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lunes, 23 de febrero de 2009

CXCV

Este fin de semana me pasaron cosas muy intensas que quizás quieran ir explayándose y desarrollándose en los días consecuentes. Hoy renace vivencial, una caminata vespertina por la Calle 3 de Santa Teresita en la que mis ojos se iluminaron por la serenidad. Una muchachita desalineada sorteaba gente como si el tiempo estuviere ausente. Con Marley a viva voz en el iTunes, cruzó una esquina caótica donde un artesano golpeaba sin pudor ni estupor a un oficial de la municipalidad que acababa de hacerle quien sabe qué cosa. Y como si estuviese acostumbrada al hastío de estas situaciones, sólo atinó a taparase los oídos y seguir caminando hacia su destino. Y así, en la simple fugacidad de ese encuentro, aprendí que a veces es mejor taparse los oídos, encarnar al niño que nunca dejamos morir, y seguir caminando firmes hacia nuestro destino.

viernes, 20 de febrero de 2009

CXCIII

Evaluación de variables, organización económica y temporal, mutuos acuerdos, destinos compartidos, planificación. Pensar en la playa, en el sol, en las olas y el viento, y todo eso que nos regala el verano a la vera del Atlántico. Despedir a los rascacielos, reencontrarse con la tierra y la arena; saludar a los seres queridos y armar el bolso (hasta un bucito por si refresca y hace frío). Y luego de un Kriya purificante, al abrir los ojos y ver a Buenos Aires ahogada en lluvia y hundiéndose bajo un cielo petiso y amenazante me pregunto, ¿existirían realmente vacaciones sin esa variable de indeterminación que rompe con todos nuestros planes, para sorprendernos con un presente inevitable?

lunes, 24 de noviembre de 2008

CII

¡Y después me hablan de libertad! Algo tan volátil, abierto y personal como un blog, ciertamente puede convertirse en un organismo de control. No afecta realmente, cuando no hay de que arrepentirse. No duele cuando es por un bien, e incluso sirve para alegrarse por la popularidad del mismo. Desde Google Analytics, todos los principiantes (o sin conocimientos formados sobre la web 2.0) que estamos en este mundillo podemos saber todo sobre nuestros lectores. Todo o casi todo, pero no un "casi" nada, sino ese "casi" que permite sacar conjeturas. No se arrepientan, sigan firmando, sigan escribiendo, sigan entrando y leyendo. Sólo sepan que la web no es un mundo libre, que todo está regulado. Todo menos los sentimientos.