Integrar piezas de cobre en la decoración de tu casa no es algo nuevo, pero si te puedo asegurar que es un acierto seguro. No sólo eso, si te decides por utilizarlo de una manera más integral, es decir, en piezas más grandes, entonces se va a tratar de un fichaje perfecto, ya que parece haber venido para quedarse en nuestros interiorismos por un largo e indefinido tiempo.
El cobre es uno de los metales más usados para distintos trabajos y acabados, que además de versátil se ha convertido en una tendencia absoluta en decoración este último año. Tiene la particularidad de no ser tan excesivo como el dorado, ni tan plano como el cromado, con lo que combina perfectamente con maderas claras, con tonalidades pastel, donde el rosa gana por amplia mayoría, y también se mezcla a las mil maravillas con el negro y el gris, donde juega con contrastes elegantes y muy masculinos. Hasta ahí llega su gran versatilidad. Evidentemente con el blanco gana en luminosidad y pulcritud.
Hoy en día es prácticamente imposible no verlo en infinitos acabados para realizar DIY's divertidos como lámparas minimalistas e industriales, revisteros mezclados con madera o burros para colgar la ropa. Los codos y tuberías usados en fontanería son perfectos para crear formas sinuosas y desbordar la imaginación del creativo que desee concebir una pieza especial y personalizada.