Películas de estreno, películas antiguas, películas clásicas, películas bodriosas, películas de todo tipo, comentadas por el arte inefable del General Gato.
11 años de Cine 9009 en línea.
El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).
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domingo, 3 de mayo de 2015
"Ojos bien cerrados" (1999).
-- "Eyes Wide Shut". Estados Unidos / Inglaterra. Año 1999.
-- Dirección: Stanley Kubrick.
-- Actuación: Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Todd Field, Sky du Mont, Rade Šerbedžija, Vinessa Shaw, Leelee Sobieski, Alan Cumming, Leon Vitali, Julienne Davis, Thomas Gibson.
-- Guión: Stanley Kubrick y Frederic Raphael, inspirados en la novela de Arthur Schnitzler.
-- Banda Sonora: Jocelyn Pook.
-- "Ojos bien cerrados" en IMDb.
-- "Ojos bien cerrados" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Tom Cruise y Nicole Kidman son una parejita burguesa como cualquiera otra. Es decir, una que tiene un matrimonio firme, consolidado, como roca... y que van a una fiesta, se les van un tanto las copas, y sorpresa, cositas empiezan a surgir. El, coqueteando con dos chicas que andan con unas gatas locas... ganas locas, quise decir, de precipitarse sobre él y comérselo entero (y él, como que sí, como que no, hilarante considerando que hablamos de Tom Cruise, el hombre al que South Park le dedicó un bonito capítulo "en el armario"). Ayuda, claro, que en medio de too, Tom Cruise tiene que ir y atender el caso de una chica de ésas contratás por hora, y que parece se ha mandao peazo colocón, de esos que mejor no se muera en el penthouse o si no qué le decimos a la poli. Nicole Kidman por su parte le coquetea a un vejete mayor que quiere puro llevársela a una de las miles de habitaciones del segundo piso. Al final, ambos se van. Siguen su vida, acá no ha pasao ná, macho... hasta que de pronto, se les ocurre empezar a fumar de la güena, de la que te suelta la lengua. Y empiezan a comentar sobre lo ocurrido la noche anterior. Que ellos son muy pijoburgueses, así es que... ¿ataque de celos? ¡Ay, no, qué horror, qué dirán nuestras amistades! Que para ser chic hay que ser frívolo, insinuar sin lanzarse, etcétera. O sea, bitches con clase. Resulta que él, muuuuuu agarrao'n los machos, dice que sabe bien que ella no lo traicionaría. Ella, por supuesto, mujer que es, en vez de tomárselo como un voto de confianza, va y se siente OFENDIDA. Porque, ya sabemos, una mujer es incapaz de vivir sin dárselas de linda para que el pobre WEÓN a su lado esté siempre en la cuerda floja, y tenerlo así lisito el lomo para poder controlarlo mejor. Así es que ella va y le cuenta una fantasía sexual que ha tenido con un marino. Y él, siendo muy Tom Cruise... ¡se siente devastado! ¿Porque le van los marinos y too? De manera que, ¿qué hace él? ¿Se la folla bien follá para que deje de pensar en weás? Tú no llamas al casting a Tom Cruise para interpretar a un macho recio, así es que obviamente que no. En vez de ello, se lanza a un peregrinaje de esos por la vida. Uno que involucra ir a la siga de mujeres, a ver qué sale. Porque, como que quiere, como que no. Pobre hombre, no se atreve a ponerle los cuernos a su esposa con felicidad y alegría, pero tampoco se resigna a quedarse célibe. O la una o la otra, pero no te amargues la vida, cabrón. Y conste que en su recorrido se le aparecen Vinessa Shaw jovencita, y Leelee Sobieski aún más jovencita (y además en ropita interior apretá, para más baba-baba). Al final, se encuentra con un amiguete que, así a santo de ná, después de no verlo como por churretecientos años, va y le dice: "Mira, no te puedo decir, pero estoy contratado para tocar en una fiesta, y no te puedo decir en dónde es, pero es en tal y tal dirección, y hay una contraseña que nadie-pero-nadie puede saberla, OK ahora te la escribo, y tampoco tengo que mencionarte que la gente que va, tiene que ir disfrazada, y por cierto, después de todo lo que te dije, en particular que hay unas mujeres peazo cuero... no se te ocurra ir, ¿eh?". ¿Y qué va y hace el jodío Tom Cruise? Pues él va a la fiesta. Con un par. Las cosas se van a poner cuestarriba, con mucha teta suelta, y sobre too... con mucho peligro. Porque para variar, Tom Cruise no tiene idea de en dónde se está metiendo. Y eso sí, que no está en un blockbuster de Jólivu sino en una cultureta, así es que ni siquiera el final feliz se lo tiene ganado.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Para mediados de los '90s, no mucha gente daba un peso por Stanley Kubrick. Había sido grande, muy grande. "Lolita", "Doctor Insólito", "2001: Odisea del espacio", "La naranja mecánica"... Pero eso era en los contraculturales '60s, '70s. ¿Y desde entonces? La muy aburrida "Barry Lyndon", la polarizante y no 100por100 Kubrick "El resplandor", y "Nacido para matar". Cuatro pelis entre los '70s y '80s. Sólo que no se recluyó. Siguió adelante. Y como eso de dejar pasar siete años desde "El resplandor" hasta "Nacido para matar" debió de parecerle una mariconería, pues ahora va a ser UNA DÉCADA COMPLETA. Y para más inri... la iba a basar en una novela corta ("Traumnovelle", de 1926) con un prota judío en la Europa pre-Guerra Mundial. Ríanse ahora: iba a ser una comedieta sexual protagonizada por Steve Martin, con Woody Allen en un rol secundario (el que, en la peli definitiva, interpreta... Sydney Pollack). El proyecto nunca terminó de abandonar del todo a Kubrick (a diferencia de su Napoleón, que admitámoslo, si la hubiera llegado a rodar hubiera sido algo digno de ver... casi autobiográfico, tratándose de Kubrick). El caso es que al final, Kubrick terminó empeñado en el rodaje, haciendo bueno el tema de la química sexual contratando a un matrimonio de actores, nada menos (Tom Cruise y Nicole Kidman), lo que también tiene su tono de hilaridad si se considera que un par de años después, ambos le estaban dando agradecido trabajo a sus respectivos abogados de divorcios (¿meterse en la piel de los personajes habrá hecho salir cositas raras dentro de su matrimonio?). En cuanto al guión, cambió la ambientación desde un prota judío en la Viena del 900, a una pareja de desabridos yankis contemporáneos (lo que para ¡¡¡TOM!!! debe haber resultado pan comido de actuar). El rodaje mismo, debido al infame perfeccionismo kubrickiano, tomó... 400 días. Casi catorce meses, acreditado en el libro Guinness en su época (no sé si después, pero en su tiempo al menos sí) como EL RODAJE MÁS LARGO DE LA HISTORIA. Aún así, se las arregló para que el presupuesto no se le disparara demasiado (65 millones de dólares, una cantidad significativa para una peli sin muchos efectos especiales, pero que alcanzaron a cubrir el caché de los protas, la recreación de Nueva York EN ESTUDIO EN INGLATERRA porque míster Kubrick era un gallina a la hora de volar en aviones, y montones, MONTONES de chicas en bolas). Por lo que cuando la peli hizo algo más de 160 millones en taquilla, puede considerársela un éxito financiero. Aunque sea porque muchas (¡y muchos, seguro!) fueron a ver a ¡¡¡TOM!!! metido en lo que se promocionó como un thriller erótico (erótico, un tanto a medias, y thriller, no demasiado, o por lo menos, no en el sentido convencional del término). La crítica en general la amó. Nada mal si se considera que el vejete Kubrick no llegó a verla estrenada comercialmente (incluso corre el rumor de que fue terminada después de su muerte, lo que no es efectivo, porque el corte final lo entregó al estudio cuatro días antes de fallecer... sí, es una nota triste esto). Andando el tiempo, "Ojos bien cerrados" no ha quedado como un gran clásico de la filmografía kubrickiana (no al nivel de su producción de los '60s por lo menos), pero sí como una digna peli final. Aunque no testamentaria, eso sí. Mejor así, probablemente.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Para mucha gente, el punto de la peli es ver a ¡¡¡TOM!!! y la Nicole en bolas haciéndoselo, y después a ¡¡¡TOM!!! paseándose en medio de un montón de chicas en bolas que, admitámoslo, es un recurso fácil de pasaportar porque es una peli CULTURETA, y ya sabemos que éstas tienen cláusula y permiso especial para empelotar chicas sin que nadie se queje (demasiado). No es raro, si se considera que en la época todavía daban los últimos coletazos de ese subgénero noventero de cine que fue la producción softcore de alto presupuesto. Es probable que muchos que fueron a ver la peli esperando encontrarse otro "Atracción fatal" u otro "Bajos instintos" se llevaron la flor de decepción. La peli tiene sexo (algo) y tetaculo (un poco más), pero no tanto como para justificar el visionado con ojos pornográficos (además, según qué versión, la digitalizada para público yanketa censuró el grueso de los desnudos de la escena de la orgía, lo que es casi como censurar las escenas de comida en una peli ambientada en un restaurante. Lógica yanketa a tope aquí). El sexo en la peli es notoriamente deslavado, casi robótico, desprovisto de casi todo gancho erótico. Y esto es adrede. El cine de Stanley Kubrick tiene una relación bastante especial con la sexualidad, explorando sus ramificaciones en nuestra sociedad contemporánea con ojo de entomólogo, demostrando que hemos desexualizado la sexualidad y erotizado o fetichizado muchas cosas que no son sexuales por naturaleza... enfermizo, sí, pero ése es el punto. "Doctor Insólito" nos presentaba una alegre galería de impotentes y eunucos sexuales que desataban la Tercera Guerra Mundial para tener algo orgásmico con lo que jugar, "Lolita" presentaba la sexualidad como un impulso casi desviado respecto de la puritana sociedad yanketa, "La naranja mecánica" presenta el sexo como algo casi diabólico y a ser reprimido (los únicos personajes que gozan el sexo a tutiplén son Alex y sus parejas, y eso es por algo), y así sucesivamente. ¿A alguien le sorprende entonces que los personajes de "Ojos bien cerrados" tengan una sexualidad tan trancada? El sexo del matrimonio es tan aburrido, que cuando llega el último diálogo de la peli ("fuck"), no tiene prácticamente nada de la fuerza que debería tener el usar la palabra "follar"-"joder"-"culiar", lo que corresponda según su región hispanohablante respectiva, y eso es también adrede. El punto entero de la peli, en lo que a la sexualidad se refiere, es que ésta termina siendo ahogada por las convenciones sociales, por el lugar respectivo que cada uno debe utilizar, y la única vía de escape es adquiriendo más poder (la orgía, no por nada, es creada y financiada por los PODERES INVISIBLES EN LA SOMBRA) o saltándose las reglas (cometiendo adulterio, básicamente). Es una moraleja triste para un thriller erótico, pero es que óigale, como dijimos, eso de "thriller erótico" se lo pusieron los estudios para poder vender una cosa en principio invendible (¿una peli sobre sexo en donde el sexo es aburrido? Caray...).
-- Aparte del obvio comentario social de la peli (los protas tienen un buen nivel, una vida elegante y con cierto lujo, pero aún así están atrapados como hormigas debajo de otra gente QUE SÍ TIENE PODER DE VERDAD), resulta interesante el planteamiento subrepticio respecto al "qué es real". Porque hay dos maneras de ver esta peli. Por un lado, la literal: todo lo que se nos narra es lo que es. Es decir, el prota va y viene por la ciudad, experimenta la orgía, etcétera. Pero otra manera de verla es la metafórica: ¿y si todo lo narrado no fuera más que un gigantesco sueño culpógeno por parte del prota? Porque, obsérvese, la primera sección de la peli es una interacción de a tres (el prota, la esposa y todos los demás), pero a partir de la segunda sección, el foco recae definitivamente en él y su entorno, el cual empieza a volverse cada vez más raro (¿de verdad el prota está siendo perseguido, o todo no es más que una fantasía paranoica autoinducida?). De esa manera, la cacareada escena de la orgía en realidad bien podría no haber ocurrido, o simplemente ser un viaje trippie por parte del prota, que se lo ha imaginado todo como una manera de darle rienda suelta a sus instintos. ¡Leñe, si hasta el título pareciera sugerirlo, porque si nadie tiene los ojos bien cerrados durante ningún fotograma, entonces puede ser que EL PROTA TENGA LOS OJOS BIEN CERRADOS PORQUE ESTÁ SOÑANDO, Y NOSOTROS NO ESTAMOS VIENDO LA REALIDAD SINO QUE ESTAMOS METIDOS DENTRO DE SU CABEZA! La peli tiene la inteligencia necesaria para sugerir el punto de manera muy sutil, apenas con guiños aquí y allá, hasta el punto que es factible afirmar que la peli no es exactamente un sueño sino la realidad, pero la realidad tamizada por la percepción distorsionada (y recargada de semen no descargado) del prota. En ese sentido, la escena de la máscara al lado de la esposa es bastante ambigua y significativa. ¿Cómo es que ella la encontró? Considerando que al tipo lo echaron con cajas destempladas de la orgía, es probable que no se la hayan devuelto así como el disfraz... ¿se la fueron a dejar los matones de la orgía? O por el contrario... ¿ES EL PROPIO PROTA CONFESÁNDOLE SUS PECADOS Y FANTASÍAS SEXUALES A SU ESPOSA?
-- Insistamos en el punto social de la peli, algo que le hubiera gustado mucho al rojillo ése de Kubrick (el mismo tipo que convirtió a "Espartaco" en un panfleto mesiánico... espartaquista, valga el chiste erudito aquí). La peli hace una subrepticia crítica del exitismo. Los dos protas son gentes exitosas, adineradas, modelos clásicos de lo que debe ser el American Way Of Life. Y sin embargo, a poco que el prota se desmarca e intenta ir a meterse allí donde no se supone que deba ir, termina metido en medio de LOS PODERES QUE REALMENTE SON, y sale bien descamado de ahí. El mensaje es bastante obvio: ¿tu libertad, tu éxito económico, tu casita y bienes y familia, toda tu vida estilo propaganda publicitaria de tarjeta de crédito? Falsedad y mentira. Tienes la libertad para moverte por las zonas que se te han designado, y hacer las cosas que te permite tu, digámoslo así, NIVEL DE ACCESO DE SEGURIDAD. Frente a la clásica identificación ideológica entre capitalismo y libertad, vemos una familia capitalista, y exitosa además, que carece de libertad porque existen reglas, y esas reglas fueron escritas por gente tan arriba, que cuando se mueven, ni siquiera te das cuenta o puedes estar seguro de que se están moviendo (ese tipo que te está siguiendo, ¿es un enviado de LA GENTE QUE ES, o es pura coincidencia? Esa chica que se murió, ¿fue un mero accidente, una coincidencia siniestra, o bien se la cargaron y lo hicieron parecer un accidente por INFRINGIR LAS REGLAS?). La peli para colmo está ambientada en Navidad, pero Stanley Kubrick no se decanta por el discurso ñoñoconservador de típica peli americana, de que LA NAVIDAD UNE A LA FAMILIA blablablá, y en vez de ello nos lo retrata como una fiesta fría, aséptica, sin mucho romanticismo, y en particular consumista. La última escena, de hecho, es en una tienda mientras compran regalos navideños, y el diálogo no tiene mucho de reencuentro emotivo de una familia fracturada (es más bien la constatación de que la familia está fracturada, pero que da lo mismo porque sus vidas son mediocres y vacías, pero como están casados, ya tienen el opiáceo perfecto: TO FUCK).
IDEAL PARA: Ver una interesante parábola acerca del sexo, el matrimonio, la libertad, el capitalismo, y todo lo que está entre medio.
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1999,
Represión Sexual
domingo, 10 de junio de 2012
"El talentoso señor Ripley" (1999).
-- "The Talented Mr. Ripley" (título original en inglés), "El talento de Mr. Ripley" (título en España). Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Anthony Minghella.
-- Actuación: Matt Damon, Gwyneth Paltrow, Jude Law, Cate Blanchett, Philip Seymour Hoffman, Jack Davenport, James Rebhorn, Sergio Rubini, Philip Baker Hall, Celia Weston, Fiorello, Stefania Rocca, Ivano Marescotti, Anna Longhi, Alessandro Fabrizi.
-- Guión: Anthony Minghella, basado en la novela de Patricia Highsmith.
-- Banda Sonora: Gabriel Yared.
-- "El talentoso señor Ripley" en IMDb.
-- "El talentoso señor Ripley" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Todo empezó por una chaqueta. El talentoso Sr. Ripley se mete en una fiesta pirula, haciéndose pasar por el pianista que estaba en, bueno, con su novia (hablamos de los '50s, una época mucho más complicada que la actual para aparecerse en la calle con chicas). Allí lo recluta uno de estos personajes con money, que por tener money, piensa que todo se compra con money, y perdón por decir tantas veces money, pero es para que ustedes se sientan como él, money-money-money... La misión por la que le pagarán unos poquitos dólares, más de lo que se piensa si se coteja con la inflación, es ir a buscar a un niñato hijito de papá que está viviendo la dolce vita en Italia. Ripley entonces viaja a Italia y consigue hacerse conocido del niñato en cuestión. Que es mino a más no poder, mijo por cara y sello, chulísimo oiga, si es nada menos que el Jude Law, el epítome del macho Playgirl (sí, esa revista cuyos suscriptores SUPUESTAMENTE son mujeres...). Que para no desentonar, está ennoviado con Gwyneth Paltrow, toda elegancia y nada de carne ella, por aquello de que, no sé, novia demasiado femenina, Jude Law, pues, como que no sé... El caso es que nuestro chico es un imitador a la perfección, y aunque lo lleva la música clásica, se ha metido en lo del jazz y too. Nuestro chico Ripley entonces empieza a comportarse, no sé... cómo decirlo... como que se siente muy cercano al amiguete italiano. Demasiado. Con lo que el chico que se está fusilando la plata de papi en Italia, empieza a mosquearse cosa mala, y trata de alejarse, no sea que el mejor de los días acabe ensartado por su amigo... Mal movimiento, porque ahora Ripley está deseoso, listo, ansioso... para lo que venga... como sea... con o sin Gwyneth... ¿Ya mencioné que esta peli se basa en una novela de la tía enfermiza y lésbica ésa, la Patricia Highsmith...?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Se me ocurren pocas escritoras del XX más desquiciadas que Patricia Highsmith. Y eso que la centuria tuvo sus cuantas (la Nin, la Woolf... la Meyer no, ésa cae ya para el XXI). Entre desequilibrios mentales y tendencias sáficas, Patricia Highsmith sacó unos cuentos y novelas en donde sus personajes hacen algunas cosas realmente enfermizas, y encuentran destinos igualmente... ya se saben el resto. Si vieron "Extraños en un tren" con todo su inuendo criptogay, ya me entienden (ésa de Hitchcock también está basada en una de la Highsmith). Su personaje más famoso es por supuesto Tom Ripley, sobre quien escribió media decena de novelas. Tom Ripley es un joven completamente amoral, casi nietzscheano diríamos, cuya sexualidad es, buenoooooo... ambigua es la mejor palabra para definirla (¿bi-?, ¿a-?, ¿pan-?). El cine pronto se fijó en Ripley, pero claro, no el cine comercial de Hollywood, para el cual un personaje como éste es muy poco manejable (no se tira chicas, y además es un asesino sicópata... no es la madera con la que se construyen blockbusters PG-13 precisamente). Pero el cine arte es otra cosa: ahí están "A pleno sol" (que adapta esta misma novela, la primera de la saga), o "El amigo americano" de Win Wenders. Más otras de menor calado. Por alguna razón, Anthony Minghella decidió que también se subiría al carro. Venía de laurearse hasta el atosigamiento con la sobrevalorada "La paciencia ingl...", perdón, "El paciente inglés", y decidió pasar a otras aguas. ¿Qué esperaba encontrar aquí? ¿Reconocimiento trazando un afilado retrato sicológico de una sociopatía? Si era eso, no lo logró. Quizás una década después se pudiera, con "Dexter" abriendo el camino. Pero en 1999 la gente estaba demasiado preocupada yendo a misa, no fuera como "En el fin de los días" con Arnold Schwarzenegger, que el mundo se fuera a acabar, y no estaban las cosas como para ir a pecar por ahí.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Considerando que Anthony Minghella venía de esa borrachera de cine arte pasado de roscas y fotografía que fue "El paciente inglés", uno podía temer que "El talentoso señor Ripley" fuera un poco por las mismas. Pero nada de eso. La peli, por el contrario, es sumamente ágil y entretenida. No tiene velocidad Hollywood, claro, y eso también funciona, porque se apoya en algo tan básico (y tan olvidado, añadamos) como la construcción de caracteres. Muchas escenas que parecen superfluas, en realidad esconden detalles que más adelante se harán significativos en la trama, de manera que es preferible verla con mucha atención. En definitiva, estamos ante un thriller muy bien confeccionado, en donde una cosa lleva naturalmente a la otra. No hay vueltas de tuerca significativas porque el guión no basa la tensión en el misterio sino en el suspenso, en con qué otra cosa va a salir Ripley después, a medida que la situación se va enredando cada vez más y más y más. Esto tiene como consecuencia que no es mucho lo que se puede adelantar de la trama, por supuesto.
-- Morbo. Y es que ya os conozco, pandilla de pervertidillos. Ya decíamos que la peli tiene un más que fuerte contexto criptogay, muy al estilo de las pelis de Hitchcock. Llega un minuto en que la atmósfera alrededor de los personajes, todos muy pulcros y elegantes ellos, se torna bastante malsana, en un contexto tan conservador como los '50s. En esto, la peli resulta muy potente, gracias a la vieja técnica del sugerir sin mostrar, claro.
-- Las actuaciones están muy bien. No es que nadie se vaya a sacar el Oscar aquí ni mucho menos (de hecho, fue nominada a cinco calvos dorados, pero no le entró ninguno... sí, doble sentido rastrero mi chiste aquí). Aunque por supuesto competía con el drama supuestamente-rompedor-pero-conservador-hasta-la-médula que era "Belleza americana", así es que ni caso. Pero volviendo a los actores, Matt Damon está muy bien como ese Tom Ripley medio mortecino, asocial y amoral, con Jude Law perfecto dándole la réplica. Gwyneth Paltrow hace más o menos su rol de siempre, y tener a Cate Blanchett de secundaria en el elenco es un pequeño lujo como de costumbre. Y por si quieres más morbillo tienes a Philip Seymour Hoffman, haciendo uno de esos personajes bordes que tan bien se le dan. Ya para la parte final, el papel creciente de Jack Davenport en un rol bastante distinto al más popular suyo (el pijillo Norrington en "Los Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra" y secuelas) le añade mucho calor humano a la trama.
-- La escena final. Mein Gott, esa escena final... En manos de cualquier cineasta del tres al cuatro, hubiera sido despachada como una idiotez. Pero tratándose de esta peli, es claro que Minghella despertó muy inspirado. Esto es opinable por supuesto, pero servidor quien esto escribe se quedó congelado viéndola, porque es... sobrecogedora. No adelantaré más, por supuesto (y si alguno de los lectores de Cine 9009 se le ocurre comentarla, PÓNGANLE UN AVISO DE SPOILER, CARAMBA).
IDEAL PARA: Ver un estupendo thriller sicológico que no intenta abusar de los clichés del Hollywood de toda la vida.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli, VER CON PRECAUCIÓN PORQUE TIENE MÁS DE ALGÚN SPOILER [en inglés, sin subtítulos].
-- Parrandeando en Italia [en ingl... er... italiano, sin subtítulos].
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1999,
Años 50,
Asesino Psicópata,
Italia
domingo, 13 de mayo de 2012
"South Park" (1999).
-- "South Park: Bigger, Longer & Uncut". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Trey Parker.
