Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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domingo, 22 de mayo de 2016
"En primera plana" (2015).
-- "Spotlight" (título original en inglés). Estados Unidos / Canadá. Año 2015.
-- Dirección: Tom McCarthy.
-- Actuación: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Brian d'Arcy James, Stanley Tucci, Elena Wohl, Gene Amoroso, Doug Murray, Sharon McFarlane, Jamey Sheridan, Neal Huff, Billy Crudup, Robert B. Kennedy.
-- Guión: Josh Singer y Tom McCarthy.
-- Banda sonora: Howard Shore.
-- "En primera plana" en IMDb.
-- "En primera plana" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
1976. Lo que, según los trailers, las sinopsis y tal, debía ser una peli de HEROICOS PERIODISTAS DESENTERRANDO LA MUGRE DEL SISTEMA, en vez de eso decide partir con 70S FUNKY. Bueno, no tan funky. Pero sí muy 70s. Escena en comisaría. Con kid y sacerdote porque PELI SOBRE ABUSO CURA VS INFANTE. Y por los diálogos vemos que TODO SE ESTÁ CUBRIENDO. Guau. Ya era hora de que el cine más comercial acreditara un poco el asuntillo. Salto en el tiempo, 25 años a 2001 (y no fue ayer, fue hace DÉCADA Y MEDIA ATRÁS, siéntanse viejos ahora), cuando un personaje estoquello se jubila en un periódico. Lo cual da origen a un par de escenas más o menos inconducentes, désas que presentan personajes y tal, y... entra THE NEW KID. Que de chico nuevo nada, mira que es Liev Schreiber y sus 48 añejos, y... listo. Si él aparece, HE IS THE BAD GUY. Aparece como jefe de los periodistas de un grupo de cazanoticias llamado Spotlight, que hace lo que ya nadie hace: INVESTIGAR DURANTE MESES EN VEZ DE COPIAR EL CABLE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS. Y bueno, Liev Schreiber se va a encargar de joderles la pita porque es Liev Schreiber y él siemp... er... er... un momento... ¿el personaje es JUDÍO? Ah, no, perdonen. Que esto es Jólivu, y aquí no hay judío malo. No, perdonen, no he dicho nada, va a ser que Liev Schreiber por una vez en la vida (y sin que sirva de precedente, creemos) hará de buen. O... bueno-bueno, lo que se dice bueno, stevia que endulza como el azúcah pero no es azúcah, no tanto. En la primera entrevista parte diciendo que "lo enviaron para recortar costos, que internete está jodiendo el periodismo tradicional, blablablá". Sería un tema interesante para una peli, cómo internete ha cambiado el periodismo investigativo (por no decir que lo ha matao bien matao), pero bueno, la peli no volverá a tocar el tópico en too su p*** rodaje. El caso es que el tipejo éste, que viene-a-joer-la-marrana-pero-no-la-joe, llega con un boom: quiero que me investiguen las declaraciones de un abogao que dice que un cardenal está tapando cosiacas de la Iglesia Católica. Cosiacas tales como que los sacerdotes se ponen cariñositos con los niños (por alguna razón, con las niñas no), que yo te doy candys y tú me das tu candy, que déjame inocularte la Palabra del Señoh y tal, y... bueno, eso. ¿Que es un tema mórbido para hacer chistes de esa clase? Sí, por supuesto, pero para eso están leyendo esto en Cine 9009, ¿verdá? En fin, en qué estaba. Ah, sí. Que parece que tenemos un curita muy amigui con los niños (claro, ahora sabemos, pero es el año 2001, ¿OK? Acuérdense, hagan memoria, coman pasas). La cosa es hablar con un abogao y tal. Por suporto, algunos de los miembros del equipo tienen familias en la Iglesia Católica porque o si no qué drama, ¿no? (ya saben: "estoy investigando a los curas, pero tengo familia que admira a los curas, ¡oh, mein Gott!", etc). Y en fin, cuando llevamos VEINTE MINUTOS de una peli de DOS HORAS, entonces POR FIN van a hablar con el abogao, y echan a andar de verdá la trama de la investigación y tal (si, es de esas pelis que se cocinan a fuego lento, algo que fascina a los críticos y fastidia al público). El caso es que el abogao dice que los casos no se denuncian, que pasan los tres años de prescripción, que estoquello, el caso es que al final too quea en agua 'e borrajas. Pero claro, éstos son periodistas sabuesos, no tipejos que les dicen "oye, dí que son extremistas que fueron exterminaos como ratones" y ellos van y publican sin cuestionar el guión. Y así comienza la LUCHA CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA. Que es un blanco legítimo porque, verán, no es EL GOBIERNO, que en los Yueséi no se toca en las pelis (observen: en las pelis los corruptos siempre van CONTRA el sistema, y nunca SON el sistema. Y llega la poli y los tribunales y hay JUZTIZA). Y dos horas de peli dezpué... ¿dónde está mi Oscar? ¿Ahí? Ah, ya, OK, déjenmelo ahí, sobre la repisa plis, ahí luce bonito, miren, si no era tan difícil ganarse uno al final del día...