bodas y un funeral", y teniendo a su haber pelis bienintencionadas pero simplonas como "La sonrisa de la Mona Lisa" y "Harry Potter y el Cáliz de Fuego" (la cuarta entrega, y la más débil de todas hasta la quinta, al menos). Javier Bardem como prota ofrece una interpretación bastante formalita, aunque no tiene mucho que hacer considerando que trata de mostrarse enormemente arrobado por una Giovanna Mezzogiorno que ya había dado quebraderos de cabeza en la sobrevalorada cinta italiana "La ventana de enfrente" (multipremiada en su patria y desconocida afuera, y con razón), y que aquí simplemente no consigue dar con la nota. La gran sorpresa es que el tercero en el triángulo viene interpretado por Benjamin Bratt, a quien lo conocíamos de palomitero en "Miss Simpatía", y que aquí está virtualmente irreconocible, y hasta se nos antoja más simpático que el propio prota.

-- El resto está en su lugar. Está grabada, no diré en locaciones, pero en Latinoamérica (no en México, como es usual en las producciones hollywoodenses supuestamente ambientadas en el Cono Sur), y eso se nota en el feeling y el ambiente alrededor. Con decir que las imágenes resisten incluso las melosas y ultramalcantadas canciones de esa perpetradora de atentados contra la Declaración Universal de Derechos del Melómano que es Shakira, ya nos expresamos con claridad. Y no hay mucho más qué decir, a favor o en contra.

IDEAL PARA: Darse una idea de qué va Gabriel García Márquez, sin tener que sufrir en exceso la visión pastoral/etnofolclórica propia de Hollywood sobre el realismo mágico.

miércoles, 10 de mayo de 2006

"Límite" (2005)


-- "Límite". Chile. Año 2005.
-- Dirección: Nicolás Jullian.
-- Actuación: Adela Secall, Remigio Remedy, Ignacio Severín, Nicolás Rodríguez, Luis Dubó, Agustín Bermúdez, Ernesto Briones, Javier Castro, Sebastián Figueroa, Marcos Iuvara, Andrés Jullian, Loreto Salazar, Isadora Stock.
-- Guión: Nicolás Jullian.
-- Banda Sonora: ¿¿¿???

-- "Límite" en IMDb.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hay una persecusión en Valparaíso. Comienza en los cerros y acaba en la Playa Las Torpederas. El asunto pone sobre la pista a la Policía de Investigaciones sobre una banda de maleantes que está llevando dinero falsificado entre Chile y Argentina. Esta banda de falsificadores, por su parte, afronta problemas. Para dar el golpe necesitan gente. Aunque esa gente sea un yonki de mala catadura, o un tipo no demasiado contento con su, ejem, ocupación criminal. La cosa es grave porque hay involucrados políticos a ambos lados de la frontera, diputados bien sucios y metidos hasta el pescuezo en el negocio. Y el asunto se pone peor, porque el tipo que no está demasiado convencido de seguir en el negocio, conoce a la bella detective encargada de investigar el accidente automovilístico, y por tanto, se inicia un romance (o tienen sexo, al menos, como manda el lugar común). El escenario está servido para que un buen turrón de personajes comience a entrecruzarse unos con otros, y no todos ellos saldrán vivos de la situación.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Como decíamos a propósito de "Fuga", hace poco tiempo atrás, el cine chileno está experimentando una diversificación de estilos: al plano y opaco cine de marginales, herencia y resabio de los tenebrosos tiempos de la dictadura militar, ha sucedido el intento por crear comedias, policiales, e incluso una de karatekas ("Kiltro"). Policiales chilenos hay más bien pocos, y como no sea "Johnny Cien Pesos", de escasa enjundia. "Límite" es el intento por crear un policial de alturas. Por ambiciones, los chicos no se quedan: la trama aborda el tema de la falsificación monetaria, y los malos malosos son nada menos que prominentes prohombres de no una, sino dos Repúblicas distintas (diputados de Chile y Argentina). Pero las ambiciones son mala madera para construir escaleras al cielo: lo cierto es que este intento resultó más preñado de buenas intenciones, que colmado de resultados. Lo que la libra de recibir de una el calificativo de "mala película" son ciertos detalles puntuales, que quizás no alcanzan a redimirla (aunque eso es cuestión de gustos), pero sí le otorgan un cierto interés.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es un policial chileno, y eso vale algo. La trama es bastante alambicada y falla en mezclar perros con gatos (políticos en sus encumbrados despachos con suches de la calle), pero no andamos mejor con los telefilmes de TVN, así es que bien...

