Comparto un video de TIME sobre la innovación energética en mercados rurales de India. Allí, más de 300 millones de personas no tienen electricidad. No tienen televisión, ni heladera, y cuando el sol se va, tampoco tienen luz. En estos ámbitos las renovables no son una alternativa, sino la única opción. En Argentina hay mucha gente viviendo "desconectada" de la red que podría contar con un derecho básico hoy en día, como la electrificación de sus hogares. La revolución por las renovables no es un problema ambiental esnob. La revolución energética es la mayor batalla del siglo XXI por la justicia social.
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Anotación al pie: El video está en inglés y no tiene subtítulos en español. Pido disculpas a quienes por ese motivo no puedan verlo, aunque no debería ser yo quien las pida. Que estas noticias no lleguen al mundo de habla hispana es parte de una manipulación y ocultamiento de información sensible al público. Los oligopolios mediáticos, tanto corporativos como estatales, callan todo aquello que pongan en riesgo sus intereses económicos y estratégicos. Allí se hace fuerte la pluralidad de voces –e idiomas– y la integración de la humanidad como un todo único e indivisible. Hay muchas reivindicaciones posibles a partir de esta entrada. Tomemos la que más nos parezca y llevémosla a la práctica cuanto antes. Lo que es imperdonable es la inacción.
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jueves, 28 de junio de 2012
miércoles, 11 de enero de 2012
Todos terroristas
Comparto una columna escrita por Martín Caparrós en Pamplinas, su columna en el diario El País, reflexionando sobre la Ley Antiterrorista sancionada el 22 de diciembre de 2011 –y promulgada por la Presidente en el Boletín Oficial el 28 del mismo mes–, y los mitos erigidos desde el oficialismo a través de sus mecanismos oficiales y paraestatales que bañan de izquierda democrática un Modelo extractivista y desgarradoramente capitalista que asesina en nombre de la Patria a todo aquel que se le resista. Así todos los que tengamos libertad de conciencia, acción y crítica, quedamos desplazados a la categoría de enemigos de la Patria. Así nos encasillan en ese lugar: todos terroristas.
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Por Martín Caparrós
Nota original
Nota original
| Protestas: un coche arde en la avenida Néstor Kirchner de Río Gallegos, Santa Cruz, el jueves 29. |
Quizás en unos años, cuando haya que relatar el kirchnerismo, muchos coincidirán en que el momento del quiebre, el momento en que todo empezó a verse distinto fue cuando el gobierno de la doctora Fernández dictó su Ley Antiterrorista. Dirán que ya había habido otros signos, que las represiones con muertos en varias de sus provincias, que las peleas con sus organizaciones sindicales, que el desprestigio de sus organismos de derechos humanos, que los primeros ajustes económicos, pero que nada definió tanto su curso de acción como esa ley penosa.
Sucedió hace cuatro días. Fue la última noticia de un año lleno de noticias –y no fue de las más discutidas. La aprobó un parlamento con mayoría oficialista –que no necesita debates o negociaciones– y la promulgó la señora presidenta con un decreto publicado en el Boletín Oficial del miércoles 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, al mismo tiempo que los diarios llenaban páginas y más páginas con la bomba de la noche anterior: que la doctora también tenía cáncer. En síntesis: un gobierno que se presenta como democrático y popular acaba de sancionar una ley que dice que cuando algún delito del Código Penal “hubiere sido cometido con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, la escala (la pena) se incrementará en el doble del mínimo y el máximo”.
La formulación es tan imprecisa que permite que cualquier juez decida que cualquier acto fue cometido con esa finalidad –¿cómo se define qué aterroriza a una población? ¿cómo se sabe cuándo una población está aterrorizada? ¿cómo se juzga una intención?– y doblar la pena. El gobierno dice que lo hizo para contener los “golpes de mercado”; está claro que se puede usar para tantas otras cosas. Aunque hayan agregado al final un párrafo que dice que esas agravantes “no se aplicarán cuando el o los hechos de que se traten tuvieren lugar en ocasión del ejercicio de derechos humanos y/o sociales o de cualquier otro derecho constitucional”. Roberto Gargarella, jurista reconocido, lo comentaba en una entrevista:
–Ese agregado que dice “salvo que usted esté haciendo ejercicio de un derecho legítimo” es risible: un juez tarda diez segundos o menos para descartarlo. Un juez puede decir: “por supuesto esto nunca se podrá invocar si usted está haciendo uso legítimo de un derecho; ahora, usted está cortando una calle, cortar la calle no es hacer un uso legítimo de un derecho, ergo, usted es un terrorista”. Ese aclarado es algo que los diputados con vocación progresista se han querido dar a sí mismos para justificarse ya que estaban mostrando su peor cara.
Los “diputados (kirchneristas) con vocación progresista” votaron la ley como un solo hombrecito y sin chistar. Pero si obedecer es una forma de servilismo, a veces es más servil cierta manera del disenso: leve, tibia, para que después no digan que no lo dije. Así, Hebe de Bonafini cuando declaró que el gobierno debería “revisar un poquito” la ley, o los legisladores kirchneristas en la ciudad susurrando que "ojalá la presidenta derogue” lo que acababa de promulgar, o el director de la Biblioteca Nacional Horacio González comprendiendo “los motivos que llevaron a que se elabore la ley, pero su nombre y muchos de sus fundamentos sería bueno que en otra ocasión parlamentaria pueda ser revisto”. Y tratando de hablar de otra cosa y olvidar el sapo calentito. Que rompe con –por lo menos– tres bases del discurso oficial:
La primera es que este gobierno no acepta presiones de organismos internacionales. Porque, como repitió el juez de la Suprema Corte Raúl Zaffaroni –y reconocieron muchos otros– la ley fue un pedido de un organismo internacional de segunda categoría, el Grupo de Acción Financiera Internacional, GAFI. “El GAFI es un organismo que se toma atribuciones que no tiene y extorsiona a nuestro país. Su objetivo no es evitar el lavado ni prevenir el terrorismo, sino controlar el movimiento financiero”, dijo el juez. Y los rumores –siempre los rumores– insistían en que la ley fue una condición que los Estados Unidos pusieron para mantener a la Argentina en el G-20, gran tribuna para que la presidenta vaya a dar lecciones de audaz autonomía.
La segunda, que este gobierno no agita el espantajo del terrorismo porque eso es lo que hacía la dictadura. Porque, como decía en un artículo tuitero el filósofo Eduardo Grüner, hay que atreverse a usar una palabra como “terrorismo” en un país con la historia que tiene la Argentina. “La enorme ironía –habría que decir, más bien, sarcasmo– es que este gobierno, que se precia con razón de haber impulsado tantos juicios por crímenes de lesa humanidad, sólo había empleado el término ‘terrorismo’ para hablar del terrorismo de Estado. Habría mucho que decir sobre esta verdadera perversión lingüística que viene a sumarse a la legal, invirtiendo el uso de palabras ‘sagradas’: hasta ahora, los “terroristas” eran ellos (Videla y compañía); ahora podemos serlo también nosotros, casi cualquiera”.
La tercera, que este gobierno no reprime la protesta social. Porque lo viene haciendo, a través de las administraciones provinciales, sin piedad y sin descanso, pero esta ley lo pone negro sobre blanco en el Boletín Oficial. Por eso es casi un chiste cuando políticos oficialistas –como Estela de Carlotto, Abuela de Plaza de Mayo– dicen que es cierto, que en manos de un "próximo gobierno represor" esta ley podría ser terrible; los que han contado la cantidad de muertos en protestas sociales que hubo en el último año piensan que éste ya lo es, y que esta ley les va a facilitar las cosas.
Es un nuevo instrumento, un modo de legitimar: ahora cualquier juez puede decidir que un muchacho detenido por cortar una calle y quemar unas gomas estaba tratando de aterrorizar a la población o, peor, de “obligar a las autoridades” a –digamos– aumentar sueldos, y meterlo en la cárcel unos años. La torta se achica y vienen tiempos de ajustes, de pelea social. El jueves pasado la capital de Santa Cruz, la provincia de los Kirchner, estaba ocupada por empleados públicos que protestaban contra el recorte de jubilaciones; la presidenta tuvo que retrasar su vuelta a casa. El mismo jueves Carlos Soria, ex jefe del Servicio de Inteligencia del Estado y nuevo gobernador de otra provincia patagónica, Río Negro, hizo aprobar una ley que pasó a disponibilidad a la mitad de los empleados públicos. (Y este domingo 1 de enero amaneció con un tiro en el ojo: la versión oficial dice que fue un "accidente doméstico"). Hubo medidas parecidas –recortes, no tiros en los ojos– en Chubut, Neuquén, Chaco, Catamarca, Mendoza, Córdoba. Y seguramente serán parecidamente resistidas. Entonces, para poner un freno a los que pidan, los jueces podrán usar la Ley Antiterrorista que acaba de votar el kirchnerismo para profundizar el modelo, para ahondar su estirpe nacional y popular: para dejar caer ciertas caretas.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
12:43
sábado, 8 de octubre de 2011
Los Arrepentidos
Son represores,
monopólicos jerarcas, liberales empedernidos, trabas en el camino hacia la
libertad. Son la voz que defiende la voz, la mano que calla las voces. Son la
escuela que educa a los pocos, el exilio de la vergüenza; hasta las andanzas de un
Ford en la noche verde. También son los enfermeros del Borda que dopan
pacientes hasta el silencio, abriéndole las puertas a un oscuro tráfico de órganos. Son
los corruptos. Los vendepatria.
| Formato: alienar a la izquierda |
Todos son la
patraña y el embuste. Nos tomaron por idiotas largos años; décadas. Fueron
perseguidos por sus verdaderos defendidos, por el simple acto de una demagoga empatía del hombre débil de antaño. Humo puro, nos vendieron. Nos vendieron.
Ahora muestran la
hilacha, ratas de callejón; impuestos-supuestos exmilitantes de un ideal etéreo
que no perteneció jamás al arcón de sus valores ni utopías. La república
engañada hoy los sentencia a la peor condena: la dilapidación pública, el
descuartizamiento y la pudrición de la carne vieja del escarmiento.
¿Nos creyeron
idiotas? Nosotros, los verdaderos creyentes y defensores de la lealtad y la justicia
soberana, de una Patria emancipada de todo asomo imperial, de la igualdad entre
los trabajadores –desde Puerto Madero al Impenetrable chaqueño; desde el manjar de la Quinta de Olivos hasta el hambre en la selva misionera-, los que día a día
dedicamos nuestra vida y nuestros millones para hacer de este lugar un poco más
igual y justo, los condenamos.
Nos los representantes del pueblo de la Nación
Argentina… no queremos su
exilio, queremos su obediencia debida. Reunidos
en Congreso General Constituyente… dilapidamos al destituyente y su móvil
amoral de avanzar empedernido contra los intereses del pueblo, todo. Por voluntad y elección de las provincias
que lo componen… decimos: ¡basta! Que los recursos son nuestros, las
ganancias lo son más, y el país federativo se puede ir a la puta madre que lo parió. Reveamos el Pacto Constituyente si tanto van a joder.
| Formato: alinear a la derecha |
Fueron letrados,
hoy son letrinas. Fueron las voces, hoy son las heces. Son Bonasso, Solanas,
Lanata y tantos otros. ¿Qué Barrick, Atucha, Spolsky, Gvirtz, Fútbol para Todos, ni Bosques para todos? ¿Cómo piensan llegar al futuro; viviendo como en la época de las cavernas? ¿No vengando retributivamente la voz del monopolio? Falta condenar a ese hijo de puta que fue el marica y “proyecto
de poeta” de Urondo, la malcogida –y bienengañada-
de Lili Massaferro, la Arrostito que ya la pagó caro, y hasta ese tal Guevara, que
por anhelo imperial e internacionalista, olvidó y jamás trabajó por los
intereses urgentes y reales de esta Gran Nación Argentina, que crece con La Fuerza del pueblo –y las inversiones canadienses, mexicanas y chinas, claro.
Todos ellos, sean
sometidos a la peor condena. Por apátridas, por hipócritas y haber sido siempre
funcionales al capital extranjero.
La libertad es
mierda, si no acompaña los intereses populares. ¿Cómo se atreven a impedir el
avance indiscutido de una Patria que por sí sola todo lo vale; que su
mayoritaria representación todo lo domina, lo entiende y lo juzga? El número da
el poder, y el número está de nuestro lado.
