La fase de la adultez emergente se sitúa después de la adolescencia y es un paso crucial para alcanzar plenamente la adultez. Esta fase se extiende desde los 18 hasta los 30 años y suele coincidir con las etapas finales de la educación, por lo que aglutina el periodo de la universidad. Durante este tiempo, las personas experimentan una serie de cambios y desafíos, como la formación de su identidad, la auto-exploración y la adaptación a la vida universitaria, además, los adultos emergentes se encuentran en periodo de adaptación crítica en cuanto a las metodologías del sistema educativo. Por tanto, es esencial poner especial consideración en los estudiantes universitarios para garantizar su éxito académico y prevenir problemas como la desmotivación o el abandono de estudios. Es vital investigar y comprender los factores que influencian el rendimiento académico, para así promover una alta motivación y el bienestar general de los jóvenes adultos.
Esta tesis doctoral comienza por explorar el factor motivacional, crucial en todo proceso educativo. La Motivación se define como la fuerza que impulsa a una persona hacia la consecución de un objetivo, siendo originada por estímulos tanto internos como externos. Para abordar esta temática, se estudia la Teoría de la Autodeterminación, un marco psicológico que no solo aborda la Motivación Intrínseca y Extrínseca, sino también el desarrollo y el bienestar psicológico de las personas.
De manera análoga, se pone un especial énfasis en el factor del Autoconcepto, esta variable se refiere a la autopercepción que un individuo tiene de sí mismo, abarcando aspectos cognitivos, afectivos y evaluativos de la identidad. En el ámbito académico, es reconocido por su influencia en el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes. Derivado de la interacción entre el sujeto y su entorno, el Autoconcepto es una construcción dinámica que se modifica y ajusta en respuesta a nuevas experiencias y retroalimentaciones. Es esencial en procesos de autoevaluación, autorregulación y establecimiento de metas. Un Autoconcepto sólido y positivo puede potenciar la resiliencia y adaptabilidad del individuo ante desafíos, mientras que una visión negativa o distorsionada de sí mismo puede limitar su potencial y bienestar.
De manera paralela, la inteligencia emocional (IE), concepto popularizado en la literatura psicológica, hace referencia a la capacidad del individuo para reconocer, comprender, manejar y regular tanto sus propias emociones como las de los demás. En el ámbito académico, se reconoce la trascendencia de esta habilidad no solo en el bienestar personal, sino también en la interacción social y el rendimiento laboral. La IE abarca competencias como la autoconciencia, la autorregulación, la motivación intrínseca, la empatía y las habilidades sociales. Su desarrollo y aplicación efectiva se relacionan con una mejor adaptación psicológica, una toma de decisiones más informada y una mayor calidad en las relaciones interpersonales, subrayando su importancia en múltiples ámbitos de la vida humana.
En esta línea, la Resiliencia, en el ámbito de la psicología, hace alusión a la capacidad del individuo para adaptarse, recuperarse y crecer ante situaciones adversas o traumáticas. Esta cualidad no se entiende como una característica innata, sino como un conjunto de habilidades y respuestas que pueden ser cultivadas y fortalecidas a lo largo de la vida. Desde una perspectiva académica, la resiliencia es objeto de estudio por su relación con el bienestar psicológico y la adaptación socioemocional. Los individuos resilientes no solo muestran una mayor habilidad para enfrentar retos y adversidades, sino que también suelen transformar esas experiencias en oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. El estudio de la resiliencia busca comprender los factores y mecanismos que permiten a las personas superar el trauma, resistir el estrés y continuar desarrollándose de manera positiva, pese a las circunstancias desfavorables.
En configuración con la información presentada, y dada la importancia de examinar aspectos como la Motivación, el Autoconcepto, la IE y la Resiliencia en el contexto universitario, esta investigación tiene como objetivo caracterizar de manera integral a un grupo de estudiantes universitarios a escala nacional, teniendo en cuenta factores sociodemográficos, académicos y psicosociales. Además, busca entender las interacciones entre las variables señaladas, considerando aspectos sociodemográficos y académicos. Finalmente, tiene como propósito elaborar modelos teóricos, mediante el uso de ecuaciones estructurales, para ilustrar las relaciones entre las variables mencionadas.
