El hecho religioso ha venido a ser un motivo de escándalo y signo de contradicción en los últimos años. Escándalo y contradicción para las personas de mentalidad tradicional y para las gentes que se orientan en un sentido progresista. Hasta tal punto que el hecho religioso está actuando, no como fuer za de unión y encuentro entre los creyentes, sino como factor de división y de enfrentamiento. Dada esta ambigüedad de Io religioso, ¿cómo hay que entender la práctica religiosa? ¿qué expresividad tienen nuestras comunidades cristianas en una sociedad tan atormentada y frustrada como la nuestra? , ¿qué criterios tenemos para saber que nuestra religiosidad nos acerca a Dios y no nos oculta y nos aleja de El?
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