-- Actuación: Trey Parker, Matt Stone, Mary Kay Bergman, Isaac Hayes, Jesse Howell, Anthony Cross-Thomas, Franchesca Clifford, Bruce Howell, Deb Adair, Jennifer Howell, George Clooney, Brent Spiner, Minnie Driver, Dave Foley, Eric Idle.
-- Guión: Trey Parker, Matt Stone y Pam Brady, basados en la serie de televisión creada por los dos primeros.
-- Banda Sonora: Marc Shaiman.
-- "South Park" en IMDb.
-- "South Park" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
A los cines yankis, como los del perdido poblado de South Park por ejemplo, llega... ¡horror! ¡Una peli extranjera! Pero como es canadiense y la suponemos hablada en inglés (que Canadá también tiene su lado francófilo, para demostrar tolerancia hacia los gays), la peli pasa. ¡Y qué peli! Básicamente se trata de Terrance y Phillip dándose de cuezcazos toda la proyección. Los niños recurren a una estratagema para ver esta peli pedorreta (literalmente pedorreta en este caso, además de un vocabulario que los pechoños de rigor llaman "no apto para menores"), y después salen voceando todas las lindas novedades que han aprendido adentro. Los careperchas de toda la vida ponen entonces el grito en el cielo, y, ¿a quién le echarán la culpa? ¿Al Colegio por tener un pésimo sistema educativo? ¿A los medios de comunicación por promover el lenguaje soez? ¿A ellos mismos por ser malos padres y no darse el tiempo de educar a sus hijos? ¡Por supuesto que no! ¡Culparán A CANADÁ! El problema es que la economía de Canadá depende en un 30% de la exportación de la franquicia de Terrance y Phillip, de manera que un baneo internacional equivale a una declaración de guerra. ¡Y estalla la guerra entre los Yueséi y Canadá! ¡Por una movie! Y se pone peor. Porque una antigua profecía relacionada con la guerra está por cumplirse, y pronto emergerá desde los infiernos, para regir la Tierra... ¡¡¡SATÁN!!! Y peor aún... ¡¡¡ACOMPAÑADO DE SADAM HUSSEIN!!!
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Aunque ustedes no lo crean, mis estimados, había un tiempo en que los monitos eran... ¡para niños! Había una época en que en los dibus la gente... ¡no se lastimaba! ¡Ni salpicaba sangre! Claro, mataban chorrocientos millones de dólares en maquinaria en "G.I. Joe" y similares, pero nadie moría, no vaya a ser cosa que los pobrecitos niños se traumen. Hasta que irrumpieron "Los Simpsons". Y con ellos vino la moda de los monitos para adultos: "Dinosaurios" (bueno, no eran monitos, era animación en plasticina), "The Critic", "Ren y Stimpy"... muchos de los cuales ahora se exhiben "para niños", y es que los tiempos evolucionan una barbaridad, pero bueno, en sus inicios se supone que no eran para infantes sub-60. Pero la que llegó para quedarse fue, sin duda, la longevísima "South Park". Esta serie es casi surrealista, incluso dadaísta, en un respecto: burlarse de todo y de todos sin conmiseración. En una época en donde burlarse del sistema pasó a ser políticamente correcto (eran los '90s, ¿vale?), ellos no sólo se burlaban del sistema, sino que también se burlaban de quienes se burlaban del sistema. Con el éxito de la serie televisiva original, era obvio que tenía que llegar más tarde o más temprano la peli. Al revés de "Los Simpsons: La película", que se dejó estar 18 años antes de llegar al aire como un manotazo de ahogado antes de que los cancelaran (pero media década después aún siguen dando guerra, salto a secuencia de créditos HD mediante), "South Park" la peli salió en el peak de su serie madre, con apenas dos o tres temporadas en el cuerpo.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Paso a paso, dijo el chulopiscinas. Primero que nada, la peli de "South Park" toma para sí y repite mucho de las virtudes, pero también de los vicios, propios de su serie materna. Existe un constante malentendido cultureta que identifica "establishment" y "convencionalismo" con "decencia" y "buenos modales", asociación que se suele dar, claro está, pero no es una igualdad matemática precisamente, y que por lo tanto para ir de rupturistas tratan de ser indecentes y coprolálicos. Mientras que "Los Simpson" dieron cátedra de elegancia y cinismo criticando a la sociedad yanketa (en sus primeras temporadas, al menos), demostrando que se puede criticar a la sociedad con feísmo y a la vez con elegancia, en lo de "South Park" las más de las veces se suelen pasar de rosca con el feísmo (feísmo visual, pero también feísmo lingüístico, temático, etcétera). Al final, en su afán de ser rompedores, terminan muchas veces rompiendo contra ciertas normas elementales de buen gusto. Seguro que hay muchas cosas malas en el convencionalismo, pero también seguro que NO TODO es negativo en el convencionalismo, y por lo tanto ser rupturista a ultranza puede ser tan malo como ser un dinosaurio conservador, aunque por extremos distintos. Este vicio, que lastra muchos capítulos de "South Park", también se traspasa a la peli. La peli trata de ser un fino metatexto dirigido en contra de los detractores de "South Park": es evidente que la estúpida y feísta peli de Terrance y Phillip siendo procaces y arrojando ventosidades al aire, es un trasunto de la propia serie de "South Park", y ridiculizando a quienes atacan a la peli y cantan "Blame Canada", están de paso satirizando a sus propios detractores. Los fanáticos de "South Park" deben haber recibido esto con orgasmos (coprofágicos) de emoción, pero para el resto de la platea, que no está ni demasiado allá ni demasiado acá, esto puede sonar a provocación gratuita. La peli trata de ser irónica, pero deviene en sarcástica (sí, ambas palabras no son intercambiables, hay un matiz muy sutil entre ambas, busquen el diccionario de la RAE y entenderán a lo que me refiero...). Además, tanto por elaboración como por intenciones, la peli es casi un capítulo larga duración de la serie televisiva, por lo que mucho del humor que funcionaba bien en apenas media hora de metraje, alargado hasta las dimensiones de un largometraje se vuelve reiterativo y aburrido. Pero resumiendo, y saltándonos el siempre espinoso problema de "una cosa es libertad y otra es libertinaje", se supone que ésta es la sección de ¿por qué verla?, así es que centrémonos en eso. Bueno, la respuesta a este acápite es: depende. ¿Eres la clase de persona que se siente un poco incómodo con el humor pasado de roscas y con el humor de waterclós? Entonces definitivamente este elemento de "South Park" saboteará por completo la peli para ti. Pero si consideras que no hay problema en llegar hasta la coprolalia si de ser rupturistas se trata, entonces te disfrutarás la peli como chino. ¿Y yo? A mi no me pregunten, yo sólo soy un gato detrás del teclado. ¿Han visto alguna vez a un gato alegrarse o mandarse a cambiar por un chiste de pedos, acaso...? No olviden que nosotros los miembros de la especie Felis Catus, que tan remilgados podemos ser en algunos respectos, somos también una especie que nos lavamos las bolas con nuestra propia saliva, para que no digan que no estamos bien con Dios o con el Diablo...
-- Más allá del contexto individual, la peli tiene algunos hallazgos interesantes. Presentar a Satán como alguien bueno y dulce en el fondo está un poco manido, pero verlo sodomizado por Saddam Hussein sí que está bueno (y, tomen nota, la peli es de 1999, como media década antes de que colgaran al pringao ése en Irak). La manera en que los chicos entran al cine en primer lugar, es una pequeña joya de perrería social. Y aunque la secuencia de Kenny en el ultramundo no tiene mucha gracia (parte importante del gag de "¡Oh, Dios mío, han matado a Kenny!" era que justamente se limitaba a eso, un gag, y explorarlo más allá es uno de los grandes errores de la peli), su resolución final sí que es algo que le debería tocar la fibra a cualquier southparkero de pro que haya por allá afuera. Bueno, después vino la saga de Mysterion Rises y... well, another story.
IDEAL PARA: Fanáticos de "South Park", coprodictos de toda la vida, y lectores habituales de "Vicisitud y Sordidez".
P.D.: Por si a alguien le interesa. En la opinión de su seguro servidor el General Gato, las ideas y planteamientos filosóficos de la dupleta Parker/Stone están mucho mejor desarrollados en la peli "Team America: World Police", en donde no tenían el lastre de una serie televisiva a la cual ceñirse, para poder crear con entera libertad.
VIDEOS.
-- "Blame Canada!" [en inglés, subtítulos en español].
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1999,
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domingo, 14 de febrero de 2010
"El engendro" (1999).
-- "The Astronaut's Wife" (título original en inglés), "La cara del terror" (España), "La cara oculta" (Argentina), "El engendro" (Venezuela). Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Rand Ravich.
-- Actuación: Johnny Depp, Charlize Theron, Joe Morton, Clea DuVall, Donna Murphy, Nick Cassavetes, Samantha Eggar, Gary Grubbs, Blair Brown, Tom Noonan, Tom O'Brien, Lucy Lin, Michael Crider, Jacob Stein, Timothy Wicker.
-- Guión: Rand Ravich.
-- Banda Sonora: George S. Clinton.
-- "El engendro" en IMDb.
-- "El engendro" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
En un matrimonio de jóvenes felices, tan felices que ya nos olemos la tragedia, si esto es Hollywood a fin de cuentas, uno de ellos es llamado para ir al espacio. Exacto, es un astronauta. El caso es que el boy sube al cielo... y como puede pasar alguna vez, se pierde contacto por dos minutos con él y su compañero, mientras están de caminata espacial. El contacto se restablece, por suerte, pero algo ha pasado. Los chicos bajan del espacio, y son iguales... pero diferentes. El otro astronauta no ha salido tan bien librado porque es más viejito, y ya sabemos lo que pasa con los viejitos, que aguantan lo menos (por algo el target demográfico de Hollywood es el 14-25). El caso es que se muricia, y luego la señora, seguramente presa de la depresión, también decide que acabar con sus días no es tan malo. La chica del matrimonio, que tiene a su maridito vivo, se da con una piedra en el pecho, pero de inmediato hay un cambio. Resulta que el astronauta decide que ya ha tenido suficiente del espacio, que si la cuentas una vez puede que no la cuentes dos, y acepta un puestazo de esos con chorrocientos millones de dólares de sueldo para diseñar aviones. La esposa dice que bueno, que lo apoyará, que buscará trabajo en Nueva York (son de Florida...). Pero las cosas se van haciendo cada vez más raras y distorsionadas. ¿Estará loca nuestra chica prota? ¿Seguirá siendo su maridito el mismo de siempre? ¿Qué diablos ha pasado en esos dos minutos en que la Tierra perdió contacto con la cápsula espacial? Bueno, no hay que ser demasiado adivino para ver por dónde van los tiros.
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Había una vez un tipo llamado Rand Ravich, que aparte de escribir cosas como "Candyman 2" y otras cosas semejantes, un día tuvo su oportunidad de saltar a la pantalla grande. Rogando porque a esas alturas del partido nadie se acordara de haber visto una serie B llamada "Me casé con un monstruo del espacio exterior", escribió un guión calcadito, sólo que en este caso al monstruo del espacio exterior no le daba la gasolina para alcanzar la Tierra, y tenía que conformarse con posesionarse de algún cuerpo humano que hubiera podido ascender hasta el espacio exterior. Y de esta manera se las arregló para dirigir lo que en definitiva era un proyecto suicida: una de Sci-Fi en que no hubieran grandes efectos especiales, y en donde todo el peso de la trama descansara en el drama. Pasó lo que tenía que pasar: el público acostumbrado a "CF = naves espaciales + rayos lásers" le dio vuelta la espada, la peli se dio un batacazo padre, y aunque en Hollywood se han visto muertos cargando ataúdes, el caso es que a la fecha, más de 10 años después, al señor Rand Ravich nadie le ha vuelto a confiar una cámara, como no sea en los cumpleaños familiares (bueno... suponemos).
¿POR QUÉ VERLA?