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Uno de los más grandes escándalos de los tiempos modernos... fue uno que ya se sabía. Que los curitas se hacían amigos de los nenes. Plis, ya se escribía porno en el siglo XVIII respecto del tópico. Pero claro, en el XX la Iglesia Católica cometió el error imperdonable de creerse blindá y a prueba de balas, perdió influencia, y de pronto, ya no tenía como tapar los trapitos sucios. Eso de querer seguir viviendo como rey cuando tus ingresos van poco a poco a nivel de mendigo (y bueno, parte de los ingresos de la Iglesia es en realidad mendigar, porque qué otra cosa es el famoso diezmo sino mendigar a los feligreses... y la otra parte de los ingresos, bueno, eso nunca se sabrá porque el responsable apareció suicidao colgando de un puente en Londres). Y en medio de too eso, estalló el escándalo de los curitas diciendo "dejen que los niños vengan a mí". Y de pronto, se puso de moda que en las pelis, los curitas fueran los malos. ¿Alguien recuerda que en pelis como "El enemigo público número 1" o en "Policía corrupto", los sacerdotes eran LOH BUENOH? Qué tiempos aquéllos, ¿verdá? Ahora, en cambio, en el XXI, se ruedan pelis como "Las hermanas de la Magdalena" o "Philomena" o "El bosque de Karadima", y nadie dice absolutamente ná. Ni siquiera la prensa derechista dice algo, lo que ya es decir, porque si hay tradición de defender lo indefendible, ésa es la prensa derechista (porque existen dos planetas Tierras en sendos universos paralelos: el real, y el de la prensa derechista). El caso es que en 2015 se estrena una peli así como de bajo perfil, pero désos guiones perseguíos por aquí y allá, llamá "En primera plana". Que retrata de cómo los periodistas MUCHO MUCHO BUENOH investigan y ponen en evidencia a los curitas MUCHO MUCHO MALOH. La cosa se rodó con 20 melones de dólares, lo que se logra contratando a varios actores désos que son pequeñas glorias más famozcos por nombre que por porsuporto (Michael Keaton hot por "Birdman" dezpué de años de travesía en el desierto, una Rachel McAdams que parecía lista para ir a superstar y acercándose a los 40 todavía no da el salto, un Mark Ruffalo que mantiene un low profile aparte de Hulk en "Los Vengadores", un Liev Schreiber que a estas alturas del partío es eterno secundario de lujo en pelis como ésta o "La quinta ola", un Stanley Tucci que siempre se las arregla para obtener roles en donde trabaja poco y chupa cámara mucho y con juztiza por una vez, un Billy Crudup que desde "Watchmen" parecía destinao a las grandes ligas y ya ven...), y a rodar que son dos días. ¿Resultados? La crítica se derritió. Y el público... well... recaudó miserables 88 melones. Claro, costó 20, de manera que igual hubo beneficios. Pero 88 es una cantidá ridícula frente a cualquier blocbasteríada de Jólivu. Incluso en los Premios Oscar, el gusto fue agridulce. Claro, le voló en la cara el Oscar a Mejor Peli a "El rejod..." perdón, "El renacido" (que, admitámoslo, de ser buena era buena, pero también su tantín sobrevalorá), y además le robó in-ya-feis el Oscar a Mejor Guión a "Intensa mente", que se lo merecía más (aunque, bueno, los Oscares son la Feria de las Vanidades, así es que no nos vamos a poner tan quisquis aquí. Que hay gente lunática que hasta ve pelis porque "mira, ganó el Oscar, tiene que ser buena, ¿no?"). Y... hmmm... ¿irá a sobrevivir? Quiensá. Yo pienso que no. No tiene pinta de ser la peli que en diez años van a decir que JOER QUÉ WENA ERA, MARCÓ UN HITO, REVOLUCIONÓ EL CINE, Y YO ESTUVE AHÍ PARA VERLA, CON MIS PROPIOS OJITOS (bueno, recaudó cagones 88. Es probable que tú NO ESTUVISTE AHÍ para verla). Pero... bueno, sigamos a lo siguiente.