Mostrando entradas con la etiqueta 1967. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 1967. Mostrar todas las entradas

lunes, 10 de marzo de 2025

Phil Yost - Bent City (1967)

Esta es una música de jazz que por su extravagancia entra en ese mundillo de lo improbable y el vanguardismo, un estilo muchas veces dejado de lado por muchos e incluso excluido por varios jazzeros. El disco explora muchos momentos no convencionales de la música de jazz, siempre con ecos, reverberaciones y efectos, para a partir de allí volcarse hacia terrenos deseados por el artista.

El delirio no se deja esperar y aparece al comienzo mismo para no abandonar nunca más al oyente, con instrumentos de viento especialmente en flautas, además de saxo, bajo,  guitarra eléctrica, maracas y pandereta, siendo todos los instrumentos interpretados por el Sr. Yost. Este lanzamiento oscuro explora las posibilidades que la vanguardia personalista puede ofrecer, ubicándonos en plena era hippie por lo que la experimentación estaba en el aire, el sonido no podía evitarse a si mismo y a su creador, que sin limitaciones ni temores nos presenta extra exploración, esta búsqueda, esta ida hacia mundos oscuros de jazz.

Aquí hay una búsqueda puramente artística, con monólogos en flauta, interpretaciones en saxo, momento con participación de bajo o guitarra eléctrica, que no pierden el dejo delirante, y entre tanto las búsquedas sonoras se suceden en el tiempo. Hay delirio, experimentación, vanguardismo tal vez.  ‘’Vision At 1000 Centigrade’’ es una de las piezas del disco, de once minutos, siendo un extensa exploración sonora que circunda por varios lugares entre bajo, guitarra, saxo y efectos agregados que dan el color final a un delirio inevitable.

La instrumentación suele ser ‘’sencilla’’ en cuanto a cantidad de instrumentos, con una flauta mayormente como líder y protagonista, por momentos sola en el aire y con el agregado de algún eco que aparece como para dotar ese condimento que suma a la mágica de la interpretación y la propuesta. Ese efecto suele hacer que la gente piense en este disco como en un disco de ‘’jazz psicodélico’’. Tal vez sea un prejuicio común con el que se piense que cualquier cosa ‘’delirante’’ sea psicodélica. 

El mundo psicodélico rodeaba al autor a la hora de crear este lanzamiento, el mismo Phil Yost era de la zona de la bahía de San Francisco, por lo que la teoría de que se trata de jazz psicodelico podría tener cierto asidero, teniendo en cuenta que el hipismo y su psicodelia hicieron mucha historia por esa zona de los Estados Unidos.

Por otro lado hay bases que suelen aparecer por allí en bajo, y momentos más cercanos a un jazz algo más entendible por una vision convencional. Entre tanto también el free jazz siempre suele ser una insinuación en el intento de comprensión de este tipo de jazz delirantes, por lo que podría ser otro elemento presente en la vision del autor.

El disco cuenta con poca fama o interés popular y, sumado a la muy poca información que hay dando vueltas sobre el artista, la faceta biográfica del artista y su obra se vuelve algo difícil de apreciar y el disco una rara gema que brilla con luz propia. El trabajo fue concebido únicamente por la propia visión del artista y hace gala de un delirio que nació en su totalidad bajo el delirio del mismo autor.

El disco fue publicado bajo el sello discográfico Takoma, un sello cofundado por John Fahey y que cobijaba otros artististas como el blusero Bukka White, y otros delirantes como Charlie Nothing, Bernie Krause (de Beaver & Krause) o Robbie Basho, etre otros, por lo que se trataba de un sello ideal para este tipo de delirios y visiones por parte de Phil Yost.

Phil Yost era un músico bastante desconocido. Lanzó tres discos, ‘’Bent City’’ en 1967 y ‘’Fog-Hat Ramble’’ en 1968, ambos en Takoma Records, además de ‘’Touchwood's Dream’’ de 1970 ya publicado bajo el sello North Star, para luego desaparecer totalmente de la escena de la zona y de cualquier escena.

Cod: #1794

sábado, 25 de enero de 2025

Kaleidoscope - Side Trips (1967)

Era común que las bandas de la época, en un envión creativo típico de su era, presentaran trabajos discográficos con miras compositivas enriquecidas por los distintos géneros que podrían llegar a explorar. Por otro lado también era común que las discografías de las bandas que comenzaban desde los orígenes de la psicodelia entre 1966 / 1967, y cuyos discos sobrepasaban hacia la década siguiente, reflejaran toda una autentica evolución artística impulsada hacia la experimentación, la búsqueda de nuevos estilos, y la búsqueda de siempre mantenerse creando nuevos y excitantes sonidos que rompieran lo viejo y no que quedaran en un estante cómodo. Para la banda estadounidense Kaleidoscope toda esta juerga musical no le fue algo ajeno, comenzando con un disco sencillo pero innovador, ‘’Side Trips’’ de 1967. 

Aquí hay algunos sonidos de oriente, sonidos de antiguos géneros estadounidenses, creaciones cancioneras varias, y por supuesto el rock y la psicodelia reverdeciendo todo el sonido del disco como si de una colección de ‘’viajes’’ se tratase, premisa que el título del disco parcialmente anuncia, como si de una colección de pequeños viajes estuviera ubicada en su interior.

No es algo alejado esta premisa, manteniéndose todo el disco en una senda de pequeñas canciones de no mucho más de tres minutos cada una, y aquí se refleja la inventiva del grupo que, con astucia, psicodelia y conocimientos de músicas de otros rincones del mundo, crea pequeños sonidos, pequeños viajes, que por su sonoridad suelen salirse de típicos estándares del rock puro. 

Algunas fusiones e inventos se llevan a cabo aquí, y esos pequeños trips tienen su vida en pequeños espacios de tiempo y no espacio de extensión. También la canción es la premisa del disco, la canción a secas y en piezas cortas, que de todas formas mantienen todo un mundillo de elementos en su interior. Aquí hay rock, folk, psicodelia, como también elementos étnicos orientales con los que la banda refleja sus conocimientos de culturas lejanas. Ya nomás el disco comienza con ‘’Egyptian Gardens’’, abriendo con arreglos de cuerdas típicas orientales que se fusionan con la canción psicodleica.

Tal vez este tipo de fusión no tuvo tanta propaganda como la fusión de la psicodelia con el misticismo de la religión y música de la india, influencia que arribó a los Estados Unidos hacia finales de los 50s y tuvo su apogeo diez años más tarde en la era hippie de finales de los 60s, pero de todas formas hay muchísimos ejemplo del rock de época y la psicodelia en función de su fusión con la música de medio oriente. Discos como ‘’Fantasias For Guitar And Banjo’’ de 1963 por Sandy Bull, ‘’The Orient Express’’ de 1969 por The Orient Express, o ‘’Middle Eastern Rock’’ de 1969 por John Berberian And The Rock East Ensemble, entre otros, son algunos ejemplos de que la contracultura exploró mucho de oriente y no solo se centró en la India.

Estos acercamientos culturales y fascinaciones sobre culturas milenarias no hicieron más que acelerar el mística que llegó desde la India con Ravi Shankar y otros. Todos estos fenómenos fueron fuente inagotable para la psicodelia y sus cultores que bebieron de los misticismos religiosos más seductores de la tierra para ‘’enriquecer’’ así sus miras espirituales y artísticas.

La música hippie no pudo evitarse su misterio, influenciado por la llegada de estos fenómenos de oriente e impulsado por la experimentación acida, estas combinaciones no hicieron más que dejar trabajos que brillaban por su encuentro con lo áureo de la música y el arte

Todo el disco en general es dinámico pese a las fusiones, transitando por muchos sonidos distintos en un solo trabajo, con arreglos de cuerda especializados y una incursión instrumental muy amplia debido a que todos los miembros del grupo era capaz de ejecutar un sinfín de instrumentos, característica que se vería reflejada no solo en este disco sino que en lo siguientes discos de la banda también. Kaleidoscope seguiría profundizando aún más en la psicodelia y en la fusión con lo oriental en los siguientes discos, pero este comienzo no queda para nada chico, un comienzo discográfico muy rico e interesante que puede a caer muy bien a cualquier amante de la psicodelia fusión y sus amplias miras artísticas.

Cod: #1785

domingo, 20 de octubre de 2024

Paul Horn - In India (Ragas For Flute, Veena And Violin) (1967)

Así como la aparición del sintetizador Moog y su revolución electrónica tuvieron lugar al mismo tiempo que la era psicodélica, y en muchos casos se vincularon, fue el new age y todo el comienzo del bagaje espiritual oriental en occidente lo que también tuvo su origen prototípico hacia mediados de los 60s, también vinculándose mucho con la corriente hippie. Tal vez el disco por excelencia citado como el precursor en ese terreno de new age sea el temprano ''Music For Zen Meditation And Other Joys’’ de 1965 por Tony Scott, pero hubo otros elementos en la época que también marcaron los momentos prototípicos de esta nueva era.

Si bien ya había habido incursiones de la música hindú en los Estado Unidos, entre discos de fusiones con el jazz hacia finales de los 50s, como por ejemplo los primeros discos del mismísimo maestro del sitar Ravi Shankar publicados hacia esa época, la aparición primordial y aceleración de la invasión de la cultura de la India en los Estados Unidos se dio durante la década de los 60s, con acentuación desde mediados de la misma en adelante, especialmente por su vinculación con la psicodelia hippie. En esos años aparecieron varios discos que se vincularon íntimamente con la contracultura, influenciándola  y retroalimentándose en un cruce de culturas que significaba el llegar de maestros de la India a los Estados Unidos como también el partir de viajeros buscadores o iconos del pop occidental hacia la India en busca de instrucciones espirituales y musicales.

En esa época aparece otra figura clave para los momentos prototípicos del new age y/o de la fusión oriente/occidente, como lo fue el saxofonista, flautista y compositor de jazz neoyorkino Paul Horn, quien fue uno de los que cayó bajo la influencia de la llegada del maestro Ravi Shankar a los Estados Unidos, de hecho Horn participó de la grabación del disco ‘’Portrait Of Genius’’ publicado 1965, del mismísimo Shankar, además de llegar a ser Horn quien introdujo al músico indio a algunos de los músicos más prominentes de Los Ángeles. Bajo la enseñanza de Ravi Shankar, Horn se introdujo hacia las formas y exigencias de la música clásica de la India.

En ese año Horn comienza a desarrollar una predilección particular por desarrollar un carácter étnico en su propia música, gracias a esas experiencias, comienza a experimentar la composición hacia esos terrenos, lo que lo terminaría convirtiendo en una figura importante para futuros géneros y desarrollos. En 1966 Horn viaja a la India para estudiar meditación trascendental, momento en el que aprovecha para incursionar en sus grabaciones con algunos de los músicos más prometedores de dicho país.

Si bien Horn ya había mostrado algún interés por ese costado ‘’etnico’’ o ‘’religioso’’ participando en discos como ‘’ Zen: The Music Of Fred Katz’’ de 1957 por Fred Katz, o publicando ‘’Jazz Suite On The Mass Texts’’ en 1965, es su llegada a India lo que lo haría volcar definitivamente hacia el costado más profundo de su carrera y su carácter personal. Hacia 1967 aparece la publicación de su disco ‘’In India’’, un disco que sigue siendo temprano en muchos aspectos, tanto en su relación con lo ‘’new age’’, como en su participación de la aceleración de la llegada de la cultura religiosa milenaria de dicho país a los Estados Unidos, como también siendo el mismo Horn un personaje que propició dicha llegada ya desde algunos años antes con su cercanía a Ravi Shankar y su trabajo conjunto.

‘’In India’’ representa el comienzo del viaje del artista, ya despegado un tanto del jazz tradicional y del costumbrismo del estilo de vida de Hollywood. El disco significa el comienzo de su viaje, la introducción del artista hacia la música de la India, con un carácter nostálgico y calmo que se desenvuelve en todas las piezas, entre el comienzo del rigor técnico y la fascinación sinsera por alguien comenzando un viaje de autodescubrimiento, además de ser una representación accesible de este tipo de música y una buena manera de comenzar en este estilo. El trabajo cuenta con tres adaptaciones del mismísimo Ravi Shankar de melodías clásicas  especialmente adaptadas para el disco. Las piezas fueron grabadas en Nueva Delhi y cuentan con estudiantes de Ravi Shankar tocando con Horn. Las piezas son relativamente no extensas para lo que suele ser un raga original, pieza de ensueño que no dejan de demostrar el profundo costado milenario de toda esta cultura.

Para la época, el rock había dado de qué hablar con sus incursiones de raga rock y la aparición posterior de este término en 1968. El jazz había hecho lo suyo con su fórmula de east meet west en algunos trabajos anteriores hacia finales de los 50s, y también estaría haciendo lo suyo en ese terreno la música new age, que con su ‘’Music For Zen Meditation And Other Joys’’ de Tony Scott, ya de 1965, marcaría un precedente temprano entre la fusión oriente/occidente, el encuentro de culturas disimiles en una misma grabación y la incursión de una música del otro hemisferio en la cultura occidental. La fascinación de Paul Horn por la cultura de la India y su irrupción en este terreno con sus publicaciones discográficas ya especializadas serían otro peldaño más en la cadena evolutiva que se desarrolló progresivamente entre India y Esados Unidos y que representó un puente musical entre hemisferios disimiles hasta entonces.

Por su parte, a los hippies y bohemios del momento, imbuidos en la cultura de la época entre alucinógenos, búsquedas introspectivas, sexo libre, contracultura y experimentación artística, les cayó muy bien la aparición de la música de oriente que vino a encajar en sus miras hacia búsquedas supuestamente más profundas. Por su parte, a los maestro y músicos orientales les interesó la idea de extender sus fronteras musicales y espirituales al resto del mundo, aunque para estos últimos puede que les haya resultado a la vez interesante como también disímil y complejo de aceptar el tener que incursionar en un mundo de fusiones y comercios que comenzaba a globalizarse cada vez más y por ende sobre el cual podían perder control alguno. 

Hoy en día con internet y redes funcionando de puente, con velocidad inmediata, entre culturas de cualquier lugar del planeta, parece fácil decirlo, pero en aquella época de entre los años 50s y 60s esto recién comenzaba a tomar noción en la cultura universal, con la globalización musical y la repercusión de géneros en las escenas de todas partes, abriendo fronteras, ampliando influencias, aunque también marcando limites, pero además haciendo de la música un algo de consumo universal, la aparición de los discos de larga duración y de los medios de comunicación cumplieron un rol importante en este fenómeno de difusión de culturas disimiles hacia otros hemisferios del planeta. 

Cod: #1779

martes, 16 de julio de 2024

The Animated Egg - The Animated Egg (1967)

Detrás de esta producción estaba el sello ‘’Alshire’’, que se dedicaba a lanzamientos generalmente comerciales, sello asociado a Jerry Cole, un prolífico músico bastante comercial que para la época estuvo detrás de varios lanzamientos psicodélicos. La tarea creativa de Cole para la época, su visión, su prolífica producción y creatividad lo convierten en un artista con material muy amplio, muchísimos lanzamientos bajo su nombre o pseudonimos, incluso él se convirtió en un músico de sesión muy solicitado para la década de los 60s, trabajando con The Byrds, Nancy Sinatra, The Beach Boys, y Paul Revere & the Raiders, entre muchos otros.

Muchos emprendimientos precedió Cole, en su mayoría proyectos fugaces con lanzamientos que intentaban explotar los sonidos psicodélicos del momento y convertirlos en artefactos de consumo. Sus producciones, proyectos y lanzamiento psicodélicos incluyen, entre otros, a ''What's Happening!'' de 1967 por The Mind Expanders, ‘’Give Me Some Lovin'’’ de 1967 por The Projection Company, ‘’Are You Experienced’’ de 1968 por T. Swift & The Electric Bag, ‘’Mac Arthur Park’’ por 1968 The Stone Canyon Rock Group, ''Up Up And Away'' de 1968 por The Generation Gap, o los ''Psychedellic Guitars'' y ''More Psychedellic Guitars'' de 1967 publicado bajo nombre de Jerry Cole. Otro de los lanzamientos en los que estuvo involucrado Cole fue ‘’The Inner Sounds Of The Id’’ de 1967 publicado bajo el nombre The Id, aunque con este lanzamiento ocurre aquello de que a veces, entre las chatarras que se lanzaban, solían salir cosas interesantes.

‘’The Animated Egg’’ es otra de las tantas producciones lideradas por Jerry Cole, un proyecto nacido bajo su mano y creado con sus propias composiciones. El disco se compone por todos instrumentales psicodélicos muy a la hippie, beat rock, funky, toques de surf, blues ligero, liderado instrumentalmente en su mayoría por la guitarra eléctrica de Cole caracterizada por el sonido fuzz acido. Si bien no es una obra maestra y está pensado desde la explotación de lo psicodélico, tampoco lo hacen tan mal, con piezas ligeras que reflejan el ambiente hippie del momento, perfectas para musicalizar cualquier baile de la época. El disco cuenta con diez piezas cortas instrumentales, en su mayoría ligeras, fáciles de digerir, con una dosis muy alta de ese estirpe de la música de baile hippie. La guitarra eléctrica lidera con agilidad las piezas del grupo, y aunque el materia haya sido grabado con eficacia en poco tiempo, también es un mérito el sonido limpio y entretenido que resultó de esta empresa psicodélica.

Aunque no estaba seguro del resto del personal cuando se le preguntó a Cole sobre el LP muchos años después, los posibles acompañantes incluyen a Edgar Lamar y Don Dexter en la batería, Tommy Lee y Glenn Cass en el bajo, Billy Joe Hastings y Norman Cass en la guitarra, y Billy Preston en el órgano. El disco ’The Animated Egg fue reeditado bajo el nombre de ‘’Guitar Freakout’’ en formato CD y LP en el 2008, incluyendo el disco de The Animated Egg además de contener algunos tracks de sus tantas otras producciones de época.