El diseño de esta tesis doctoral es no experimental, con un enfoque cuantitativo y descriptivo-exploratorio, implementado de manera transversal y ex post-facto, utilizando una única medición en un solo grupo. La investigación contó con la participación de 824 estudiantes universitarios, con edades entre 17 y 52 años (Media = 22,28; Desviación Estándar = 3,97). De estos, el 72,6% (n=598) eran mujeres y el 27,4% (n=226) hombres. Los participantes provenían de la Universidad de Granada en España y Melilla. Considerando un margen de error del 0,05 y un nivel de confianza del 99%, la muestra es representativa. Específicamente, se registró un margen de error del 3.40% con un intervalo de confianza del 95%.
Para la recogida de información se utilizaron diversos instrumentos de medición que han sido validados previamente y que muestran elevados niveles de confiabilidad. Específicamente, se empleó el cuestionario de Motivación Educativa (EME-E) diseñada por Núñez et al. (2010), la escala de Autoconcepto AF5 elaborado por García y Musitu (1999), la escala de REIS que evalúa los componentes de la IE y que fue diseñada por Pekaar et al. (2018), la escala (CD-RISC), diseñada para medir la Resiliencia por Connor y Davidson (2003) y una hoja de registro Ad Hoc para variables de tipo sociodemográfico y académico.
Para realizar el análisis de los datos, se emplearon las herramientas estadísticas IBM SPSS® 23.0, IBM AMOS® 22.0 (IBM Corp, Armonk, NY, USA) y JASP 0.17.2.1. Se utilizaron frecuencias y medias para examinar los descriptivos básicos. En cuanto al análisis inferencial de cada variable, se realizaron pruebas de normalidad, incluyendo las pruebas de Shapiro-Wilk y Kolmogorov-Smirnova. En caso de que los datos no siguieran una distribución normal, se optó por pruebas no paramétricas siendo la U de Mann-Whitney y la H de Kruskal-Wallis. Sin embargo, cuando se observó una distribución normal, se aplicaron pruebas paramétricas siendo la prueba T de Student y Anova. Para explorar las interacciones entre las variables, se llevaron a cabo correlaciones bivariadas de Spearman. Por último, es importante destacar que la validación de los modelos teóricos se realizó mediante ecuaciones estructurales y análisis multigrupo.
Como principales resultados, se pudo comprobar que las mujeres exhiben mayores niveles de Motivación Intrínseca y Extrínseca en comparación con los hombres, quienes tienden a experimentar niveles más bajos de Motivación. Por otro lado, se observó que los hombres presentan un Autoconcepto Emocional, Social y Físico más elevado que las mujeres, mientras que estas últimas muestran un mayor nivel de Autoconcepto Académico y Familiar.
En cuanto a la IE los hombres mostraron niveles superiores en todas sus dimensiones. En consideración con la Resiliencia, ellos se destacaron en la Confianza en sus Instintos, la Tolerancia a los Efectos Negativos y la Capacidad para Enfrentar el Estrés. Por otro lado, las mujeres mostraron una mayor Influencia Espiritual.
En relación a la variable de perspectivas futuras, se observó una clara diferencia entre los estudiantes que se visualizaban sin trabajo ni un rumbo claro dentro de cinco años y aquellos que se imaginaban trabajando en su campo profesional o persiguiendo otra titulación. Los primeros mostraban niveles de Desmotivación, mientras que los segundos exhibían una mayor Motivación. Específicamente, los jóvenes que se proyectaban trabajando en su campo profesional destacaron en todas las dimensiones del Autoconcepto. Además, aquellos que se veían inmersos en su campo laboral en el futuro mostraron niveles sobresalientes en todas las dimensiones de la IE.
Por otro lado, aquellos participantes que contemplaban continuar estudiando otra titulación se destacaron por su Competencia Personal, Altos Estándares y Tenacidad. Asimismo, aquellos que estaban empleados en el momento del estudio presentaron un mejor Autoconcepto Emocional, Social y Físico en comparación con aquellos desempleados. Los participantes empleados también mostraron un desarrollo más avanzado en la Eegulación de Emociones Centrada en Los Demás, así como mayores niveles de Resiliencia, Competencia Personal, Altos Estándares, Tenacidad, Confianza en sus Instintos y Tolerancia a los Efectos Negativos, Aceptación Positiva del Cambio y Relaciones Seguras y Control.
