Desde su fundación en octubre de 1933, Falange Española tomó como referencias a los principales movimientos fascistas de la Europa del momento: la Italia fascista y la Alemania nazi. Durante la guerra civil, la Iglesia católica (tanto sus jerarquías en España como el propio Vaticano) pasó a observar de cerca la evolución del fascismo español, convertido pronto en el partido único de la dictadura franquista. Pese a que Falange reconocía el peso de la tradición católica en la historia de España, la mirada eclesiástica mostró una creciente preocupación por su carácter de religión secular, su encuadramiento de jóvenes y mujeres en la España franquista y, en especial, sus estrechas relaciones con la Alemania nazi. El presente artículo analiza la mirada católica al fascismo español durante la década de 1930, desde su fundación hasta el final de la guerra civil.
La España de los años treinta supone un contexto más que adecuado para analizar la reacción de la Iglesia católica ante los tres sistemas que protagonizaron la principal pugna ideológica del periodo de entreguerras: el fascismo, la democracia y el comunismo. En su primera parte, el artículo analiza la reacción católica la aparición de Falange Española en 1933 y su evolución posterior. La segunda parte se centra, sobre la base de documentación diplomática vaticana y alemana, en el miedo generado en la Iglesia por las intensas relaciones entre Falange y el partido nazi durante la guerra civil, y la influencia que ello podrÌa granjear a la Alemania de Hitler en la futura Nueva España.
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