Otra particularidad con la que cuenta este disco y la cual se suma a los tantos intentos desesperados del sello por vender refritos psicodélicos a como de lugar, es que para 1968, este disco fue relanzado también bajo otro emprendimiento de la casa como lo era la orquesta 101 Strings. Lo que ocurrió fue que al disco ‘’The Animated Egg’’, sumado a otras pistas tomadas del disco ‘’The Inner Sounds Of The Id’’, se le reimprimieron encima arreglos de cuerda de la orquesta, se cambiaron  el orden y los nombres de las pistas, se le buscó una portada diferente y se publicó como una novedad bajo el nombre de ‘’Astro Sounds From Beyond The Year 2000’’  por la orquesta 101 Strings en 1968. Suena descarado pero a la vez es una reversión interesante del material de Cole, ya publicado bajo la 101 Strings, con sonidos psicodélicos que nos recuerdan que de estos aquelarres comerciales a veces solían quedar joyas muy interesantes.

Incluso en la era de la revolución juvenil, el mercado regia, los jóvenes compraban, y las empresas aprovecharon ese fenómeno de la psicodelia y el rock para vender aún más. Aprovechando esta moda pasajera del rock, e incluso cuando muchas veces este rock demostró que no era moda por su producción de obras impresionantes, las compañías incluso también aprovechaban el momento. Álbumes enteros eran creados por músicos de sesión en pocas horas y a bajo precio, se publicaban rápidamente, y se arrojaban a las estanterías de las disquerías emulando el estilo predominante por el gusto popular juvenil del momento, en este caso en la era hippie el estilo era la psicodelia. A veces, la portada colorida y la pretensión de querer pertenecer por fuerza, hacían creer al consumidor desprevenido que el contenido era de un artista popular y/o talentoso, cuando muchas veces no lo era.

Esta explotación de la psicodelia llevó a las compañías a producir grandes chatarras musicales buscando así aprovechar la moda y vender discos.  Muchos fueron los casos, incluso se conoce al psychsploitation como ese fenómeno de discos generalmente comerciales, cuadriculados, con sonidos obsecuentemente aburridos, con canciones que buscaban descaradamente el hit pegadizo, emular los sonidos de época, o generalmente también eran refritos instrumentales de temas conocidos de artistas muy populares, como The Bealtes, Rolling Stones, Jimi Hendrix, etc.

Aunque ese fenómeno no termina allí, muchas veces esos discos eran de baja calidad y poca creatividad, aunque a veces, pese a las condiciones en las que eran concebidos, se lograban crear sonidos bastante interesantes, y de allí salían perlas de la psicodelia que suelen sorprender. Artistas solistas, bandas de rock, proyectos comerciales fugaces, músicos de jazz, y hasta algunas orquestas terminaron haciendo refritos instrumentales de hits de la época o se volcaban a la psicodelia de manera comercial, buscando la popularidad, obsecuencia y éxito comercial.

También ocurría que esas incursiones comerciales descaradamente buscadoras de éxito, finalmente lograban el éxito comercial, tal vez con todo un disco o tal vez con alguna melodía que se volvía pegadiza en un lanzamiento. Muchas veces un refrito instrumental se volvía un éxito, lo cual generaba problemas legales con la banda dueña de la melodía. Aunque no tiene nada que ver con Jerry Cole, pero es un caso interesante, es lo que hizo The Andrew Oldham Orchestra, una orquesta que en 1965 publicó un disco con refritos instrumentales de temas de The Rolling Stones llamado ‘’The Rolling Stones Songbook’’. 

El ‘’problema’’ comenzó cuando esta orquesta tomó el tema ‘’The Last Time’’ de dicha banda, pero reversionándolo de manera muy creativa, convirtiendo el tema original en una cosa instrumental nueva e interesante, y con una melodía innovadora y mucho más excitante que la canción original. The Rolling Stones pronto tomaron acciones legales y se quedaron con los derechos de autor de esta reinterpretación. Esta historia ultra conocida se corona ya en la década de los 90s, cuando la banda de rock inglesa The Verve ‘’toma prestada’’ esa melodía creada por The Andrew Oldham Orchestra para componer su himno de rock ‘’Bitter Sweet Symphony’’. Luego hubo problemas legales y demandas por parte de The Rolling Stones para con The Verve, hasta que The Rolling Stones terminaron cediendo los derechos. Pero lo más interesante de esto es ver como una orquesta de refritos instrumentales creó algo original a partir de una reversión y con ello cambiaron el curso de la historia de la música, incluso el gran mérito de todo esto lo merece The Andrew Oldham Orchestra, que creó algo hermoso a partir de un tema de The Rollings Stones, e incluso The Verve lo único que hizo fue robar esa melodía inconclusa y crear su canción. Pero el gran mérito de esa pequeña historia lo merece la orquesta de refritos The Andrew Oldham Orchestra.

Cod: #1771

martes, 9 de julio de 2024

The Electric Flag - The Trip (Original Motion Picture Soundtrack) (1967)

El primer disco de la banda estadounidense The Electric Flag es a la vez la banda sonora de la película homónima ‘’The Trip’’ de 1967 como también uno de los primeros discos en contener el sonido del sintetizador Moog en su haber. El trabajo es una muestra de la música de la película que representa, una colección de pasajes sonoros instrumentales que reflejan a las claras la idiosincrasia hippie en cuanto más pueden hacerlo. Una buena colección de tracks psicodélicos, en su mayoría cortos, de no más de un par de minutos cada una, que son pequeños trips de delirio sonoro.

En sí no es un gran disco, es más bien un muestrario de lo que pasa en cuanto a lo musical en la película, no parece haber una idea cohesiva que unifique todos los tracks más allá de que todos son pequeños viajes sonoros conglomerados en un disco que musicaliza una película llamada ‘’El Viaje’’. Tal vez podría tenerse una referencia de a donde se quiere llegar conceptualmente con este disco más allá de que sea un intento comercial en su época. 

La película a la que refiere este disco es la homónima ‘’The Trip’’ de 1967, un film hippie y de ''psychsplotation'' por excelencia, censurada en algunas partes del mundo,  escrita por Jack Nicholson, y dirigida por Roger Corman, un especialista en hacer cine con poco y en aprovechar la tendencias del momento, por lo que para finales de los 60s esta producción tenía que salir a la luz aprovechándose la oleada psicodélica. El film trata de un joven, interpretado por Peter Fonda, que experimenta con un trip acido, y básicamente todo ocurre en esa perspectiva. Muchos momentums y estados transita en protagonista en su viaje hacia lo interno. Y tal vez podría tenderse esa relación de paralelismo con la música de este ‘’disco’’, que pasa por momentos de misterio, momentos gratos, momentos divertidos, pero también momentos de mal viaje y desazón.

Al tratarse de piezas cortas, el álbum cuenta con buena cantidad de tracks, dieciocho en total, por lo que hay una diversa cantidad de inventos sonoros para escuchar. Pequeñas melodías, improvisaciones, delirios, alguna referencia a la música raga, malos viajes, entre otros. Algunos momentos interesantes del disco son, ‘’Fine Jung Thing’’ como una zapada blusera con ritmo de funk y muy buenas intervenciones eléctricas por la guitarra solista de Mike Bloomfield, o ‘’Peter Gets Off’’ otra pieza que también parece una improvisación pero esta vez liderada de forma solista por un saxo. O los pequeños trips sonoros como en piezas como ‘’Joint Passing’’, ‘’Inner Pocket’’ o ‘’Flash, Bam, Pow’’, o sino la blusera ‘’Gettin' Hard’’, una improvisación lenta de blues con solos de guitarra eléctrica.

Para 1967 había tan solo un puñado de discos en los que aparecía el Moog en su sonido, y lo que resalta de esos trabajos es lo muy bien ejecutado que estaba siendo ya para esa época este sintetizador, viéndoselas en trabajos muy experimentales de psicodelia, entre otros lanzamientos comerciales varios de tipo ‘’moogsploitation’’. Para ser una tecnología que recién estaba surgiendo es llamativo lo bien utilizado que está el sintetizador en muchos discos primarios del momento, aun sumergidos en el ambiente psicodélico, aunque vale aclarar que, pese a que el Moog sí aparece en este disco ‘’The Trip’’, no tiene una intervención preponderante sino más bien aparece como detalles en varios momentos sueltos. 

El encargado de las aplicaciones electrónicas en ‘’The Trip’’ fue Paul Beaver, un entusiasta promotor de esta nueva tecnología del sintetizador Moog, como músico, y con colaboración de Bernie Krause, se convirtió en promotor comercial de Moog en la Costa Oeste de los EE. UU. Su promoción especialmente en el mundo de las bandas de rock hippie sirvió de enlace para llevar la música electrónica incluso también a otros de los primeros álbumes, todos psicodélicos, en contener el sonido del sintetizador en su haber, como ‘’Psychedelic Percussion’’ de 1967 por Hal Blaine, ‘’New Sound Element Stones’’ de 1967 por Emil Richards, ‘’Pisces, Aquarius, Capricorn & Jones Ltd.’’ de 1967 por The Monkees, ‘’The Notorious Byrd Brothers’’ de 1968 por The Byrds, entre otros.

