La enfermedad tromboembólica venosa ("ETEV") es la tercera causa de enfermedad cardiovascular y de mortalidad en el mundo occidental. El Síndrome antifosfolípido primario ("SAFp") es una patología autoinmune sistémica crónica caracterizada por la aparición de eventos trombóticos y/o complicaciones obstétricas, en pacientes portadores de anticuerpos antifosfolípido ("anticuerpos aFL"), que no poseen otra patología autoinmune. Existen pocos estudios que analicen la prevalencia de los anticuerpos aFL en la fase aguda de la ETEV y su impacto sobre la morbimortalidad. El presente estudio prospectivo se ha diseñado para evaluar la prevalencia en la fase aguda de la ETEV y el valor pronóstico de los anticuerpos aFL clásicos, así como de los anticuerpos aFL extra-criterio, en concreto de los aFS/PT isotipos IgM e IgG, y los anticuerpos aß2GP1 isotipo IgA.
El objetivo principal del presente estudio es demostrar que los pacientes que sufren ETEV tienen una mayor prevalencia de anticuerpos aFL respecto a la población general. Los objetivos secundarios se centran en el seguimiento de los casos y en el análisis de su asociación en la morbimortalidad de la ETEV.
Para ello realizamos un estudio observacional prospectivo, en el que se reclutaron de modo consecutivo 362 individuos, 181 pacientes con ETEV aguda y 181 sujetos pertenecientes al grupo control, con un seguimiento de 2 años. Se analizaron variables demográficas, clínicas y el perfil de anticuerpos aFL, mediante regresión logística univariante y multivariante.
La mediana de edad en el momento del episodio agudo fue de 76 años. La presencia de enfermedad arterial coronaria, HTA, dislipemia, obesidad y tabaco se asociaron de forma significativa con el desarrollo de ETEV. La prevalencia de los anticuerpos aFL clásicos fue del 8,8% y de los anticuerpos aFL extra-criterio fue del 23,8%. En el análisis multivariante, los factores que se asociaron de forma independiente fueron la obesidad, el tabaco, la positividad para los anticuerpos aß2GP1isotipo IgA y la positividad para los aFL clásicos. El 64% de los pacientes con TEP debutaron con un índice pronóstico de alto riesgo. Los únicos anticuerpos que se relacionaron con estas formas de presentación grave fueron los anticuerpos aß2GP1isotipo IgA. Durante el seguimiento fallecieron 34 pacientes (19%). La mortalidad se asoció con la edad, la HTA, la enfermedad cerebrovascular y las formas de presentación más graves, siendo la presencia de enfermedad cerebrovascular la única variable asociada de forma independiente. Las recurrencias ocurrieron en 16 pacientes (9,2%). El TEP fue la forma más frecuente de recurrencia (50%). La positividad para cualquier anticuerpo aFL, para los clásicos y la presencia de un patrón de triple positividad se asociaron a di chas recurrencias. La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica ocurrió en 10 pacientes (6,1%). Los factores de riesgo asociados de forma significativa al desarrollo de HPTEC fueron la edad, la presencia de insuficiencia respiratoria y la positividad para los anticuerpos aß2GP1isotipo IgA.
Por todo ello podemos concluir que los pacientes que sufren una enfermedad tromboembólica venosa tienen una mayor prevalencia de anticuerpos aFL clásicos y extra-criterio y en concreto, de anticuerpos aß2GP1isotipo IgA, siendo estos un factor de riesgo independiente de la enfermedad tromboembólica venosa no provocada. La existencia de enfermedad cerebrovascular es el único factor vinculado directamente de forma independiente y significativa con la mortalidad. La positividad para los anticuerpos aFL clásicos se asocia a un mayor riesgo de recurrencia. El sangrado en los pacientes anticoagulados por enfermedad tromboembólica venosa se asocia a la presencia de enfermedad renal crónica y de anemia. El desarrollo de hipertensión pulmonar tromboembólica crónica se asocia a la edad, la insuficiencia respiratoria y la positividad para los anticuerpos aß2GP1isotipo IgA.
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