Las disparidades interregionales en la Europa comunitaria no han experimentado cambios notables, el proceso de convergencia que se inicio en la década de los setenta se ha roto. Se observa que no hay convergencia entre regiones, pero sí una suave convergencia entre países. La convergencia nominal entre los países de la Unión Europea en principio se ha conseguido, la convergencia real es más difícil de conseguir. Algunos autores opinan que la convergencia nominal y real pueden ser complementarias si se instrumentan las políticas adecuadas, y otros piensan que se pueden ver obstaculizadas debido a políticas de carácter expansivo.
El futuro de las disparidades es incierto. No se espera a corto plazo una reducción de la desigualdad internacional
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