¡La Patria somos
nosotros, carajo!
--
NdeR: soy un eterno crítico de lo que considero incorrecto. Mi deber moral me obliga a hacerlo. ¿Si es esta una nota "destituyente" al estilo de los mencionados? Para nada. Es sólo mi "ladrillo en la pared", para intentar hacer visible la maquinaria de la razón impuesta verticalmente y sin motivo más que el maniqueo de la polarización y la obtención de la plusvalía del poder. El peligro de esa práctica, cuando hablamos de política, es alto y nos compete a todos.
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Mauro Fernández
a las
5:08
sábado, 25 de junio de 2011
DCXXV | Capital Mendoza
Mendoza debe ser Capital Nacional o, al menos, ir a compulsa con Rosario y que se elija por SMS. El día, la noche, el sol y la lluvia, la nieve; todo le calza fantástico a la ciudad cuyana que es, en realidad, Patagonia y gran metrópolis. Falta la nostalgia y el desencuentro inherente a las ciudades portuarias, falta la rudeza del polo industrial, falta. Quizás por eso no tenga mayores aspiraciones, más allá del Estadio, del Parque, sus anchas veredas, su noche inclaudicable. Será demasiado perfecta. Carece del papel en el piso, del descontrol en el centro, de los rostros sin mirada; le falta la mierda. Todo aquello que las grandes ciudades merecen para albergar en su seno al vasto espectro demográfico que la haga gigante, y capital.
Aún te falta, Mendoza, aprender a equivocarte; a embarrarte las manos, a abrir más las puertas. Podés, sin embargo, tener pretensiones; pero no unicamente con velo de elite cubriéndote los ojos. Te felicito por tus valores y tus realidades. Te aliento a seguir como puntual del ejemplo inmaculado. No te veré jamás capital; te siento mejor así.
Aún te falta, Mendoza, aprender a equivocarte; a embarrarte las manos, a abrir más las puertas. Podés, sin embargo, tener pretensiones; pero no unicamente con velo de elite cubriéndote los ojos. Te felicito por tus valores y tus realidades. Te aliento a seguir como puntual del ejemplo inmaculado. No te veré jamás capital; te siento mejor así.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
16:38
jueves, 28 de abril de 2011
DCVIII | Extranjerización de la tierra: una patriada poco oportuna
Sin embargo, desde hace dos días, unos 100 integrantes de la comunidad Qom protestan en Avenida de Mayo y 9 de Julio por la restitución de tierras de las que fueron desalojados, pidiendo justicia por el asesinato de un integrante de la comunidad en la represión policial que padecieron en noviembre último en Formosa, y la falta de atención del Estado tanto provincial -hijo de puta: Gildo Insfrán- como nacional -hijo de puta: Randazzo-.
Cristina es cómplice del abismo al que han sido aventados los Qom. Sería prudente que, al mismo tiempo que protege tenazmente el patrimonio nacional, adoptase una política social inclusiva para con los Pueblos Originarios que habitan nuestro suelo desde hace siglos.
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Actualización 28/04, 15:54hs
Es importante agregar que los Qom vienen exigiendo respuesta desde 2010, tras el asesinato de Raúl López en la provincia Formosa, el último 23 de noviembre. Félix Díaz, líder de la Comunidad Qom La Primavera -y a quien pueden ver en la fotografía superior- inició en aquel momento una huelga de hambre que no recibió la atención merecida, tanto en el ámbito político como en el mediático. Tras una reunión con el Ejecutivo Nacional, el 30 de diciembre de 2010, los Qom fueron nuevamente engañados. Se establecieron compromisos jamás cumplimentados. Vean aquí el documento que se firmó.
No sólo existen conflictos territoriales, sino que la problemática abarca también violaciones permanentes a los derechos humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se exigió al Estado argentino que "garantice la vida y la integridad física".
En el siguiente video pueden ver a Félix Díaz antes de comenzar la segunda huelga de hambre.
Basta de violaciones a los derechos humanos. Reivindiquemos la bandera de los setenta, pero seamos coherentes con el presente. Que los métodos democráticos no sean equitativamente criminales, no justifican la barbarie.
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Mauro Fernández
a las
2:02
martes, 29 de marzo de 2011
DC: Negros de mierda
La Nación publicó hoy una columna de Rolando Hanglin, “¡País generoso!”, acerca de vaya a saber uno qué cosa. Comienza relatando la experiencia de una vieja amiga que se desvirga del desconocimiento del suelo argento y admira la vasta diversidad natural y cultural de nuestro país en función de su medio ambiente. Colibríes, quinchos y suelos estrellados se funden maravillosamente en el relato con la fecundidad de nuestra tierra y su belleza.
Sin embargo, Hanglin resalta la ajenidad de su colega para con la idiosincracia vernácula y cuela en el debate una visión discrecional de una consecuencia disfrazada de causa, ambicionando la adhesión del lector –considerar que no escribió para la revista de Vida Silvestre, escribió para La Nación–.
Contrasta así la deslumbración por nuestra flora y fauna con el "bicho feo" de la inseguridad -como él mismo se encarga de calificar-. Se deshilvanan de sus palabras conceptos símiles a la teoría ecololó de Caparrós –en pleno ejercicio del contraste social-ambiental–, pero también una férrea confianza en la realidad que construye el monopolio mediático al que suscribe –y en el que escribe–, así como un deleznable tinte xenófobo al mejor estilo macrista, cuando al referirse a ladrones, asaltantes y asesinos se queja: “No contentos con los que ya teníamos aquí, estamos importando fuertes cantidades de los países vecinos.”
Los índices de hambre y pobreza, tanto en Argentina como en los países vecinos a los que Hanglin hace referencia, superan con creces cualquier índice de inseguridad que quiera intentar, al mejor estilo De Narváez. ¡Quizás Hanglin tenga un plan! Realmente no lo creo.
No quiero justificar ejemplos como los que se mencionan en la columna, condeno enfáticamente la violencia imperante en nuestras calles y exijo un castigo a sus ejecutores –aunque también una readaptación acorde, no la que ofrece nuestro tristemente célebre SPF–; pero tampoco es cuestión de inventar una fauna social de origen divino, desentendiéndose de la responsabilidad que como constructores de un Estado que olvida, margina y elige –y eso es lo más triste, elige–, tenemos de su origen.
Hanglin tuvo la habilidad de amalgamar a Caparrós con el Macri más bruto y hacer gala de un populismo dialéctico digno de admiración, pero absolutamente falto de consistencia. Copio el enlace acá abajo y los dejo en sus manos, aunque con la esperanza de que sigan vislumbrando la belleza del colibrí, haciendo asados en el quincho de su casa y agradeciendo por todo eso que los negros de mierda que nos matan y nos tienen de rehen, no pueden tener.
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Mauro Fernández
a las
17:42
miércoles, 16 de junio de 2010
DXLVII: Añoralgia mundial
Añoralgias, hermosa palabra. Compañía perfecta fundida entre el violáceo de la añoranza y un gris incoloro de la nostalgia. Y tan sumisas que se exhiben por las callejuelas de San Telmo, Lima bajo la eterna nube, o una Montevideo apenas húmeda de llovizna, son el peor partido por jugar. Uno que nos encanta a algunos empedernidos de la letra y el recuerdo; los amantes del garito y el café de media tarde; mate desayunador o este whisky de madrugada. ¿Cómo ganarle por goleada a la nostalgia? ¿Cómo mirarla a los ojos y no ablandarse, no entregarse, no dejarla vencer? ¿Cómo encarar ese partido que amamos, que juega sucio y que nos quiebra por no perder? No son tiempos de reflexiones, son tiempos de goles y de afonía. De pasiones pocas veces sentidas; un mesías en el banco y otro con la 10 sobre la espalda. Un mes que debería declararse asueto mundial. Y entre la parafernalia del waka waka y las vuvuzelas tan persistentes que parecen querer tapar los gritos de la ESMA de aquel 78' lleno de papelitos sobre la sangre derramada, no queda otra cosa que abrir el blog, volver a escribir, y salir al mundo como él quiere encontrarte. Ya habrá tiempo para la nostalgia. Ya habrá tiempo para ganarle. Por ahora, padecemos la goleada. Sólo espero no quedar afuera en primera ronda.
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Mauro Fernández
a las
0:23
miércoles, 26 de mayo de 2010
DXXXVII: Payé
Corrientes tiene payé. El payé correntino te atrapa. Saudade guaraní. Diversas conjugaciones para una misma afirmación absoluta; comprobada, una vez más, en base a la experiencia. Corrientes lo tiene, Yaguareté Corá -tanto más lindo que decirle Concepción- lo tiene. Parafraseando los primeros versos de la Balada para un Loco, puedo decir que las tardecitas de Concepción tienen ese qué se yo, ¿viste? Vení, volá, vení. Un pueblo constituído por la añoranza y la nostalgia, el espíritu gaucho inundando cada rincón, cada farol. Chamamé retumbando sobre el adobe de coloniales construcciones derrumbadas, las estrellas encandilando el barro de los caminos y el excesivo metano equino distribuido en todo su suelo. Las nubes y la tormenta deviniendo en esteros las parcelas improvisadas. Las chispas adecuadas confluyendo en el lugar menos propicio, en el momento más propicio, para empezar a escribir historias nuevas. Una postal de otra patria. De la verdadera Patria. Donde el arraigo nacional cohíbe la incorporación de la novedad. Descanso para la mente y la mirada, tristeza y desolación de la mano de una sonrisa constante. El Ché retratado en las paredes de la Iglesia y un 20 de diciembre tan importado que asusta y, a la vez, encanta. Contradicciones inexplicables. Ollas populares, comodidad cero, comunión y revolución, de los locos visitantes hasta el Padre del Departamento. No podría decir por qué se vuelve. Será el payé de un suelo correntino inexplicable y mágico que hechiza y maravilla con cada uno de sus detalles.
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Mauro Fernández
a las
18:12
miércoles, 24 de marzo de 2010
CDXCIII: Hijos
Utopía del corazón apuñalado de seguir latiendo. Sueño etéreo de esas piernas débiles y castigadas, de seguir firmes a noventa grados de un lecho de muerte que jamás va a llegar a ser. Esperanto de la esperanza, reestructura una historia en coplas, que cuentan más y cuentan mejor. Cuenta con el terso mirar de la añoranza imperceptible, y el desconcierto que ligan a la catástrofe en tiempo sostenido. Olvidan y perdonan. Nada está clavado en la memoria. Nadie lo ve en sus ojos. ¿No están? ¿Desaparecieron? Conceptos equivocados de un monstruo cegado por el karma, que absorbe más de lo que fue, y arrastra sociedad por las narices, bajo la sombra del miedo. Nada es argentino. Nadie es subversivo. Jamás existió la Reorganización Nacional, ni tampoco las banderas del Ché. Lo que existió y existirá por siempre, son los hijos. Los hijos de nadie; los hijos del mundo. Levanten, hijos, su voz como inviernos, impiadosos y eternos, con todo su pesar sobre los asesinos de la nada.
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Mauro Fernández
a las
11:38
domingo, 28 de febrero de 2010
CDLXXIX: Río Gallegos
Los lugares feos y muertos, son también un lindo paseo. Porque no tienen ni la mística de algunos lugares imperdibles, ni la propaganda de los centros turísticos, ni, mucho menos, ese boarding pass a un viaje interior que algunos lugares paraturísticos, con los que usualmente damos por causalidad, suelen regalar a nuestra visita. Allí donde las golondrinas vuelan bajo pero nadie pesca y los recitales masivos se dan a kilómetros de distancia, más allá de su cualidad de capital provincial, uno puede sanar. De un dolor de cabeza, una contractura o del vacío diáfano de un sentir ausente. Estoy casi seguro que el fenómeno se da, porque no hay nada que esperar, nada por perder ni por ganar, más que los pasos que demos hacia un lado o el otro. Y posiblemente de lo mismo en qué dirección vayamos, no llegaríamos a ningún lado. El paisaje es idéntico durante horas, desde arriba y desde al lado. Pero es el sur. Y el sur cura. Y para colmo, a la vuelta, tuve la oportunidad de volver al fin del mundo. No más que minutos, y sin pisar sus tierras, pero sabiéndome allí. Una vez más, parado de cara al principio de todo.
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Mauro Fernández
a las
22:34
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