-- Por una vez en la vida, y al contrario de la mayor parte de la crítica, que pone esta peli a parir, en realidad no es tan desdeñable como pudiera parecer. La premisa de la peli es bastante simple, y a pesar de que hay un contexto de Ciencia Ficción, el foco no está puesto ahí, sino en el drama de un matrimonio derrumbándose (de hecho, el final muy de CF, que además contradice de manera absurda una de las premisas de la peli, y con FXs que para los estándares de 1999 era cutre, y no digamos ahora, vino impuesto por los productores, no por el director). En el fondo, y al igual que "Me casé con un monstruo del espacio exterior", la historieta de Ciencia Ficción es un pretexto para mostrar uno de los más profundos miedos que puede sufrir una persona: hacer vida en pareja con un tipo o tipa al que quieres y respetas y admiras, para que de pronto, cuando le diste toda tu confianza y amor, ese tipo o tipa se reconvierte en un perfecto extraño que para colmo empieza a sicopatearte. No me digan que nunca han tenido esas cosquillitas de temor al pensar en eso. Una peli así debía sostenerse por fuerza en los dos roles protagónicos, que en este caso caen en manos de Johnny Depp y una por ese entonces ascendente Charlize Theron, que en verdad están superlativos, cada uno en su respectivo papel. Además, la peli tiene un ritmo bastante insidioso, partiendo de una manera muy suave, y degenerando poco a poco en el thriller cienciaficcionero de rigor. Y todo eso, rodado de una manera suntuosa y elegante, sin caer en el culturetismo ni pasarse de preciosistas. Quizás la principal debilidad de esta peli, lo que me impide recomendarla como un must-see a secas, es un guión que debió haberse pulido un poco más. En todas estas maravillas fílmicas, chirría lo suyo que el desencadenante de todo el asunto es el típico personaje del que todos dicen que está loco porque dice la verdad y nadie le cree, y que al final resulta que tiene razón, o si no, no tendríamos peli por delante. Pero aún así, es una peli decente y vale la pena verla. O por lo menos, vale la pena mucho más que otros engendros (ahora sí) que pupulan por la cartelera, y que obtienen mucha más publicidad e incluso (¡el horror!) más atención por parte de un público demasiado embrutecido como para tratar siquiera de apreciar una peli que se esfuerza por ser diferente. Si no por los resultados, entre mediocres y discretos, esta peli sí debería ser apreciada al menos por sus intenciones, que con nobleza se esfuerzan por dignificar un producto y tratar de sacarlo de los estándares de la peli cienciaficcionera de Hollywood de toda la vida. Y eso se agradece.
IDEAL PARA: Ver una interesante metáfora cienciaficcionera sobre qué pasa cuando repentinamente pasas a estar durmiendo con el enemigo.
OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL ENGENDRO":
-- "La cara del terror (The Astronaut's Wife)" en Claqueta.es.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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jueves, 24 de septiembre de 2009
"Las vírgenes suicidas" (1999).
-- "The Virgin Suicides". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Sofia Coppola.
-- Actuación: James Woods, Kathleen Turner, Kirsten Dunst, Josh Hartnett, Michael Paré, Scott Glenn, Danny DeVito, A.J. Cook, Hanna Hall, Leslie Hayman, Chelse Swain, Anthony DeSimone, Lee Kagan, Robert Schwartzman, Noah Shebib, Hayden Christensen, Giovanni Ribisi (narrador en off).
-- Guión: Sofia Coppola, basada en la novela de Jeffrey Eugenides.
-- Banda Sonora: Air.
-- "Las vírgenes suicidas" en IMDb.
-- "Las vírgenes suicidas" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Esta es una de esas pelis "X años atrás", que en este caso son 25, y como la peli es de 1999, podemos situarnos cómodamente en 1974. Todo bonito, todo plácido, pequeña comunidad linda pija aristócrata yanki... Hasta que a una niñita Lisbon se le ocurre tratar de despacharse al otro mundo. Desde que los Lisbon se mudaron al barrio, éste se revoluciona con las cinco chicas Lisbon, todas en esa edad terrible en que se transforman en monstruos de autorreferencia, o sea los 13-17, más o menos (algunas después no evolucionan, siguen siendo monstruos autorreferentes y se transforman en protagonistas de la farándula o en cineastas culturetas, pero eso es aparte). Bueno, estaba en lo de las chicas Lisbon. Las pobres viven recluidas con esas terribles criaturas republicanas que son sus padres, muy conservadores ellos y también muy querendones: la clase de viejos que te dicen que te quieren mucho y te miman mucho, pero de refilón te insinúan que las reglas son las reglas, y te las imponen con todo caramelo para que te sientas muy mal por romperlas y quebrarle el corazón a papi. Resulta que después de haber tratado de cepillarse, el psicólogo, con esa calma "yo lo sé too, pa' eso soy psicólogo", da la recomendación genial de armarle una fiesta a la más chica. Los papis, que son muy querendones, bueno, por qué no, a pesar de que eso de las fiestas, pues no, miren, no sé, a las fiestas llegan hombres, qué van a decir nuestros vecinos... Y en medio de la fiesta, resulta que la criatura festejada tiene el mal gusto de retirarse, subir a su habitación, y hacer el Coyote arrojándose al vacío. El asunto queda caratulado como accidente, pero la familia aguanta estoicamente, porque como lo dije, son republicanos de pro, ultracatólicos conservadores, así es que todas esas penitas hay que pasarlas sin aspavientos, qué van a decir los vecinos, joer. Pero ya al comienzo de esta peli nos han advertido, porque es una de esas tipo "recuerdo que en mi niñez"... Las otras cuatro también están en la picota, y a la larga también acabarán suicidándose. Qué desperdicio, ñap. Y no me digan que no lo sabían, si por algo el título habla de vírgenes y de suicidas, ¿eh?
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Esta peli estará asociada de manera inmortal, para bien o para mal (probablemente más para mal, y eso a riesgo de alienarme los afectos de los culturetas de pro), a la hercúlea y nepótica figura de Sofia Coppola, la cineasta que sería una más del montón de no ser por los buenos oficios de su papi, el poderoso Francis Ford Coppola, que quién sabe cuantos palillos habrá movido en Hollywood (quizás no tantos como se piensa), pero de que llevaba a su criatura a las fiestas de Hollywood para que se enchufara con productores y actores, no me creo que no lo hiciera. Ya desde bebita, papá Francis, con empeño ítaloamericano, le había marcado el camino haciendo que interpretara al bebé del cappo di tutti cappi Michael Corleone en "El Padrino" (luego dicen que la vida no imita al arte), y luego de algunos berruntes por aquí y por allá, la terminó reclutando en reemplazo de Winona Ryder en "El Padrino III". La maniobra nepótica no funcionó demasiado bien, Sofia Coppola se llevó la rechifla de su vida, y desde entonces juró que nunca más iba a ponerse delante de una cámara a ser abucheada así: lo suyo iba a ser estar DETRÁS de la cámara y mandar a los demás lo que tienen que hacer, que para algo tengo sangre italiana y soy una Coppola, per la Madonna santa (es lo que tienen los italianos: en su Patria no ganan una guerra ni con la ayuda amistosa de los Panzerdivisionen, y en el extranjero quieren ganarlas todas). Después de algunos años vagando por el limbo, la buena estrella volvió a sonreir a Sofia Coppola, cayéndole en las manos este guión. Hagamos un poco de memoria sobre cómo eran las cosas en 1999. En aquel tiempo en que el Presidente de los Estados Unidos gozaba felaciones en horarios de oficina y los britrockeros caminaban sobre las aguas, estaba muy de moda en el flanco contracultureta un individualismo extremo de fuerte tendencia depresiva (en el 2000, tres cuartos de lo mismo, pero con la estética animé imponiéndose progresivamente sobre la oscuridad DarkGothEMO). Una peli como "Las vírgenes suicidas", ambientada en el middle-'70s (década fetiche para los '90s, y si no díganselo a Nirvana, que se copió medio catálogo de Kiss y el Punk) tenía que caer en terreno fértil. Que el resultado sea asfixiantemente cultureta, y decididamente sobrevalorado, es lo de menos. Lo importante es que otra vez la Bambina De Los Mios Occhios, la No Tan Bella Ragazza Coppola, estaba otra vez al tope de la bandera. Después de la autorreferencialidad de "Las vírgenes suicidas" vendría la autorreferencialidad de "Perdidos en Tokio" y "María Antonieta". Aunque quizás, pensándolo bien, no sea tan malo. Después de todo, sin la Madrina Coppola, quizás no estaríamos hoy en día hablando de Kirnsten Dunst o Scarlett Johansson...
¿POR QUÉ VERLA?
-- Existen dos clases de obras de arte. Una de ellas es la que dice "no miren al Mensajero, el Mensaje es importante", que tratan de entregarte un mensaje y que lo digieras bien digerido. En las otras te dicen "el Mensaje es intrascendente, adora al Mensajero", que son las clásicas obras culturetas de quienes se creen tan inteligentes, que tienen una excelsa opinión de todo zurullo que se les ocurra cagar, y no comprenden que el resto a lo mejor prefiera zurullos un poco más almibarados y con más polvo de rosas, por favor... Bien, después de esta disertación coprofágica, ¿dónde cae la Coppola? Exacto, cae del lado cultureta. Todas sus pelis tratan sobre pobrecitas mujeres incomprendidas, que no son frívolas ni tontas según ellas mismas (¿y según quién más?) sino que tienen una sensibilidad exquisita que deben esconder dolorosamente del mundo debido a las malignas gentes alrededor que las reprimen con su incomprensión. Este conflicto se repite calcado entre las hipersensibles hijas Lisbon y sus ultraconservadores padres en "Vírgenes suicidas", entre la pobrecita esposa joven de "Perdidos en Tokio" con su distante marido, y entre la frívola no-tan-tonta-déjenme-ser reina adolescente versus la Malvada Corte de Versalles en "María Antonieta". Esto es, por supuesto, calcado a la biografía de la Coppola, a quien en su juventud nunca le reconocieron sus berrinches artísticos, que creció en medio del individualismo alternativo cultureta noventero, y que ahora se desquita torturándonos con sus doncellas insufriblemente buenas, insufriblemente sensibles, insufriblemente incomprendidas, etcétera. Bueno, al menos las vírgenes suicidas tuvieron los cojones (o los ovarios, mejor dicho) de suicidarse, algo que no pudieron hacer la prota de "Perdidos en Tokio" ni María Antonieta. Si partimos de estas coordenadas, es fácil adivinar por qué esta peli impresiona por su acabado técnico, pero a medida que transcurre, se va desinflando progresivamente hasta que dudemos sobre qué demonios trata de decirnos en realidad. No pierdan el tiempo tratando de entenderla: no hay Mensaje. O si acaso hay alguno, es el siguiente: no maltraten a las chicas adolescentes desvalidas con sentimientos, que algún día podrían crecer y transformarse en cineastas que los castigarán infligiéndoles pelis egóticas y autorreferentes como las de Sofia Coppola. En esto del Culto al Líder, al menos Stalin lo hacía con más pompa e himnos más entretenidos...
-- La historia, ¿qué decir de la historia...? Tengo entendido que no sólo adapta una novela, sino que es una adaptación muy fiel a la novela. Maldición. Generalmente cuando adaptan novelas al cine, las destazan y destripan hasta convertir grandes monumentos literarios (o al menos decentes pasarratos) en bazofias intragables que para colmo se cagan en el mensaje (segunda vez que saco una referencia coprológica reseñando una de Coppola, ¿será alguna clase de señal?). En este caso, que por una vez en la vida hubiéramos agradecido que se le faltara el respeto a la novela y se traicionara su esencia en pos de hacer algo más condensado y con sentido, optan por seguirla a la pata de la letra. Hasta la mitad de la peli, todo marcha más o menos bien. Tenemos sus arranques culturetoides por parte de la Coppola, pero todo luce más o menos en control. Uno puede aceptar que el psicólogo sea una caricatura porque aparece dos segundos y listo (Danny De Vito, cagándose en... ahí está otra vez la referencia coprológica... cagándose en su rol de "La guerra de los Roses"). Uno puede aceptar que el suicidio de la primera chica no tenga explicación. Uno puede tomar como una advertencia sobre el monumental ego de Sofia Coppola, que la primera suicida le diga al médico "usted nunca ha sido una chica de trece años", con autorreferencialidad insufrible, porque todas esas mocosas son exactamente así (a ratos pareciera que la Coppola nunca superó los trece). Pero hay una progresión narrativa, y los hechos se van concatenando con cierta lógica. Pero después de la secuencia de la fiesta, más o menos a mitad de peli, el asunto se torna de una imbecilidad manifiesta, y los personajes se empiezan a comportar todo lo forzados que pueden para que entendamos bien el mensaje (repito: no putear a las niñas hipersensibles, pobrecitas ellas). Al final, como nos lo prometieron al principio de la peli, las chicas se suicidan, y la gran sensación que queda no es tragedia ni sufrimiento, sino "¡¡¡AL FIN!!!". Sí, la ví entera, así ustedes no tienen que hacerlo.
-- El acabado técnico es, como decíamos, impecable. Al menos. Sofia Coppola opta por una narración discreta y tranquila, sin alardes de gran cineasta, en lo que a este rubro se refiere. Las actuaciones son bastante buenas, destacando por supuesto los sempiternos Kathleen Turner y James Woods como los padres conservadores que esconden la manopla de hierro debajo del guante de terciopelo. Pobre Woods, verse obligado por el guión a hacer el mongo oliendo y hablándole a unas plantitas en el Colegio, en una de las escenas más cretinas de todo el filme. Kirnsten Dunst está ahí para poner caritas, y si bien se ve sabrosa en algunas escenas, en otras destaca su físico asténico, y bueno... Ah, sí, estaba hablando de su perfomance como actriz... Bueno, su físico se ve asténico, quedémonos en eso. Josh Harnett aparece lo justo y preciso, hecho un crío. Las otras cuatro chicas Lisbon están casi para hacer bulto, justificando de este modo la penosa carrera posterior de las cuatro actrices que les dan vida (es un decir). En general las actuaciones son eficientes, pero sirven a personajes, ¿cómo decirlo? sin verdadera substancia. ¿Por qué? Lo repito: no están ahí para transmitir ningún personajes, sino que son Peones movidos por la Gran Ajedrecista Coppola para mostrarnos que es la futura Kasparov o algo así. Qué vergüenza. En cuanto a la banda sonora, está aceptablemente bien. (Por cierto, ¿cómo es que padres setenteros tan ultraconservadores dejaron al personaje de Kirnsten Dunst tener un disco de esos malditos satánicos de Kiss?).
-- ¿Qué queda al final del día? La sensación de haber visto una peli a punto de ser buena, a punto de ser especial, a punto de ser cálida... A punto de no ser porque para pasar a ese nirvana de los bienaventurados cinematográficos, primero debemos inclinarnos frente al altar monolito de Sofia Coppola. Si lo hacemos, entonces gozaremos de la gracia de vernos bendecidos en la comunión espiritual cultureta con los valores individualistas y de tolerancia emocional que predica la peli. Parece que la Suprema Pontífice Coppola no ha aprendido que las mejores pelis son las que consiguen ese mismo efecto, pero permitiendo rodear al director por varios caminos para apreciar mejor la obra final desde el propio punto de vista. No es casualidad que la peli termine con una Fiesta Asfixia: al final nosotros somos los asfixiados. Por lo menos, no he visto nunca a nadie tan consecuente que diga "¡Amo la peli de las vírgenes suicidas de nuestra Diosa Coppola!" y después haya ido corriendo a inhalar monóxido de carbono hasta la muerte por anoxia...
IDEAL PARA: Llevar oro, incienso y mirra a los altares de Sofia Coppola y dárselas de cultureta entre ciertos círculos post-Grungies.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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1999,
Angst Adolescente,
Años 70,
Suicidio
domingo, 23 de agosto de 2009
"Hombres Misteriosos" (1999).
-- "Mystery Men". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Kinka Usher.
-- Actuación: Hank Azaria, Ben Stiller, William H. Macy, Geoffrey Rush, Janeane Garofalo, Greg Kinnear, Tom Waits, Paul Reubens, Claire Forlani, Eddie Izzard, Kel Mitchell, Wes Studi, Lena Olin, Ricky Jay, Louise Lasser.
-- Guión: Neil Cuthbert, basado lejanamente en el cómic de Bob Burden.
-- Banda Sonora: Stephen Warbeck.
-- "Hombres Misteriosos" en IMDb.
-- "Hombres Misteriosos" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Es un glorioso día (o noche) para los ciudadanos de Champion City. Todo debería ir de maravillas, pero ahí están los malandrines de toda la vida, listos para amargarles el tocho a unos pobres ancianitos que sólo están tomando número para ser atendidos en el mesón del Más Allá. Pero... ¡ah! Ellos no contaban con... ¡El Hombre Pala! ¡Y el Rajá Azul! ¡Y el Furioso! Nuestro heroico trío de héroes se les enfrentará, y... Bueno, recibirán una paliza de campeonato hasta que llega el Capitán Asombroso a ponerle las peras a cuatro a los malandrines y decirle a los otros tres héroes aquello de "kids, soy un profesional, por favor no hagan esto en casa" (listo, ahí tienes a las pequeñas ladillas tirándose de un séptimo piso para hacer el Superman). El orden de Champion City está una vez más garantizado, pero, hmmmmmm... hay un problema. ¿Qué pasa con el principal héroe de la ciudad si es que ya no hay villanos a los cuales heroizar...? Y no es un tema metafísico, oh no, no se piense tal. Se trata del money, de que los sponsors se están retirando porque el Capitán Asombroso ya no es tan asombroso si no copa buenos titulares de periódicos... Así es que después de un sesudo estudio de mercado (bueno, en realidad después de pensarlo un poco) el buen y sibilino Lance Hunt (el alter ego de nuestro monetarístico Capitán Asombroso) decide que va a arreglárselas para soltar a Casanova Frankenstein, un peligroso supervillano que está encerrado bajo siete llaves en el lococomio de Champion City. Sería gracioso de no ser porque la CIA financió del mismo modo a Saddam Hussein y a Osama bin Laden, y después no encontraron qué hacer con ellos. En fin, volviendo a la peli: Casanova Frankenstein vuelve a las andadas, y cuando el Capitán Asombroso va a capturarlo, Casanova Frankenstein se las apaña para devolverle la tortilla (no sexualmente hablando, valga la aclaración) y lo captura a su vez... Ahora, la única esperanza de Champion City está en nuestro trío de frustrados héroes (recordemos: el Pala, cuyo superpoder es usar la pala, el Furioso, cuyo superpoder es volverse muy furioso, y el Rajá Azul, cuyo superpoder es lanzar cubiertos de mesa...). Estamos aviados. God help us. Yo mejor me voy de Champion City. Hay una amplia gama de lugares en el mundo donde las cosas podrían ir mejor: Basora, la franja de Gaza, la jungla colombiana, Chechenia...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Durante años, los superhéroes fueron un tema reservado para frikis. Eso cambió con "X-Men", "Spiderman" y "Batman inicia", por supuesto, pero estamos en la época anterior a dichas pelis. A pesar de que héroes como los de King Features (Flash Gordon, Mandrake el Mago, el Fantasma Que Camina) ya eran prototipos de lo que será después el superhéroe, el primero propiamente tal es Superman. Desde entonces los superhéroes forman parte de la cultura popular, blah blah blah. Pero como ante todo son un negocio editorial y tienen que estar sus aventuras mes a mes en los kioskos y cuevas de comiqueros durante los últimos 70 años (en serio, hay gente que ha nacido y muerto dentro de ese período de tiempo), los guionistas han tenido que olvidarse del tema, ehm, "artístico", tratarlos como un negocio, y fabricarlos de manera formateada. Un cómic regular de Batman o Superman de los '40s o '50s seguía siempre calcado el mismo esquema: 1.- Ciudad tranquila, 2.- Supervillano da un golpe (usualmente atraco a banco o joyería), 3.- Supervillano se regodea en su madriguera con sus secuaces con el botín, y de paso demuestra estar un poco pirado, 4.- Superhéroe se pone en campaña, 5.- Superhéroe llega a la madriguera secreta, 6.- Superhéroe es parado por alguna argucia de los malos malosos, 7.- Superhéroe se sobrepone al golpe sorpresa de los villanos y pone a los malandrines tras las rejas. Y vuelta a empezar. Esto originó entonces una poderosa industria de clichés. Nada de raro que en los '90s, junto con joyas como "Batman" y "Batman regresa", haya empezado a pensarse en serio en el tema de burlarse de las pelis de superhéroes. "Hombres Misteriosos" lo intentó. Con malos resultados de taquilla (tan pobres que en Chile alcanzó a estrenarse en Santiago, en uno o dos cines, según tengo noticias, y nunca llegó a regiones, y eso que en esa época ya teníamos multicines en Viña del Mar y Valparaíso). Porque esta peli no era para público masivo, sino para frikis capaces de entender los chistes (un sector demográficamente irrelevante en aquellos años, y un tanto menos ahora) y además con sentido del humor para encajarlos (aún menos, si es que hay alguno). Algún día deberíamos levantarles un monumento a todos esos heroicos mártires del negocio de la producción de pelis en Hollywood, que renunciando a forrarse de pasta con un gran superestreno blockbustero repleto de FXs al estilo Michael Bay, sacrifican su dignidad, su reputación profesional, en algunos casos su vida, y lo que es peor de todo, su dinero, para entregarnos pelis que nadie verá, pero que los pocos que vean, serán bendecidos por haber visto algo nuevo, algo diferente, algo más delicado que el cine chatarra para las masas. Yo aporto mi escudilla repleta de Whiskas para la colecta, ¿quién más se suma...?
¿POR QUÉ VERLA?
-- Seamos honestos, esta peli envejeció lo suyo desde 1999. Partió su carrera como fracaso comercial, después devino en peli de culto (básicamente porque no la vio nadie, condición esencial para que sea de culto, porque si la vio todo el mundo, pierde el carácter de Biblia para una secta de acólitos frikófagos), y en la actualidad, incluso su carácter de peli de culto está deslavándose. No es su culpa. Esta peli se burlaba de todas las convenciones del cine de superhéroes del siglo XX, y ya estamos en el XXI, y se han producido varias pelis de superhéroes que desmienten eso de que una de tales es entretenimiento barato ("X-Men II", "Los Increíbles", "El caballero de la noche"...). Pero aún así sigue siendo una estupenda peli de superhéroes, poniendo en evidencia todo lo ridículo que tiene el mito del superhéroe. Admitámoslo, dentro de cada demócrata puro de corazón hay un pequeño fascista pugnando por salir, que de buena gana agarraría a esos demócratas que piensan diferente a uno y en nombre de la decencia, la moral, las buenas costumbres, el orden público y la seguridad nacional los haría talco con sus propias manos. Y los superhéroes cumplen con esa necesaria y saludable función social. Por lo que la contradicción del fascista pseudodemócrata se traslada al género de los superhéroes, de manera encubierta en otras pelis, y de manera intencionadamente abierta acá. Ni el supervillano ni los héroes son más que seres humanos comunes y corrientes, y eso hace toda la parábola de la peli: tanto Casanova Frankenstein como el Capitán Asombroso, o el Hombre Pala y su banda, podrían ser nuestros vecinos de junto. ¿Se imaginan ustedes a su ascensorista favorito o a la bella mesera de la esquina, partiéndole la cara a un villano que podría ser tu mecánico o tu conserje de piso...? Y sin embargo todos ellos, cuando ven una peli de superhéroes (o de acción, o de agentes secretos, o cualquiera por el estilo), sale del cine sintiéndose un poco superhéroe, siquiera UN POQUITO superhéroe, aunque en la realidad, pues bien... Así de ridículo es el mito del superhéroe. Y la peli entera es así, intencionadamente, carcajeándose del punto.
