Se revisa la extensión máxima alcanzada por los glaciares del Parque Nacional de Ordesa y monte perdido durante el pleistoceno reciente. La gran altitud del macizo de monte perdido permitió la existencia de potentes lenguas de hielo que tenían su zona terminal en torno a 900 m, excepto el glaciar de escuain y el de pardina-vio, que en razón de la menor altitud y extensión de sus respectivas cabeceras finalizaban muy por encima de ese limite. La ausencia de morrenas frontales obliga a reconstruir tal extensión por medio de morrenas laterales y otros depósitos (terrazas fluvioglaciares, brechas, conos de deyección). Se alude igualmente a otros depósitos glaciares correspondientes a fases de retracción, pudiendo distinguirse una fase de glaciares de altitud, otra de glaciares de circo y la pequeña edad del hielo.
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