Zaragoza, España
La habilidad para enrollarse parece un comportamiento muy común entre los trilobites post-Cámbricos. Este comportamiento se da gracias a la coordinación de cada una de las partes que forman el exoesqueleto de los trilobites, además de poseer ciertas estructuras tanto de articulación como de cierre que permitían a estos animales enrollarse de manera muy eficaz. Sin embargo, esta habilidad no era común sólo en los trilobites más modernos sino que también se daba en aquellos que vivieron durante el Cámbrico. El descubrimiento del yacimiento de Purujosa en el Parque Natural del Moncayo ha arrojado nueva luz sobre un claro ejemplo de evolución adaptativa en el registro fósil: la tendencia repetida en diferentes grupos de trilobites hacia un enrollamiento más eficaz.
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