-- En cierta medida, esta peli es también una caricatura del cine a lo Tim Burton. Recordemos que en esa época, lo más chupi en materias de superhéroes era el díptico "Batman" y "Batman regresa" de Tim Burton, y "Hombres Misteriosos", para burlarse de los superhéroes, debe burlarse por tanto de la visión del superhéroe que tenía Burton. Algo difícil, porque el propio Burton construye también una muy inteligente desmitificación del mito del superhéroe (más sofisticada y difícil de leer, eso sí, y no muchos espectadores se dieron cuenta de eso, de ahí que siempre critiquen a Michael Keaton como Batman, sin reparar en que la gracia es justamente que un tipo como Michael Keaton jamás podría ser Batman en ningún universo concebible, y eso es pura desmitificación). Por tanto, había que atacarlo en donde se le podía dar, y eso era en la estética exagerada y decadente. Por favor, échenle un vistazo a la gran secuencia en el manicomio, con música pseudo Danny Elfman, una gran caricatura del Arkhan Asylum de la saga de Batman. O ese Casanova Frankenstein construído un poco según el molde del Pingüino de "Batman regresa". O esos trajes ridículos a decir basta...
-- Como decíamos, la peli no se deja tópico superheroico por maltratar. Los héroes de verdad no tienen superpoderes, y el héroe más famoso de todos actúa movido por el vil dinero (bueno, es multimillonario, qué más se puede pedir). El Capitán Asombroso es una burla hiriente en grado sumo de Superman (otro tipo de una moral imposible para este mundo, de tan bueno y noble que es) y de todos los wannabies Ubermenschen con traje spandex. El villano no tiene motivación alguna, simplemente está loco y punto. Y tiene una chica mala que es su fetisha, y que para más inri es la locóloga del manicomio. La banda de villanos son puros frikis. Los héroes son derrotados, y por eso se sumergen en un derrotero espiritual bajo la égida de un supergurú que los guiará de la oscuridad a la luz. Los civiles están de bulto, y no son más que peones dentro del juego de héroes y villanos. El villano construye (¡cómo no!) una máquina del Juicio Final, porque después de todo, es un científico loco. ¿La trama de la peli es inane, no conduce en realidad a ninguna parte, y es un puro relleno de dos horas de duración entre que el villano captura al Capitán Asombroso y la pelea final? Sí, lo es... Esa es la gracia. Esa es la sangrante burla. Todo el relleno entre medio es puro cliché del primer segundo al último. Y listo.
-- El elenco está simplemente asombroso. William H. Macy como el Hombre Pala, está grande como la vida como ese jefe de familia que en el fondo, juega al superhéroe por seguir siendo un niñito y no asumir las responsabilidades de crecer (el sarcasmo final es que, al último, será ésta su motivación para plantar cara al mal... con su pala). Hank Azaria, viejo conocido por su voz para "Los Simpsons" en inglés, es un estupendo Rajá Azul, que ni es rajá (ni británico ni hindú) ni viste de azul, y que se la vive escondiéndose de mamá, en lo que podríamos considerar un brillante guiño al ridículo de Spiderman, salvando siempre a Nueva York y al tiempo impidiendo que Tía May se dé cuenta de quién es... Ben Stiller como el Furioso hace uno de sus mejores roles de comedia, y por Bastet que ha hecho buenos papeles este hombre. Geoffrey Rush, fresco entonces su éxito en la, salvo por él, mediocre "Claroscuro", se saca los zapatos interpretando a Casanova Frankenstein con todos los manierismos propios de un supervillano de opereta al uso (su discurso de apertura en el manicomio ha hecho imposible volver a darle credibilidad a los discursos de villanos, con la probable excepción de Al Pacino como el judío Schylock de "El mercader de Venecia"). Greg Kinnear, entonces famoso por su rol de maricotas en "Mejor imposible", interpreta a un Capitán Asombroso caricaturesco hasta el extremo, y consigue hacerlo el colmo de lo insoportable. Completan Janeane Garofalo, cachondeándose de lo lindo del rol de chica-dura-pero-sensible (sus diálogos con su padre son una pieza maestra de surrealismo, y no es descabellado compararla con Anthony Perkins en "Psicosis"...), Tom Waits como un científico loco muy a lo Brent Spinner en "El día de la independencia", la siempre bellísima Claire Forlani cuando todavía era una joven y desconocida promesa de Hollywood (bueno, ya no es joven, sigue siendo desconocida, y la promesa nunca se cumplió, pero en fin, en esos años aún se podía soñar con ella...), Eddie Izzard como un zafado henchman, Kel Mitchell como el insufrible Chico Invisible (aunque admitámoslo, la peli no sería tal si no hubiera un insufrible dentro del grupo de héroes), Wes Studi bordándola como el enigmático Esfinge (tan enigmático que no le vemos la cara en toda la peli), la ya por entonces veterana Lena Olin como la chica del villano (MILF!!! MILF!!! MILF!!! MILF!!!), y Louise Lasser como la madre del Rajá Azul, en un papel ultracorto, apenas dos secuencias, pero que son de las más emotivas dentro de la peli.
-- Secuencias para el bronce. El Capitán Asombroso discutiendo qué ha pasado con los supervillanos ("¿El Barón Muerte?", "Está muerto"). Las escenas con el desfrikibulizador o como se llame el maldito dispositivo del Juicio Final. El romance del Furioso con la mesera (Claire Forlani, recuerden). La hilarante encuesta a nuevos superhéroes para ver quién puede ser reclutado en las filas ("Soy la Capitana Regla, y lucho contra el mal una vez al mes..."). Todas las secuencias con Janeane Garofalo y su, ehm, "padre"... Todas las enseñanzas del Esfinge. El Hombre Pala despidiéndose de su familia antes de ir a la batalla final. Y la gran batalla final, por supuesto, que aunque esto sea una sátira o comedia, créanmelo, es incluso más divertida y emocionante que las de muchas pelis de superhéroes "en serio".
IDEAL PARA: Reirse a discreción.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
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1999,
Sátira,
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domingo, 17 de agosto de 2008
"El caso Thomas Crown" (1999).
-- "The Thomas Crown Affair". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: John McTiernan.
-- Actuación: Pierce Brosnan, Rene Russo, Denis Leary, Fritz Weaver, Frankie Faison, Ben Gazzara, Mark Margolis, Esther Cañadas, Faye Dunaway.
-- Guión: Leslie Dixon y Kurt Wimmer, basados en el guión original de Alan Trustman para la peli "El caso Thomas Crown" de 1968.
-- Banda Sonora: Bill Conti.
¿DE QUÉ SE TRATA?
¿Es Thomas Crown un tipo confiable? ¿Le mirarías la cara a Pierce Brosnan y dirías "sí, confío en este tipo"...? Hmmmmmm... El caso es que Thomas Crown es una piraña erizada de abogados y conexiones políticas. Lo tiene todo. Salvo un lindo cuadro. Colgando en un Museo. Incomprable. Hasta que un día, llega un simpático caballito de troya hasta las instalaciones del Museo. Bueno, hay una diferencia entre un sarcófago etrusco y un caballo grecoasiático, así es que las autoridades del museo se ponen medio sospechosas. Pero entre burocracia viene y burocracia va, el caballito se abre. Y sale una panda de siniestros eslavos. Los slavish empiezan a hacer cositas aquí y cositas allá, y los sistemas del Museo empiezan a colapsar. Y por esos accidentes accidentosos del destino, aparece Thomas Crown rondando por ahí. Thomasito le dice a un guardia "oye, pues, mira, parece que algo raro está pasando aquí", y se arma la de Dios es Cristo dentro del Museo. Y en medio del todo el caos, Thomas Crown aparece en una sala cualquiera y, ¡ups!, así como que no quiero, por accidente, uno de los cuadros termina en el interior del maletín... Los pillastres acaban sentados en la comisaría, contestando preguntas, mientras que aparece una misteriosa mujer yo-en-control, representando a la agencia aseguradora suiza, que inmediatamente se las apaña para entrometerse con porfía femenina en la investigación. La agente en cuestión, apenas mete su nariz a la licuadora, empieza a oler todas las cosas que están mal, y su pizpireta probóscide le revela de inmediato que Thomas Crown está detrás de todo esto. ¿Por qué? Pues... ¡Porque es Thomas Crown, carajo! El poli a cargo de la investigación, mosqueado por supuesto porque ya quería a la agente para contratar su propia póliza de seguros, pero si le están haciendo el trabajo policíaco por él, pues bien, por qué no... La agente entonces se embarcará en la misión imposible de seducir el pelo en pecho de Thomas Crown, sin terminar ella seducida por él... ¿Quién ganará este juego del gato y el ratón? Ayayay, es que ustedes no han aprendido nada, en el amor, para ganar, hay que sacrificar un poco, y si uno se pone a competir, todo se va al demonio, el odio sólo destruye, sólo el amor es fecundo, hijos míos, aleluya...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
Por allá en 1968 se rodó una peli llamada "El caso Thomas Crown" (en español se ha exhibido también como "Sociedad para el crimen", por si acaso son cazadores de rarezas). La peli tuvo mediana recepción en su época por ser demasiado over-the-top (sí, es cierto, lo era), pero con el tiempo se transformó en pieza de culto, más que nada por lo onderos que se veían Steve McQueen y Faye Dunaway juntos, que por su no muy pulida trama. Pierce Brosnan, que no por nada es también el productor (¿pensaban que la peli lo lucía a él por casualidad...?) quería a John McTiernan en la dirección, él dijo no, luego dijo bueno ya, y cuando vio lo que se traían entre las manos, dijo: "¡Por Dios, es que ustedes no aprenden! ¿Acaso no se dan cuenta de que la original era un latazo? ¡Si la hacen igual, esto se va a pique! Déjenme mostrarles como se hace!". Uno de esos ejecutivos que están ahí por ser el hijo de Alguien, le dijo entonces a McTiernan: "¡Señor McTiernan, no me gusta el tonito en que me está hablando, usted va a resp...!", a lo que McTiernan respondió con tono solemne: "I'm Predator!!! I'm Die Hard!!! I'm Red October!!! And I can tell you, ugly crying kid, I WILL BE THOMAS CROWN!!!", después de lo cual miró a Pierce Brosnan y dijo respetuosamente "bueno, bueno, es metafórico, ambos sabemos que tú lo vas a interpretar, Piercito"... Bien, en realidad no sucedió así (salvo porque McTiernan iba, después no iba y al final fue, eso sí, pero el resto es ficción), pero tanto más hubiera sido así, porque el caso es que McTiernan dijo "esto no funciona, esto tampoco, esto menos... cambiémoslo así, así y asá". Y facturó una peli que no fue un éxito de masas, lo que se dice un éxito de masas, pero si gastó 48 millones y recuperó 71 millones de los verdes sólo en los cines de Estados Unidos, por no hablar de las ganancias planetarias y los derechos sobre el DVD... Y que dio pie para hablar durante años de un eventual "El caso Thomas Crown 2". Quién sabe.
¿POR QUÉ VERLA?
-- Las comparaciones son inevitables, así es que digámoslo desde ya y ahorremos el suspenso. Generalmente, cuando se busca hacer remakes, se hacen sobre esas pelis que han adquirido cierto estatus de culto o clásicos, y eso porque algo de bueno tenían, razón por la que el remake, si es hecho a la rápida y sin inspiración, suele ser mucho más deslavado que el producto original. Sin embargo, en este caso la tenían fácil superando al Thomas Crown original (ya dijimos que el fuerte de "El caso Thomas Crown" de 1968 era la química de los personajes, no la trama), y aprovecharon bien la oportunidad. John McTiernan, hombre que nos ha entregado clásicos del cine popcornero como "Depredador", "Duro de matar", "La caza del Octubre Rojo", "El último héroe en acción" (peli seriamente subestimada) o "Trece guerreros", aquí se aplicó diligentemente a la tarea y consigue que la peli no decaiga en ningún minuto. Y eso, mezclando dos ingredientes que son como agua y aceite para cualquier peli: el suspenso policial (que exige mantenerte tenso en el asiento) y la historia romántica (que exige todo lo contrario, que te relajes y te pongas currucucú mi palomita en tu asiento). Las mejoras vienen dadas fundamentalmente por el lado de la trama policial, que en el original hacía agua por todas partes. Ahora sí que la investigadora de seguros luce como una detective, y no como una flamboyante cuasi parapsicóloga adivinando las cosas por puro "instinto femenino", sea lo que sea eso. También el policía es un hombre digno y esforzado, y no el aburrido y opaco chupatintas de la original. También la idea de robar un Museo da mucho más juego, y viene de McTiernan (en el original, el atraco era contra un banco y era por dinero, no por un cuadro). En general, fue el enfoque McTiernan lo que convirtió a esta peli de un fiasco seguro, en una real pieza de suspenso (que no de acción, si es que esto no es "Depredador" tampoco).
