Historia y memoria en la construcción nacional mexicana. A vueltas con los bi/centenarios de los orígenes y la consumación de la independencia (1810-2021)
- Autores: Inmaculada Verdú Sánchez
- Directores de la Tesis: Pedro Ruiz Torres (dir. tes.), Ivana Frasquet Miguel (codir. tes.)
- Lectura: En la Universitat de València ( España ) en 2025
- Idioma: español
- Número de páginas: 710
- Tribunal Calificador de la Tesis: Françoise Martínez (presid.), Josep Escrig Rosa (secret.), Erika Pani Bano (voc.)
- Programa de doctorado: Programa de Doctorado en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid; la Universidad Complutense de Madrid; la Universidad de Cantabria; la Universidad de Santiago de Compostela; la Universidad de Zaragoza; la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y la Universitat de València (Estudi General)
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- Tesis en acceso abierto en: RODERIC
- Resumen
Esta tesis doctoral explora el fenómeno conmemorativo de la independencia mexicana desde el inicio del proceso emancipador hasta la celebración del Bicentenario de la consumación en 2021. El objetivo es analizar cómo ha evolucionado y se ha transformado el régimen de conmemoración a través del análisis comparativo de las políticas de la memoria y los usos públicos del pasado desplegados durante los Centenarios del proceso emancipador de 1910 y 1921, y los Bicentenarios de 2010 y 2021.
El Centenario de 1910, por ejemplo, no solo recordó el inicio de la independencia, sino que fue imaginado por el régimen de Porfirio Díaz como la ocasión idónea para legitimar su gobierno y proyectar una imagen de progreso y modernidad ante el mundo. Esta conmemoración coronó a Miguel Hidalgo como el Padre de la Patria mexicana y presentó al mestizaje como la base de la identidad nacional, al tiempo que buscó incluir al porfirismo como parte de una narrativa histórica triunfal que conectaba con la Independencia y la Reforma Liberal.
Después de la Revolución Mexicana, el Centenario de la consumación de la independencia en 1921 reflejó un cambio significativo con respecto a la conmemoración anterior. Bajo el gobierno de Álvaro Obregón, la celebración se enfocó en consolidar la legitimidad del nuevo régimen y en articular una nueva identidad nacional basada en la "mexicanidad". El proceso revolucionario fue, además, presentado como el tercer gran hito de la historia nacional junto con la Independencia y la Reforma Liberal, desplazando así al porfirismo.
En 2010, el Bicentenario del inicio de la independencia coincidió con el Centenario de la Revolución mexicana, en un contexto marcado por la transición democrática, la crisis económica de 2008 y los altos niveles de violencia. Aunque el gobierno de Felipe Calderón intentó inflamar el orgullo nacional recurriendo a los lugares comunes y referentes históricos tradicionales, durante la coyuntura también emergieron visiones críticas y alternativas que cuestionaron los dos siglos de historia independiente.
Finalmente, en 2021, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador utilizó las conmemoraciones del Bicentenario de la consumación de independencia, de los quinientos años de la caída de Tenochtitlan y de los (supuestos) setecientos años de la fundación de la capital del Imperio mexica para llevar a cabo un ejercicio de memoria histórica. En este marco, se pidió perdón por los agravios cometidos contra las comunidades nativas. Estas celebraciones reflejaron el esfuerzo por incluir el proyecto político de la "Cuarta Transformación" en el ciclo histórico revolucionario del país.