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Es difícil calificar pelis como ésta. Hay pelis que son buenas. Francamente buenas. Brillantes. Y uno dice que, joer, qué wena está (como Kate Upt... er... dejemos eso). Hay pelis que son malas de cojones. Hay pelis que no son ninguna maravilla y puestos a pensar igual son malillas, pero consiguen entretener. Hay pelis que son irregulares, tienen sus puntos altos y sus bajos y, sumando y restando, igual sacan el aprobao aunque con cierta mirá pa'l lao con sus defectos. Y luego... están estas pelis. Hechas con holgura y corrección y buenas intenciones y un trabajo muuuuuu firme y profesional, no digo que no, pero... pero... le falta cocción. Como que se nota mucho la ansiedá de "somos relevantes, el Oscar plis"... No es que "En primera plana" ruegue por el Oscar ni mucho menos (no tiene canción how-gentle-my-Oscar-plis, por ejemplo), pero ya de por sí, el tema invita. Porque ruedas una peli acerca de lo malo-malo-malo que son los curas, y ya de por sí caes parao (y escribo esto sin defender a los curas. Un desgraciao que aprovecha su cargo para abusar física y psicológicamente de renacuajos indefensos que se han puesto a su cuidao por mejol, es un tipejo que se merece que le dupliquen el peso corporal con balas de plomo, y no digo por el culo porque podría gustarle. Pero una cosa es castigar a los curas, y otra muuuuuu distinta ir a por ellos porque son presa fácil). El tema de por sí es delicao. Puede explorarse a fondo, como por ejemplo "El bosque de Karadima", un recomendao absoluto si de verdá te interesa ver una peli acerca de curas pedófilos. Puede tratarse con mucha dignidad, como en "Philomena". O puede ser simplemente el pretexto para montarse una historia que esté correctita y too... pero que le falten dientes. Porque eso es "En primera plana", una peli correctita que no va más allá. Así, vemos un equipo de periodistas mortíferamente eficientes, que parece más sacao de "Todos los hombres del Presidente", como si esa peli hubiera sido rodá ayer en vez de 1976. Hoy en día, el periodismo investigativo está de capa caída por los blogueros, internete, etc, y eso es un hecho. Y se pueden rodar pelis que acrediten este hecho, y aún así sigan el curso regular de "periodistas descubriendo un escándalo": la prueba es "Conspiración y poder" con Cate Blanchett y Robert Redford, que no será una obra maestra, pero es superior a ésta precisamente por eso, porque clava su tema más en la yugular. Al lao del equipo de periodistas mortíferamente eficientes, tenemos varios tópicos que se aluden, pero no se profundizan: los conflictos personales de los periodistas (porque, joer, si vives en una comunidá construía por católicos y estás investigando mierda tapá por católicos, eso ALGÚN conflicto te tiene que traer), conflictos que son tocaos un poco por encima, sin ahondar mayormente, tenemos el rol de los abogaos en el asunto, que también se explora pero no se profundiza (porque ALGUIEN tuvo que estar tapando toa esa mierda, ¿no?), los curitas en sí tampoco los vemos ni entendemos sus motivaciones más allá de ser los villanos genéricos de turno (algo que siempre se critica a los blockbusters, y no digo que sea una crítica equivocá, pero algo de congruencia, señores, que acá vemos lo mismo y nadie dice ná porque esta peli es ARTSY), etcétera. ¿Es entonces una mala peli? No, no lo es, en lo absoluto. La peli está rodá, no diré con genio, pero sí con talento y eficiencia, no voy a decir que no, y too el mundo se pone por la labor: los guionistas con un buen guión (aunque el Oscar debía llevárselo "Intensa mente", ya lo dijimos, pero en fin), los actores están bien en sus roles (aunque tampoco eran el colmo del desafío actoral, pero en fin, cuántas veces hemos visto pelis que requerían talentos primarios de actuación y ni aún así), la dirección es ajustadita... una peli bien hecha, sí. Pero no debemos confundir hechos. Que una peli trate un tema espinoso y denuncie las mamarrachadas que un grupo de tipejos con faldas y permiso de Jesucristo para delinquir, no la hace una obra de arte por defecto. Y cuando se trata un tema ambicioso (y éste lo es, no digamos que no, aunque sea por lo sensible del asunto), entonces uno tiene derecho a ponerse algo más exigente. ¿La recomiendo? Sí, la recomiendo. Pero no como el Oscar a la Mejor Peli ni una maravilla ni ná de eso. La recomiendo simplemente como un buen exponente de ese subgénero fílmico de "periodistas sabuesos buscando la verdá", lo que no está mal, pero sin dejarse inflar por todo el hype que, desde ciertos sectores, vino sobre esta peli.