-- Los personajes en general están bien ajustados a sus cometidos. La idea de meter escenas de conversación entre Thomas Crown y su psiquiatra (interpretada por Faye Dunaway, en el infaltable cameo/homenaje a la peli original) es buena y le da nuevos perfiles, y el rol calza muy bien con el sentido flemático del humor de Pierce Brosnan. Rene Russo resultó también una gran opción para la detective de seguros (y pensar que en esos días era la chica adorno de "Freejack", "Arma mortal 3", "En la línea de fuego"... y siguió siéndolo después, qué caray, no es justa la vida...). Denis Leary le confiere una enorme dignidad al policía que es tercero en el triángulo, un personaje que en principio es terrible (no se anota goles ni con la investigación, ni con la detective tampoco), y con eso incrementa la tensión dramática, porque hasta dan ganas de que le toque en algún minuto. Y mencionemos para la trivia que en el rol de Anna "actúan" dos: Esther Cañadas, y su grotescamente hinchado par de labios. Bueno, por algo ni Esther Cañadas ni sus grotescamente hinchados labios tuvieron carrera actoral posterior.
IDEAL PARA: Ver una peli de suspenso con empaque, y una peli romántica con un romance que, bien, no será GWTW, pero no lo hace mal tampoco.
ENLACES.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en español.
-- (Ir a la página) Comentario en La Butaca.net.
-- (Ir a la página) Comentario en El Ejercicio De La Inteligencia.
-- (Ir a la página) Comparación entre la original y el remake en Charlas Embotelladas.
VIDEOS.
-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].
-- Pierce Brosnan y Rene Russo bailando de lo lindo [en inglés, sin subtítulos].
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domingo, 11 de mayo de 2008
"Tarzán" (1999).
-- "Tarzan". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Chris Buck y Kevin Lima.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Tony Goldwyn, Minnie Driver, Glenn Close, Brian Blessed, Nigel Hawthorne, Lance Henriksen, Wayne Knight, Alex D. Linz, Rosie O'Donnell, Taylor Dempsey, Jason Marsden.
-- Guión: Tab Murphy, Bob Tzudiker y Noni White, sobre una historia Stephen J. Anderson, Mark Kennedy, Carole Holliday, Gaëtan Brizzi, Paul Brizzi, Don Dougherty, Ed Gombert, Randy Haycock, Don Hall, Kevin Harkey, Glen Keane, Burny Mattinson, Frank Nissen, John Norton, Jeff Snow, Michael Surrey, Chris Ure, Mark Walton, Stevie Wermers, Kelly Wightman, John Ramirez, todos ellos bajo la supervisión de Brian Pimentel, con material de guión adicional de David Reynolds y Jeffrey Stepakoff, basados en la novela de Edgar Rice Burroughs.
-- Banda Sonora: Mark Mancina.
-- "Tarzan" en IMDb.
-- "Tarzan" en la Wikipedia en inglés.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Naufragio. Inglechutes varados en costas de la jungla. Gorilas criando a sus cachorros. Niñato de ingleses creciendo en la selva. Cachorro de gorila siendo arrebatado por un leopardo. Gorila hembra encontrando a cachorro humano, aparentemente también huérfano gracias a los colmillos del leopardo... Y, ¡hala!, tenemos a un nuevo integrante de la familia, creciendo entre los gorilas. Las cosas podrían marchar bien, pero ahí está el Gorila Alfa diciendo "¡no, no, no, ese cachorro nos traerá problemas!". Y vaya si los trae. En una de las tantas, el niñato humano es engañado por una treta de sus compañeros gorilas, y lo que sigue es de infarto. Con lo que el cachorro humano, ahora llamado Tarzán, está ahora cada vez más solitario y aislado. Las cosas darán un vuelco increíble cuando una embarcación con nuevos humanitos arribe a la costa. Se desencadenará entonces una catarata de acontecimientos que llevarán a Tarzán a descubrir la verdad de su origen, además de su vulnerabilidad a ese mermeloso sentimiento llamado amor... Y enfrentarse a ciertas horrorosas características humanas, como la hipocresía, la maldad y las ganas de llevarse souvenires de gorila desde la selva...
EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.
En los '90s, los Estudios Disney vivieron una nueva edad de oro, el primer verdadero Edén desde que pereciera el venerable patriarca Walt Criogénico Disney. La ristra de hits incluye "La Sirenita", "La bella y la bestia", "Aladino", "El Rey León", "Pocahontas", "El jorobado de Notre Dame", "Hércules", "Mulan"... Hasta llegar a la que nos ocupa, que es "Tarzán", y desde ahí, el diluvio, que llevaría a cerrar los estudios de animación 2D durante la eternidad de cinco años, después del wagneriano fiasco de "Vacas vaqueras". Poco importa que no todas estas pelis cumplan estándares mínimos de calidad, o que fueran respetuosos con el material original de base: lo importante es que recaudaron billetes de manera brutal, y eso enloqueció de codicia a los Estudios Disney. "Tarzán", como decíamos, es la última gran adaptación antes de los grandes fiascos de taquilla posteriores (aunque pelis como "Fantasía 2000" o "El Planeta del Tesoro" fueron claramente subestimadas, pero en fin...). Para sucesora de "Mulan", los Estudios Disney se fijaron en una vieja novela de Edgar Rice Burroughs. Los resultados de taquilla fueron demoledores. Los resultados de calidad también, pero en sentido inverso, podríamos decir.
-- La novela original "Tarzán de los monos", de Edgar Rice Burroughs, recomendable para cualquiera a quien le guste la aventura (aunque para qué pierdo el tiempo con la generación YouTube, esos pobres iletrados apenas conocen lo que es la palabra impresa), es pletórica de acción y aventuras, y sigue siendo un gran clásico literario, pero tiene un pequeño problema: está escrita para el gusto popular de principios del XX, y consecuentemente, es terriblemente racista y clasista. Tarzán es un noble, y su sangre noble lo hace sobrevivir en la jungla y enseñorearse sobre ella, para probar que es cierto aquello de la Sagrada Misión del Hombre Blanco. Los negros están ahí para hacer bulto, y en todo caso, cuando sean tan malvados que maten a los gorilas, Tarzán se encargará de ponerles las peras a cuatro. ¿Cómo diablos consigues pasar ese contenido a las audiencias de finales del XX? Bueno, si piensas que los Estudios Disney tenían la respuesta, te equivocas. La peli deja de lado todo ese espíritu de la novela original, es cierto, pero a cambio mete una tonelada de corrección política que no le hace nada de bien al original. O sea, ahora los nigga no aparecen, y el villano es un malvado antiecológico. Y se pone énfasis supremo en la infancia de Tarzán, no como un tipo más formidable que la vida, sino como un blandengue que se la pasa tres cuartos de la peli lloriqueando en plan "¿quién soy?". Estamos en las antípodas del héroe rudo y valiente de Edgar Rice Burroughs. O sea, los Estudios Disney destriparon por enésima vez una gran obra literaria (de aventuras, en este caso), y la infantilizaron y ñoñizaron para los gustos pequeñoburgueses de los papitos que quieren llevar a sus hijos al cine, para ver una peli "con valores". Pero bueno, al menos sigue en líneas generales la historia de Tarzán, y no vamos a discutir con eso (el final, en todo caso, es absolutamente diferente al de la novela).
-- Las escenas de acción. A pesar de que esta peli Disney se preocupa de tener los clásicos e irritantes secundarios chistosos (léase el sabio distraído que es el papá de Jane, o la maldita troupe de amiguetes gorilas wannabe-cool, por ejemplo), cuando pasa a la acción pura y dura, alcanza grados de rudeza y crueldad pocas veces vistos en otras pelis Disney. No es que haya gore, tampoco, si es que es para niños al final del día, pero en esta peli hay muerte, y más de una, y alguna de esas muertes es producto de una lucha armada (concretamente, la de Tarzán contra el leopardo). De hecho, toda la secuencia hasta la lucha de Tarzán contra el leopardo, es cine de primera clase, y hasta le perdonamos que conviertan a Tarzán en un quejica bienintencionado, en vez de ser la salvaje máquina de matar que era en la novela. (Tengo la rara idea de que esa parte es responsabilidad de la dirección de Kevin Lima, quien después tuvo tiempo sobrado para rehabilitarse y mostrar de qué era capaz, con la muy superior "Encantada"). Pero se los advierto: entre el minuto 30 y la pelea final, pueden perfectamente levantarse a cocinar algo. No se perderán de nada. Salvo que sean disneyianos irredentos. Pero en ese caso, ¿qué están haciendo, leyendo un blog tan eximio como Cine 9009...?
IDEAL PARA: Enseñarle a los niños pequeños quién demonios fue Tarzán... y después olvidarse.
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jueves, 7 de febrero de 2008
"La copa" (1999)
"Phörpa". Dirigida por Khyentse Norbu. Protagonizada por Orgyen Tobgyal, Neten Chokling, Jamyang Lodro, Lama Chonjor, Godu Lama, Thinley Nudi, Kunsang, Kunsang Nyima, Pema Tshundup, Dzigar Kongtrul, Dhan Pat Singh, Oga, Raj Baboon, Jamyang Nyima, Pema Wangchen. Bután / Australia. Año 1999.
¿De qué se trata?
Son tiempos revueltos para los lamasterios (lo mismo que los monasterios, pero con lamas tibetanos en vez de monjes). Hace una puntada de años, su gran autócrata y líder espiritual tuvo que salir por pies, debido a la, ejem, "colonización" que China hizo del Tíbet. Y ahora, viene el fútbol. Porque dos catástrofes han caído encima de un monasterio emplazado en la pequeñísima república de Bután, tan pequeña que debe ser muy bueno el mapa para que alcance a aparecer su bandera (va en serio, no sólo existe un país llamado Bután, sino que además, produjo una película, para que vean). Pues bien, la primera catástrofe son dos refugiados que llegan desde el otro lado, dos chicos reclutados para ser monjes y tener una vida de placid... perdón, de vaganc... perdón, de estudio y meditación, y que pronto se ven arrastrados a la segunda catástrofe: es el Mundial de Fútbol, Francia 1998 para ser concretos, y uno de los críos del lugar está decidido a verlo. Aunque para eso tenga que arrancarse del lamasterio con algunos compañeros. Y tenga que violar todas las reglas. Y finalmente, que deba embarcarse en una ímproba empresa para arrendarle al vecino una antena parábolica con la cual ver la final del Mundial (cuando decimos "vecino", tratándose de Bután, es más o menos de una montaña a la siguiente, o quizás un poco más allá).
El espíritu de los tiempos.
Sin lugar a dudas, uno de los principales temas de las cinematografías no yankis (o sea, las que apenas caen en Cine 9009 por ser preferentemente aburridas, y como a mí no me pagan por reseña, pues bien...), uno de sus temas, como decía, es el choque de civilizaciones, de cómo el mundo occidental impacta los tranquilos reductos de paz y serenidad de otros lugares. Porque resulta que en estas películas los nativos siempre son tontos y se entusiasman con lo peor de Occidente, y no con sus más excelsos logros (y si así fuera en verdad, pues bien, se lo tienen merecido, por tarados). En esta peli no se enamoran de Mozart, ni de Leonardo, ni de Gaudí, sino que de... ¡qué vamos a hacerle! ...del fútbol. Cómo será, que incluso se transformó en la primera peli de Bután en salir al mercado cinematográfico internacional.
