Proyecto de recuperación de la plaza como lugar de encuentro: El caso de la Plaza Colón del barrio Saladillo en Rosario

• Autores: Lydia Araya
• Localización: IX Congreso Internacional de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico y Edificación: (9. 2008. Sevilla), Vol. 1, 2008, ISBN 978846123459z, págs. 383-388
• Idioma: español
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• Resumen

  • Concebidas como lugar de encentro para comerciar, realizaciones religiosas o lúdicas este espacio fue utilizado por las distintas culturas para diversos requerimientos. Así el modelo griego les permitía a sus habitantes conocerse y reunirse en asambleas para ser elegidos autoridad y se le llamó Ágora, los romanos determinaron en el Forum un espacio introvertido a escala monumental que se convirtió en las plazas del mundo medieval y moderno.

    Los orígenes de las plazas pueden ser espontáneos o planificados; las primeras, conformadas en los poblados con una tradición de siglos, de encuadre irregular, muchas veces ahogadas en su propio espacio, las otras con un objetivo claro de generar un espacio regular, dentro de un marco escénico. En ellas se presenciaría un cabildo abierto, una corrida de toros, un ajusticiamiento o un acto religioso. Un estrado, un patíbulo o una lidia.

    En cada barrio se pueden distinguir, la plaza, la iglesia, la escuela, o la comisaría. En este caso de estudio, la antigua PLAZA COLON � hoy dividida en 2 plazas- la Plaza O´Higgins y la Plaza Costarelli � sus proporciones tienen que ver con las antiguas leyes de población. Está enmarcada por la presencia de los edificios de la Iglesia Ntra. Señora de La Merced sobre la cortada Costarelli, la Escuela Provincial Aristóbulo del Valle, sobre la cortada Raffo, el Club Ñaró, sobre Av. Del Rosario.

    Es objetivo de la intervención, salvaguardar y rehabilitar el espacio original de la Plaza, volverlo como ámbito de contención del Barrio, rescatando el patrimonio tangible e intangible, manteniendo viva la memoria colectiva, aportando al fortalecimiento de la identidad barrial, donde se entrecruzan distintas culturas, contribuyendo además al desarrollo y disfrute cultural por parte de sus habitantes, viabilizando presentaciones culturales, artesanales, exhibición de los productos elaborados en las Huertas Comunitarias, etc.

    La propuesta es volver a la idea de espacio único a partir de un tratamiento acotado de piso que destaque los ejes de comunicación entre los edificios de mayor sentido simbólico, la iglesia y la escuela, generando un retardador del tránsito y barreras que permitan la libre circulación en la Avenida Castro Barros, determinados días y/o momentos, recomponiendo mobiliario, piezas destacadas y símbolos identificatorios del ser nacional.