La vida de un proyecto: la Ópera de Sídney

• Carles Muro ^[1]
  1. [1] Polytechnic University of Milan

     Polytechnic University of Milan

     Milán, Italia

     
• Localización: RA: revista de arquitectura, ISSN 1138-5596, Nº. 25, 2023 (Ejemplar dedicado a: La vida de un edificio / The Life of a Building (Enrique Walker, Editor invitado / Guest Editor)), págs. 68-79
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • The life of a design: the Sydney Opera House
• Enlaces
  • Texto completo
• Resumen
  • español

    La Ópera de Sídney se ha convertido sin duda en una obra capaz de representar a su ciudad y, tal vez, a toda Australia. Por otro lado, es también una de las obras más singulares de la arquitectura del tercer cuarto del siglo XX. Sin embargo, como es sabido, el proceso que llevó desde la brillante propuesta de concurso de Jørn Utzon a la obra finalizada y a este reconocimiento internacional no estuvo exento de dificultades. Este escrito explora el proceso de materialización de la arquitectura tomando como caso de estudio ejemplar la Ópera de Sídney y defiende que un proyecto no tiene por qué ser un documento cerrado, sellado y sin vida que permite la realización de una obra que ha sido completamente definida anteriormente sin ningún tipo de alteración sino que, por el contrario, la construcción de una obra de arquitectura implica necesariamente su transformación en un proceso de negociación con múltiples parámetros, algunos de ellos imposibles de prever anticipadamente. El proyecto de Utzon para la Ópera de Sídney no sólo respondía a las bases del concurso sino que planteaba preguntas. La respuesta a estas preguntas sólo se podía encontrar a través del desarrollo del proyecto.

  • English

    The Sydney Opera House is capable of representing not only the city of Sydney, but also the whole of Australia. It is also one of the most unique works of architecture to be built in the third quarter of the 20th century. However, the process by which Jørn Utzon’s brilliant competition entry was transformed into an internationally recognised building was far from smooth. Taking the Sydney Opera House as a case study, this article explores how architecture is brought to life and argues that a design is not necessarily a closed, sealed, lifeless document that enables a fully defined building to be constructed with no alterations, but that the construction of a work of architecture inevitably entails changes as part of a process of negotiation shaped by multiple parameters, some of which are impossible to foresee. Utzon’s design for the Sydney Opera House not only met the competition requirements but also raised questions. The answer to these questions only became apparent in the process of implementing the design.