En cuanto a la variable de cambios introducidos por la enseñanza durante la pandemia por COVID-19, aquellos que estaban de acuerdo con los cambios manifestaron una mayor Motivación. Además, los participantes que expresaron estar de acuerdo con los cambios, demostraron mayores niveles de Valoración de Emociones Centrada en Uno Mismo, Valoración de Emociones Centrada en Los Demás y Regulación de Emociones Centrada en Uno Mismo.
El primer modelo de ecuaciones estructurales reveló relaciones significativas entre diferentes variables en dos contextos distintos: uno donde los estudiantes experimentaron cambios en la modalidad de enseñanza y otro donde no. En el grupo que sí experimentó cambios, se encontró una relación positiva entre la Competencia Personal y el Autoconcepto, así como una asociación positiva entre la IE y la Competencia Personal. Además, se observaron relaciones positivas entre la IE y la Confianza en los Instintos y el manejo del Estrés. Estos últimos, a su vez, se relacionaron positivamente con la Competencia Personal.
En el grupo que no experimentó cambios en la enseñanza, se encontraron relaciones similares, incluyendo una relación positiva entre el Autoconcepto y la Competencia Personal, así como una asociación positiva entre la IE y la Competencia Personal, la Confianza en los Instintos y el manejo del Estrés. Además, se observaron relaciones positivas entre el Autoconcepto y la Motivación Intrínseca, y entre la Competencia Personal y esta última. Se verificó una relación inversa entre la Motivación Intrínseca y la Desmotivación, y tanto la Competencia Personal como el rendimiento académico se relacionaron negativamente con la Desmotivación.
El segundo análisis de ecuaciones estructurales y análisis multigrupo reveló relaciones según el sexo de los participantes. En el caso de los hombres, se encontró una relación positiva entre la Motivación Intrínseca y la Motivación Extrínseca Externa, así como entre la Motivación Intrínseca y la Motivación Extrínseca Interna. También se identificaron relaciones inversas entre la Desmotivación y la Sumatoria del Autoconcepto, así como entre la Motivación Intrínseca y la Sumatoria de la Resiliencia. Además, se confirmaron relaciones positivas entre la Sumatoria de la IE y la Sumatoria del autoconcepto, y entre la Sumatoria de la IE y la Sumatoria de la Resiliencia.
Para las mujeres, se observó una relación positiva entre la Motivación Intrínseca y la Motivación Extrínseca Externa, así como entre la Motivación Intrínseca y la Motivación Extrínseca Interna. También se encontraron relaciones inversas entre las dimensiones de Desmotivación y la Sumatoria del Autoconcepto, así como entre la Motivación Intrínseca y la Sumatoria de la Resiliencia, y entre la Motivación Intrínseca y la Desmotivación.
El tercer análisis de ecuaciones estructurales y análisis multigrupo identificó que los estudiantes que percibieron la integración de innovación educativa en el entorno del aula mostraron una relación positiva en entre el Autoconcepto Académico y el Autoconcepto Global. Además, este mismo grupo muestra relaciones favorables entre el Autoconcepto Emocional y el Autoconcepto Global, así como entre el Autoconcepto Físico y el Autoconcepto Global.
Del mismo modo, se evidenció una asociación positiva entre la Desmotivación y la Confianza en Instintos, y la habilidad para gestionar el Estrés en el grupo que respaldaba la innovación en el ámbito educativo. Igualmente, para aquellos que percibían la presencia de innovación en el aula, se encontró una relación positiva entre la Competencia Personal y la Confianza en Instintos y la gestión del Estrés, además de una asociación entre la Resiliencia Global y la Competencia Personal.
En contraste, los estudiantes que no percibieron la integración de innovación demostraron una relación positiva entre el Autoconcepto Físico y el Autoconcepto Emocional, así como entre el Autoconcepto Físico y la Desmotivación, y entre el Autoconcepto Emocional y la Desmotivación. Para este grupo, también se observó una relación inversa entre la Valoración de Emociones Centrada en Uno Mismo y la Regulación de Emociones Centrada en Uno Mismo. Además, se encontró una correlación positiva entre la Sumatoria del Autoconcepto y la Sumatoria de la Resiliencia.
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