-- El acertado uso de locaciones. Es una película filmada de manera casi íntegra en Valparaíso, Viña del Mar y lugares aledaños, pero no cae en el cliché de la fotografía de postal ni en el Valparapuerto de los poetas que quisieran sodomizar a la ciudad novia del viento y otros porteñismos varios. Lo principal es la historia y los personajes, no el entorno, de manera que éste se articula en un todo orgánico con el resto de la película, en vez de caer en la viñeta de postal.

-- La manera de estirar los recursos. Es sorprendente lo que se consigue con unos pocos pesos bien invertidos. La película tiene tiroteos y accidentes automovilísticos, y, mire bien, en realidad no aparece ni lo uno ni lo otro: todas esas escenas están resueltas no con efectos especiales sino con un adecuado ejercicio de montaje. Vale, es lo que se hacía en el cine hollywoodense serie B años atrás, pero si funciona bien, no lo arregles. Además, es la prueba de que escasez de dinero no significa falta de creatividad. Con un presupuesto mucho más desahogado en actores y FXs, la mencionada "Fuga" consiguió mucho menos.

-- El humor involuntario. Se supone que la cosa va en serio, pero es que hay algunos lugares comunes que no pueden sino ser tomados con una sonrisa. Partiendo por el improbable personaje de detective dura que es interpretado con tan buen cuerpo como con tacañería de talento por Adela Secall, que supuestamente es muy inteligente (lo de inteligente se queda en husmear un poco y ver huellas digitales que a todos los otros se le pasaron), pero que en vez de tener una paranoia como deformación profesional, va y se encama con el primer extraño que se le cruza (¿y si hubiera resultado un psycho?). O la escena de sexo, que, ejem... Bien, está ahí porque una peli chilena tiene que tener sexo en alguna parte, ¿o no? O la manera tramposa de arreglar cosas en el guión (qué coincidencia que el "duro pero sensible" se entera de la muerte de su amigo cuando está con la chica policía).

-- Remigio Remedy. Hace su caracterización de durolindo de siempre, pero como el personaje era más o menos eso, pues bien, está en su salsa. No es exagerado decir que se roba la película íntegra, y con muy buen criterio, el director lo hace salir al ruedo todo lo que puede. Por cierto, su escondida motivación última crea una de las situaciones más bizarras que hemos visto en el cine ya no digamos chileno, sino en los policiales de todo el mundo, y es una lástima que ese filón haya sido guardado como cartita de último minuto en vez de ser explotado por todo lo alto a lo largo del filme; seguro que así la película hubiera sido vista en todo el mundo como una frikada de lo más surrealista.

-- Es bueno ver de malos a políticos estirados, aunque sea metidos en la trama con calzador. Y es que en el sistema político chileno, que algún chistoso optimate tiene la ocurrencia de calificar de "democrático", es bueno que de tarde en tarde se desacralice a nuestros esforzados servidores públicos (lo de "esforzado" es puro sarcasmo, por supuesto).

IDEAL PARA: Eh... Ejem... Digámoslo en estos términos: usted se arriesga. Y es que pagada la entrada del cine, pues bien, como reza el eslogan promocional, "no hay vuelta atrás"...

NOTA ADICIONAL: El estreno comercial de este filme fue en 2006, y así aparece en la web oficial de la película (www.limitelapelicula.cl). Sin embargo, por alguna extraña razón, en IMDB figura como del año 2005. Nos hemos atenido a la segunda fecha, por si hubiera sido exhibida antes de manera promocional en festivales o cosas así.

UPGRADE JULIO-2009: EL SITIO http://limitelapelicula.cl SE ENCUENTRA ACTUALMENTE CAÍDO. Y NO ES QUE LO ECHE DE MENOS, SI LE PREGUNTAN A SU SEGURO SERVIDOR EL GENERAL GATO.

miércoles, 22 de febrero de 2006

"Memorias de una geisha" (2005)


-- "Memoirs of a Geisha". Estados Unidos. Año 2005.
-- Dirección: Rob Marshall.
-- Actuación: Zhang Ziyi, Ken Watanabe, Gong Li, Michelle Yeoh, Suzuka Ohgo, Togo Igawa, Mako, Samantha Futerman, Elizabeth Sung, Thomas Ikeda, Tsai Chin, Kaori Momoi, Zoe Weizenbaum, David Okihiro, Miyako Tachibana, Kotoko Kawamura, Karl Yune, Eugenia Yuan.
-- Guión: Robin Swicord, basado en la novela de Arthur Golden.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Memorias de una Geisha" en IMDb.
-- "Memorias de una Geisha" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Japón. Año 1930. Una chiquilla es vendida a una casa en donde se entrenan geishas. Nadie cotiza en mucho a la pobre criatura, que sufre abusos a diestra y siniestra, hasta que un magnate y una geisha de las principales, descubren que hay un hermoso cisne esperando florecer bajo ese pobre patito feo (¡snif!). La chiquilla es entrenada a toda velocidad, y en seis meses es convertida en la más "mejol" geisha de todas. Sobreviene la inevitable rivalidad con otra geisha que no la quiere ver en su terreno, y que de pura mala que es, las termina perdiendo todas. Pero la geisha, pues bien, se supone que las de su clase no se pueden enamorar, porque están para divertir a los hombres, etcétera. El magnate, a su vez, le hace ojitos, pero estar con una geisha, ah, no, eso sí que no, que para eso él es muy macho y no se queda con una chica entrenada para divertir hombres (con danza y baile, no se piense mal, que ella es geisha en serio y no prosti de luxe). Y van y vienen, y en medio está la Segunda Guerra Mundial, y si la geisha se queda con su princ... perdón, con su shogún azul y todo eso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Japón está de moda. Después de la invasión manga (a estas alturas ocupación manga en toda regla), hace un par de años vimos otra yanki de alto presupuesto, la bodriosa "El último samurai", también de Dreamworks, igual que ésta. Además, la película quizás le guste a cierta gente conservadora, porque detrás de una fachada provocativa (si la geisha se hace puta, si la geisha no se hace puta, ya saben, ese terrible dilema existencial de las mujeres), ella defiende su pureza y honradez, como corresponde a una de su clase. Además, es un filme retro, ya que dos terceras partes de la misma se desarrollan antes de la Segunda Guerra Mundial. Y los culebrones de alto presupuesto... pues bien, ésos siempre han estado de moda.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Lo primero y esencial: ¿cuántas películas has visto en donde la protagonista (no el adorno femenino de rigor) es una geisha? ¿y en cuántas películas aparece retratada una geisha como lo que es, es decir, una mujer especializada en divertir hombres, y no acostándose a la primera de vueltas con el galán de turno? Bueno, aquí hay una. Como corresponde. Quizás porque está basada en una novela (si fuera obra directa de un guionista, pues bien, puede que se colasen algunas convenciones del género como las mencionadas, pero eso no ocurre aquí).

-- Las actrices son viejas conocidas. Ziyi Zhang se había cruzado ya en el set con Michelle Yeoh, en "El tigre y el dragón", y aquí figuran ambas de protagonistas, en roles distintos (aunque similares en la relación maestra-aprendiz). Ken Watanabe es otro viejo conocido (estuvo en "El último samurai", ya que la mencionamos).

-- La guerra está acotada a lo justo y preciso. Es la historia de una geisha, y tuvieron el buen sentido de no forzarla metiéndole escenas de masas en el campo de batalla. Es bueno saber que aún se hacen películas en donde no se sacrifique la calidad fílmica y la historia al mero espectáculo.

-- No cae en la Etnología, mostrando a los occidentales qué curiosos son los japonesitos. Retrata la vida de una geisha, pero lo primordial es la historia, no la exhibición étnica. Es decir, tratan la cultura japonesa como una civilización por derecho propio, y no como un souvenir.

-- Dura cerca de dos horas y media, pero no la alargan obscenamente sólo para que la gente diga lo épica que era la trama. Lo que dura, es lo que tenía que durar (claro que veamos cuánto va a durar la infaltable edición especial en DVD con escenas nunca antes vistas y todo eso)...

-- No abusan de las escenas poéticas con bonita fotografía y ritmo soporífero. Está bellamente fotografiada, eso es indiscutible, pero sin alardes pseudoartísticos.

IDEAL PARA: Deleitarse con una fotografía simplemente maravillosa.

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