Este trabajo forma parte de una línea de investigación enfocada al análisis zooarqueológico y tafonómico de restos de lepóridos (conejos y liebres) recuperados en sitios prehistóricos de la Península Ibérica. La importancia de las presas pequeñas durante la Prehistoria ha sido considerada un dato clave para comprender la evolución de nuestra especie, ya que las formas de explotación y consumo de estas presas pueden ayudarnos a comprender algunos comportamientos humanos: movilidad de los grupos, estacionalidad de los campamentos , estrategias de amplio espectro, etc. Se pretende elucidar, a partir del análisis tafonómico de los restos de conejo de los yacimientos de cronologías establecidas en el Epipaleolítico en el NE de Iberia, sobre la importancia de los lepóridos durante la transición del Pleistoceno-Holoceno inicial. Para ello se aplicó una metodología de análisis para abordar el estudio de la acumulación de restos de lepóridos en tres yacimientos arqueológicos de Cataluña (Balma del Gai, Cova de la Guineu y Font Voltada), atribuidos al Epipaleolítico Microlaminar y Epipaléolítico Geométrico. La metodología involucró la implementación conjunta del análisis tafonómico y la investigación experimental.
Los lepóridos, especialmente el conejo europeo, son uno de los taxones más dominantes entre restos de fauna en sitios arqueológicos del Paleolítico Superior y Epipaleolítico en la Península Ibérica. La especie Oryctolagus cuniculus se originó por primera vez al sur de la Península Ibérica durante el Pleistoceno Medio y permaneció confinada en la misma zona geográfica y al sur de Francia hasta el final del Pleistoceno. Debido a su gran abundancia en los conjuntos faunísticos de sitios arqueológicos a través de Iberia, y específicamente al NE de Iberia, este tipo de presa desempeñó un papel importante en las comunidades humanas en la prehistoria. El hecho es que los conejos son la presa preferida entre un gran número de depredadores de tamaño mediano y grande en Iberia. Ellos son parte de la cadena alimentaria de más de 30 especies de depredadores, incluyendo: rapaces diurnas (águila imperial española), rapaces nocturnos (búho real), pequeños carnívoros terrestres (lince ibérico y zorro rojo) y humanos.
Considerando que los lepóridos son parte de la dieta de un gran número de depredadores, esto significa que todos estos depredadores pueden acumular restos lepórídos en cuevas y abrigos rocosos. Por eso es necesario establecer el verdadero agente en cada caso para no engañar las acumulaciones óseas de conejo en sitios arqueológicos de esta zona y de esos períodos. El uso de estudios tafonómicos enfocados en la identificación de patrones de daño diagnóstico creados por diferentes procesos ha demostrado ser esenciales para establecer el origen de las acumulaciones de lepóridos arqueológicas. Consideramos esencial identificar los cambios tafonómicos con el fin de establecer el agente responsable de las acumulaciones de lepóridos en los sitios arqueológicos que se tratan en esta tesis doctoral.
El análisis tafonómico de las acumulaciones de lepóridos de Balma del Gai, Cova de la Guineu y Font Voltada consistió en un análisis minucioso de la superficie del hueso, con la intención de identificar posibles alteraciones y / o modificaciones que nos puedieran aportar información sobre los procesos post-deposicionales que afectan a los conjuntos faunísticos, más específicamente los conjuntos de lepóridos en nuestra muestra de estudio. Dado los patrones tafonómicos obtenidos a partir de una serie de estudios neo-tafonómicos recientes que caracterizan los principales acumuladores no humanos de lepóridos (rapaces nocturnos y diurnos, y pequeños carnívoros terrestres) de la Península Ibérica y los característicos similares de otros sitios arqueológicos de la región, inferimos en los posibles agentes tafonómicos que podrían haber estado implicados en la acumulación de restos lepóridos en los sitios arqueológicos estudiados y determinar en qué medida el agente contribuyó en la acumulación de restos lepóridos en nuestra muestra. Al analizar las marcas de consumo, la carnicería y las marcas de termo-alteraciones, originadas como consecuencia de la actividad antrópica en muestras modernas y restos de conejos arqueológicos (investigación experimental), establecimos un patrón tafonómico derivado de estas actividades para contrastar la posibilidad de actividad humana sobre nuestra muestra arqueológica a través de este tipo de registro con el fin de evaluar y proporcionar nuevos datos sobre las estrategias de subsistencia de los cazadores-recolectores epipaleolíticos de la zona.
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