Este artículo examina una de las medidas adoptadas por Pedro III de Aragón en la última parte de su reinado, cuando ordenó incautar los bienes de los cargos eclesiásticos que quedasen vacantes. Después de situar en su contexto esta decisión, se analiza uno de los casos en los que el rey se apropió de las rentas eclesiásticas, el breve periodo en que estuvo sin cubrir el cargo de abad de Montearagón (agosto-septiembre de 1284). Las cuentas de los bailes locales permiten observar esta apropiación y la transferencia de una parte importante de los ingresos abaciales en favor de algunos nobles para pagarles los gastos y soldadas de su participación en el asedio de Albarracín en esas fechas. Estas cuentas informan, además, sobre las características del gobierno de la Corona de Aragón en estos años y, en particular, sobre el sistema contable y financiero que sostenía el Estado.
This article examines one of the measures adopted by Pedro III of Aragon in the latter part of his reign, when he ordered the seizure of the assets of ecclesiastical offices that became vacant. After setting this decision in context, we analyse one of the cases in which the king appropriated ecclesiastical revenues, the brief period when the post of abbot of Montearagón was unfilled (August-September 1284). The accounts of the local bailiwicks show this appropriation and the transfer of a significant part of the abbot’s income to certain nobles to pay them for their participation in the siege of Albarracín at that time. These accounts also provide information on the characteristics of the government of the Crown of Aragon in these years and, in particular, on the accounting and financial system that sustained the state.
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