The Electric Flag fue una banda estadounidense de rock pero con mucha intención hacia el blues, creada y  liderada en 1967 por el gran guitarrista Mike Bloomfield, quien venía de la experiencia de ser parte de The Paul Butterfield Blues Band. Bloomfield, junto al tecladista Barry Goldberg y el baterista Buddy Miles, y con otros músicos como el vocalista Nick Gravenites y el bajista Harvey Brooks, tuvo la ambicion de crear algo así como él llamo "música americana", tomando inspiraciones del blues de big band de BB King, T-Bone Walker y Guitar Slim (Eddie Jones), sino también en los sonidos soul contemporáneos de Otis Redding, Steve Cropper, Booker T. & the MG's y otros. También se inspiró en las formas tradicionales del country, el gospel y el blues. 

Inicialmente la banda se llamaría American Music Band, pero Bloomfield organizó la banda que se conocería como The Electric Flag en la primavera de 1967, buscando un sonido propio al incluir instrumentos de viento. La banda alcanzó su apogeo con su segundo disco, el lanzamiento de 1968 ‘’A Long Time Comin' ’’, una fusión de estilos de rock, jazz y R&B que se ubicó bien en la lista de álbumes pop de Billboard. 

Cod: #1770

miércoles, 3 de julio de 2024

Rotary Connection - Rotary Connection (1967)


Este álbum de pop y rock hippie cuenta con mucho arreglo sinfónico, lo que lo ubica entre los álbumes ambiciosos de la época, entre los trabajos conceptuales del momento, y además lo acerca a los orígenes del rock progresivo por sus ideas innovadoras y sus búsquedas compositivas, junto a álbumes tempranos del género como ‘’Days of Future Passed’’ de 1967 por The Moody Blues, ‘’Vanilla Fudge’’ de 1967 por Vanilla Fudge, o ‘’The Thoughts Of Emerlist Davjack’’ también de 1967 por The Nice. Todos estos álbumes tempranos, aunque con propuestas diversas entre sí, comenzaron a dejar entrever que una nueva música estaba surgiendo en el rock y se estaba desprendiendo del rock hippie, una nueva música de rock que continuaría mucho de la psicodelia pero ahora con otros elementos y sofisticaciones.

‘’Rotary Connection’’ de Chicago se propuso hacer algo muy ambicioso desde el ámbito del rock de época, aunque en realidad el disco no es tan rockero en cuanto a guitarras sucias y riffs pesados, esto es más bien un invento que va por entre el pop y el soul, con inventos propios y reversiones de algunas canciones de Bob Dylan, The Rolling Stones y Sam & Dave, a las cuales estiraron y convirtieron en cosa propia de la banda, hasta tal punto en que las convirtieron en algo totalmente diferente a lo original, irreconocibles.

Todo el disco es un auténtico experimento en el que desfilan trazas de góspel, electrónica, raga, psicodelia, jazz, música clásica, baladas, ubicadas en el entorno de la canción pero estas estando ornamentadas con arreglos de cuerda y voz y siendo estiradas de manera que funcionan muchas veces con introducciones, desenlaces, partes álgidas y finales, todo una esmerada visión proyectada hacia la producción y composición. Su ambición y extravagancia  supieron dar inspiración a los progresivos de la primera ola. El disco es una gran experiencia, no de rock pero de la psicodelia más ambiciosa, uno de esos típicos delirios creativos de la era hippie en la que músicas de distintos estirpes culturales que combinan con orquestas, coros y mucha experimentación. Pequeñas piezas que sirve como conectores, experimentación de estudio, fusiones y mucha experimentación, son más características que desfilan en esta producción de grandes visiones. 


El trabajo es todo un experimento, y como tal puede que a muchos no les guste, pero este tipo de arremetidas prototípicas siempre son importantes para la evolución y el no estancamiento de la música popular, permitiendo los productores de época muchos inventos que hoy en día serían imposibles, por lo menos para el ámbito de la música masiva y popular, ya que en el ámbito del under y las vanguardias eso ya existe y sigue existiendo hoy en día.

Rotary Connection fue una banda estadounidense de soul psicodélico, formada en Chicago en 1966. La banda, altamente experimental, fue ideada por Marshall Chess, hijo de Leonard Chess, fundador de la discográfica ‘’Chess Records’’. Marshall fue el director e ideólogo de la etiqueta Cadet Concept Records, y estaba interesado en desarrollar música experimental que fuera más allá del blues y el rock que habían hecho popular a ‘’Chess Records’’. Esto lo llevó a centrar su atención en el floreciente movimiento psicodélico de la época. El productor y tecladista Charles Stepney (posteriormente productor de Earth, Wind & Fire ) también estuvo a cargo de la producción.

Marshall reclutó Charles Stepney, un vibrafonista de formación clásica, arreglista y productor. También reclutaría a los Bobby Simms, Mitch Aliotta , y Ken Venegas, músicos que participarían del primer disco del proyecto. Sidney Barnes, un compositor dentro de la organización de Records Chess, también se unió al proyecto, al igual que Judy Hauff. También contaron con un elenco de cantantes que alternaban entre el soul y el celestial (incluida una joven artista también de ‘’Chess Records’’, llamada Minnie Riperton). Además de unirse el guitarrista Phil Upchurch y el baterista Morris Jennings.

El grupo lanzó seis álbumes durante su tiempo de vida, producidos y arreglados por Charles Stepney para ‘’Chess Records’’. Su primer album, el homónimo ‘’Rotary Conecction’’, puede parecer un experimento incomprendido pero es apenas el comienzo discográfico de una banda que publicaría más artefactos en los siguientes años.

Cod: #1769

miércoles, 10 de abril de 2024

The Beat Of The Earth - The Beat Of The Earth (1967)


Si se intentara definir o acercarse al concepto de lo que es la psicodelia propiamente dicha, pues bien, este es un gran ejemplo que pone en manifiesto el significado de este tipo de música, e incluso en el reverso de este disco original de época venia un slogan que decía: ‘’Este disco es una declaración artística. Si buscas música psicodélica, no compres este disco a menos que estés buscando música psicodélica", una frase algo confusa pero que pretende postularse a sí mismo como música psicodélica per se y no como un disco más de rock and roll.

Lo que intenta definirse como psicodelia con esa propuesta es que la experimentación psicodélica no responde a una serie de expresiones que buscan el gusto popular sino que es una forma de arte puro, una entidad en si misma, caracterizada por la experimentación sonora y la búsqueda explayada en el tiempo a lo largo de momentos indefinidos y que, aunque puedan estar caracterizados por elementos comunes al arte de la época, no responde a algo en especifico sino que pueden desparramarse hacia absolutamente cualquier sonoridad, siempre dentro del delirio, el vanguardismo y el rupturismo.

En discos como estos los limites se han corrido un poco más allá para mostrase la música hippie en un estado mucho más puro, coherente con todas las manifestaciones rupturistas de las que se pretendía el movimiento hippie, además de estar al tanto de todas las vanguardias y experimentaciones, movimientos de los que bebieron e influencia que quedó plasmada como evidencia irrevocable de este encuentro de visiones.

‘’The Beat Of The Earth’’ está dividido en dos extensas partes que originalmente estaban repartidas una a cada lado del vinilo original publicado en la época, lo que representa que el disco esté plasmado no en una serie de canciones estándar sino en una larga sesión de improvisación, dividida en dos partes para la conveniencia de la plasmación de la grabación en un disco.

Si bien la canción está implícita en las sesiones, esta aparece pero de forma mucho más libre de lo que aparecería en un disco convencional, expandiéndose a lo largo de dos extensas sesiones de veinte minutos cada una, por lo que el sonido se vuelve una exploración por terrenos de rock psicodélico suave por órganos y guitarras eléctricas, percusiones y cantos, sumado a algún eventual agregado sonoro a principio y final de las sesiones.


Allí es donde ocurre el estamento que se intenta transmitir, los músicos no están repitiendo una serie de convenciones compositivas, sino que están improvisando en una serie de sesiones muy enriquecedoras para el estilo psicodélico. Se trata de estamentos de época, capsulas de tiempo que retratan momentos de una época caótica en la que se buscaba romper con lo cuadriculado de los valores para traer a cambio un arte, y forma de vida, no estática, de libre manifestación y libre ejecución de acuerdo a las circunstancias.

Este particular proyecto nace allá por finales de los años 60s, en California, EEUU, de la mano de Phil Pearlman, un músico que para esa época era un joven de secundaria, pero se convertiría de una figura fundamental de la psicodelia underground de California, músico emblemático de la misma talla que Joseph Byrd. Para finales de 1966 y principios de 1967 conoce a Karen Darby, otro futuro miembro de la banda. Juntos comienzan el proyecto, casi sin saberlo. 

Phil estaba creando su propio estilo de música experimental basado en sesiones libres de guitarra eléctrica, y lo estaba volcando para un proyecto de arte para una clase en la universidad, esto lo llevó a armar una banda, la cual estuvo finalmente compuesta por Phil Pearlman, Karen Darby, Ron Collins, J.R. Nichols, Phil Phillips, Sherry Phillips, siendo todos músicos provenientes de distintas partes de EEUU. Comenzaron a desarrollar su concepto de música libre, al cual lo presentaron en algunos bares, basado en el rock psicodélico de la época. Comenzaron a grabar el álbum en el verano de 1967, financiado por el mismo Phil Pearlman.

’The Beat Of The Earth es la primera encarnación de la banda, el sonido primario de un músico (Phil Pearlman) que tendría más por hacer, ya que luego de dicho primer lanzamiento seguiría con dos álbumes más, los cuales también quedarían de culto para los amantes de la psicodelia más underground. 

‘’The Beat of the Earth’’ se terminarían separando en 1969, y Phil Pearlman formaría más tarde a otro proyecto llamado ‘’The Electronic Hole’’, banda con la cual lanzaría, en 1970, otro trabajo psicodélico experimental, no tan improvisado como el anterior, sino más bien abocado a la elaboración. Mas tarde, para 1976, lanzaría su tercer trabajo de distinción, ‘’Relatively Clean Rivers’’, disco más abocado hacia sonidos folk, lanzado a mitad de los 70s pero aun conservando el sonido de 1969.

Cod: #1762

lunes, 5 de febrero de 2024

The West Coast Pop Art Experimental Band - Vo. II (1967)

El segundo lanzamiento del grupo, el volumen II, es un poco más ambicioso que el debut discográfico de la banda, incluso con incursiones un poco más adentradas a la psicodelia experimental en sí misma. Podría parecer que este segundo trabajo tiene un aire de obra conceptual, con el particular ‘’In The Arena’’ que funciona a forma de apertura del disco y que, a su vez, a la mitad del disco aparece otro separador conceptual, la ‘’Overture’’ que da pie al comienzo de la parte segunda del trabajo. 

Hoy en día parece obsoleto el concepto de ‘’parte 2’’ de un disco debido a que las publicaciones se piensan en formato cd (aunque el vinilo está volviendo a ser tendencia), por lo que esa obertura fue pensada para el disco siendo publicado en un LP que debía darse vuelta en la bandeja para poder apreciar el segundo lado y que este mismo comenzaba con una obertura. Una belleza conceptual y todo un ritual de escucha con el que cuentan muchos discos conceptuales de la época.

Publicado en 1967 en ‘’Reprise Records’’ como continuación de la primera parte, el Vol. II es un poco más entretenido que su antecesor, especialmente para los interesados en sonidos algo experimentales dentro de la psicodelia y el rock psicodélico. El álbum abre con un track conceptual y continua, durante la primer parte del disco con tres piezas bastante interesante, entre las que aparece la peculiar ‘’Supongamos que nos traen una guerra y nadie se presenta’’, un tema en forma de protesta a las guerras de la época, que en realidad copia citas directas de un discurso de Franklin Roosevelt el 14 de agosto de 1936 en Chautauqua, Nueva York. 

Tal vez sea un cliché para algunos esto de las protestas contra la guerra en aquella época hippie, pero en realidad todas las generaciones y géneros musicales tuvieron sus clichés, incluso hasta los supuestos más ‘’elevados’’. Todos los géneros fueros cuestionados, revisados y repuestos desde una visión de reconstrucción que replanteaba los mismos sonidos, pero desde visiones que rompían las formas armónicas, melódicas, etc.

En este segundo álbum de la banda parece ser más llamativo el primer lado del mismo, con piezas muy interesantes. Ya incursionando sobre la segunda parte del trabajo aparecen algunas piezas que tratan de continuar por la senda experimental, tal vez no con buena forma en la primera parte, aunque ‘’Carte Blanche’’ es una interesante pieza de rock psicodelico con buenos solos de guitarra distorsionada. Lo mismo ocurre con ‘’Unfree Child’’ que cuenta con una oscura introducción y un agradable desarrollo de la canción.

La banda publica tres discos en su historia, los correspondientes Vol. I, Vol. II y Vol. III, considerados a menudo como una evolución del grupo en cuando a lo entretenido y psicodélico respecta progresivamente, muchos consideras sun Vol. III como el mejor de todos.

Esta banda estadounidense es formada en Los Ángeles, California, en 1965, y compuesta por Michael Lloyd, Danny Harris, Shaun Harris y John Ware, originalmente llamados como Laughing Wind. En una fiesta organizada por Bob Markley, un hijo de un magnate petrolero, fue el mismo Markley quien propuso a Laughing Wind la posibilidad de ser producidos y financiados, económicamente, con la condición de que fuera el mismo Markley otro miembro de la banda. El grupo no recibía de buena manera las excentricidades y esnobismos de Markley, pero parecen haberlo tolerado a cambio de la financiación de sus discos.

Es un álbum que no está al tanto de la escucha popular de otros discos más conocidos de la época, pero que de todas formas son discos que tienen cierta reputación entre la psicodelia y que suelen aparecer entre las listas de buenos discos del momento. Psicodelia y rock no le falta, buenas zapadas y experimentación tampoco, luego será responsabilidad de cada uno el uso que se le da al mismo al acercarse a estos experimentos que no alcanzaron el maistream pero que proponen sus conceptos interesantes, consumir preferentemente bajo el cuidado de un adulto responsable.

Cod: #1757

sábado, 20 de enero de 2024

Kali Bahlu - Kali Bahlu Takes The Forest Children On A Journey Of Cosmic Remembrance (1967)

He aquí otra incursión en el mundo de la fusión con elementos orientales, aunque esta vez se trata de un experimento mayor, con música no reducida a una serie de canciones propiamente dicha sino ya más volcada hacia la experimentación misma, tanto es así que el disco se divide en cuatro extensas piezas, dos de cada una de ellas a cada lado del vinilo original de época. Esta es una extraña obra musical típica de la era hippie pero que incluso resalta entre los elementos más experimentales. Aquí hay sitares, tablas y tampuras hindúes, por lo que la remembranza hacia ese mundo exótico está al corriente en todo el disco y da esa cuota mística de viaje cósmico por la mente y sus extensos interiores.

Aunque eso no es todo lo que ocurre. A lo largo de las cuatro piezas del disco se presenta un viaje por tierra indeterminadas, dirigidas por una voz femenina semi cantada semi hablada, en un trabajo cuasi spoken Word, que recita sus delirios inentendibles a lo largo de todas las piezas, mientras algunos ruidos ocurren por detrás que dan un aire de vanguardismo experimental. La psicodelia está al orden del día, por la voz femenina recitando delirios y por el ambiente que en conjunción de todos los elementos se termina de crear, por lo que el happening delirante de místicas acidas no se deja de esperar, todo el disco es un viaje en sí, para eso fue diseñado.

‘’Kali Bahlu Takes the Forest Children on a journey of Cosmic Remembrance’’ es el nombre elegido para este delirio generalizado, un viaje guiado por la voz de Kali, que con un virtuosismo locutor recita, canta, rie y delira mientras que a la vez nos cuenta fabulas misteriosas sobre dioses, y otros elementos. La voz es penetrante, intensa, exótica, insistente, etc. Esto podría relacionarse al estilo exótico por el erotismo de la voz femenina al mando, y también algo de eso que suele denominarse vagamente como non-music y que suele estar relacionado a una etiqueta de unifica a trabajo con recitaciones vocales, diálogos y lecturas, como lo hacía también Timothy Leary en sus discos de la época, aunque este último también psicodélico pero con un tenor más filosófico y cuasi científico.

Kali Bahlu pareciera encontrarse en un estado alterado y como en un viaje poseída por una incomprensible euforia de tipo infantil, recitando cosas generalmente incomprensibles, muchas veces sin sentido y otra también sin sentido pero que se dirigen hacia nociones espirituales. Todo el disco es algo monótono en realidad, pese a la experimentación la música está creada para acompañar las recitaciones y pintar los paisajes psicodélicos requeridos por la voz femenina al mando. Esta noción repetitiva es común en este tipo de discos de recitaciones, pero en realidad tampoco deja de ser una interesante incursión por tierras psicodélicas con varios elementos atípicos y una serie de trips instrumentales de fondo que hacen la delicia para cualquier viaje acido.

El disco fue editado en 1967, por el sello World Pacific Records, sello que había editado en 1966 el influyente ‘’Raga Rock’’ por The Folkswingers, y que en 1967 también editó joyas como algunos discos de Ravi Shankar, algunos discos con recitaciones de Maharishi Mahesh Yogi, además del ‘’In India’’ por Paul Horn, por lo que la propuesta de Kali Bahlu encajaría perfectamente en las nuevas visiones del sello para entonces. Aunque por otro lado el sello hizo mella de esta tendencia y la convirtió en lo que en algún momento se denominó como sitarploitation, publicando varios discos con reversiones comerciales y presencias de sitares sin mayores miras que las de intentar vender.

La enigmática Kali Bahlu era una mujer joven al momento de publicar el disco en 1967, aunque desapareció en la historia poco después del lanzamiento de su primer y único álbum, que gracias al sello World Pacific Records pudo llegar a mayor público, siendo una pieza oculta entre la psicodelia más experimental de la época, parte sitarploitation, parte psicodelico, parte disco con recitaciones, un trabajo que tuvo suerte al encontrar su lugar en un sello grande que le terminó de dar vida, y engrosando la lista de joyas que surgieron y murieron al instante, para nacer definitivamente en un contexto de psicodelias y experimentaciones, y para quedar como un registro que es la muestra viviente de la historia al recordarnos lo que transcurría por las cultura de aquellos años.

Cod: #1754

domingo, 21 de mayo de 2023

Intersystems - Number One (1967)

Publicado originalmente en su primera tirada de 1967 con una portada totalmente blanca solamente iluminada por las siglas ‘’Number One… Intersystems’’, este artefacto extraño de la música concreta norteamericana permanece en las tinieblas y no es más que otro experimento delirante del hipismo más radicalizado y freaky de la época, con la típicas búsquedas del momento para los hippies: vanguardias, experimentación, poesía, acercamiento a lo electrónico, y un delirio generalizado que se acerca a la psicodelia desde un costado íntimo y pareciera ser, si se quiere, un freack-out happening de iniciación acida y delirio colectivo.

Con las vistas musicales de John Mills-Cockell que fue el encargado de crear el ruido electrónico intenso y extraño que florece en las entrañas de este disco, acercándose hacia la vanguardia, la psicodelia, la música concreta y la experimentación extrema. Por su parte Blake Parker es el cargado de presentar y narrar una serie de poesías que se combinan con los sonidos electrónicos, poesía típica de la época entre polémicas sexuales, homosexualidad, sátiras políticas, delirios, más experimentación, elementos pop, cuentos surrealistas, etc. 

En cierto punto esto es un elemento típico del hipismo, aunque también es un elemento bastante arriesgado y que se puede encontrar solamente buceando en las entrañas de la psicodelia más radicalizada y under, por lo que hay cierto alejamiento de elementos típicos de la psicodelia como la espiritualidad oriental o el rock, para irse más hacia un lado de vanguardia electrónica y música concreta. Todo el disco es una ejecución aleatoria aplicada en un espectro de libre ejecución, entre ruidos y disonancias, ambientes y sonidos, grabaciones, ruidos, que se fusionan con una voz hablada desparramada a lo largo de todo el trabajo, recitando siempre su poesía, siempre en un modo insistente, tenso, hablando sobre algún delirio y con un tono que imita a los típicos discursos de JFK de la época.

No hay mucha "música" per se, pero el sonido deja una buena sensación psicodélica, pero de la psicodelia más extrema que no será aceptada por cualquiera. La conexión entre las palabras y los efectos de sonido no es consistente y parece que ambos elementos fueron, al menos en parte, improvisados y unidos arbitrariamente. La última pista entra en algunos estados de ánimo "ambientales" espeluznantes interesantes, mientras que la narración amanerada es un interesante inconveniente durante la duración total del trabajo. 

Este tipo de trabajos son testamentos vivientes, capsulas de tiempo que guardan parte de su apoca y lo mantienen vivo por el resto del tiempo futuro, o por lo menos así será para los fanáticos del género. El trabajo fue una apuesta para el sello discográfico canadiense ‘’Allied Record Corporation’’, sello que más tarde presentaría bandas psicodélicas como Reign Ghost o The Plastic Cloud.

El disco está dividido en dos partes, el primer lado que en realida se llama ‘’Side 69’’, que contiene una pequeña primera pieza llamada ‘’Lately’’ y otra pieza más extensa llamada ‘’Vox 3/13/67’’, mientras que por su parte, el lado segundo del disco se llama ‘’Side F’’ y está compuesto por una pista pequeña denominada ‘’Orange Juice & Velvet Underwear’’ y también por otra segunda pieza extensa, llamada ‘’Blackout Mix’’. Los nombres parecen buscar la sátira, extender el delirio, mientras que también el desconcierto, el primer lado del disco es el lado 69 y el segundo es el lado F! la contraportada original era un caos entre la información de la edición, los créditos y algunas palabras delirantes también en forma de poesía loca y desordenada.

Hasta 1968 Intersystems publicó tres discos. Las obras de Intersystems evocan a la conciencia intensificada por la experiencia, la psicosis intermitente, la sobreestimulación intelectual y el nihilismo radical de una expedición con ácido llevado al extremo por la visión hippie. Todo en este disco gira en espiral rumbo a un vórtice de cacofonías de ruido blanco deshilachado y oraciones lucidamente inconexas pero surrealistas y satíricas, en un collage de no música hablada y y música no comercial.

Esta expedición estuvo integrado por Blake Parker, Dik Zander, John Mills-Cockell, y Michael Hayden. Esta electrónica salvaje representa los primeros esfuerzos de pionero electrónico canadiense John Mills-Cockell, uno de los primeros artistas en poeer un sintetizador Moog en toda Canadá,  y quien luego de este emprendimiento se embarcaría en otro proyecto dentro de la misma línea electrónica pero ya reversionando y purificando sus miras en el vanguardista y evolucionado Syrinx, junto al percusionista Alan Wells y el saxofonista Doug Pringle. Syrinx, entre 1970 y 1972 alcanzó a publicar dos discos, El primero de ellos atrajo la atención de los ejecutivos de CTV, red canadiense de televisión, que le encargaron a la banda un tema musical para su serie de televisión con visión de futuro ‘’Here Come the Seventies’’. Esta comisión dio como resultado que Mills-Cockell compusiera ‘’Tillicum’’, que luego se lanzó como sencillo y se incluyó en el segundo álbum de Syrinx.

Cod: #1729

miércoles, 19 de octubre de 2022

Dr. West's Medicine Show and Junk Band - The Eggplant That Ate Chicago (1967)

Esta es una delicia del folk under de Los Ángeles, CA, EE. UU., no son un clásico aunque lograron un éxito, "The Eggplant That Ate Chicago ", que alcanzó el puesto 52 en el Billboard Hot 100 en 1966. Si te interesó la música de bandas freak-hippie tempranas como The Fugs, The Godz o The Holy Modal Rounders, de alguna manera relacionados a Dr. West's Medicine Show And Junk Band por el estilo acústico y tradicionalista, aunque estos últimos sean más clásicos y no tan enfermos aun así siguen la misma línea de irreverencia, música con cierta especialización en cuerdas y letras polémicas y divertidas. 

‘’The Eggplant That Ate Chicago’’ fue su primer lanzamiento, con un hit en formato simple homónimo del tema ‘’ The Eggplant That Ate Chicago’’ de 1966, y el disco de larga duración propiamente dicho lanzado en 1967. Lamentablemente al álbum completo no consiguió el éxito comercial del sencillo y algunos simples posteriores tampoco llegaron a las listas. La banda lanzó, en 1968, un sencillo final bajo el sello Gregar, pero se separó poco después.

En una combinación entre jug band, folk, ragtime y psicodelia, ‘’The Eggplant That Ate Chicago’’ funciona de forma rustica entre canciones cortas, pegadizas, divertidas, composiciones con progresiones simples en guitarra, fáciles de tararear y recordar, acompañándose por tablas de lavar, kazoos y varios objetos de metal que a menudo eran golpeados con baquetas para obtener de estos un acompañamiento.

Tal vez algunas de las mejores cosas de este disco sea la portada multicolor acida que derrite el tiempo y sugiere un sonido más ácido de lo esperado, el resultado de la música no es explícitamente psicodélico, aunque un poco lo es, el sonido es un reflejo de la época, freaks rompiendo con la formalidad de la generación pasada, protestas contra la guerra, sustancias psicoactivas, música tradicional estadounidense, arte multiplicándose, y nuevas generaciones de jóvenes entusiastas en la música que, sin ser profesionales, se encontraban con oportunidades ante la tecnología de grabación de la época y dejaban su registro para la posteridad.

Aunque, de todas las canciones que componen el disco, la mayoría se parecen bastante entre sí, técnicamente hay recursos que se utilizan mucho, de todas formas este no es un intento de obra maestra ni mucho menos, fue un intento divertido de Norman Greenbaum, cantante de folk de Nueva York al que le gustaba la música de jug band, de crear un delirio junto a otros delirantes como él. El enfoque psicodélico del grupo era demasiado excéntrico para el mundo del espectáculo convencional, sin embargo, el resultado fue bueno, con relativo éxito local y que sirvió para alcanzar más recursos, tiempo en estudio y contactos en la industria.

El grupo estaba integrado por su líder Norman Greenbaum en voz y guitarra, además de Bonnie Lee Wallach en guitarra, kazoo, tambourine y otras percusiones, Evan Engbar en table de lavar, bajo y otros elementos, y Jack Carrington en guitarra de seis y doce cuerdas. La mayoría de las canciones fueron compuestas y arregladas por Greenbaum.

