Dado que renuncié al plan A y Tusquets ha abortado el plan B, recurro al C que consiste, claro, en averiguar cuál es la banda sonora de este libro. ¿A qué suena El lector de Julio Verne? Pues suena a susurros, gritos de torturados y tiros por la espalda. En 1947, cuando arranca la novela, este país no estaba para demasiadas músicas y tampoco para mucho baile. Si acaso, para algún pasodoble macabro, como el que ejecutan por orden de la Guardia Civil unos vecinos alrededor de los cadáveres de los guerrilleros Cencerro y Crispín mientras un heroico capitán del ejército manda parar a la orquesta que está tocando. Un suceso de ficción, fruto de la imaginación de la autora porque en realidad nadie hizo la tentativa de frenar el ultraje, aunque la parte del pasadoble sí es real. Ocurrió en julio de 1947 en Castillo de Locubín (Jaén), el pueblo de Cencerro.
Así pues, la novela tiene un toque de baile español con reminiscencias militares y taurinas. Es decir, sangrientas. Pero la banda sonora de El lector de Julio Verne no es un pasodoble, sino el soniquete de la “inocente melodía de letra tontorrona que estaba de moda en toda España, pero en la Sierra Sur era más subversiva que La Internacional”. ¿De qué musica hablamos? Siéntate y respira hondo. Se trata de «Mi vaca lechera»: