Efecto de la manipulación de las variables contextuales y las consecuencias del rendimiento en las tareas de baloncesto sobre la carga mental experimentada y el rendimiento cognitivo de los jugadores
- Autores: Alejandro Gutiérrez Capote
- Directores de la Tesis: David Cárdenas Vélez (codir. tes.), Francisco Alarcón López (codir. tes.)
- Lectura: En la Universidad de Granada ( España ) en 2024
- Idioma: español
- ISBN: 9788411956895
- Número de páginas: 401
- Títulos paralelos:
- Effect of manipulating contextual variables and the consequences of performance in basketball tasks on players' experienced mental workload and cognitive performance
- Tribunal Calificador de la Tesis: Luis Miguel Ruiz Pérez (presid.), María Isabel Piñar López (secret.), Francisco Javier Fernández Navarro (voc.)
- Programa de doctorado: Programa de Doctorado en Biomedicina por la Universidad de Granada
- Materias:
- Enlaces
- Tesis en acceso abierto en: DIGIBUG
- Resumen
La relación entre la cognición y el rendimiento deportivo ha sido ampliamente estudiada. Inicialmente, la investigación en este campo se centró predominantemente en las capacidades físicas de los deportistas, dado que estas se consideraban el principal determinante del rendimiento. Sin embargo, con el desarrollo de estudios más recientes, se ha puesto de manifiesto que las habilidades cognitivas superiores, en particular las funciones ejecutivas (FEs), juegan un papel fundamental en la optimización del rendimiento deportivo. Las FEs son procesos cognitivos de alto nivel que posibilitan el control y la regulación de pensamientos, emociones y acciones para alcanzar metas específicas. En el ámbito deportivo, las FEs son esenciales para la toma de decisiones rápidas y precisas, la adaptación a situaciones cambiantes y la ejecución de habilidades bajo presión. La integración de estas habilidades cognitivas resulta crucial para el rendimiento óptimo en deportes de equipo, donde la velocidad de procesamiento y la capacidad de adaptación pueden ser determinantes en el éxito o fracaso. Dentro de las diversas funciones cognitivas, el control inhibitorio (CI) sobresale por su habilidad para inhibir conductas inapropiadas y mantener la atención en contextos dinámicos y cambiantes, siendo crucial en el ámbito de los deportes de élite. Estudios previos indican que los deportistas con un CI más elevado poseen una ventaja considerable en su desempeño deportivo, particularmente en escenarios que demandan toma de decisiones rápidas bajo presión.
En este sentido, los contextos deportivos requieren que los deportistas posean habilidades cognitivas avanzadas, que les permitan adaptarse rápidamente a los desafíos presentes durante la práctica. Un aumento de las exigencias en estos contextos conlleva un mayor reclutamiento de recursos cognitivos, lo que puede incrementar la carga mental (CM). La CM representa el impacto sobre el organismo de los esfuerzos realizados por el deportista para hacer frente a las demandas cognitivas y/o emocionales de una tarea y desempeña un papel fundamental en el rendimiento deportivo. Esta carga no solo depende de la complejidad de la tarea, sino también de la disposición del deportista para enfrentar los desafíos. La CM está directamente relacionada con el nivel de entropía de la tarea, es decir, el grado de desorden o incertidumbre que implica. Un aumento de la incertidumbre resulta en un mayor consumo de recursos atencionales, lo que activa de manera significativa los circuitos neuronales y el córtex prefrontal. Por ello, es esencial mantener un equilibrio adecuado entre la cantidad de información que recibe el deportista durante la ejecución de una tarea y su capacidad de procesamiento cognitivo. Según el "marco del punto de desafío óptimo" ("challenge point framework"), las condiciones ideales de práctica en el ámbito deportivo se determinan por la interacción entre el nivel de habilidad del deportista y la complejidad de la tarea. Aunque la dificultad nominal (DN) de una tarea se mantiene constante, la dificultad funcional (DF) puede variar considerablemente dependiendo de los recursos cognitivos y emocionales disponibles para cada deportista, y de cómo estos factores interactúan con el contexto en el que se realiza la tarea.
El ejercicio físico, especialmente el que involucra una alta demanda cognitiva, como el que se realiza en los deportes de interacción, puede tener un impacto positivo en las FEs. No obstante, los resultados de las investigaciones sobre los efectos agudos y crónicos de la práctica deportiva en la cognición han sido variados, lo que subraya la necesidad de un mayor control metodológico en futuros estudios. En este sentido, tener una mejor capacidad cognitiva parece ser un factor determinante en el rendimiento motor y su relevancia en determinar el rendimiento de los deportistas en sus respectivas disciplinas. Además, la experiencia de los deportistas también parece ser un factor moderador crucial. Los deportistas más experimentados suelen mostrar una mejor capacidad cognitiva para beneficiarse de las intervenciones cognitivas y físicas y adaptarse a las demandas de tareas complejas y desafiantes. Por otro lado, los deportes de habilidades abiertas suelen generar mayores beneficios cognitivos que los de habilidad cerrada, ya que implican una mayor adaptación a situaciones impredecibles y requieren una toma de decisiones constante y rápida.
En este contexto, se plantea la "hipótesis de la estimulación cognitiva", la cual sugiere que los efectos positivos del ejercicio en la cognición no solo dependen de la cantidad de actividad física realizada, sino también de la calidad y complejidad cognitiva de las tareas involucradas. Esta hipótesis se relaciona con el "challenge point framework", el cual sostiene que la DF debe adaptarse al nivel de habilidad del individuo para maximizar los beneficios cognitivos. Tareas poco exigentes pueden no activar adecuadamente el cerebro, mientras que tareas moderadamente desafiantes pueden estimularlo, y tareas excesivamente desafiantes pueden resultar en fatiga y disminución del rendimiento. La mayoría de los estudios se han enfocado en ajustar la carga cuantitativa, como la intensidad y duración del ejercicio (por ejemplo, tiempo de actividad, número de repeticiones), pero han descuidado la consideración de variables cualitativas, como el nivel real de estimulación cognitiva que induce la tarea en el deportista o las emociones experimentadas por el sujeto durante la práctica. Asimismo, numerosas investigaciones han omitido la inclusión de las características cognitivas y motoras del sujeto como posibles variables moderadoras que podrían explicar las discrepancias en los resultados. Por lo tanto, es fundamental considerar tanto la cantidad como la calidad de las intervenciones físicas y cognitivas al evaluar sus efectos en el rendimiento deportivo y cognitivo, ya que las disparidades en los resultados de los estudios pueden originarse por la ausencia de un control apropiado de variables moderadoras tanto cuantitativas como cualitativas.
Para avanzar en la comprensión de las características individuales y la dosis adecuada de entrenamiento en el rendimiento deportivo, es necesario realizar un análisis detallado de cómo estas variables se relacionan en su totalidad. El paradigma de la doble tarea se destaca como un enfoque valioso para investigar esta relación, al permitir la simulación de las complejas condiciones que los deportistas experimentan en situaciones reales de entrenamiento o competición. Este enfoque permite evaluar cómo los deportistas gestionan de manera simultánea los desafíos cognitivos y motores. En este sentido, identificar las capacidades cognitivas y motoras que requieren desarrollo para mejorar el rendimiento en contextos de alta presión es una aplicación particularmente beneficiosa de este paradigma. El entorno dinámico del deporte impone demandas que ponen a prueba no solo los recursos físicos, sino también las capacidades cognitivas y emocionales de los deportistas. La presión ambiental y la ansiedad son factores adicionales que inciden en el rendimiento deportivo. La ansiedad, en particular, puede ser un factor crucial que afecta a la capacidad cognitiva del deportista para procesar información y tomar decisiones efectivas bajo presión. Por lo tanto, el estudio de la interacción de estos factores en contextos deportivos puede proporcionar información valiosa sobre la optimización del rendimiento cognitivo y motor en situaciones deportivas.
