Miguel Ángel Berlanga Fernández
Por los años en que Eduardo Ocón elaboraba sus cantos españoles (década de 1860) los códigos estéticos del naciente arte flamenco se estaban decantando. Algunas de las piezas que Ocón recoge en su cancionero son un precioso testimonio del punto en que se encontraba esta evolución. El autor del artículo acude a este cancionero, a un testimonio literario de la misma época, la obra viaje por España del francés Charles Davillier y a los datos del folklore actual para adentrarse en el flamenco de una época de la que se tienen abundantes referencias literarias pero escasos y poco estudiados testimonios musicales.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados