Diagnóstico social y detección de violencia. Estudio de personas con enfermedad mental, víctimas del maltrato.

• Autores: Victoria Astrain Azparren, Cristina Gómez Leoné
• Localización: Comunidades sostenibles: dilemas y retos desde el trabajo social / coord. por Ana I. Lima Fernández, Enrique Pastor Seller, Carmen Verde Diego, 2017, ISBN 978-84-9177-336-8, págs. 321-331
• Idioma: español
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• Resumen

  • Es evidente la incidencia de la violencia en el colectivo de personas con enfermedad mental, fenómeno multidimensional en el que se entrecruzan la discapacidad, exclusión social y el género. Uno de los retos a los que nos enfrentamos con frecuencia en los casos de violencia hacia personas con patología mental es la invisibilidad del fenómeno, debido a las escasas denuncias que las personas víctimas llevan a cabo, la falta de credibilidad, la dificultad de la propia víctima de conceptualizar la situación que padecen como maltrato y la escasa sensibilidad y formación profesional de las personas que atienden a este colectivo, entre otras causas. Como profesionales del Trabajo Social está justificada, tanto la investigación como la intervención en este fenómeno. Esta profesión cuyos ejes son la justicia social y los derechos humanos dirige su mirada especialmente a aquellos colectivos más vulnerables; las personas que padecen discapacidad, estigma, exclusión social y mayoritariamente tienen rostro de mujer, se encuentran entre las poblaciones especialmente vulnerables. A fin de favorecer mayor sensibilidad, alerta y mejora en la detección e intervención del maltrato hacia personas con enfermedad mental, se realiza un trabajo de investigación, mediante el que se pretende visibilizar la violencia que padecen, favorecer mayor sensibilidad y estado de alerta de los y las profesionales de la salud mental y mejorar la detección e intervención. Todo ello con la pretensión de que esta labor no suponga una sobrecarga al quehacer habitual, por lo que se considera esencial valorar la sensibilidad de los instrumentos de diagnóstico social utilizados habitualmente como indicadores y detectores de maltrato. Los resultados del trabajo constatan que si se conceptualiza el maltrato de forma amplia se facilita la detección y protección de las victimas. Los y las profesionales de trabajo social son competentes y especialmente significativas para la atención y detección de la violencia, y los instrumentos habituales de diagnostico social son sensibles para detectar maltrato, no obstante es imprescindible estar alerta y crear las condiciones necesarias para la detección y atención precoz. Visibilizar el maltrato que padecen determinados colectivos debe transcender de la esfera asistencial a la esfera política, instando a los poderes públicos a un compromiso en esta materia en lo relativo a la atención a determinadas poblaciones que a día de hoy siguen excluidas de la protección por el hecho de padecer enfermedad mental.