Murcia, España
La concepción de la universidad como agente esencial para la transferencia del conocimiento a la sociedad, en virtud de su compromiso, su capacidad innovadora y su espíritu emprendedor, se remonta a finales del siglo XX. Un momento en el que se consolidó su denominada «tercera misión» y que poco después fue refrendado por la Comisión Europea. La formalización de esta tercera misión se construye en torno a tres puntos fundamentales: Educación superior, investigación e innovación que, a su vez generan tres vectores de actuación: Políticas de emprendimiento, innovación y cooperación social, políticas de transferencia del conocimiento y políticas de formación de la cultura científica. En este artículo describimos tres iniciativas concretas que se han llevado a cabo en este periodo y que expresan a su vez tres vectores de actuación principales: a) Implicación y corresponsabilidad con problemáticas medioambientales y del tercer sector. b) Servicio y ayuda a instituciones públicas regionales para el bien común. c) Aplicabilidad de trabajos académicos a la comunidad. La transferencia social supone una importante oportunidad, a la vez que una obligación de las universidades públicas, de realizar transferencia a la sociedad e interactuar con ella. De esta forma podemos combinar el aprendizaje, la introducción a la práctica profesional y la resolución de problemas con hábitos de trabajo colaborativo a nivel profesional e institucional.
Palabras clave: transferencia; innovación educativa; trabajo colaborativo; tercera misión; cooperación social; medioambiente; tercer sector.
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