Juana María Pereira Bueno, Luis Miguel Ortega Mora, A. Quintanilla Gozalo, María Luisa del Río González
Se considera que la transmisión vertical es el modo más frecuente de transmisión de la infección en el ganado y tiene por ello un papel muy importante en la epidemiología de la neosporosis bovina. Una vez adquirida la infección -in utero o desde el medio- los animales permanecen infectados, probablemente de por vida, y pueden transmitir la infección a su descendencia en distintas gestaciones, consecutivas o no. El descubrimiento reciente del perro como un hospedador definitivo para Neospora caninum puso de manifiesto que la transmisión horizontal de la infección entre el hospedador definitivo y los hospedadores intermediarios es posible y la infección postnatal en los bovinos tendría lugar por ingestión de ooquistes eliminados en las heces del perro que contaminarían el alimento y el agua de bebida. Aunque, experimentalmente, se ha demostrado que la infección oral con N. caninum a través del calostro puede ser posible en animales recién nacidos, su implicación en la epidemiología de la neosporosis bovina no se conoce. Entre los factores potenciales, de interés epidemiológico y/o clínico que pueden estar asociados a la infección por N. caninum cabe señalar la aptitud del rebaño, el sistema de explotación y el tamaño del rebaño, así como la existencia de antecedente de aborto y de infecciones por otros patógenos.
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