Resumen de Inclusión educativa y respeto a la diferencia
Sandra Herranz Martín, Roberto Benito, Lourdes Gómez-Monterde
El alumnado sordo que precisa u opta por una educación bilingüe que emplea la lengua española (y/o las lenguas propias de cada comunidad) y la lengua de signos (LSE en nuestro caso)17 como lenguas de instrucción, interacción y aprendizaje, necesita escolarizarse en un entorno en el que ambas lenguas cuenten con interlocutores lingüísticamente competentes, tanto iguales como adultos. Esta dinámica de desarrollo y aprendizaje de las lenguas nos lleva a la necesidad de considerar las agrupaciones de alumnado sordo como opción lógica y congruente con los principios de la inclusión.
La experiencia desarrollada en los más de 20 años del CEIP El Sol, con profesionales sordos y oyentes y con propuestas organizativas y metodológicas que pretenden ser inclusivas sin dejar de ser específicas para ajustarse a las características de la discapacidad auditiva, nos reafirman en este concepto más amplio o excepcional si se quiere, de la inclusión educativa y que coincide con las recomendaciones de la Federación Mundial de Sordos (WFD, 2018) y del artículo 24 de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad (Organización de Naciones Unidas, 2007).
El presente trabajo pretende compartir las implicaciones de la escolarización del alumnado sordo en un centro ordinario, que con propuestas organizativas que establecen la agrupación de dicho alumnado en determinadas situaciones, se constituye como una forma de propiciar una auténtica inclusión tanto en la escuela como en la sociedad en general.