¿Por qué verla?
- Sé lo que van a decir. Es una peli no yanki. Es una peli sobre monjes y tradición. Es una peli sobre choque cultural. Es una peli sin tías buenas en traje de Eva y sin violencia. O sea, tiene todos los créditos para ser un latazo apto sólo para intelectualoides omnívoros o poseros. Y... ¿qué creen? La peli es buenísima. La anécdota es desopilante, por cierto. Se trata de unos monjes budistas que, varados en la cima del mundo como se encuentran (literalmente, si Bután está empotrado entre montaña y montaña de los Himalayas), se entusiasman con el fútbol y empiezan a ver y vibrar con los partidos. Ni dudar que la anécdota, en manos yankis, hubiera caído en una comedia de golpe y porrazo, con Adam Sandler haciendo el idiota mientras trata de conseguirse una tele donde ver el partido (o, con algo más de suerte, pero no mucha más, con Ben Stiller o Jack Black haciendo lo suyo). Y ni dudar de que, en manos de un director cultureta, hubiera acabado en una pesada reflexión hiperintelectualizante sobre el choque de la globalización contra las buenoides e idealistas culturas originarias, un poco en plan "Baba"... perdón, "Babel". Pero no. El director hace uso de la lección más antigua del cine, cual es "si tienes una historia que contar, ¡cuéntala, demonios!, y no pontifiques sobre ella". Así. Sin vueltas. La anécdota es simple, y el planteamiento es también sencillo. Justamente los ingredientes para conseguir una buena peli. Por cierto, al empezar es un tanto morosa, pareciera que no va a arrancar nunca, y el espectador avisado puede ponerse a pensar "¿es que me metieron otra castaña cultureta?". No se preocupen, porque se pone cada vez mejor por el camino.
- Los personajes están perfilados con trazos simples, incluso gruesos, pero efectivos. Está el líder de la sect... perdón, del lamasterio, que vive medio desconectado de la realidad y añora regresar al Tibet, y a quien el fútbol no digamos que le resbala, sino que pregunta sobre qué rayos es eso (bueh, sin groserías, es el CEO del lamasterio, ¿OK?). Está el segundo al mano, el henchman de rigor, que puede ser bastante duro, pero no es el ogro ridículo de las pelis yankis sobre estudiantes iniciándose sexualmente, sino que puede ser, dentro de su rudeza, alguien comprensivo y hasta, en algún minuto, cariñoso. Está el tipo que está medio loco y que se gana la vida vendiendo profecías, y que tiene a su cargo algunas de las mejores escenas. Y los monjes subordinados, ninguno de los cuales está demasiado bien perfilado, tienen sin embargo carisma por sí mismos.
- El tema de choque de culturas es tratado con amabilidad y benevolencia, pero no por eso la película deja de ser corrosiva. Esto se representa por un conflicto generacional: el más viejo no tiene idea de qué es el fútbol, el adulto sabe, pero no puede decir mucho que sabe. Y los jóvenes prenden y se entusiasman con el asunto. Precisamente es la ignorancia del vejete, con sus preguntas ingenuas, lo que origina algunas de las situaciones más punzantes; a medida que dialoga con su henchman, se hace la idea de que el fútbol es una especie de pelea campal, con algo de violencia, pero (para su alivio) sin sexo... Y llega a lo sublime cuando pregunta qué se gana, su segundo al mando le responde que una copa, y él se limita a sonreir afablemente, mientras se toma una taza de té con una humilde copa de madera... Sutil y efectivo. Por cierto, la película viene sin moralina. Los tradicionalistas no son pintados como ogros malos o directores rígidos que se oponen al progreso y las nuevas ideas. Tampoco es una peli de reivindicación de los viejos valores, poniendo a los jóvenes como inexpertos que deben aprender a respetar su pasado cultural y otras cosas. En rigor, no hay ningún personaje que pudiéramos decir sea el "villano" o el "antagonista" de la historia.
- Hay algunas secuencias hermosas y multitud de detalles sobre la vida de un lamasterio que, para el que no conoce de estos temas, pueden ser instructivos y asombrosos. Aparecen los monjes tomando té a la manera tibetana, por ejemplo, esto es, con mantequilla y sal (sí, leyeron bien: mantequilla y sal). Aparecen sus rezos y costumbres. Aparece su dieta. Pero nada de esto se muestra por prurito comercial o para ponerlos en exhibición en la vitrina de un mall, como ocurre con los filmes occidentales sobre el tema (no quiero echar al agua a nadie, pero se me viene a la mente "El pequeño Buda", ejem)... En suma, aparece el lamasterio como un modo de vida más sobre el mundo, ni el más perfecto ni el mejor, sino un modo de convivir y organizar las cosas en una sociedad peculiar y en un tiempo peculiar.
IDEAL PARA: Ver una peli buena sobre monjes (aunque sean monjes budistas); y por una vez en la vida, sobre el choque de culturas sin que los "buenos" sean los peones favoritos del director.
¿De qué se trata?
Son tiempos revueltos para los lamasterios (lo mismo que los monasterios, pero con lamas tibetanos en vez de monjes). Hace una puntada de años, su gran autócrata y líder espiritual tuvo que salir por pies, debido a la, ejem, "colonización" que China hizo del Tíbet. Y ahora, viene el fútbol. Porque dos catástrofes han caído encima de un monasterio emplazado en la pequeñísima república de Bután, tan pequeña que debe ser muy bueno el mapa para que alcance a aparecer su bandera (va en serio, no sólo existe un país llamado Bután, sino que además, produjo una película, para que vean). Pues bien, la primera catástrofe son dos refugiados que llegan desde el otro lado, dos chicos reclutados para ser monjes y tener una vida de placid... perdón, de vaganc... perdón, de estudio y meditación, y que pronto se ven arrastrados a la segunda catástrofe: es el Mundial de Fútbol, Francia 1998 para ser concretos, y uno de los críos del lugar está decidido a verlo. Aunque para eso tenga que arrancarse del lamasterio con algunos compañeros. Y tenga que violar todas las reglas. Y finalmente, que deba embarcarse en una ímproba empresa para arrendarle al vecino una antena parábolica con la cual ver la final del Mundial (cuando decimos "vecino", tratándose de Bután, es más o menos de una montaña a la siguiente, o quizás un poco más allá).
El espíritu de los tiempos.
Sin lugar a dudas, uno de los principales temas de las cinematografías no yankis (o sea, las que apenas caen en Cine 9009 por ser preferentemente aburridas, y como a mí no me pagan por reseña, pues bien...), uno de sus temas, como decía, es el choque de civilizaciones, de cómo el mundo occidental impacta los tranquilos reductos de paz y serenidad de otros lugares. Porque resulta que en estas películas los nativos siempre son tontos y se entusiasman con lo peor de Occidente, y no con sus más excelsos logros (y si así fuera en verdad, pues bien, se lo tienen merecido, por tarados). En esta peli no se enamoran de Mozart, ni de Leonardo, ni de Gaudí, sino que de... ¡qué vamos a hacerle! ...del fútbol. Cómo será, que incluso se transformó en la primera peli de Bután en salir al mercado cinematográfico internacional.
¿Por qué verla?
- Sé lo que van a decir. Es una peli no yanki. Es una peli sobre monjes y tradición. Es una peli sobre choque cultural. Es una peli sin tías buenas en traje de Eva y sin violencia. O sea, tiene todos los créditos para ser un latazo apto sólo para intelectualoides omnívoros o poseros. Y... ¿qué creen? La peli es buenísima. La anécdota es desopilante, por cierto. Se trata de unos monjes budistas que, varados en la cima del mundo como se encuentran (literalmente, si Bután está empotrado entre montaña y montaña de los Himalayas), se entusiasman con el fútbol y empiezan a ver y vibrar con los partidos. Ni dudar que la anécdota, en manos yankis, hubiera caído en una comedia de golpe y porrazo, con Adam Sandler haciendo el idiota mientras trata de conseguirse una tele donde ver el partido (o, con algo más de suerte, pero no mucha más, con Ben Stiller o Jack Black haciendo lo suyo). Y ni dudar de que, en manos de un director cultureta, hubiera acabado en una pesada reflexión hiperintelectualizante sobre el choque de la globalización contra las buenoides e idealistas culturas originarias, un poco en plan "Baba"... perdón, "Babel". Pero no. El director hace uso de la lección más antigua del cine, cual es "si tienes una historia que contar, ¡cuéntala, demonios!, y no pontifiques sobre ella". Así. Sin vueltas. La anécdota es simple, y el planteamiento es también sencillo. Justamente los ingredientes para conseguir una buena peli. Por cierto, al empezar es un tanto morosa, pareciera que no va a arrancar nunca, y el espectador avisado puede ponerse a pensar "¿es que me metieron otra castaña cultureta?". No se preocupen, porque se pone cada vez mejor por el camino.
- Los personajes están perfilados con trazos simples, incluso gruesos, pero efectivos. Está el líder de la sect... perdón, del lamasterio, que vive medio desconectado de la realidad y añora regresar al Tibet, y a quien el fútbol no digamos que le resbala, sino que pregunta sobre qué rayos es eso (bueh, sin groserías, es el CEO del lamasterio, ¿OK?). Está el segundo al mano, el henchman de rigor, que puede ser bastante duro, pero no es el ogro ridículo de las pelis yankis sobre estudiantes iniciándose sexualmente, sino que puede ser, dentro de su rudeza, alguien comprensivo y hasta, en algún minuto, cariñoso. Está el tipo que está medio loco y que se gana la vida vendiendo profecías, y que tiene a su cargo algunas de las mejores escenas. Y los monjes subordinados, ninguno de los cuales está demasiado bien perfilado, tienen sin embargo carisma por sí mismos.
- El tema de choque de culturas es tratado con amabilidad y benevolencia, pero no por eso la película deja de ser corrosiva. Esto se representa por un conflicto generacional: el más viejo no tiene idea de qué es el fútbol, el adulto sabe, pero no puede decir mucho que sabe. Y los jóvenes prenden y se entusiasman con el asunto. Precisamente es la ignorancia del vejete, con sus preguntas ingenuas, lo que origina algunas de las situaciones más punzantes; a medida que dialoga con su henchman, se hace la idea de que el fútbol es una especie de pelea campal, con algo de violencia, pero (para su alivio) sin sexo... Y llega a lo sublime cuando pregunta qué se gana, su segundo al mando le responde que una copa, y él se limita a sonreir afablemente, mientras se toma una taza de té con una humilde copa de madera... Sutil y efectivo. Por cierto, la película viene sin moralina. Los tradicionalistas no son pintados como ogros malos o directores rígidos que se oponen al progreso y las nuevas ideas. Tampoco es una peli de reivindicación de los viejos valores, poniendo a los jóvenes como inexpertos que deben aprender a respetar su pasado cultural y otras cosas. En rigor, no hay ningún personaje que pudiéramos decir sea el "villano" o el "antagonista" de la historia.
- Hay algunas secuencias hermosas y multitud de detalles sobre la vida de un lamasterio que, para el que no conoce de estos temas, pueden ser instructivos y asombrosos. Aparecen los monjes tomando té a la manera tibetana, por ejemplo, esto es, con mantequilla y sal (sí, leyeron bien: mantequilla y sal). Aparecen sus rezos y costumbres. Aparece su dieta. Pero nada de esto se muestra por prurito comercial o para ponerlos en exhibición en la vitrina de un mall, como ocurre con los filmes occidentales sobre el tema (no quiero echar al agua a nadie, pero se me viene a la mente "El pequeño Buda", ejem)... En suma, aparece el lamasterio como un modo de vida más sobre el mundo, ni el más perfecto ni el mejor, sino un modo de convivir y organizar las cosas en una sociedad peculiar y en un tiempo peculiar.
IDEAL PARA: Ver una peli buena sobre monjes (aunque sean monjes budistas); y por una vez en la vida, sobre el choque de culturas sin que los "buenos" sean los peones favoritos del director.
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