Desde el prisma de la filosofía personalista, intentamos indicar cuál debería ser el verdadero fin de la educación: la persona. Para ello, es preciso abandonar la concepción puramente empirista de “experiencia”, pues hace que el paradigma mecanicista sostenga la pedagogía imperante, que persigue determinar las acciones del educando. Es preciso liberar el “hacer” limitado al valor de sus re sultados; defendemos la urgencia de recuperar la educación como un espacio de “acción” humana y humanizadora (en cuanto praxis), como un recorrido de autorrealización donde el educando pueda participar de su proceso abriéndose, desde dentro, a la realidad y a su comprensión.
From the perspective of personalist philosophy, we try to indicate what should be the true goal of education: the person. For this, it is necessary to abandon the purely empiricist conception of “experience” because it makes the mechanistic paradigm support the prevailing pedagogy that seeks to determine the actions of the learner. It is necessary to release the tasks limited to the value of its results; We defend the urgency of recovering education as an space for human and humanizing “action” (as praxis) as a journey of selfrealization where the learner can participate in his process by open ing himself, from within, to reality and its understanding.
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