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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cupcakes de coco.

Como ya sabéis, mi amiga invisible gastronómica me regaló varias cosas para la cocina, todas ellas muy navideñas, entre las que se incluía un kit para cupcakes.

Aunque yo no soy muy aficionada a la tan de moda repostería creativa (ya habréis visto que en mi blog escasean ese tipo de recetas), estaba deseando darle uso a estos moldes y toppers, así que me lancé a buscar una receta de cupcakes que no fuera una bomba de mantequilla y de cobertura mega-azucarada. Mirando por aquí y por allá, me quedé con la receta de los cupcakes de coco de  El zurrón de los postres y de la cobertura de queso de Velocidad cuchara (aunque debo decir que de esta usé una cantidad muy pequeña, pues solo necesitaba cubrir un poco el cupcake para que el coco rallado se pegase)



¡Además, el aspecto "nevado" que le da el coco rallado los hace todavía más navideños!


Ingredientes (para 12 cupcakes):

200 g de harina
1 cucharadita de levadura en polvo (tipo Royal)
20 g de coco rallado fino
1 huevo
120 g de azúcar moreno
1 pizca de sal
80 ml de aceite de girasol
un yogur de coco



Preparación:

Por un lado, mezclamos la harina, la sal, el coco y la levadura.
Por otro lado, batimos el huevo con el azúcar y seguimos batiendo mientras añadimos el aceite y el yogur, y a continuación y poco a poco los ingredientes secos que habíamos mezclado antes.
Repartimos la masa en los moldes y horneamos a 180º durante 20 minutos.

Cobertura:

100 g de queso tipo Philadelphia
100 g de queso  mascarpone
50 g de azúcar glas
coco rallado, no muy fino.

Mezclamos los quesos con el azúcar, hasta que esté bien integrado. Con una espátula cubrimos cada cupcake con un poco de esta mezcla, y espolvoreamos con coco rallado.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Ramo de tulipanes (tomatitos pera rellenos).

Rellenar unos tomatitos pera para un aperitivo tal vez no sea una idea muy novedosa, pero si los presentamos como si fueran tulipanes en un ramo, seguramente será motivo de admiración entre nuestros invitados. Puede ser una idea para todas esas cenas y comidas navideñas que nos esperan,  en las que siempre buscamos preparar algo más elaborado.




La idea la vi en algún sitio por internet, y rápidamente me cautivó. Y aunque es un aperitivo sencillo y con pocos ingredientes, tiene su "truco" prepararlos de forma cómoda y que acaben lo más bonitos posible. 

Ingredientes:

Tomatitos pera
Queso de untar (tipo Philadelphia)
Hierbas y especias a nuestra elección (en mi caso albahaca, orégano y pimienta), o cualquier otro ingrediente que nos apetezca añadir al queso para darle sabor (se me ocurre aceitunas o pepinillo picaditos, por ejemplo).
Unos tallos de cebollino.



Preparación:

En primer lugar, mezclamos el queso con los condimentos ligándolo todo bien.
A continuación, tenemos que rellenar los tomates. Para ello, la mejor secuencia es la siguiente:
1. Lavar los tomates y secarlos bien.
2. Con un cuchillo afilado y sin sierra, hacemos un corte en cruz en la parte superior del tomate. Es buena idea sujetar el tomate con un paño o trozo de papel de cocina para que absorba el posible líquido que salga (que como mucho serán unas gotas); de esa forma mantenemos el tomate seco. En la parte contraria del tomate, hacemos un pequeño agujero. Yo he utilizado un pincho de brocheta para ello.
3. Rellenamos los tomates, para ello es muy conveniente usar un biberón de cocina, o similar. Si no disponemos de biberón, podemos usar una bolsa pequeña (como las que se usan para congelar alimentos), haciéndole un pequeño corte en una esquina. También se podría rellenar con una cucharita, pero sería bastante más engorroso. 
4. Introducimos un tallo de cebollino en el agujerito de la parte posterior del tomate, para completar el tulipán.

Por último, vamos colocando los tulipanes en forma de ramo, y utilizamos otro tallo de cebollino para atarlo.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Galletas "coro de villancicos"



Cuando en una casa hay niños, la Navidad es sobre todo de ellos. Los adultos tenemos que intentar por todos los medios hacerles disfrutar de estas fiestas... Aunque eso no es difícil. Entre los regalos, las luces, las comidas especiales, las vacaciones... Lo mejor es que todo esto lo recordarán el día de mañana como algo muy especial, de la misma manera que yo recuerdo las Navidades de mi infancia.


Todo empezaba una mañana fría de diciembre, cuando con mis hermanos íbamos al monte a cortar un pino, cosa que ya sabemos que es muy poco ecológica, pero entonces se hacía (al menos en mi pueblo). Además recogíamos musgo, aunténticas alfombras que arrancábamos de cuajo para montar el belén. La frescura y densidad de aquel musgo era algo increíble, y las ovejitas se hundían literalmente entre tanto verde (lo que nos venía muy bien cuando, con el paso de los años, las patitas de las ovejas se habían ido rompiendo y solo quedaba un fino alambre que había que camuflar). Debo decir que las figuras eran todas artesanales, pero es que además... ¡Las había hecho mi padre! Ventajas de tener artistas en la familia...

Las comidas eran todas fantásticas, y sobre todo ¡cantábamos! Empezábamos con el repertorio y nos alargábamos en la sobremesa, villancico va y villancico viene. (Bueno, debo reconocer que lo seguimos haciendo...)

Espero que mis hijos el día de mañana tengan tan buenos recuerdos de las Navidades de su infancia.
Con mi hija he estado haciendo estas galletas. No se necesita tener cortadores especiales ni una gran habilidad. Solo apartar un poco de la masa de las galletas, que teñiremos de algún color (rojo y verde son muy navideños), y otro poco de masa lo mezclaremos con cacao para usarla en pelos, barbas y bigotes.
Estiramos la masa sin teñir y recortamos unos círculos (con un cortador, un vaso estrecho, el cubilete de la Thermomix...) y con una pajita de refresco les hacemos la boca. Una pequeña bolita de masa será la nariz, y  con las masas de colores y un poco de imaginación iremos haciendo gorros, bufandas, orejeras... ¡Ah, los "pelos" de algunas cabezas y bigotes están hechos presionando un poco de masa por el lateral de un colador chino!


(Aquí os ilustro un poco el proceso, perdonad por la calidad, pero hacer fotos a la vez que cocino no es lo mío :-(  )

Horneamos las galletas y dejamos que se enfríen. Con unas gotitas de glasa blanca hacemos los ojos; cuando la glasa esté seca, con la punta de un palillo mojado en colorante negro hacemos las pupilas.



¡Ah, se me olvidaba! Los grupos cantando villancicos que se acercan a nuestras puertas suelen venir ateridos de frío, así que con el dedo impregnado en canela en polvo, les teñí un poco los mofletes...

Idea tomada de http://www.bhg.com/recipe/cookies/sugar-cookie-carolers/

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