En 1968, tras la disolución de la banda, Greenbaum se lanzó en solitario como artista folk y envió a Reprise Records una copia de su canción "Spirit in the Sky", en versión acústica simple, sin imaginar al repercusión que tendría. El sello captó la oportunidad, llamaron a Greenbaum y produjeron una versión rock del tema. Reprise lanzó el tema en u disco homónimo a fines de 1969, el disco alcanzó el número 1 en casi todos los mercados del mundo. Vendió dos millones de copias entre 1969 y 1970, fue galardonado y el tema se convirtió en un emblema de la epoca siendo utilizado en películas, anuncios y televisión. 

Sobre Dr. West's Medicine Show and Junk Band, en 1969 apareció un compilado llamado ‘’ Norman Greenbaum with Dr. West's Medicine Show and Junk Band’’, y en 1998 apareció ‘’ Euphoria: The Best of Dr. West's Medicine Show and Junk Band’’, que revivía el material que dejó el grupo entre discos y simples.

Cod: #1694

miércoles, 18 de agosto de 2021

The Holy Modal Rounders - Indian War Whoop (1967)

La aparición de la psicodelia estableció un nuevo estándar dentro de la música popular de la época, el de la música experimental. De pronto, fue tendencia la experimentación, el delirio. Los artistas contemporáneos que surgieron dentro de esos años hicieron rock psicodélico con demarcado corte experimental. Esto también se vio reflejado en los músicos que hacía ya varios años que venían publicando discos y que de pronto se encontraron con esta tendencia, y se puede apreciar en sus discos, portadas y sonidos como se acomodaron (por interés, obsecuencia o mero comercio) a esa tendencia multicolor de los estilos alucinógenos.

En ese sentido el caso de The Holy Modal Rounders fue notable, con unos primeros trabajos, aunque disonantes y polemicos, con un sonido todavía folk acústico clásico, dentro del country y el blues, pero de pronto, para su tercer disco, ‘’Indian War Whoop‘’, grabado para ESP (el sello de avant-jazz que recientemente se había movido al rock underground salvaje con los Fugs) y publicado en 1967, tomaron el mismo sonido y lo batieron en un coctel de delirio y experimentación. Ellos eran (salvando las distancias, el talento y la influencia) una suerte de Incredible String Band norteamericano, con especialización en sonidos acústicos de cuerdas, pero aquí, si bien la aparición de las cuerdas sigue siendo primordial y así también el estilo country, parecen haber tomado un camino hacia el aquelarre, el freak out y el desorden generalizado, tendencia que marca todo el espíritu general del disco.

El álbum está dividido en dos partes, abriendo con la típica experimentación de estudio de la época, voces en feedback y experimentación delirante. Delirio que se extiende incluso durante todas las primeras canciones del disco, que tratan de un sonido folk pero pervertido con gritos, aplicaciones instrumentales alocadas, ejecuciones delirantes, humor bizarro y demás locuras y ocurrencias del momento, interpretaciones radicalmente alteradas de canciones folclóricas tradicionales. Ya para la segunda parte del disco parecen haberse vuelto un poco más formales como versiones folk más clásicas, pero de todas maneras continúan por la senda decadente, delirio que no parecen resistirse a abandonar, siempre en interpretaciones con voces y coros alocados, agregados sonoros, aplicaciones discontinuas de batería, y otras aplicaciones freaks. 

La mayor parte del sonido consiste en canciones folky delirantes, pero hay muchos otros momentos de delirio, improvisación y experimentación que aparecen como finales de introducciones o finales de canciones, como enriqueciendo la experiencia en un disco que de todas formas no fue tan apreciado en su resultado final por lo mismo autores que lo consideran con bajas calificaciones. Es un sonido que no decepcionaría a los amantes de la música country y que definitivamente tampoco lo haría con los amantes de la psicodelia, es un entrecruce entre ambos con demarcado rumbo hacia el delirio freak out. El dúo se componía por Peter Stampfel en violin, banjo y voces, y Steve Weber en guitarra y voz, además participaron en el disco Antonia, Barbara & Wendy en voz, el ex Fugs Ken Crabtree en órgano, el dramaturgo Sam Shepard en batería. Michael Hurley contribuye con canciones para el álbum y luego sería parte oficial de la banda.

Además The Holy Modal Rounders funcionó como otras bandas de similar calibre experimental como The Fugs o The Godz, bandas que interpretaban cada una su género pero que de todas maneras lo hacían en un mismo estilo delirante y descontracturado, como chocando con el convencionalismo, saliéndose del carril de la música formal y presentando un delirio generalizado, y es que estas bandas también tuvieron ese carácter de psicodelia prototípica, de delirio antes que el deliro estuviera de moda, sirviendo como puente entre el folk/garage pre psicodélico y la psicodelia propiamente dicha. Y es que además The Holy Modal Rounders tuvo su vínculo con The Fugs. Poco después de la publicación de su segundo álbum, ‘’The Holy Modal Rounders 2’’, en 1965, se unieron a Ed Sanders y Tuli Kupferberg de The Fugs por un corto periodo de tiempo. Sus grabaciones con The Fugs en 1965 se encuentran en los álbumes ‘’The Village Fugs’’, ‘’Virgn Fugs’’, y ‘’Fugs 4, Rounders Score’’. El propio Weber escribió uno de los primeros números más populares y notorios de los Fugs, "Boobs a Lot".

Los Rounders eran conocidos más como un grupo folclórico que como un grupo de rock. Cuando se formaron por primera vez alrededor de 1963, los Rounders eran solo el dúo de Peter Stampfel y Steve Weber. Su primer par de álbumes para Prestige, publicados a mediados de la década de 1960, eran totalmente acústicos. Incluso entonces, sin embargo, se jactaron de una irreverencia que los distinguió inmediatamente de los tradicionalistas del folk acústico. Retorcieron los estándares del folk desgastado con voces temblorosas, arreglos exuberantemente extraños e interpretaciones que eran liberales, por decir lo menos. "La actitud purista en ese momento era que esta edad de oro se había ido, y la forma correcta de hacerlo era tratar de recrearla hasta el pop y rayar el viejo disco de 78 rpm", dijo Stampfel en 1997.

La transición de los Rounders al rock sería un proceso más lento y gradual que el que atravesaron cientos de otros músicos del folk al rock en la década de 1960. Su primer paso fue su trabajo ‘’Indian War Whoop’’, que finalmente no fue un trabajo de rock pero que se sumaba a la tendencia psicodélica del momento y que contenía algunos elementos como órganos o baterías. Pero su siguiente paso fue un salto evolutivo directo hacia el rock y que seguía por la senda de la psicodelia y el delirio, ‘’The Moray Eels Eat The Holy Modal Rounders’’ de 1968. Aquí estaba la oportunidad de The Rounders de mezclar todas las raíces folk que habían sido parte su trabajo desde su formación en una licuadora, rematado con algo de extrañeza y rock duro. Jug band, country, blues, ragtime, folk-rock: todo se mezclaba entre sí, figurativa y literalmente. 

Una de las pistas de ‘’The Moray Eels Eat the Holy Modal Rounders’’ eventualmente vendería toneladas de copias, pero solo como un corte de un famoso álbum de banda sonora. "Bird Song" apareció tanto en la banda sonora del LP de Easy Rider como en la propia película. La canción acompaña la espléndida escena en la que un joven Jack Nicholson, luciendo con orgullo su casco de fútbol americano de la escuela secundaria, se pone en marcha en la carretera con sus nuevos amigos motociclistas hippies Dennis Hopper y Peter Fonda.

Cod: #1581

miércoles, 14 de julio de 2021

The Orkustra - Adventures In Experimental Electric Orchestra From The San Francisco Psychedelic Underground (1967)

Este emprendimiento refleja perfectamente el espíritu creativo del movimiento under de rock psicodélico que estaba surgiendo en la zona de San Francisco a mediados de los 60s, con la psicodelia punzante marcando el espíritu y la experimentación como bandera, pero esta banda supo salirse de los cauces establecidos y propuso una música que se diferenciaba de cualquier otra entre sus coterráneos y contemporáneos, ya que lo propuesto aquí es un estilo sin nombre y de una extraña identidad que refleja un profundo interés por las músicas del mundo  y por la fusión de las mismas, saliéndose del mero rock parar traer a este elementos de jazz, blues, folk, música clásica y música tradicional hindú.

Este estilo es muy particular y diferente a todos en su época, parece una música prototípica que bebe de muchas fuentes, demostrando en sus armonías y melodías sabores muy diversos, es como una pequeña orquesta hippie de música proto sinfónica de rock. En realidad, y pese a tener un marcado sabor a distintos elementos, es difícil de definir este sonido tan experimental y particular. Parecen valerse de esa tendencia de la época hippie de hacer improvisaciones y extensas sesiones, por lo que, dentro de un espectro cuasi académico, también demuestran estar plenamente embebidos por los movimientos contemporáneos: rock, psicodelia, experimentación, improvisacion, extensas sesiones, y extrañas presentaciones en vivo con músicas experimentales y delirantes.

La extravagancia de esta música se debe un poco a que la calidad de la grabación es baja, sumado a esto las composiciones que eran totalmente extrañas y atípicas, el resultado de esta conjunción deja un estilo de música prototípica sinfónica con un aire experimental, místico y delirante, exploraciones instrumentales de aire sinfónico con trazas de varios elementos dando vueltas por las armonías. Es música prototípica y más para su época, parece proto fusion, proto third stream, proto progresivo, es un estilo indefinido que guarda en su interior una creatividad muy particular propia de lo que es, un experimento único en su tipo en su época.

Esta pequeña orquesta psicodélica hippie fusionó rock autodidacta con música académica, inspirados por el ambiente creativo del momento en la bahía de San Francisco, un momento de contracultura y agitación artística, bandas surgiendo por todos lados, oportunidades por doquier y jóvenes viviendo el día a día con lo justo y necesario. Ese fue el ambientes en el que se creó la banda, siendo una loca ideación del creador del grupo, el guitarrista Bobby Beausoleil, quien había llegado a la zona de la bahía en búsqueda de nuevas aventuras musicales y pronto se vio a si mismo  divagando con crear toda una pequeña orquesta eléctrica psicodélica. Pronto los músicos adecuados irían apareciendo, pero en el proceso pasaron muchos aspirantes que huyeron despavoridos o no quisieron saber nada con la idea original que inspiraba el grupo: hacer música compleja, psicodélica e improvisada.

Aunque The Orkustra alcanzó a tocar mucho en el área de la bahía y en muchos festivales junto a grandes de la epoca, el grupo no tuvo mayor suerte y pronto se separaría, sin haber grabado nada oficialmente en estudio. La banda estuvo unida solo por poco más de un año antes de separarse en 1967. El grupo estaba integrado por el violinista David LaFlamm, el bajista Jaime Leopold, el baterista Terry Wilson y Henry Rasof en oboe. El quinteto se completaba con el por aquel entonces joven músico Bobby Beausoleil, líder, ideólogo y creador del grupo. Beausoleil fue contratado, en 1967, por el cineasta experimental Kenneth Anger para componer la banda sonora de su película ‘’Lucifer Rising’’. Se dice que Beausoleil cometió un crimen en 1969 por el cual fue condenado a cadena perpetua, por lo que tuvo que recibir un permiso especial para poder componer y grabar en prisión la banda sonora para dicha película.

The Orkustra  no alcanzó a publicar nada en su momento y tampoco alcanzó a realizar grabaciones oficiales de estudio. Afortunadamente, el violinista del grupo, David LaFlamme, guardó cintas de espectáculos en vivo y sesiones de práctica, las cuales quedaron guardadas durante décadas y no fue sino hasta el 2006 que fueron rescatadas y publicadas en un disco llamado ‘’Light Shows For The Blind’’, y en el 2009 también en otro disco llamado ‘’Adventures In Experimental Electric Orchestra From The San Francisco Psychedelic Underground’’ el cual presentaba las mismas grabaciones de la publicación del 2006 pero sumadas a otra buena cantidad de grabaciones hasta entonces inéditas. Este material es una capsula de tiempo que resguardó mucho de lo de su época, el quehacer vivo de los movimientos under de la época, sobreviviendo hasta el día de hoy y pudiendo ser escuchado luego de varias décadas.

Una de las particularidades de estas grabaciones es lo que ocurre con la pieza ‘’Bombay Calling’’, un tema con una melodía muy conocida, compuesta por la banda y que al parecer el mismo David Laflamme la llevó consigo a su próximo proyecto, la banda It's A Beautiful Day, banda con la reformarían ‘’Bombay Calling’’, publicándola en el disco homónimo de la banda, ‘’It's A Beautiful Day’’, de 1969. Luego, la banda Deep Purple tomaría prestada la melodía de ese tema para replicarla en su composición ‘’Child In Time’’. 

El propio vocalista de Deep Purple, Ian Gillan, reconoció finalmente el parecido de ambas canciones en una entrevista: “Hay dos partes en esa canción, la parte musical y la parte lírica. En la parte musical, había una canción titulada “Bombay Calling” de un grupo llamado It’s a Beautiful Day. Jon la tocó un día al teclado y parecía algo fresco y original. Sonaba bien y pensamos que podríamos jugar un rato con la melodía, cambiarla un poco y hacer algo nuevo que mantuviera la base. En aquel momento, yo no había oído aún el original “Bombay Calling”. Así que creamos esa canción con la Guerra Fría como el tema de la letra, y escribí las líneas “Sweet child in time, you’ll see the line”. Así es como surgió la letra. Entonces, Jon acabó de escribir la parte de teclado y Ritchie la de la guitarra. La canción refleja básicamente el estado de ánimo del momento y por eso se hizo tan popular”.

Cod: #1570

viernes, 12 de febrero de 2021

Hal Blaine - Psychedelic Percussion (1967)

La era psicodélica marcó tendencia de tal forma que los músicos contemporáneos que transitaron por esos años de contracultura no pudieron ser ajenos a la tendencia y, medio por conveniencia económica como también podrá ser por interés, se sumaron a la oleada multicolor y propusieron en su discografía algún que otro disco en los que aparecían portadas coloridas y que contenían sonidos experimentales y lisérgicos, sumándose a esa tendencia de volverse volátil, delirante, experimental, improvisado, freak-out, etc.

Hal Blaine haría lo suyo en esos años con este trabajo que se sale de lo común de su sonido más convencional y resalta de entre su discografía. Aunque es verdad que venía haciendo rock & roll típico del momento, para ‘’Psychedelic Percussion’’, de 1967, se vuelca decididamente y sin rodeos hacia la creación de una música experimental y exploratorio que proponía fusiones con sonidos diversos, manifestándose siempre dentro de ese estilo ‘’psicodélico’’ que tanto proclama el nombre del disco.

Esta ‘’Percusión Psicodélica’’ le hace honor a su nombre con un sonido especializado en percusión y psicodélia, con un ejecutante de lujo como Hal Blaine quien grabó la batería, gong, xilófono, órgano, bongos, congas y timbales, todo un repertorio instrumental muy amplio que queda reflejado en el sonido del trabajo que se erige en base de diversas habilidades y motivos que parten esencialmente de la percusión y que se construyen en base a ella; Blaine hace uso de sus buenas habilidades percusivas y las desparrama por todo el trabajo, siendo un sonido único en su tipo, con la unión del mundo de la percusión con el mundo psicodélico.

La psicodelia reversionada por Blaine se refleja en una música netamente instrumental, con predominio de la percusión (especialmente por parte de su batería a la que usa con una versatilidad asombrosa), estilo volcado en doce piezas, una por cada mes del año, en la que es posible sumergirse en ambientes delirantes, trip sonoros típicos de la época, repletos de misterios, exotismos sonoros, momentos más que experimentales y delirantes, apareciendo entre ellos además otro condimento que se agrega a la formula y que es uno muy particular para la época y el estilo, y es la electrónica. Esos ambientes de delirio se acrecientan en su embriaguez lisérgica debido a las diversas aplicaciones electrónicas que realzan el caos y lo elevan a niveles muy particulares.

Habiendo encarado un proyecto creativo con amplia libertad en la dirección creativa, Blaine toma mucho de lo de su época en cuanto a la extroversión y experimentación de la juventud del momento, concibiendo un sonido que se emparenta profundamente con la lisérgia, planteando doce piezas instrumentales y experimentales que muchas veces alcanzan momentos de ensueño sonoro, con ambientes delirantes y lisérgia por doquier. Las piezas no duran muchos más que dos minutos cada una pero ya es suficiente para viajar con una música exótica y lisergica.

Varias aristas se cruzan en este sonido: percusión especializada, psicodelia, exótica de los 50, electrónica, rock, y estilo de biblioteca con una forma de creación que se rehúsa a hacer caso a cualquier limitación de los productores para volverse hacia el creacionismo total, una búsqueda que trasciende lo hecho hasta entonces por al autor para volcarse hacia sonidos de experimentación y fusión. En trabajo contó además con la participación de Emil Richards y Gary Coleman en percusión, además de Mike Lang en teclado, órgano y piano, y Paul Beaver en efectos electrónicos.

Hal Blaine  fue el baterista de sesión de grabación más ocupado en Los Ángeles en las décadas de 1960 y 1970, tocando la batería en, según su recuento, decenas de miles de grabaciones, desde las producciones de Wall of Sound de Phil Spector  hasta las  producciones de  Brian Wilson de los Beach Boys , e incluyendo a la mayoría de los artistas de pop/rock en Los Ángeles en los años 60, así como a notables como  Elvis Presley  y Frank Sinatra . Blaine  publicó un libro de sus recuerdos, Hal Blaine and the Wrecking Crew, en 1990. 

Blaine tocó la bacteria en numerosas grabaciones de artistas como Nancy Sinatra, Jan and Dean, Elvis Presley, John Denver, The Ronettes, Simon & Garfunkel, The Carpenters, The Beach Boys, The Grass Roots, The 5th Dimension, The Monkees, The Partridge Family o Steely Dan. Participó en la grabación de 40 números uno y de al menos 150 éxitos top ten. Es considerado como el más prolífico batería de la historia del rock, participando en más de 35 000 grabaciones discográficas.

Cod: #1533