Tomar la festividad de Santo Tomás de Aquino como motivo y escenario para llevar a cabo una breve reflexión sobre la universidad no sólo viene justificado por el hecho de que el Aquinate sea el primero de los grandes filósofos que fue profesor universitario, sino que tiene una justificación más general y es el intento por comprender y hacernos cargo de la continuidad de nuestras instituciones como de las novedades que nos hacen diferir de ellas en aspectos no accidentales o meramente circunstanciales.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados