En este trabajo orientamos nuestra mirada hacia uno de los motivos reiterados en el universo fílmico del director argentino Adolfo Aristarain. El análisis plantea como centro de interés y objeto de estudio cuatro de sus once largometrajes, películas que además coguioniza: Un lugar en el mundo, Martín (Hache), Lugares comunes y Roma, hasta el momento su última producción. Una mirada atenta a la evolución experimentada por el realizador descubre que, a medida que pasa el tiempo, su cine se vuelve más comprometido y personal y el tema de la emigración y el exilio (exterior o interior) se alza como eje vertebrador de su creación cinematográfica
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