El objetivo principal de esta Tesis Doctoral Internacional es analizar el efecto de la manipulación de las variables contextuales y las consecuencias del rendimiento en las tareas de baloncesto sobre la carga mental experimentada y el rendimiento cognitivo y motor de los jugadores. Este objetivo se aborda a través de cinco estudios, cada uno enfocado en un aspecto crucial de la relación entre la práctica deportiva y la cognición, proporcionando una visión integral y detallada de los factores que influyen en la efectividad de las intervenciones deportivas. En el estudio I se llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura existente con el propósito de identificar las áreas de investigación que requerían atención. Posteriormente, en los estudios II y III, se realizaron investigaciones experimentales de intervención en entornos reales de práctica de baloncesto. Durante estos estudios, se implementaron restricciones contextuales con el fin de analizar el impacto sobre la capacidad cognitiva y el desempeño motor de los deportistas. El estudio IV consistió en una intervención en un contexto no específico (multitarea) que incluyó habilidades específicas del baloncesto, como el bote y el lanzamiento. Se analizó el impacto de la presión ambiental y la ansiedad resultante en el rendimiento cognitivo y motor. Por otro lado, el estudio V llevó a cabo intervenciones de seis semanas (efecto crónico) en contextos en los que se aplicó el paradigma de la doble tarea, implementando situaciones técnico-tácticas a través del bote de balón con distintos niveles de complejidad. Los participantes presentaban diferentes niveles de rendimiento cognitivo al inicio del estudio (se estipularon dos posibles niveles: alto y bajo), y se evaluaron tanto los efectos agudos cognitivos de cada sesión práctica, como el efecto acumulado en el tiempo al término de la intervención (efecto crónico). Además, se programó una sesión de mantenimiento a los 3 meses para determinar si los efectos de las intervenciones perduraban en el tiempo.
El estudio I reveló que, sin importar la modalidad, las intervenciones deportivas producen beneficios cognitivos tanto a corto como a largo plazo. Estos beneficios varían según las funciones y áreas cognitivas involucradas en la práctica deportiva. Se encontraron principalmente resultados positivos, aunque también se identificaron casos con falta de efectos y deterioro en la cognición. La influencia de la edad y la experiencia en el entrenamiento mostró resultados contradictorios: la edad no se destacó como un factor significativo, mientras que la condición física y la experiencia en el entrenamiento tuvieron impactos en direcciones opuestas. Es imperativo profundizar en la investigación de estos factores moderadores individuales, así como analizar detalladamente los aspectos cuantitativos y cualitativos de las tareas para comprender de manera más precisa los efectos inmediatos y a largo plazo del deporte en la cognición.
En los estudios II y III, se observó que incrementar la complejidad de la práctica a través de la implementación de restricciones contextuales afectó de manera adversa el desempeño cognitivo y motor de los deportistas. Por el contrario, cuando la práctica no implicaba restricciones, se obtuvieron resultados favorables. Estos efectos fueron condicionados por la experiencia previa en baloncesto y la capacidad de inhibición del deportista, resaltando la importancia de adecuar la dificultad de las tareas según dichas variables. En el estudio IV se evidenció que la presión ambiental genera ansiedad y repercute negativamente en el rendimiento motor. Estos efectos fueron moderados por la capacidad cognitiva inhibitoria inicial de los deportistas, lo que permitió a aquellos con mayor capacidad gestionar de manera más efectiva la presión y rendir mejor en situaciones desafiantes.
El estudio V concluyó que las intervenciones que implicaron a los deportistas en un mayor nivel de desafío fueron más beneficiosas desde el punto de vista cognitivo que las menos exigentes, mostrando adaptaciones más significativas a largo plazo y una mayor retención de los efectos, incluso tres meses después. Además, los resultados indicaron que los deportistas con una mayor capacidad cognitiva inhibitoria inicial se beneficiaron de manera más notable cuando el nivel de desafío fue elevado, mientras que aquellos con menor capacidad inhibitoria mostraron mayores mejoras al trabajar con tareas menos complejas. Estos resultados resaltan la importancia de adecuar la carga mental de entrenamiento (DF) a la capacidad real de los participantes, para inducir respuestas adaptativas significativas a largo plazo.
En conclusión, esta tesis apoya la idea de que no solo es importante definir las demandas físicas y cognitivas de las intervenciones, sino también considerar las características individuales de los participantes. Además, ofrece una posible explicación de por qué algunos estudios encuentran beneficios cognitivos a corto plazo del ejercicio físico, mientras que otros no. La dificultad funcional de las tareas y las características individuales de los participantes son factores clave que deben tenerse en cuenta para evitar resultados sesgados y no replicables. Finalmente, se debate si los resultados negativos agudos iniciales en determinadas intervenciones pueden ser beneficiosos a largo plazo, ya que condiciones altamente demandantes pueden llevar a adaptaciones positivas que se reflejan en la mejora del rendimiento cognitivo y deportivo a lo largo del tiempo.