El Marqués de la Ensenada llevó a cabo una empresa ingente bajo el reinado de Fernando VI. Este trabajo nunca tuvo una utilidad práctica. Podría parecer, en un primer momento, que dado que el texto no se puso nunca en movimiento y que, por lo tanto, el catastro no sirvió como base legal, el trabajo llevado a cabo por el Marqués y sus funcionarios fue en vano.
No obstante, debemos valorar el trabajo desde otro ángulo. Todos aquellos cientos de personas que trabajaron de manera más o menos directa en el trabajo han dejado para la posteridad un conjunto de datos inigualable, sin antecedentes. Podemos conocer tanto a través de estos documentos que sabemos el número de viviendas, la disposición de las mismas, a quién pertenecían los terrenos, cómo estaban conformados, qué sembrados había, cada cuánto tiempo y qué cantidad producían, elementos cotidianos e interesantes parado estudio de la. vida y el desarrollo del núcleo poblacional zonal, etc. Es por esto por lo que el trabajo de Fernando VI sí puede ser considerado realmente práctico. Es práctico porque nos permite conocer la historia y si conocemos la historia podemos mejorar nuestro presente. La historia de la España del siglo XVIII está muy viva gracias al Marqués de la Ensenada.
No obstante, debemos darnos cuenta de que el catastro nos informa de determinados datos, pero también nos deja intuir otros muchos. Si analizamos pormenorizadamente todas sus páginas, podemos darnos cuenta de que a partir de 1752 hubo un cambio sustancial en el catastro, posiblemente alimentado por las presiones políticas que tenían tanto el Marqués de la Ensenada como su entorno. Si en un principio era, a toda costa, llevar a cabo un estudio realmente serio, homogéneo, progresista e ilustrado de la situación de los aldeanos y provincianos de Castila, bien es cierto que meses más tarde, este objetivo cambió radicalmente.
Lo cualitativo dejó paso a un gran afán por aumentar lo cuantitativo y con el objetivo de mejorar los datos y los resultados de cara a la galería política, se trabajó en detrimento de la calidad de un texto que, verdaderamente, podría haber sido como modelo unívoco para el resto de los catastros europeos no sólo como constructo, sino también como ley de facto.
Además, podemos inferir otras muchas informaciones del catastro. En primer lugar, el testimonio de Liborio de la Paja, texto anejo al mismo, nos pone de relieve la situación de opresión fiscal a la que estaba siendo sometida la ciudadanía más vulnerable, mientras que otros sectores de la sociedad gozaban de gran protección fiscal. Si los campesinos pensaron que el Marqués de la Ensenada había venido para rescatarles de tamaña injusticia, lo cierto es que se equivocaban. La Junta vertió datos precisos y arrojó un claro mensaje: la Iglesia era un terreno diferente del resto de Castilla.
Hemos podido ver cómo los territorios de los eclesiásticos fueron tratados con determinados privilegios en bastantes momentos de nuestro trabajo. No tenemos más que recordar algunos episodios como los de los arrendamientos, las huertas eclesiásticas o los criados del ámbito eclesial para darnos cuenta de que aquellos que no formaban parte de lo lego eran parte de lo privilegiado.
En cuanto al caso de la provincia de Ávila, a cuyo municipio de Cillán hemos querido dar aquí un espacio propio, son pocos los datos que tenemos en la actualidad. No obstante, sí contamos con la idea principal: Cillán es un modelo de catastro mejor hecho que el de otras capitales de provincia más grande, como podrían ser Zamora o Murcia, las cuales fracasaron estrepitosamente en la redacción de sus catastros. En el caso de la primera, la enfermedad fue la demora que se contagió también a otras muchas ciudades; en el caso de la segunda, la enfermedad no fue sino la mala gestión de las ideas que ofrecía la Junta y que no fueron bien interpretadas en esta provincia mediterránea.
Sin embargo, es curioso que gracias a este catastro podamos saber tanto, llegar a entender cómo era el pueblo, qué carencias tenía, de qué disponía y de qué no. Gracias a la lectura del texto en el portal de PARES podemos viajar a Cillán a través del tiempo de una manera tan sencilla como viajar físicamente. Sólo debemos tener en cuenta qué queremos encontrar.
Con este estudio hemos querido demostrar que un trabajo detallista y meticuloso es a posterioridad toda una obra maestra del legado de la humanidad un aporte científico y humanistas un elemento patrimonial de conocimiento y valor. Hemos dado muchos elementos y un análisis casuistico, de los catastros, sus estudios comparativos y pasivos un material de estudio y reflexión al estudiante deberá obtener una formación específica que lo convierte en experto del tema y le adentrará en un mundo único, apasionante y maravilloso.
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