IDEAL PARA: Hacerse un bosquejo histórico de cómo empezó a cocinarse la ruina de las operaciones pedófilas de la Iglesia Católica.
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Tom McCarthy
jueves, 15 de mayo de 2014
"El informe pelícano" (1993).
-- "The Pelican Brief". Estados Unidos. Año 1993.
-- Dirección: Alan J. Pakula.
-- Actuación: Julia Roberts, Denzel Washington, Tony Goldwyn, Stanley Tucci, Sam Shepard, John Heard, James B. Sikking, Cynthia Nixon, William Atherton, Robert Culp, John Lithgow, Hume Cronyn, Ralph Cosham, Jake Weber, Anthony Heald, Nicholas Woodeson.
-- Guión: Alan J. Pakula, basado en la novela de John Grisham.
-- Banda Sonora: James Horner.
-- "El informe pelícano" en IMDb.
-- "El informe pelícano" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Vemos una escena de ésas en que "te vamos a mostrar algo perfectamente anodino, pero que no te explicaremos para que te quedes preguntándose WTF fue eso". En este caso, un grupo de gente protestando contra un vejete terminal, y con Denzel Washington conversando con él destoquello. Luego, fotogramas más adelante, el vejete terminal aparece muricido. No muricido de que se le acabó la cuerda, sino más bien de que se la acabaron. En paralelo, en un cine porno (y a juzgar porque sólo se escucha JAF-JAF masculino y ninguna hembra gimiendo, debe ser un cine porno gay), a otro tipejo van y le pasan una cuerda por el pescuezo (¿asfixia heteroerótica? ¡Misterio, misterio!). La prensa de inmediato salta, incluyendo al Presidente de Estados Unidos, porque los dos jueces eran de esa especie que sólo existen en los Yueséi: ¡¡¡RADICALES QUE DEFIENDEN LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES!!! ¿Fueron grupos radicales que se deshicieron de ellos? En paralelo vemos a Julia Roberts asistiendo a clases de leyes (tan oronda a sus entonces 25-30, y ella jovencita lo que se dice jovencita nunca se vio), haciendo lo que siempre se hace en las pelis de "clases de leyes": debatiendo con el profe acerca del fallo estoquello. Algo después vemos que la Julia Roberts... ¡se acuesta con su profe! (O sea, siendo Jólivu, y siendo la Roberts, no se ve actividad coital por ninguna parte, se subentiende del diálogo, eso es). La Julia Roberts, que es más lista que el hambre, como que se subió a bordo de esta peli sólo de haber leído la novela y sin leer el guión, va e investiga, mete las narices en estoquello, y da con una teoría, que... ¿se la explica a su profe/follamigo para que los espectadores nos enteremos? Claro que no, por supuesto, qué suspenso habría en eso. En vez de ello la escribe en un informe (que, adivinamos, algo debe tener que ver con pelícanos, si está en el título de la peli...cula). Escena siguiente, ella y su profe/follamigo salen de un bar, pelea, ella se va por su cuenta, él se sube al auto... ¡¡¡BOOOOOOMMMMMM!!!, el profe y su pija follastudiantes vuelan hasta el séptimo cielo. En el carro, a la Julia Roberts le preguntan nombre, apellido, grupo sanguíneo, dirección Féisbuk (no existía en ese tiempo, pero si es por exagerar...), un poli, y después cuando el poli se va, APARECEN LOS POLIS DE VERDAD a interrogarla... OH-CRAP. En paralelo, el Presidente de los Yueséi, que está en horas bajas, reelección, whatever sea necesario para mantener la trama funcionando, recibe la noticia de que alguien descubrió que existe una conspiración relacionada con un informe (que, adivinamos, algo debe tener que ver con pelícanos, si está en el título de la peli...cula). ¿Y el tipejo se la explica al Presi para que los espectadores nos enteremos? Claro que no, por supuesto, qué suspenso habría en eso. Más conversación críptica, no nos enteramos de nada... (Bueno, algo sobre culpar a los terroristas blablablá, joer, si suena casi post 9-11). ¡Ah! Y a la Roberts comienzan a perseguirla. Ah, bueno, y Denzel Washington sigue dándose vueltas por ahí, por si no se acordaban de que también estaba en la peli...cula (está en el afiche promocional y tal, pero Sean Bean estaba en el afiche promocional de Juego de Tronos, y ya ven...). Como a la hora de peli y más (joer, sí, así de lenta, qué vendrá después en materia de thrillers, ¿¿¿SUSPENSO EN EL MUNDO DEL CARACOLÓDROMO???), recién se juntan los jodíos. ¿Y la Roberts le explica al Washington la conspiración para que los espectadores nos enteremos? Sí, señores, esta vez sí nos explican que existe una conspiración relacionada con un informe que, sí, algo tiene que ver con peli...canos, si está en el título de la peli...cula. Pero los espectadores igual no se enteran de nada, si total, a esas alturas del partido la mayoría ya se ha dormido o, para honrar el título de la peli, se las ha emplumado... como los peli...canos, eso es.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Hubo una época en donde John Grisham era la chicha en cacho. ¿Quién, dice usté? A eso me refiero. Las pelis Grisham eran casi un subgénero del cine, fueron taquilleras y tal, pero de ellas, hoy en día nadie se acuerda (o si las recuerdan, es por las pelis en sí, no por ser una Grisham Movie). Todos quienes se han tragado más de una, reconocen el patrón. Un abogado joven e idealista, se enfrenta a lo que por lo general es una conspiración en las alturas, alguien que está moviendo el sistema como piezas de ajedrez, una conspiración por lo general que viene desde la derecha corporativa, que obvia la parte de enviar abogados y prefiere los matones de toda la vida para fijar el problema, aunque al final el abogado gana por lo general con alguna clase de trato porque EL SISTEMA FUNCIONA. Es la plantilla básica que (con variaciones) siguen "El cliente", "Tiempo para matar", "Hasta que la muerte nos separe" o "Tribunal en fuga". Pero antes de ésas, la bomba estalló con "Fachada", con ¡¡¡TOM!!!, en 1993. Y el mismo año salió OTRA Grisham Movie, que es ésta. Con Alan J. Pakula en la dirección, presto a reverdecer sus laureles de director de cine de denuncias (las escenas en el periódico tienen un cierto regusto a su antigua peli "Todos los hombres del Presidente"), y que había conseguido mandarse una con "Se presume inocente", y no mandarse una con la siguiente "Juego de adultos" (debe haber pensado que qué pasa si sumamos periodismo estilo TLHDP y abogacía estilo SPI y tenemos esto). Con una Julia Roberts entonces ultrahot en taquilla ("Mujer bonita", "Línea mortal", "Durmiendo con el enemigo", "Todo por amor", "Hook"), aunque todavía obligada a mostrar algo de (no mucha) carne, como una escena de lencería gratuita acá. Y un Denzel Washington que en ese mismo año estaba también al tope como abogado en "Filadelfia". La peli fue un taquillazo en toda regla, la décima del Top Ten de 1993 (compitiendo contra "Parque Jurásico", "El fugitivo" y "La lista de Schindler". Y también segundona respecto de la otra Grisham Movie del año que fue "Fachada"), aunque no le fue tan bien con la crítica. Y ha quedado... ¿como un clásico de la década? ¿Como un clásico menor? A ver, veamos, ¿cuántos de ustedes recordaban siquiera que esta cosa alguna vez se rodó?
¿POR QUÉ VERLA?
-- La verdad es que "El informe pelícano" ha envejecido fatal. Ya no era material de excelencia en sus años, y pasados ciertos ganchos de taquilla (el reclamo de la Roberts y el Washington, principalmente), sus defectos se hacen todavía más evidentes. El problema del argumento es que es demasiado arquetípico. Hay cierta información sensible (el famoso informe en cuestión), y un grupo de villanos de esos "conspiración sin rostro" con matones a sueldo van detrás. Hemos visto cincuenta millones de versiones de este cuento, y ésta es una más. Cuando se cuenta este cuento, hay dos maneras de hacerlo bien. Una es que acompañemos al prota a lo largo de la investigación, sea en plan carrera contra el tiempo, sea en plan "descubrir el BIG SECRET antes de que nos maten por meter la narices en donde no deberíamos": el suspenso viene dado por qué tan grande va a ser la bomba de revelación al final. "Fachada", por mencionar una Grisham Movie, sigue más o menos este esquema (aunque lo ocupa la primera mitad de la peli, y la segunda se trata de ver a ¡¡¡TOM!!! tratando de salvar el culo). Y el otro es mostrar las cartas al espectador desde el inicio, exponer toda la conspiración con lujo de detalles y con copia por triplicado (sea que el prota sepa, sea que no), y transformar el asunto en una partida de ajedrez y que gane el bastardo manipulador más bastardo manipulador (parece irrazonable, pero piénsenlo: tanto Columbo como James Bond han tenido larguísimas continuidades usando este último sistema). "El informe pelícano" se queda con una combinación de ambos: la prota sabe, los malos saben, pero el espectador no. En definitiva, eso significa que cuando vemos la peli, no tenemos idea de por qué se están agarrando las mechas, o qué tan importante es el asunto en cuestión. Lo guardan hasta la mitad de la peli...cula, y cuando lo revelan, resulta que todo el p*** asunto era... por unos peli...canos. O sea, por la corporación malvada que quiere cagarse en unos peli...canos. Vale, mucho dinero en juego y tal, pero la cara de WTF del espectador puede llegar a ser muy épica aquí. "¡Qué tanta alharaca por unos cisnes muertos!". Perdón, "¡Qué tanta alharaca por unos pelícanos muertos!". Lo de los cisnes muertos era por una compañía maderera del sur de Chile, a comienzos del XXI, en un abracadabrante ejercicio de deficcionalización, de grandes empresas chilenas plagiando a Jólivu, para que después digan que las peli...culas no enseñan maldades a los espectadores. Si a eso le sumamos que los malos malosos son unos tarados de campeonato (porque resulta que el jodío informe es una teoría sin mayor evidencia fáctica aparte del "miren qué sospechosas las conexiones aquí y allá", pero sin pruebas tangibles, y además una que no iba a saltar más alarmas, entonces la mejor manera de concitar atención sobre el mismo y cargarse la conspiración es justito hacer lo que hacen los malos, o sea, enviar matones a matar a la que escribió el informe, en vez de desacreditarla y tratarla como una lunática conspiranoica como los hay tantos hoy en día en interné), y ADEMÁS la lata dura dos horas y media de acción no particularmente percutante (porque la cosa va de: STAGE 1, nos salvamos de un intento de asesinato, STAGE 2, nos salvamos de otro intento, STAGE 3... seguro que estaban pensando en el videojuego, los jodíos), pues apaga y vámonos. ¿Lo bueno de la peli? Bueno, si pones a Julia Roberts y a Denzel Washington como protas, es imposible que no te salga ALGO bueno. Sumémosle un Robert Culp como Presi de los Estados Unidos (actorazo de carácter fallecido en 2010 a los 80, que se le daban muy bien los roles de bribón simpático), Robert Lithgow como el jefe de Denzel Washington, y la cosa mejora algunos enteros, la posibilidad de carcajearse con una Cynthia Nixon pre-"Sex and the City" haciendo un rol-casi-cameo, y un en ese entonces todavía no muy conocido Stanley Tucci como el asesino de los malos, la cosa mejora algo. Pero sea cual sea la opinión de turno, desde lo insufrible hacia arriba, es muy difícil que suba más allá de "está OK". Es un thriller promedio, y poco más. Si estás bien con eso, perfecto. Pero si esperas la peli que te va a hacer vibrar y ponerte al borde de la butaca, olvídalo. Por suerte, es muy poco probable un remake. Si la ambientaran en 2014, la Julia Roberts iría y soltaría la bomba del informe por interné, y el remake de "El informe pelícano" sería un cortometraje de diez minutos. Bueno, TAMBIÉN hay Oscares para los cortometrajes, así es que alguna posibilidad tendría un remake, de todos modos.
IDEAL PARA: Nostálgicos de los '90s y devoradores compulsivos de thrillers.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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domingo, 27 de octubre de 2013
"La ley del silencio" (2012).
-- Dirección: Robert Redford.
-- Actuación: Robert Redford, Shia LaBeouf, Julie Christie, Susan Sarandon, Nick Nolte, Chris Cooper, Terrence Howard, Stanley Tucci, Richard Jenkins, Anna Kendrick, Brendan Gleeson, Brit Marling, Sam Elliott, Stephen Root, Jackie Evancho.
-- Guión: Lem Dobbs, basado en la novela de Neil Gordon.
-- Banda Sonora: Cliff Martinez.
-- "La ley del silencio" en IMDb.
-- "La ley del silencio" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Los '60s. Rome is burning, son... Bueno, no Roma, Estados Unidos. Vietnam. La guerra que nadie quería, salvo el complejo industrial militar. En medio de todo eso surgieron grupos activistas que empezaron a practicar TERRORISMO en Estados Unidos. Salto en el tiempo, como medio siglo (joer, cómo pasa el tiempo). Una fulana de ésas está a punto de entregarse, cuando, sorpresa, van y la arrestan. Aparte de la repercusión mediática y too, dos tipejos (uno de ellos Robert Redford himself, así es que intuimos que esto es IMPORTANTE) van y hablan sobre las cosas. Oye, anda y defiéndela ya que eres abogao. El otro no, que no, que no soy bueno en esas causas, etc. Mientras tanto, un periodista joven afronta la clásica escena "bronca del jefe" porque no ha dao el golpe noticioso etc. Y qué hace el periodista. Como ha tenío una follamiga en el FBI, va y le hace un par de preguntas (hmmm... ahora que lo pienso...), y a ella se le va la lengua con un nombre. El periodista sigue la pista (Shia LaBeouf, tratando de mantenerse vigente, y su cara en esta peli lo denota), y llega por supuesto hasta el Redford. El abogao, como buen abogao, se ve que se conoce todos los trucos del oficio, y hace finta maestra tras finta maestra. Pero el periodista, erre con erre que ahí hay algo, y se pone a investigar todavía más profundo. Y de pronto, porque es más listo que el hambre el jodío, le cae la teja. ¡El abogao en realidad está usando un nombre falso! ¡Y bajo su verdadera identidad, ÉL TAMBIÉN ERA UNO DE LOS TERRORISTAS QUE ESTABA METÍO EN EL AJO! Ahora, la cacería del hombre por el hombre, tanto por parte del periodista tratando de encontrar la verdad como por parte del FBI ávido de mandarse el golpe noticioso de la semana, ha comenzado, todo mientras nadie se figura qué está planeando en realidad el Robert Redford. ¡¡¡PORQUE LOS '60S NUNCA MORIRÁN!!! Bueno, mientras haya alguien vivo de los '60s, eso es. Que los Testigos decían algo sobre 1914, pero ahora están de lo más callao el piojo respecto del tema...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En el Jurásico del cine, por allá por los '60s y '70s, hubo una época en donde el cine... ¡no sólo era entretención! ¡No sólo eran robots gigantes golpeándose hasta la muerte! ¡No sólo eran aburridísimas tomas interminables made in Corea, Japón o Irán! ¡No era hipster! Figúrense que se rodaba cine... ¡con contenido político! ¡De crítica social! Uno de los dinosaurios de aquella época es Robert Redford, que en sus tiempos fue el galanazo que hizo mojarse las br... er... suspirar a todas las doncellas de aquel tiempo, sí, eso es. Con el paso del tiempo, Robert Redford en vez de comprometerse y tal, se ha ido por una senda independiente, e incluso le dio para fundar el Festival de Sundance, caso claro de cómo las mejores intenciones pueden pervertirse, como que lo que partió para financiar el cine independiente se terminó transformando en una cueva de gafapastas y hipsters que hace de la etiqueta "GANADORA DEL FESTIVAL DE SUNDANCE" un de-lejitos-te-veo de marca mayor a la hora de ir a ver una peli (bueno, hay criaturas que no, criaturas que van igual, e incluso se sienten atraídos por la etiqueta, pero habrán notado que utilicé la palabra "criatura" en vez de "gente de bien"). Como decíamos, Robert Redford no se ha domesticado exactamente. Algo se debe haber adocenado con los años, por supuesto (la vejez no perdona, y el hombre ya lleva TRES CUARTOS DE SIGLO caminando sobre la Tierra, y contando), y además, aunque sus pelis no son mastodontes de 200 millones de presupuesto, aún así no se las financian los grandes estudios con la mano abierta porque 1.- No tienen explosiones molonas, y 2.- Esa cosa medio política de criticar al sistema o, peor aún, hacer pensar, como que ahuyenta a las audiencias del cine. Después de un par de intentos de hacer un poco de cine más comercial pero "con substancia", de donde salieron "El hombre que le susurraba a los caballos" y "La leyenda de Bagger Vance", se tiró de cabeza otra vez al cine político actualizándose a Irak y Afganistán con "Leones por corderos", y luego metiéndose a las patas de los caballos acerca de la conspiración contra Abraham Lincoln en "El conspirador". Y ahora vuelve con una peli en donde hace su ajuste de cuentas peculiar con los '60s. Su reflexión personal acerca de hacia dónde se fueron los sueños, y en qué están esos sueños ahora. Con críticas mezcladas, y peor aún... con menos de 20 millones de dólares de recaudación. Huele a fracaso comercial en toda regla. Es lo que pasa cuando te metes con temas peliagudos que hagan que se te atragante el popcorn en la garganta, dentro de la sala del cine. Apréndele a Kenneth Branagh, Redford, que el hombre primero se fue a la segura con Shakespeare (la opción cultureta clásica en particular porque salvo por "Anónimo", escenificar a Shakespeare siempre resulta de lo más seguro y aséptico) y luego se prestó para dirigir "Thor". Bueno, quizás aprendió. No en balde, Redford de manera sorpresiva va a estar en "Capitán América: Soldado de invierno". Sospecho que para tomar el sueldo y financiar alguna otra peli, porque de otra manera no se explica. Las cosas que hay que hacer dentro del sistema, para seguir protestando contra el sistema.