Esta colección, el paradigma durante 25 años de lo que debía ser un cómic adulto y alternativo dentro del mainstream , la abanderada de un sueño fracasado por el cual lo pop, entretenimiento sencillo de evasión hecho a base arquetipos, estereotipos, convenciones y clichés, por ello conservador, podía ser enriquecido con progresismo, cultura y reflexión, y así elevar el producto por encima de las palomitas y del usar y tirar, la leí muchos años después de su publicación por lo que lo tenía difícil para asombrarme puesto que Moore ya no puede sorprenderme pues he leído casi todo lo grande que ha hecho (y sigue haciendo), me falta Miracleman/Marvelman. Así, en su momento me pareció una etapa irregular. Ahora, tras releerla seguida unos años después, la opinión es la misma. Oscila constantemente entre el bien y lo brillante. Moore siempre está excelente, aunque se pasa con su prosa poética y recargada que hace difícil traducirlo bien, pero no siempre da con un argumento interesante ...