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Partamos desde la base. Como thriller, "La ley del silencio" es algo débil, no porque le falte tensión dramática, sino porque el guión y la trama en general no termina de encajar bien (el plan del Redford para salir avante es cuando menos un tanto absurdo, y al final todo se arregla de una manera un tanto facilona, quizás demasiado). Si quieres ver un percutante thriller político, pierdes tu tiempo aquí. Pero lo que la peli pierde por ese lado, lo gana por el otro, por lo que pareciera ser el verdadero interés de Redford, un tipo no tan entusiasmado por contar historias como por predicar desde el púlpito (detallito que hizo de "Leones por corderos", peli bastante estimable en algunos respectos, quedar algo débil en otros). Porque el fondo de esta peli son algunas preguntas muy incómodas. ¿Qué pasó con la gente que en los '60s iba a cambiar el mundo? ¿Es cierto que al final el pragmatismo termina por devorar al idealismo? ¿Siguen vigentes los valores y el espíritu de los '60s hoy en día? ¿Ayudó a cambiar el mundo, a hacerlo un poquito mejor? La peli es bastante crítica de la sociedad americana actual, en varios detalles. Buena parte del follón que se arma es provocado (no se muestra de manera TAN directa, pero transpira la peli entera) por una prensa ávida de crear un circo mediático sobre LOS TERRORISTAS, más unos burócratas del FBI felices de DEFENDER LA PATRIA, LA LIBERTAD Y EL AMERICAN WAY OF LIFE. Los idealistas de los '60s que vemos en la peli cometieron un error (un error serio, admitámoslo, se cargaron a un guardia padre de familia durante un atraco bancario), pero medio siglo después, no hay perdón ni olvido para ellos, y deben seguir viviendo en la clandestinidad. Pero no se crea que la peli es partidista. Por supuesto que los héroes con aura romántica son los rebeldes idealistas, pero no se ahorra tampoco algunos palos. La peli deja bien en claro que lo del asalto bancario fue un error, que cruzaron una línea que no deberían haber cruzado, y que en definitiva al entregarse a una actividad criminal, terminaron siendo quizás tan criminales como los genocidas que atacaron a Vietnam, no en lo cuantitativo pero sí en lo cualitativo. El personaje de Redford aquí es la voz de la razón, de la cordura, de la moderación. Aunque su personaje tiene un regusto amargo. Creció, maduró. Se ajustó al sistema, incluso consiguió hacerse parte de una profesión tan acrítica y platelminta como la abogacía. En cierta medida, su personaje es la voz de la cordura en parte porque terminó traicionando los ideales que defendía. De todas maneras, la peli tiene el buen gusto de dejar que cada uno saque sus propias conclusiones, a partir de una amplia paleta en donde no vemos blancos y negros, sino toda una vasta gama de grises, un océano en donde las decisiones éticas nunca son fáciles. La peli no intenta ofrecernos soluciones. Se permite una salida honorable para el prota, pero a título de cruzada y recompensa personal, no un triunfo para la causa, para ninguna causa, ni la de la sociedad ni la de los rebeldes de los '60s. Quizás porque al final del día, cambiar a la sociedad entera es difícil, y lo que quedan son las cruzadas individuales. Y en este punto el cine se cruza con el cineasta y su propia cruzada personal por cambiar el mundo pasito a pasito, o al menos mantener algo, lo mejor, de los ideales de los '60s, siquiera la capacidad de esa época para cuestionar un par de verdades establecidas y atreverse a proponer algo diferente. En definitiva, hemos visto no tanto una peli como un discurso político, pero uno hilvanado con mesura y moderación, sin excesos, sin cargar las tintas. Y esa clase de cine hecha para pensar un poquito después de que han pasado los créditos, en vez del panfleto bruto facistoide de la sala de al lado con muchos robots alienígenas invasores explotando porque SON LOS MALOS Y PUNTO, siempre se agradece. Los pocos humanos y gatos que estamos dispuestos a darle uso a las neuronas, por lo menos.
IDEAL PARA: Ver una interesante reflexión sobre el valor y los límites del idealismo.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].
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